armando zarazú aldave
DÍA DE LOS MUERTOS Y HALLOWEEN
Estamos finalizando octubre y por empezar noviembre, es decir, a las puertas de dos festividades importantes para la cultura peruana, el Día de la Canción Criolla que se celebra el 31 de octubre y El Día de los Muertos. Sin embargo, y esto en realidad es prueba fehaciente de que algunos se dejan influenciar fácilmente por lo que ven en televisión, cine y últimamente, por lo que consumen a través de sus celulares, sin tener ni remota idea de lo que están celebrando cuando disfrazan a sus hijos y los llevan o mandan a pedir dulces, para posteriormente organizar fiestas de Halloween a todo dar.
Veamos, los comienzos de la celebración de Halloween se pueden encontrar en las celebraciones que los pueblos Celtas celebraban en Europa alrededor de hace tres mil años, para festejar el año nuevo, llamado "Samhain", que se celebraba el 1ro de noviembre; la creencia general era que la noche anterior los espíritus vagaban por la tierra mientras caminaban al más allá, lo hacían acompañados de hadas y demonios. Además, los celtas se ponían disfraces para confundir a los espíritus y evitar que éstos los poseyeran y se los llevaran. Vemos entonces, que el Halloween, es en realidad una fiesta de origen europeo que coincide con la finalización de la cosecha y que se mezcla con brujas y misteriosas manifestaciones de lo oculto, creencias muy comunes en la Europa de esos años. De allí las calabazas con luces dentro para aterrorizar a los transeúntes o los fantasmas que, hechos de telas blancas, año adornan numerosas residencias en esta época del año. El Halloween llegó a los Estados Unidos con la inmigración masiva de irlandeses y escoceses en el siglo XIX y muy pronto, gracias a la visión comercial de los fabricantes de dulces, la repartición de dulces se adhirió a esta festividad. Hoy en día parece que se está extendiendo a nuestro otro país, en donde algunas gentes de escaso criterio olvidan sus tradiciones y costumbres para tratar de optar por otras que desconocen.
Veamos, los comienzos de la celebración de Halloween se pueden encontrar en las celebraciones que los pueblos Celtas celebraban en Europa alrededor de hace tres mil años, para festejar el año nuevo, llamado "Samhain", que se celebraba el 1ro de noviembre; la creencia general era que la noche anterior los espíritus vagaban por la tierra mientras caminaban al más allá, lo hacían acompañados de hadas y demonios. Además, los celtas se ponían disfraces para confundir a los espíritus y evitar que éstos los poseyeran y se los llevaran. Vemos entonces, que el Halloween, es en realidad una fiesta de origen europeo que coincide con la finalización de la cosecha y que se mezcla con brujas y misteriosas manifestaciones de lo oculto, creencias muy comunes en la Europa de esos años. De allí las calabazas con luces dentro para aterrorizar a los transeúntes o los fantasmas que, hechos de telas blancas, año adornan numerosas residencias en esta época del año. El Halloween llegó a los Estados Unidos con la inmigración masiva de irlandeses y escoceses en el siglo XIX y muy pronto, gracias a la visión comercial de los fabricantes de dulces, la repartición de dulces se adhirió a esta festividad. Hoy en día parece que se está extendiendo a nuestro otro país, en donde algunas gentes de escaso criterio olvidan sus tradiciones y costumbres para tratar de optar por otras que desconocen.
Mientras tanto, el Día de los Muertos es una celebración que se practica en Latinoamérica y que llama la atención de aquellos que no están inmersos en ella. Los habitantes prehispánicos del continente americano tenían la creencia en una entidad anímica en el cuerpo que daba identidad y conciencia al ser humano y que lo abandonaba al morir para tomar una existencia ultraterrena. Los antiguos mexicanos llamaban a esa entidad anímica inmortal “tevolia” y que estaba en el corazón. Dicha entidad anímica se mantenía en el lugar de los muertos, de allí los alimentos, reconocimientos y ayudas espirituales que debían ser proveídas por los vivos para que pudieran continuar su existencia inmortal. Esto generó un culto a los ancestros bastante difundido y practicado en los pueblos latinoamericanos.
Entre los ritos funerarios que se practican el Día de los Muertos está dejar en la sepultura objetos de uso diario del difunto, como sus herramientas, ropas y alimentos. Ahora bien, la celebración del Día de los muertos tiene un significado completamente diferente, es más espiritual. Si bien es cierto que se celebra dentro del marco de una festividad religiosa católica, ella es producto de la transculturización y, sincretismo religioso que se originó con la llegada de los españoles. En el mundo antiguo americano no existían los espíritus, fantasmas o algo que se le parezcan, se creía que al morir la persona iba a continuar su vida en el más allá. Las tumbas prehispánicas que se han descubierto son una prueba de ello, en todas, por más humilde que haya sido el fallecido, siempre se encontrará artículos de uso común diario y que se pensaba iban a ser necesarios al difunto en su “nueva vida”.
La festividad del Día de los Muertos es la creencia popular que los que se fueron están allí, viviendo en el otro mundo, es por ello que se les celebra, cada pueblo con diferentes manifestaciones culturales propias. Quien sabe que la más conocida en otros países no latinoamericanos, sea la celebración mejicana, por sus calaveras y colorido que tiene, pero los demás pueblos latinoamericanos no se quedan atrás en sus formas de celebrar el Día de los Muertos, en donde no faltan las orquestas típicas en el cementerio, un buen plato de comida y una botellita de ron en una tumba “porque al finadito le gustaba su traguito de ron”.
El Día de la Canción Criolla, en reconocimiento a la música tradicional de la costa, en especial del vals limeño, es una fecha importante dentro del calendario cultural peruano que, muy lamentable, por cierto, no recibe la atención que merece. Imagino, que si Montes y Manrique ¿alguien los recuerda?, fueron los primeros en hacer una grabación de música criolla…lo hicieron en Nueva York, salieran de sus tumbas se volverían rápidamente a ellas al ver el desbarajuste cultural en el que estamos cayendo.
Armando Zarazú Aldave
[email protected]
Entre los ritos funerarios que se practican el Día de los Muertos está dejar en la sepultura objetos de uso diario del difunto, como sus herramientas, ropas y alimentos. Ahora bien, la celebración del Día de los muertos tiene un significado completamente diferente, es más espiritual. Si bien es cierto que se celebra dentro del marco de una festividad religiosa católica, ella es producto de la transculturización y, sincretismo religioso que se originó con la llegada de los españoles. En el mundo antiguo americano no existían los espíritus, fantasmas o algo que se le parezcan, se creía que al morir la persona iba a continuar su vida en el más allá. Las tumbas prehispánicas que se han descubierto son una prueba de ello, en todas, por más humilde que haya sido el fallecido, siempre se encontrará artículos de uso común diario y que se pensaba iban a ser necesarios al difunto en su “nueva vida”.
La festividad del Día de los Muertos es la creencia popular que los que se fueron están allí, viviendo en el otro mundo, es por ello que se les celebra, cada pueblo con diferentes manifestaciones culturales propias. Quien sabe que la más conocida en otros países no latinoamericanos, sea la celebración mejicana, por sus calaveras y colorido que tiene, pero los demás pueblos latinoamericanos no se quedan atrás en sus formas de celebrar el Día de los Muertos, en donde no faltan las orquestas típicas en el cementerio, un buen plato de comida y una botellita de ron en una tumba “porque al finadito le gustaba su traguito de ron”.
El Día de la Canción Criolla, en reconocimiento a la música tradicional de la costa, en especial del vals limeño, es una fecha importante dentro del calendario cultural peruano que, muy lamentable, por cierto, no recibe la atención que merece. Imagino, que si Montes y Manrique ¿alguien los recuerda?, fueron los primeros en hacer una grabación de música criolla…lo hicieron en Nueva York, salieran de sus tumbas se volverían rápidamente a ellas al ver el desbarajuste cultural en el que estamos cayendo.
Armando Zarazú Aldave
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