armando zarazú aldave
Debido a la trágica desaparición del Dr. Emer Neyra Valverde he cedido mi columna en la revista a mis amigos de AEA Julio Villanueva Sotomayor y Juan Rodríguez Jara a fin de que hagan llegar a través de lo que más aman, las letras, su postrer homenaje al paisano, compañero de colegio y entrañable amigo que se ha ido.
Armando Zarazú Aldave
Armando Zarazú Aldave
PISCOBAMBA DE LUTO
La Asociación de Escritores Ancashinos (AEA), tiene el penoso deber de hacer conocer el fallecimiento de nuestro amigo ELMER FÉLIX NEYRA VALVERDE, acaecido el día de hoy miércoles 8 de abril de 2020 en Lima, distinguido escritor, miembro de nuestra directiva. Nuestras condolencias a sus hijos, esposa, nietos, hermanas y hermanos y a Piscobamba por esta pérdida inesperada.
Julio Rolalndo Villanueva Sotomayor
Presidente del Club Ancash
Julio Rolalndo Villanueva Sotomayor
Presidente del Club Ancash
RÁFAGAS EN EL VIENTO
A Elmer Neyra Valverde, en su memoria
A Elmer Neyra Valverde, en su memoria
- Queridos alumnos, ya estamos en julio y el ministerio ha dispuesto que la primaria termine en 5° y en el siguiente semestre tenemos que hacer lo que queda de 5° y lo que teníamos que estudiar en 6°, por lo tanto tienen que venir también sábados y domingos.
- Muy bien –dijo Elmer. El resto, mutis por el foro.
En el resto, estaban: Armando Cisneros, Juan Rodríguez, Miguel Villanueva, Mario Martínez, Rolando Villanueva, Rolando Barrón, Félix Domínguez.
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- Toda la vida es así, no le gusta jugar sino de arquero.
- Mira, y siempre con su papelito en la mano.
- Tiene tiempo de hacer apuntes mientras nosotros goleamos a los chiquillos de 4°.
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Con gran dedicación y esfuerzo, tanto del maestro Julio Villanueva Delgado como el de nosotros y los padres de familia, se llegó a diciembre, mes de exámenes, que eran rigurosos, con prueba oral y escrita. Me acuerdo todo y nunca me olvidaré la frase final de don César Egúsquiza Durand, presidente del jurado examinador, que dijo:
- Elmer Neyra, 20, sin dificultad; Rolando Villanueva, 20, con dificultad.
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- ¿Qué lees?
- Azorín …
Era el trayecto entre la esquina que nos separaba y el colegio Fidel Olivas Escudero. Elmer se alojaba en la casa del profesor Aquilino Santos y yo en la de mi tía Clorinda Escudero, de tal manera que casi todos los días coincidía con Elmer.
- ¿Azorín?
- Es el seudónimo del escritor español José Martínez Ruíz.
- ¿Qué libro?
- “El alma castellana”, versión popular publicada por Peisa.
- Después me prestas.
- Con mucho gusto, lo termino mañana.
Con un hincón en el cerebro, cuando retorné del colegio, me encerré en mi cuarto y empecé a leer “Las rimas”, de Gustavo Adolfo Bécquer.
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- Jóvenes, van de excursión a Huari y pasarán por Llumpa, San Luis, Chacas. Llegarán también a Chavín.
- ¡Bravo!
- Irán los que deseen de 4° y 5°.
Escogimos viajar con el señor Fernando Olea Terry y con el profesor Eberth Escudero. Nos acompañó también el maestro Dimas Sáenz. Fútbol, básquet y una velada literario musical.
- Elmer, vas a ser el consueta en la obra de teatro y mucho cuidado en equivocarse.
- Ya profe …
En Llumpa, pura vela y la que sostenía Elmer se apaga y los que estaban en escena esperaban con ansias sus palabras. Pero Elmer buscaba un fósforo y por fin lo encontró y siguió la ilación del drama.
- ¡Casi nos friegas, compadre! – era la requintada del que hacía el papel de “Aroldo”, al término de la actuación.
“Aroldo” era el principal personaje de la obra y decide suicidarse tomando un veneno. En Llumpa, pura agua; San Luis y Chacas, lo mismo.
- En vez de agua denle limón –dijo Elmer.
En la última actuación en Huari, “Aroldo” se convulsionó al tomar el “veneno”, lo que fue la cumbre de la “brillante actuación del grupo teatral”, según las palabras del inspector de educación señor Rivasplata.
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En la hermosa casa del distinguido inspector nos alojamos con Elmer. Tenía una hija muy hermosa, Emma, con la que fui a pasear al día siguiente de nuestra llegada, pero, luego, desapareció,
- ¿La has visto?
- No.
Luego del partido de fútbol, nos fuimos a descansar. En la mañana siguiente también Elmer había desparecido. Hice un esfuerzo y me levanté. Vi un papelito extraño clavado en una hendidura del piso de madera. Lo alcé y leí:
- Mira abajo.
Abajo, en su camita estaba la bella Emma. Luego supimos que se cuidaba de los “tres días”.
Me regocijé unos cuantos minutos; en eso, escuché la voz de la cocinera:
- ¡Señor, su desayuno!
Lo tomé rápido y me fui volando al campo de básquet donde los grandes, Humberto Escudero, Alcides Llanos, “Doyo” López, César Solís y Augurio Villavicencio dieron dura batalla al equipo de Huari.
Me junté con Elmer, que me mirada con sarcasmo, y en un momento del espectáculo le pellizqué y le dice:
- ¡Pendejo!
- Pero, muy buena o ¿no?
----
- Hola profe, ¿cómo está?
- Bien, tu qué tal. Sabes que Elmer está de catedrático de Matemática pura en San Macos.
- ¿En serio? Pucha, qué bueno.
- Ahí está, vamos para que lo felicites.
Los tres nos reunimos en el comedor del Club Áncash y el desborde de cariño y admiración burbujeó a través de seis cervezas Cusqueña.
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- Lo buscan profe –me dijo la secretaria de Bruño por teléfono.
- ¿Quiénes?
- Los señores Elmer Neyra y Juan Rodríguez.
- Que pasen.
La sonrisa se acercó primero, luego “hola” y por último los abrazos. Era el año 2005.
- Vamos a sacar el Libro de oro luzuriaguino y contamos con tu colaboración, ¿se puede?
- Por supuesto, no faltaba más y mejor si lo hacen ustedes.
El libro de oro estuvo hecho para el año 2006 y es todo un compendio de la provincia Mariscal de Luzuriaga. Director: Elmer Neyra.
Más tarde salió un libro donde se dice que el único mentor de la provincialización es el señor Felipe Domínguez. Pero, el autor no se dio cuenta o no quiso darse cuenta que el mismo párroco en la presentación del primer número de “Reivindicación” reconoce que dicho anhelo data de muchos años atrás.
- Hay que dejar correr las aguas y el tiempo da la razón al que no fabula sino al que hace historia.
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- ¿Cómo te sientes?
- Bien, ¿por qué?
- Hemos llegado después de más de 24 horas de viaje y vamos a relajar el cuerpo con coca, ¿quieres? Elmer tiene –dijo Juanito cuando llegamos a Pomabamba, para la primera jornada cultural.
- ¡Yala!
Y los tres nos sentamos en las camas y dimos paso a toda una experiencia ancestral, ahora tan bonita porque estamos entre amigos inseparables.
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- Tienes razón. Debe llamarse Huaylas nuestro departamento y en mis investigaciones he descubierto que la palabra Huaylas es quechua ancashino.
- ¡Si! ¿Qué significa?
- Significa: “lo verde”, “lo verdoso”.
- Tiene dos acepciones y expresan el rostro de nuestro departamento. Gracias hermano.
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Antes de eso, el Club Áncash ya tenía designado darle la condecoración al mérito en el Congreso de la República.
-Elmer, así como te informé, lo haremos, aunque en forma póstuma. Adiós hermano querido.
Julio R. Villanueva Sotomayor
Lima, 9 de abril de 2020
- Muy bien –dijo Elmer. El resto, mutis por el foro.
En el resto, estaban: Armando Cisneros, Juan Rodríguez, Miguel Villanueva, Mario Martínez, Rolando Villanueva, Rolando Barrón, Félix Domínguez.
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- Toda la vida es así, no le gusta jugar sino de arquero.
- Mira, y siempre con su papelito en la mano.
- Tiene tiempo de hacer apuntes mientras nosotros goleamos a los chiquillos de 4°.
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Con gran dedicación y esfuerzo, tanto del maestro Julio Villanueva Delgado como el de nosotros y los padres de familia, se llegó a diciembre, mes de exámenes, que eran rigurosos, con prueba oral y escrita. Me acuerdo todo y nunca me olvidaré la frase final de don César Egúsquiza Durand, presidente del jurado examinador, que dijo:
- Elmer Neyra, 20, sin dificultad; Rolando Villanueva, 20, con dificultad.
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- ¿Qué lees?
- Azorín …
Era el trayecto entre la esquina que nos separaba y el colegio Fidel Olivas Escudero. Elmer se alojaba en la casa del profesor Aquilino Santos y yo en la de mi tía Clorinda Escudero, de tal manera que casi todos los días coincidía con Elmer.
- ¿Azorín?
- Es el seudónimo del escritor español José Martínez Ruíz.
- ¿Qué libro?
- “El alma castellana”, versión popular publicada por Peisa.
- Después me prestas.
- Con mucho gusto, lo termino mañana.
Con un hincón en el cerebro, cuando retorné del colegio, me encerré en mi cuarto y empecé a leer “Las rimas”, de Gustavo Adolfo Bécquer.
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- Jóvenes, van de excursión a Huari y pasarán por Llumpa, San Luis, Chacas. Llegarán también a Chavín.
- ¡Bravo!
- Irán los que deseen de 4° y 5°.
Escogimos viajar con el señor Fernando Olea Terry y con el profesor Eberth Escudero. Nos acompañó también el maestro Dimas Sáenz. Fútbol, básquet y una velada literario musical.
- Elmer, vas a ser el consueta en la obra de teatro y mucho cuidado en equivocarse.
- Ya profe …
En Llumpa, pura vela y la que sostenía Elmer se apaga y los que estaban en escena esperaban con ansias sus palabras. Pero Elmer buscaba un fósforo y por fin lo encontró y siguió la ilación del drama.
- ¡Casi nos friegas, compadre! – era la requintada del que hacía el papel de “Aroldo”, al término de la actuación.
“Aroldo” era el principal personaje de la obra y decide suicidarse tomando un veneno. En Llumpa, pura agua; San Luis y Chacas, lo mismo.
- En vez de agua denle limón –dijo Elmer.
En la última actuación en Huari, “Aroldo” se convulsionó al tomar el “veneno”, lo que fue la cumbre de la “brillante actuación del grupo teatral”, según las palabras del inspector de educación señor Rivasplata.
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En la hermosa casa del distinguido inspector nos alojamos con Elmer. Tenía una hija muy hermosa, Emma, con la que fui a pasear al día siguiente de nuestra llegada, pero, luego, desapareció,
- ¿La has visto?
- No.
Luego del partido de fútbol, nos fuimos a descansar. En la mañana siguiente también Elmer había desparecido. Hice un esfuerzo y me levanté. Vi un papelito extraño clavado en una hendidura del piso de madera. Lo alcé y leí:
- Mira abajo.
Abajo, en su camita estaba la bella Emma. Luego supimos que se cuidaba de los “tres días”.
Me regocijé unos cuantos minutos; en eso, escuché la voz de la cocinera:
- ¡Señor, su desayuno!
Lo tomé rápido y me fui volando al campo de básquet donde los grandes, Humberto Escudero, Alcides Llanos, “Doyo” López, César Solís y Augurio Villavicencio dieron dura batalla al equipo de Huari.
Me junté con Elmer, que me mirada con sarcasmo, y en un momento del espectáculo le pellizqué y le dice:
- ¡Pendejo!
- Pero, muy buena o ¿no?
----
- Hola profe, ¿cómo está?
- Bien, tu qué tal. Sabes que Elmer está de catedrático de Matemática pura en San Macos.
- ¿En serio? Pucha, qué bueno.
- Ahí está, vamos para que lo felicites.
Los tres nos reunimos en el comedor del Club Áncash y el desborde de cariño y admiración burbujeó a través de seis cervezas Cusqueña.
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- Lo buscan profe –me dijo la secretaria de Bruño por teléfono.
- ¿Quiénes?
- Los señores Elmer Neyra y Juan Rodríguez.
- Que pasen.
La sonrisa se acercó primero, luego “hola” y por último los abrazos. Era el año 2005.
- Vamos a sacar el Libro de oro luzuriaguino y contamos con tu colaboración, ¿se puede?
- Por supuesto, no faltaba más y mejor si lo hacen ustedes.
El libro de oro estuvo hecho para el año 2006 y es todo un compendio de la provincia Mariscal de Luzuriaga. Director: Elmer Neyra.
Más tarde salió un libro donde se dice que el único mentor de la provincialización es el señor Felipe Domínguez. Pero, el autor no se dio cuenta o no quiso darse cuenta que el mismo párroco en la presentación del primer número de “Reivindicación” reconoce que dicho anhelo data de muchos años atrás.
- Hay que dejar correr las aguas y el tiempo da la razón al que no fabula sino al que hace historia.
----
- ¿Cómo te sientes?
- Bien, ¿por qué?
- Hemos llegado después de más de 24 horas de viaje y vamos a relajar el cuerpo con coca, ¿quieres? Elmer tiene –dijo Juanito cuando llegamos a Pomabamba, para la primera jornada cultural.
- ¡Yala!
Y los tres nos sentamos en las camas y dimos paso a toda una experiencia ancestral, ahora tan bonita porque estamos entre amigos inseparables.
----
- Tienes razón. Debe llamarse Huaylas nuestro departamento y en mis investigaciones he descubierto que la palabra Huaylas es quechua ancashino.
- ¡Si! ¿Qué significa?
- Significa: “lo verde”, “lo verdoso”.
- Tiene dos acepciones y expresan el rostro de nuestro departamento. Gracias hermano.
----
Antes de eso, el Club Áncash ya tenía designado darle la condecoración al mérito en el Congreso de la República.
-Elmer, así como te informé, lo haremos, aunque en forma póstuma. Adiós hermano querido.
Julio R. Villanueva Sotomayor
Lima, 9 de abril de 2020
PISCOBAMBA DE LUTO
Piscobamba de luto por fallecimiento del Dr. Elmer Neyra Valverde.
Fue un profesor matemático y escritor, expresidente del Club Piscobamba.
En el periodo del 2008-2010- el Consejo Directivo de ese entonces, presidido por Julio Orlando Domínguez Jara, se le da el trabajo de escribir, dirigir y editar la obra del “Libro de Oro Luzuriaguino”.
Luego de algunos inconvenientes, logró la publicación de cientos de ediciones, quedando un ejemplar en la Biblioteca Nacional y la Biblioteca del Club Ancash.
El 5 de Junio de 2018 se le distinguió como Asociado Vitalicio.
Poema escrito por Juan Rodríguez Jara a su amigo, compañero de la Asociación de Escritores Ancashinos.
Fue un profesor matemático y escritor, expresidente del Club Piscobamba.
En el periodo del 2008-2010- el Consejo Directivo de ese entonces, presidido por Julio Orlando Domínguez Jara, se le da el trabajo de escribir, dirigir y editar la obra del “Libro de Oro Luzuriaguino”.
Luego de algunos inconvenientes, logró la publicación de cientos de ediciones, quedando un ejemplar en la Biblioteca Nacional y la Biblioteca del Club Ancash.
El 5 de Junio de 2018 se le distinguió como Asociado Vitalicio.
Poema escrito por Juan Rodríguez Jara a su amigo, compañero de la Asociación de Escritores Ancashinos.
ELMER
Diez de la mañana
dejaste el último suspiro,
ausentándote sin aviso,
sin el postrer abrazo.
Semana Santa te guardó
sin prender el cirio,
sin rezar el rosario:
nos separó el destino.
Los caminos te esperaran
las crucecitas te guardaran,
cada beso del aire que van
llamando a tu corazón.
Adiós hermano del alma,
te marchaste a Cushipata
para saludar tu Piscobamba
y siempre cantar en alabanza.
Como escritor ancashino
llenaste páginas en recuerdo;
hoy tu lapicero queda en luto
las hojas de papel tendido.
Diez de la mañana
dejaste el último suspiro,
ausentándote sin aviso,
sin el postrer abrazo.
Semana Santa te guardó
sin prender el cirio,
sin rezar el rosario:
nos separó el destino.
Los caminos te esperaran
las crucecitas te guardaran,
cada beso del aire que van
llamando a tu corazón.
Adiós hermano del alma,
te marchaste a Cushipata
para saludar tu Piscobamba
y siempre cantar en alabanza.
Como escritor ancashino
llenaste páginas en recuerdo;
hoy tu lapicero queda en luto
las hojas de papel tendido.