filomeno zubieta núñez
REENCUENTRO CON ORO PUQUIO

Hoy en la mañana (30-6.2024) tuve una grata charla con "Lucerito del Amanecer Salvaje" que da origen a esta nota.
Un manantial de aguas cristalinas, frescas y limpias, con muchos recuerdos, historias y anécdotas, que se han ido trasmitiendo de generación en generación, es lo que nos ofrece ORO PUQUIO. Todo chiquiano, anciano o joven, hombre o mujer, lo conoce. Es más, siempre se han detenido a beber de sus aguas y, si está en compañía, a charlar sobre lo que hay de sus encantos y ocurrencias en el lugar.
Antes de que se instalara el servicio de agua potable domiciliario, todos -especialmente de Jana Barrio- iban al lugar, hacían cola y se proveían de agua para la cocina y la higiene diaria. En otras oportunidades las madres llevaban la ropa para lavar y secar en sus alrededores; muchas cargaban su trigo o maíz pelado a lavarlas, a ellas se acercaban a pedir les haga probar de este delicioso pelado o mote. Las jovencitas llevaban sus prendas a lavarlas y de paso tener sus encuentros furtivos con sus amigos o enamorados.
Cuando en los años cercanos a 1970 se inician las obras de la Circunvalación Santa Rosa, avenida que rodea todo el casco urbano de la ciudad de Chiquián, la chacra donde se hallaba este manantial quedó al libre acceso de todos los transeúntes.
Sin embargo; con el paso de los años, el ambiente que rodea al famoso manantial -por el estado de abandono por parte de las autoridades y de los propios vecinos- se fue deteriorando. Dando un triste espectáculo. Todos se lamentaban del triste espectáculo que ofrecía, hasta sus aguas fueron disminuyendo. Pero, nadie daba el primer paso a su mantenimiento, restauración o recuperación.
Hasta que llegó “Lucerito del Amanecer Salvaje”. Recordó su infancia, adolescencia y juventud, cuando desde su casa cercana iba a lavar o beber de sus aguas o cuando por el camino que pasa por Cochapata al dirigirse a Matara o Cuspón, lo veía y se llenaba de emoción. Todo eso, luego de 25 años de ausencia, removieron su ser y el llanto afloró al ver el lamentable estado de su querido Oro Puquio.
Sin pedir permiso a nadie, tomó la decisión de hacer algo por este espacio emblemático de los chiquianos. Se asesoró de quienes conocían y valoraban este pedacito de corazón chiquiano e invirtió dinero y amor. Y los cambios pronto se tornaron en realidad.
Hoy, ORO PUQUIO presenta otra cara, como puede observarse en la fotografía que presentamos. La obra está por concluirse, pero ya se nota lo que quiere hacer con este pedacito de corazón chiquiano. Todo gracias a “Lucerito del Amanecer Salvaje”.
¿Y quién es ella? Es la nieta del popular Juan Oso, sobre quien giran muchas historias, dada su gran fortaleza física, incluso hay un paraje entre Matara y Cuspón con el nombre de “Oso Pelianán”. Es don Juan Lázaro, padre de Andrés, Pedro, Valerio, Darío y Alejandro Lázaro Aldave, naturales de Matara y con largas estancias en Cuspón y Chiquián.
Nuestra “Lucerito del Amanecer Salvaje” se llama Edith Felicinda Lázaro Márquez. Gracias a su cariño y altruismo el próximo 31 de agosto se estará inaugurando el nuevo ORO PUQUIO, lugar emblemático y elemento indiscutible de la identidad chiquiana. Esperamos estar allí para abrazarla y agradecerle por este regalo que recupera una parte de nuestro Chiquián.
Un manantial de aguas cristalinas, frescas y limpias, con muchos recuerdos, historias y anécdotas, que se han ido trasmitiendo de generación en generación, es lo que nos ofrece ORO PUQUIO. Todo chiquiano, anciano o joven, hombre o mujer, lo conoce. Es más, siempre se han detenido a beber de sus aguas y, si está en compañía, a charlar sobre lo que hay de sus encantos y ocurrencias en el lugar.
Antes de que se instalara el servicio de agua potable domiciliario, todos -especialmente de Jana Barrio- iban al lugar, hacían cola y se proveían de agua para la cocina y la higiene diaria. En otras oportunidades las madres llevaban la ropa para lavar y secar en sus alrededores; muchas cargaban su trigo o maíz pelado a lavarlas, a ellas se acercaban a pedir les haga probar de este delicioso pelado o mote. Las jovencitas llevaban sus prendas a lavarlas y de paso tener sus encuentros furtivos con sus amigos o enamorados.
Cuando en los años cercanos a 1970 se inician las obras de la Circunvalación Santa Rosa, avenida que rodea todo el casco urbano de la ciudad de Chiquián, la chacra donde se hallaba este manantial quedó al libre acceso de todos los transeúntes.
Sin embargo; con el paso de los años, el ambiente que rodea al famoso manantial -por el estado de abandono por parte de las autoridades y de los propios vecinos- se fue deteriorando. Dando un triste espectáculo. Todos se lamentaban del triste espectáculo que ofrecía, hasta sus aguas fueron disminuyendo. Pero, nadie daba el primer paso a su mantenimiento, restauración o recuperación.
Hasta que llegó “Lucerito del Amanecer Salvaje”. Recordó su infancia, adolescencia y juventud, cuando desde su casa cercana iba a lavar o beber de sus aguas o cuando por el camino que pasa por Cochapata al dirigirse a Matara o Cuspón, lo veía y se llenaba de emoción. Todo eso, luego de 25 años de ausencia, removieron su ser y el llanto afloró al ver el lamentable estado de su querido Oro Puquio.
Sin pedir permiso a nadie, tomó la decisión de hacer algo por este espacio emblemático de los chiquianos. Se asesoró de quienes conocían y valoraban este pedacito de corazón chiquiano e invirtió dinero y amor. Y los cambios pronto se tornaron en realidad.
Hoy, ORO PUQUIO presenta otra cara, como puede observarse en la fotografía que presentamos. La obra está por concluirse, pero ya se nota lo que quiere hacer con este pedacito de corazón chiquiano. Todo gracias a “Lucerito del Amanecer Salvaje”.
¿Y quién es ella? Es la nieta del popular Juan Oso, sobre quien giran muchas historias, dada su gran fortaleza física, incluso hay un paraje entre Matara y Cuspón con el nombre de “Oso Pelianán”. Es don Juan Lázaro, padre de Andrés, Pedro, Valerio, Darío y Alejandro Lázaro Aldave, naturales de Matara y con largas estancias en Cuspón y Chiquián.
Nuestra “Lucerito del Amanecer Salvaje” se llama Edith Felicinda Lázaro Márquez. Gracias a su cariño y altruismo el próximo 31 de agosto se estará inaugurando el nuevo ORO PUQUIO, lugar emblemático y elemento indiscutible de la identidad chiquiana. Esperamos estar allí para abrazarla y agradecerle por este regalo que recupera una parte de nuestro Chiquián.
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Chiquianmarka agradece al Sr. Aynor García León por su gentiliza de permitir el uso de sus videos.
Filomeno Zubieta Núñez
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