alfonzo valderrama gonzález
CHIQUIAN
Una tronada con relámpagos te saluda
en las mañanas de los días de invierno, un cielo azulino deslumbrante desnuda tus encantos en los meses de verano. Tus hijos vivimos en tierra con flores, donde nos cobijas tierra bolognesina, en tu escuela en mis años primaverales se fortaleció mi inteligencia campesina. Mirando desde la plazuela: Luis Pardo, al hermoso Shirishanca, nació mi cariño por los sin tierra, que lo perdieron todo, nada tienen aun trabajando como armiño. Contemplando incomparables paisajes, aprendí a querer a los niños sin familia, aquellos sufren hambre, enfermedades, no tienen quien lo cure, quien los auxilia. En tus suelos se cultivan alfalfares, que alimentan a las vacas lecheras, cada mañana dan frescos manjares, quesos hechos por manos expertas. Por eso vivo contemplándote a diario, por todo esto decidí que mis padres, reposen por siempre en tu cementerio, para volver a visitarte y contemplarte. Mi madre duerme aquí el sueño eterno, junto al esposo que lo admirará siempre, aquí rezo oraciones, mis lágrimas voto plegarias daré a mis padres por siempre. Mis familiares, algunas veces solitarias visitan las tumbas de mis padres, rezan, son pomapatinos fieles, que con alegrías con sus canciones andinas, los recuerdan. Mayo del 1995. 16vo. Poema. Poemario Tiempos de Encuentros. Alfonzao Valderrama González [email protected] |