omar llanos espinoza
EL OBISPO RUBÉN BERROA Y LOS BIENES DE LA VIRGEN

En los pueblos del Perú las iglesias católicas tienen sus bienes e inmuebles que fueron adquiridos por donaciones de los devotos para el patrón del pueblo; predios que muchas veces es tentación de las autoridades eclesiásticas que tratan apoderarse para su Diócesis (Obispado); actitudes que generan reacción de los pobladores por defender lo que les pertenece.
CASO HUALLANCA
El año de 1934, llegó a Huallanca el obispo de Huánuco, Rubén Berroa y Bernedo, en visita pastoral; uno de los objetivos de la autoridad católica era “recoger” los bienes e inmuebles de la Virgen del Carmen, Patrona de Huallanca, y pasar a la administración del Obispado de Huánuco; como en varias localidades había hecho. Previamente, el obispo estaba informado que, la Virgen del Carmen es la dueña de los pastos de Chiuruco y de buena cantidad de toros “bravos” que lidiaban en las fiestas de julio; bienes adquiridos por donaciones de personas por su devoción a la Patrona del pueblo, administrados por su respectiva Hermandad.
ACTITUD DEL ALCALDE
Don Marcial Llanos Matos, alcalde de Huallanca en ese entonces, persona muy instruida y representativa, estaba enterado de las malas intenciones del obispo, llamó a la población a campanazos, de inmediato se reunieron los regidores, la juventud y gran parte de la población, para organizar la defensa de los intereses del pueblo.
El obispo mandó llamar al alcalde para que proceda a entregar los bienes de la Virgen; sin embargo, la autoridad municipal no accedió a la cita, más al contrario, manifestó: “Que, si el obispo quiere algo conmigo debería acercarse a mi despacho para tratar sobre el asunto, y si es para recoger los bienes de la Virgen, será imposible todo trato porque esto pertenece al pueblo y no al obispado, y que de inmediato el obispo debe retirarse de Huallanca, de lo contrario, la población se encargará de botarlo montado en un burro…”, así fue la respuesta enérgica del alcalde.
CASO HUALLANCA
El año de 1934, llegó a Huallanca el obispo de Huánuco, Rubén Berroa y Bernedo, en visita pastoral; uno de los objetivos de la autoridad católica era “recoger” los bienes e inmuebles de la Virgen del Carmen, Patrona de Huallanca, y pasar a la administración del Obispado de Huánuco; como en varias localidades había hecho. Previamente, el obispo estaba informado que, la Virgen del Carmen es la dueña de los pastos de Chiuruco y de buena cantidad de toros “bravos” que lidiaban en las fiestas de julio; bienes adquiridos por donaciones de personas por su devoción a la Patrona del pueblo, administrados por su respectiva Hermandad.
ACTITUD DEL ALCALDE
Don Marcial Llanos Matos, alcalde de Huallanca en ese entonces, persona muy instruida y representativa, estaba enterado de las malas intenciones del obispo, llamó a la población a campanazos, de inmediato se reunieron los regidores, la juventud y gran parte de la población, para organizar la defensa de los intereses del pueblo.
El obispo mandó llamar al alcalde para que proceda a entregar los bienes de la Virgen; sin embargo, la autoridad municipal no accedió a la cita, más al contrario, manifestó: “Que, si el obispo quiere algo conmigo debería acercarse a mi despacho para tratar sobre el asunto, y si es para recoger los bienes de la Virgen, será imposible todo trato porque esto pertenece al pueblo y no al obispado, y que de inmediato el obispo debe retirarse de Huallanca, de lo contrario, la población se encargará de botarlo montado en un burro…”, así fue la respuesta enérgica del alcalde.

REACCION DEL OBISPO
Conocida la respuesta del alcalde, el obispo Berroa se amargó y decidió irse de inmediato, y al partir previamente en el puente San Juan, en presencia de sus acompañantes, manifestó que: “ex comulgaba a todo el pueblo, en especial, a las autoridades”, (lo dejaba al margen de la iglesia), y luego emprendió viaje de retorno a Huánuco, no aceptó caballo alguno; a pie fue hasta Huagtahuaro, de allí cabalgó por cansancio y sobrepeso. Se fue de frente a Huánuco, sin pasar por La Unión, por la ruta Huánuco El Viejo; amenazando que, de todas maneras seguirá los trámites judiciales para adquirir los bienes de la Virgen del Carmen.
Luego de la partida del obispo, las autoridades de Huallanca, en compañía de muchos jóvenes, festejaron la defensa de los intereses de Huallanca, más los comentarios de la forma cómo reaccionó el obispo.
DEFENSA LEGAL DE LOS BIENES
En las semanas siguientes, las autoridades del lugar comenzaron los trámites legales para sanear la documentación de donación de los pastos y toros de la Virgen, que hasta ese entonces era administrado por la Hermandad de la Virgen del Carmen. Para esto consultaron en Cerro de Pasco con el joven abogado huallanquino, Dr. Luis Pinzas Picón, quién conocido el caso y a sabiendas que el obispo Berroa tenía que insistir por los bienes; armaron un nuevo expediente, figurando en adelante que, tales propiedades pasaban a la administración del Concejo Municipal de Huallanca, para defender y representar en caso de reclamos del obispo y otras personas interesadas.
ACCIÓN CONJUNTA
En la defensa de los intereses de la Virgen del Carmen, jugó un papel importante el alcalde don Marcial Llanos Matos, los regidores, la juventud, y el abogado Pinzas que ya tenía fama de defender en forma astuta, que se valía de muchas artimañas para hacer ganar a su defendido. En este caso, hicieron bien los documentos, y que la postre, el obispo de Huánuco ya no insistió, se convenció que verdaderamente los bienes pertenecen a la Virgen y al Pueblo, y que los pobladores tenían la razón de defenderla.
LECCIONES EN EL TEMPO
Estas acciones ocurrieron en 1934, hace más de 90 años; el alcalde municipal, los regidores y junto con el pueblo, supieron defender lo que pertenece a Huallanca. Es una gran lección para que las actuales autoridades y dirigentes defiendan y exijan los derechos del pueblo; con decisión y energía, sin claudicaciones.
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FUENTE: Versiones orales de Raúl Llanos Picón y Atilio Picón Alarcón, de jóvenes presenciaron los hechos.
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Edición N° 184 – 25/04/2025
Omar Llanos Espinoza
[email protected]
Conocida la respuesta del alcalde, el obispo Berroa se amargó y decidió irse de inmediato, y al partir previamente en el puente San Juan, en presencia de sus acompañantes, manifestó que: “ex comulgaba a todo el pueblo, en especial, a las autoridades”, (lo dejaba al margen de la iglesia), y luego emprendió viaje de retorno a Huánuco, no aceptó caballo alguno; a pie fue hasta Huagtahuaro, de allí cabalgó por cansancio y sobrepeso. Se fue de frente a Huánuco, sin pasar por La Unión, por la ruta Huánuco El Viejo; amenazando que, de todas maneras seguirá los trámites judiciales para adquirir los bienes de la Virgen del Carmen.
Luego de la partida del obispo, las autoridades de Huallanca, en compañía de muchos jóvenes, festejaron la defensa de los intereses de Huallanca, más los comentarios de la forma cómo reaccionó el obispo.
DEFENSA LEGAL DE LOS BIENES
En las semanas siguientes, las autoridades del lugar comenzaron los trámites legales para sanear la documentación de donación de los pastos y toros de la Virgen, que hasta ese entonces era administrado por la Hermandad de la Virgen del Carmen. Para esto consultaron en Cerro de Pasco con el joven abogado huallanquino, Dr. Luis Pinzas Picón, quién conocido el caso y a sabiendas que el obispo Berroa tenía que insistir por los bienes; armaron un nuevo expediente, figurando en adelante que, tales propiedades pasaban a la administración del Concejo Municipal de Huallanca, para defender y representar en caso de reclamos del obispo y otras personas interesadas.
ACCIÓN CONJUNTA
En la defensa de los intereses de la Virgen del Carmen, jugó un papel importante el alcalde don Marcial Llanos Matos, los regidores, la juventud, y el abogado Pinzas que ya tenía fama de defender en forma astuta, que se valía de muchas artimañas para hacer ganar a su defendido. En este caso, hicieron bien los documentos, y que la postre, el obispo de Huánuco ya no insistió, se convenció que verdaderamente los bienes pertenecen a la Virgen y al Pueblo, y que los pobladores tenían la razón de defenderla.
LECCIONES EN EL TEMPO
Estas acciones ocurrieron en 1934, hace más de 90 años; el alcalde municipal, los regidores y junto con el pueblo, supieron defender lo que pertenece a Huallanca. Es una gran lección para que las actuales autoridades y dirigentes defiendan y exijan los derechos del pueblo; con decisión y energía, sin claudicaciones.
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FUENTE: Versiones orales de Raúl Llanos Picón y Atilio Picón Alarcón, de jóvenes presenciaron los hechos.
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Edición N° 184 – 25/04/2025
Omar Llanos Espinoza
[email protected]