norka bríos ramos
SURCOS DEL ALMA
Norka Brios Ramos Lluvia y melancolía caminan juntos chapotean en el charco callejero, son tristes sentires del alma que aprisionan al corazón. Ausencias cantan los tiempos. tiempos de recuerdos del ayer, copiosos llantos como perlas ruedan por los surcos del alma. Pintan el paisaje en el crepúsculo recordando noches estrelladas, apacibles caminos de esmeraldas cantos de gorriones se escuchan sobre la retama a la vera del camino. Nobrira. |
DANZANDO CON EL VIENTO
Norka Brios Ramos Yo, una niña inquieta, cubierta de sueños azules, vestida de seda y rosa carmesí, zapatitos de charol. Ojos grandes densos como la miel, mirada profunda de pasos ligeros, audaz y valerosa en mi forma de ser. Abriendo alas a la vida, danzando con el viento volando entre copos de nube de algodón, vistiendo muñecas de trapo y cristal con mis sueños jugando a la vida. De pronto el reloj de la vida acelero su marcha apareció el loco vaivén de mi juventud vestida de cuero, metales, botas y taco al sonido de la batería en una banda de rock dominando las riendas de un corcel en trote ligero por los caminos polvorientos bolognesinos. vi correr el tiempo, caer el calendario como hojas de otoño todo giraba en redondez veloz con prisa como un rayo de luz. Hoy recostada sobre la arena blanca bajo el sol con sombrero y gafas, en tardes de arrebol frente al mar de Villa, escribiendo este poema, cubierta de brisa, cantos de gaviotas y arena húmeda voy en compañía de esta soledad contemplo el ocaso, me enternece el rumor de las olas en esta lejanía. Mis amigos en rumbos lejanos, amores al viento, fantasmas sin rostros, 2019 un año más que viene trayendo nuevas esperanzas, nuevos proyectos, nuevas alegrías seas un año bendito. Creí en la humanidad que había más amor, solo había insidia, odio, venganza entre hermanos qué fácil es olvidarse de ser humanos con alma y espíritu, somos simples mortales estamos de paso. Hay carencia de valores no hay respeto para la Madre Tierra, reina la ambición, la corrupción campea por las calles Hoy en esta lejanía con mis pensamientos sola junto al mar de Villa agradezco a Dios por la vida. Nobrira. Villa del Mar 20 11 18 Santiago de Chile |
MEMORIAS DEL VIENTO
Dicen que cuando una persona decide escapar de su realidad objetiva se aleja de sus sueños, y de su vida real y entra a un mundo subjetivo creando momentos de otras vidas. Desde la Reencarnación: ¡Hola! ¿Viento...estas? ¿Sabes?, me siento sola entre cuatro paredes de color rosa, diviso por la ventana mi mirada se fija en mi mente es el nevado del Yerupajá entre los andes bolognesinos.
Cuando va atardeciendo el día siento nostalgia y mi imaginación vuelve a otro escenario y la nostalgia de esas intensas que solo se siente una vez en la vida , los recuerdos se van desojando como si fueran hojas de almanaque donde pasan las horas, los días , los meses y los años que van pasando, pasando cuando son tristes son lentas y cuando son alegres se van veloces , pues tengo ganas de beber algo un café tostado en tiesto y molido en batán pasado gota a gota, así, como lo hacía mi madre, bueno puede ser un mate de jazmín o una limonada , lo que sea.
Viento... ¿Me estas escuchando? No me dejes hablando sola en este silencio donde te pones a silbar en la eterna soledad de mis recuerdos cuando compartía mis desayunos con las gaviotas de San Bartolo y luego en la noche la serenata de los grillos se me hizo rutina. Quería descansar después de haber laborado tanto en dos diferentes lugares en el Berkeley School en San Isidro y en un estudio de Conciliación Familiar, llegaba agotada en las noches con el estómago vacío lleno de mariposas saltarinas de hambre no tenía tiempo para comer algo al medio día por eso llegaba a comer lo que encuentre en la nevera o salir por ahí cerca a comer algún bocado de comida chatarra se me volvió rutina ,así me preguntaba que había hecho mal como persona y como simple ser humano. Había cultivado muchas amistades pero pocos amigos de verdad que alguna vez o en ocasiones especiales te dan una llamadita si hola...que tal ...que jodes o que líos tienes , vamos a charlar hay chismes del día va con un capuchino en el "Café Sofá".
¡Viento!... ¿Me estás escuchando? Tengo seis hijos casi no llaman ni los puedo ubicar estudian y laboran en el extranjero lo que les falta es tiempo creo que tienen razón , pues así es la vida, tampoco tengo tiempo aunque no me crean no podría estar pegada al teléfono llamando y llamando dejo vivir su vida así fue la mía entonces porque preocuparme solo que yo en esa época recibía regañones a diestra y siniestra, aunque yo estaba interna casi tenía las manos atadas si escribía una carta las monjas se enteraban de todo prefería evitar, una vez escribí pura franela para las monjas desde entonces me sonreían y cesaron los regaños lo hice porque me quitaron mi radio se me cayó en plena capilla durante una misa alguien me soltó el cinturón del mandil donde lo tenía oculto entonces cayo, pero nunca más volví a escribir algo así, lo hice por necesidad de recuperar mi radio.
¡Viento!... ¿Me escuchas? Paso mi vida haciendo talleres y escribiendo en páginas blancas tal vez nadie la lea, con amigos , en el barrio de la bohemia de Barranco y otros lugares con poetas y escritores cantando bailando declamando y jugando nadando y viajando por diferentes confines llevando mis mensajes en mis versos en fin así vamos por la vida, un día alguien llegó a mi vida por casualidad el primer día nos miramos el segundo día fue un saludo de venia y al tercero casi chocamos al voltear en una esquina y nos saludamos nos dijimos nuestros nombres y luego de una semana nos hicimos más amigos una de mis amigas me pillo me dijo que hacía con ese enano que se parece a Charles Chaplín, efectivamente se parecía mucho no solo en la forma de vestir tan raro también en su forma de ser , fuí la comidilla del mes que porque tenía que ser semejante hombrecillo que no había otro mejor ? les dije es genial sabe mucho es un sabio déjenme charlar me enriquecen sus palabras y mensajes sabios y aparta la soledad de mis horas otoñales. ¡Viento!... ¿Me escuchas? ya termino hoy me mude a una casa más chica al séptimo piso donde no llegue la soledad y más cerca de las estrellas, desde ese día en que me empujaron a la soledad hice cosas y cosas.
¡Dime algo! ¿Viento ...yo ya te dije todo cuanto tenía que decirte sabes la causa de mi nostalgia me da ganas de beber algo fuerte un vodka? ¿ya no habrá más palabras para ti viento me escuchas he? ¿sí? me oyes? ¿me estas oyendo?... Entonces sopla, sopla fuerte hasta la otra reencarnación. Nobrira.
Por Norka Brios Ramos (Gaviota)
[email protected]
Cuando va atardeciendo el día siento nostalgia y mi imaginación vuelve a otro escenario y la nostalgia de esas intensas que solo se siente una vez en la vida , los recuerdos se van desojando como si fueran hojas de almanaque donde pasan las horas, los días , los meses y los años que van pasando, pasando cuando son tristes son lentas y cuando son alegres se van veloces , pues tengo ganas de beber algo un café tostado en tiesto y molido en batán pasado gota a gota, así, como lo hacía mi madre, bueno puede ser un mate de jazmín o una limonada , lo que sea.
Viento... ¿Me estas escuchando? No me dejes hablando sola en este silencio donde te pones a silbar en la eterna soledad de mis recuerdos cuando compartía mis desayunos con las gaviotas de San Bartolo y luego en la noche la serenata de los grillos se me hizo rutina. Quería descansar después de haber laborado tanto en dos diferentes lugares en el Berkeley School en San Isidro y en un estudio de Conciliación Familiar, llegaba agotada en las noches con el estómago vacío lleno de mariposas saltarinas de hambre no tenía tiempo para comer algo al medio día por eso llegaba a comer lo que encuentre en la nevera o salir por ahí cerca a comer algún bocado de comida chatarra se me volvió rutina ,así me preguntaba que había hecho mal como persona y como simple ser humano. Había cultivado muchas amistades pero pocos amigos de verdad que alguna vez o en ocasiones especiales te dan una llamadita si hola...que tal ...que jodes o que líos tienes , vamos a charlar hay chismes del día va con un capuchino en el "Café Sofá".
¡Viento!... ¿Me estás escuchando? Tengo seis hijos casi no llaman ni los puedo ubicar estudian y laboran en el extranjero lo que les falta es tiempo creo que tienen razón , pues así es la vida, tampoco tengo tiempo aunque no me crean no podría estar pegada al teléfono llamando y llamando dejo vivir su vida así fue la mía entonces porque preocuparme solo que yo en esa época recibía regañones a diestra y siniestra, aunque yo estaba interna casi tenía las manos atadas si escribía una carta las monjas se enteraban de todo prefería evitar, una vez escribí pura franela para las monjas desde entonces me sonreían y cesaron los regaños lo hice porque me quitaron mi radio se me cayó en plena capilla durante una misa alguien me soltó el cinturón del mandil donde lo tenía oculto entonces cayo, pero nunca más volví a escribir algo así, lo hice por necesidad de recuperar mi radio.
¡Viento!... ¿Me escuchas? Paso mi vida haciendo talleres y escribiendo en páginas blancas tal vez nadie la lea, con amigos , en el barrio de la bohemia de Barranco y otros lugares con poetas y escritores cantando bailando declamando y jugando nadando y viajando por diferentes confines llevando mis mensajes en mis versos en fin así vamos por la vida, un día alguien llegó a mi vida por casualidad el primer día nos miramos el segundo día fue un saludo de venia y al tercero casi chocamos al voltear en una esquina y nos saludamos nos dijimos nuestros nombres y luego de una semana nos hicimos más amigos una de mis amigas me pillo me dijo que hacía con ese enano que se parece a Charles Chaplín, efectivamente se parecía mucho no solo en la forma de vestir tan raro también en su forma de ser , fuí la comidilla del mes que porque tenía que ser semejante hombrecillo que no había otro mejor ? les dije es genial sabe mucho es un sabio déjenme charlar me enriquecen sus palabras y mensajes sabios y aparta la soledad de mis horas otoñales. ¡Viento!... ¿Me escuchas? ya termino hoy me mude a una casa más chica al séptimo piso donde no llegue la soledad y más cerca de las estrellas, desde ese día en que me empujaron a la soledad hice cosas y cosas.
¡Dime algo! ¿Viento ...yo ya te dije todo cuanto tenía que decirte sabes la causa de mi nostalgia me da ganas de beber algo fuerte un vodka? ¿ya no habrá más palabras para ti viento me escuchas he? ¿sí? me oyes? ¿me estas oyendo?... Entonces sopla, sopla fuerte hasta la otra reencarnación. Nobrira.
Por Norka Brios Ramos (Gaviota)
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