mishky yacu
24 rosas que me hablan de tí
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Encantos de Magia Natural
En los campos verdes de mi pecho,
Florecen azucenas, magnolias y margaritas.
Las riego con dulces melodías,
pues canciones amargas solo las marchitan, y oprimen mi pecho.
En el inmenso mar de mis ojos,
Se agitan dos veleros; amor y libertad son sus nombres,
Se acercan a la orilla brillante de la vida, cubierta de arena y palmeras.
En el puerto de mis labios,
Llega una dulce gaviota, trayendo la brisa de tu aliento.
¿Qué misterio te envuelve?
En el caracol de mis oídos,
Siento el susurro de tu voz,
Anunciando la dulce melodía de tu amor.
Y en la estación de mis manos,
Aguardo la suave tez de tus mejillas.
Ellas no son frías…,
son cálidas como tu sonrisa y el candor de tu mirada prendada en la mía.
Florecen azucenas, magnolias y margaritas.
Las riego con dulces melodías,
pues canciones amargas solo las marchitan, y oprimen mi pecho.
En el inmenso mar de mis ojos,
Se agitan dos veleros; amor y libertad son sus nombres,
Se acercan a la orilla brillante de la vida, cubierta de arena y palmeras.
En el puerto de mis labios,
Llega una dulce gaviota, trayendo la brisa de tu aliento.
¿Qué misterio te envuelve?
En el caracol de mis oídos,
Siento el susurro de tu voz,
Anunciando la dulce melodía de tu amor.
Y en la estación de mis manos,
Aguardo la suave tez de tus mejillas.
Ellas no son frías…,
son cálidas como tu sonrisa y el candor de tu mirada prendada en la mía.
La luz de nuestro amor
En el umbral de la esperanza se abre una puerta llena de luz,
cambian sus colores, y mis ojos se empañan con brillantes chispas de felicidad.
A mi diestra, se abren las puertas de mi ilusión,
blancos y puros son sus reflejos.
Y en mi corazón, una punzada me confunde, no sé a dónde ir.
No puedo ver la luz de tus ojos y la pureza de tu alma.
¿Por qué te ocultas tras esa puerta?
No puedo verte.
Calma mi ansiedad, extiende tus manos para coger la dicha eterna,
abraza mi alma, sujeta mis sueños y deja volar mis pensamientos eternos.
Canta nuestra alianza, el cielo te escucha.
Daré el sí esperado…., y los ángeles entonarán el triunfo de tu amor.
El cielo se abrirá, y el sol nos cubrirá iluminando nuestro tierno idilio.
Las nubes nos conducirán a la tierra del Edén, descendiendo en el jardín eterno del amor,
prodigándonos el fruto esperado del perdón.
cambian sus colores, y mis ojos se empañan con brillantes chispas de felicidad.
A mi diestra, se abren las puertas de mi ilusión,
blancos y puros son sus reflejos.
Y en mi corazón, una punzada me confunde, no sé a dónde ir.
No puedo ver la luz de tus ojos y la pureza de tu alma.
¿Por qué te ocultas tras esa puerta?
No puedo verte.
Calma mi ansiedad, extiende tus manos para coger la dicha eterna,
abraza mi alma, sujeta mis sueños y deja volar mis pensamientos eternos.
Canta nuestra alianza, el cielo te escucha.
Daré el sí esperado…., y los ángeles entonarán el triunfo de tu amor.
El cielo se abrirá, y el sol nos cubrirá iluminando nuestro tierno idilio.
Las nubes nos conducirán a la tierra del Edén, descendiendo en el jardín eterno del amor,
prodigándonos el fruto esperado del perdón.
Cánticos de amor...I
Amor, hoy quiero contarte al oído que te extraño.
Al quedar dormida en el lecho de mi nostalgia,
soñé que tocaba tus manos, y devolvía las caricias tiernas de tu adiós.
Amor, ya vuelvo…. Fue lo último que escuché de tus labios.
Pero aún aguardo tu retorno, he perdido la pista de tu mirada inquieta.
No sé dónde estás, y en mi sueño despierto con el abrazo de tu recuerdo ausente.
Sin noticias tuyas, creo que cerraré los pétalos de mis ojos
hasta saber de ti, y entregarte el botón escarlata de mí espera;
y entre las hojas frescas de una flor, seguiré contando cuánto te extraño amor.
Al quedar dormida en el lecho de mi nostalgia,
soñé que tocaba tus manos, y devolvía las caricias tiernas de tu adiós.
Amor, ya vuelvo…. Fue lo último que escuché de tus labios.
Pero aún aguardo tu retorno, he perdido la pista de tu mirada inquieta.
No sé dónde estás, y en mi sueño despierto con el abrazo de tu recuerdo ausente.
Sin noticias tuyas, creo que cerraré los pétalos de mis ojos
hasta saber de ti, y entregarte el botón escarlata de mí espera;
y entre las hojas frescas de una flor, seguiré contando cuánto te extraño amor.