ALFONZO VLDERRAMA GONZÁLEZ
HUALLANCA
Para culminar mis estudios de educación,
joven poncho habano, cruzando nevados, después de los carnavales en esa ocasión, viajé a la Selva, a terminar mis estudios. Por los gritos populares, sentía ganas de luchar, oyendo gritos poderosos de entrañas de la tierra, buscando cambios, queriendo hacerla enraizar, llegué hacia ti, crucificada comarca de la Sierra. Quería ser edificador de palacios, de pueblos, quería fabricar riquezas de oro, cual hijo del sol, de la luna, hermano sacrificado de los luceros, caminante vaquero, pasé por ti en un día de sol. Pariano aprendiz de ladrón de mi propia cosecha, servidor de la Patria con mi nativo lenguaje dulce, esta vez amargado, me hospedé en una covacha, así seguí viaje, en busca de la semilla al alcance. El enamorado, guitarrista del alba, en las batallas, te amará tierra bendita de quesos, de achupallas, te amaré porque nace el bien en tus cumbres bellas, tú eres enemiga de la muerte, madre de vidas bellas. Huallanca, rememoro mi puna al pie de mi arado, cuando con la fragua encendida de los descalzos, con mi vida florecida sin rencores en este mundo, al son de mi guitarra, amasaba versos libertarios. Al pie de tu puente escribo estos versos voluntarios, de pasada, para que quede en mi recuerdo de joven, de viajero infatigable por buscar nuevos escenarios, el impulsor de la revolución que muchos no lo ven. Soy pues el poeta joven, que anida en su canto, una ilusión por cambiar el rumbo de la historia, para que en mi Patria todos tengan pan, encanto, alcancen la libertad, obtengan la misericordia. Alfonzo González Valderrama Abril de 1987 [email protected]m 8vo. Poema. Poemario Tiempos de Encuentros. A. Valderrama. |