manuel nieves fabián
«PUKRUK»
(Anécdota)
(Anécdota)

A don Germán Dávila Castro
"Pukruk” fue un personaje pintoresco. Decía ser hijo de Antush y Lucha, pero nadie le creía; sin embargo, todos sabían que era nieto de la curca Flora. Pasaba sus días caminando por las calles y más de las veces fastidiando a los comerciantes. No tenía oficio ni ocupación; era especialista en «matar el tiempo».
Los hombres, un tanto curiosos e intrigados por su manera de ser le preguntaban:
–¿Por qué te llaman «Pukruk»?
Él, sin inmutarse respondía:
–Cuando yo nací, caí al pellejo negro de mi abuela, ¡pukruk!, diciendo.
La respuesta, además de ser sarcástica provocaba risa, y la gente se reía a carcajadas por el origen de este nombre tan raro y singular.
En una ocasión los policías hicieron una batida por las cantinas y las calles. Muchos estudiantes que aquel día se habían hecho la «vaca» habían caído, pero entre ellos, el que más destacaba era «Pukruk»; por eso fue el primero en dar sus generales de ley y el primero en ser interrogado.
El policía, luego de escuchar las mismas explicaciones de siempre y las mismas disculpas, conmovido le dijo:
–En vez de vagabundear por las calles, ¿por qué no estudias?
«Pukruk», como aguijoneado con una puya filuda contestó:
–¡El estudio, señor policía, se ha hecho sólo para los brutos!
Ante semejante respuesta y ya no sabiendo qué hacer ante un caso perdido, el policía, con la cara roja de ira, le apuntó con el dedo índice, y con la interjección más áspera pronunciada por sus labios, lo echó de la comisaría.
Manuel Nieves Fabián
Nota de redacción: las fotografías que adornan esta página son de la Casa de la Cultura de la Provincia de Bolognesi.
"Pukruk” fue un personaje pintoresco. Decía ser hijo de Antush y Lucha, pero nadie le creía; sin embargo, todos sabían que era nieto de la curca Flora. Pasaba sus días caminando por las calles y más de las veces fastidiando a los comerciantes. No tenía oficio ni ocupación; era especialista en «matar el tiempo».
Los hombres, un tanto curiosos e intrigados por su manera de ser le preguntaban:
–¿Por qué te llaman «Pukruk»?
Él, sin inmutarse respondía:
–Cuando yo nací, caí al pellejo negro de mi abuela, ¡pukruk!, diciendo.
La respuesta, además de ser sarcástica provocaba risa, y la gente se reía a carcajadas por el origen de este nombre tan raro y singular.
En una ocasión los policías hicieron una batida por las cantinas y las calles. Muchos estudiantes que aquel día se habían hecho la «vaca» habían caído, pero entre ellos, el que más destacaba era «Pukruk»; por eso fue el primero en dar sus generales de ley y el primero en ser interrogado.
El policía, luego de escuchar las mismas explicaciones de siempre y las mismas disculpas, conmovido le dijo:
–En vez de vagabundear por las calles, ¿por qué no estudias?
«Pukruk», como aguijoneado con una puya filuda contestó:
–¡El estudio, señor policía, se ha hecho sólo para los brutos!
Ante semejante respuesta y ya no sabiendo qué hacer ante un caso perdido, el policía, con la cara roja de ira, le apuntó con el dedo índice, y con la interjección más áspera pronunciada por sus labios, lo echó de la comisaría.
Manuel Nieves Fabián
Nota de redacción: las fotografías que adornan esta página son de la Casa de la Cultura de la Provincia de Bolognesi.