TOMANDO CONCIENCIA DEL CAMBIO CLIMÁTICO MUNDIAL
Poco antes de terminar el pasado año la afamada revista TIME sorprendió a sus lectores alrededor del mundo al anunciar que Greta Thumberg, joven sueca de escasos 16 años, acababa de ser escogida como persona del año, honor que ese medio de comunicación anualmente otorga a quien, cuya extraordinaria contribución a la sociedad o por su trabajo desarrollado a beneficio de una causa justa, haya impactado positivamente en el mundo en que vivimos. Indudablemente hubo quienes no recibieron de buen grado la elección de esta joven activista del medio ambiente, quizá porque su ego les hacía creer que merecían recibir ese honor y porque sencillamente niegan el actual problema ambiental que está atravesando nuestro planeta. Incluso, no tuvieron reparo en burlarse de ella utilizando el consabido twitter y otros, como el presidente brasileño Bolsonaro, recurrieron al bajo recurso de insultarla. Pero como bien bien dice el Quijote, “ladran Sancho, señal que avanzamos”.
Sabemos que la juventud es rebelde e inconforme frente a lo que considera inacción y falta de decisión de sus mayores, mas aun cuando, en estas épocas de comunicación global, es posible conocer todo lo que sucede alrededor del mundo. Es así es como, Greta Thunberg, preocupada por el cambio climático, escribió un ensayo sobre el tema en mayo del 2018, el cual fue publicado en un periódico de Suecia, en el cual, aparte de hacer conocer su preocupación sobre el cambio climático, sugiriere además la necesidad imperativa de organizar protestas frente al parlamento sueco. Pronto logra la adhesión de otros activistas, pero estos no quieren unirse a su idea de protestar frene al parlamento, por lo que ella decide realizar su proyecto sola.
Sus padres y sus maestros no estaban de acuerdo en que ella perdiera días de clase en estas actividades y le sugierieron busque otras vías de protestar. Ella se negó rotundamente y decidió continuar su proyecto sola. Inmediatamente se poso a confeccionar carteles que decían “Mi nombre es Greta, estoy en noveno grado, y me he declarado en huelga escolar por el clima”, en otro cartel escribió “Ya que ustedes los adultos no les interesa mi futuro, a mí tampoco”. A esto es necesario puntualizar que Greta sufría de depresión desde niña y ella decidió que haciendo algo positivo por una causa era mejor que no hacer nada. Además, ha declarado que “aprender sobre el cambio climático me causó depresión en primer lugar, pero también me curó de ella porque había cosas que podía hacer para mejorar la situación. No tengo tiempo para volver estar deprimida”.
Cuando empezó su huelga escolar por el cambio climático Greta estaba sola, en los siguientes días se le fueron uniendo más personas que creían en lo que Greta defendía, luego fueron cientos y finalmente miles. Para septiembre del mismo año, 2018, ella anunció que continuaría con su protesta todos los viernes hasta que Suecia sea parte del tratado climático de Paris. El ejemplo de Greta Thumberg fue seguido inmediatamente por toda Europa. A finales del mismo año miles de estudiantes del viejo continente comenzaron a realizar protestas y huelgas en diversas ciudades europeas.
La ola de protesta juvenil pasó de Europa al resto del mundo y, en diversas ciudades fueron miles y miles los jóvenes que salieron a las calles para protestar por el olvido que los mayores hacen de la problemática del clima, muchos de ellos llevaban pancartas con la imagen de Greta que decían en inglés “MAKE THE WOLD GRETA AGAIN”, a buen entendedor pocas palabras. La sinceridad moral de esta joven sueca está inspirando a muchos jóvenes alrededor del mundo. En setiembre del año pasado, hablando frente a numerosos jefes de estado en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Greta dijo: “Estamos en el inicio de extinguirnos masivamente, y todo lo que ustedes pueden hablar es acerca de dinero e historias fantásticas de crecimiento económico eterno ¿Cómo se atreven? Eso es justamente no les gusta a quienes se burlan de ella sin tomar en cuentas su condición de joven que lucha por lo que cree y, de su condición de mujer, algo que sus detractores distan mucho de respetar.
El calentamiento global no es historia de para contarle a los niños antes que duerman, es algo real. Por ejemplo, la cordillera de los Andes sudamericanos va perdiendo cada vez más la blancura de sus montañas, y la corriente del niño va azotando y destruyendo las costas del sur de nuestro continente cada vez con mayor fuerza ¿Casualidad? No, el clima esta cambiando y nosotros somos lo estamos viviendo, ahora y aquí. Lamentablemente no hacemos nada al respecto. Es necesario que jóvenes como Greta Thunberg nos señalen el camino correcto para darnos cuenta del peligro en que, cada vez más, ponemos a nuestro planeta con nuestra irresponsable forma de vida.
La joven sueca, motivo de esta corta nota, es la persona más joven, en los 92 años de la revista, en recibir el honor que comentamos y que siempre ha recaído en quienes han sabido superarse y lograr lo que para muchos era imposible. Sin embargo, ahora cae en jóvenes como Greta, totalmente diferentes a nosotros, los llamados mayores, que no piensan y no se llevan por las viejas y tradicionales reglas del diario vivir pero que todavía mantienen comunicación con lo que llamamos el mundo moderno que todos queremos vivir.
Armando Zarazú Aldave
[email protected]
Sabemos que la juventud es rebelde e inconforme frente a lo que considera inacción y falta de decisión de sus mayores, mas aun cuando, en estas épocas de comunicación global, es posible conocer todo lo que sucede alrededor del mundo. Es así es como, Greta Thunberg, preocupada por el cambio climático, escribió un ensayo sobre el tema en mayo del 2018, el cual fue publicado en un periódico de Suecia, en el cual, aparte de hacer conocer su preocupación sobre el cambio climático, sugiriere además la necesidad imperativa de organizar protestas frente al parlamento sueco. Pronto logra la adhesión de otros activistas, pero estos no quieren unirse a su idea de protestar frene al parlamento, por lo que ella decide realizar su proyecto sola.
Sus padres y sus maestros no estaban de acuerdo en que ella perdiera días de clase en estas actividades y le sugierieron busque otras vías de protestar. Ella se negó rotundamente y decidió continuar su proyecto sola. Inmediatamente se poso a confeccionar carteles que decían “Mi nombre es Greta, estoy en noveno grado, y me he declarado en huelga escolar por el clima”, en otro cartel escribió “Ya que ustedes los adultos no les interesa mi futuro, a mí tampoco”. A esto es necesario puntualizar que Greta sufría de depresión desde niña y ella decidió que haciendo algo positivo por una causa era mejor que no hacer nada. Además, ha declarado que “aprender sobre el cambio climático me causó depresión en primer lugar, pero también me curó de ella porque había cosas que podía hacer para mejorar la situación. No tengo tiempo para volver estar deprimida”.
Cuando empezó su huelga escolar por el cambio climático Greta estaba sola, en los siguientes días se le fueron uniendo más personas que creían en lo que Greta defendía, luego fueron cientos y finalmente miles. Para septiembre del mismo año, 2018, ella anunció que continuaría con su protesta todos los viernes hasta que Suecia sea parte del tratado climático de Paris. El ejemplo de Greta Thumberg fue seguido inmediatamente por toda Europa. A finales del mismo año miles de estudiantes del viejo continente comenzaron a realizar protestas y huelgas en diversas ciudades europeas.
La ola de protesta juvenil pasó de Europa al resto del mundo y, en diversas ciudades fueron miles y miles los jóvenes que salieron a las calles para protestar por el olvido que los mayores hacen de la problemática del clima, muchos de ellos llevaban pancartas con la imagen de Greta que decían en inglés “MAKE THE WOLD GRETA AGAIN”, a buen entendedor pocas palabras. La sinceridad moral de esta joven sueca está inspirando a muchos jóvenes alrededor del mundo. En setiembre del año pasado, hablando frente a numerosos jefes de estado en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Greta dijo: “Estamos en el inicio de extinguirnos masivamente, y todo lo que ustedes pueden hablar es acerca de dinero e historias fantásticas de crecimiento económico eterno ¿Cómo se atreven? Eso es justamente no les gusta a quienes se burlan de ella sin tomar en cuentas su condición de joven que lucha por lo que cree y, de su condición de mujer, algo que sus detractores distan mucho de respetar.
El calentamiento global no es historia de para contarle a los niños antes que duerman, es algo real. Por ejemplo, la cordillera de los Andes sudamericanos va perdiendo cada vez más la blancura de sus montañas, y la corriente del niño va azotando y destruyendo las costas del sur de nuestro continente cada vez con mayor fuerza ¿Casualidad? No, el clima esta cambiando y nosotros somos lo estamos viviendo, ahora y aquí. Lamentablemente no hacemos nada al respecto. Es necesario que jóvenes como Greta Thunberg nos señalen el camino correcto para darnos cuenta del peligro en que, cada vez más, ponemos a nuestro planeta con nuestra irresponsable forma de vida.
La joven sueca, motivo de esta corta nota, es la persona más joven, en los 92 años de la revista, en recibir el honor que comentamos y que siempre ha recaído en quienes han sabido superarse y lograr lo que para muchos era imposible. Sin embargo, ahora cae en jóvenes como Greta, totalmente diferentes a nosotros, los llamados mayores, que no piensan y no se llevan por las viejas y tradicionales reglas del diario vivir pero que todavía mantienen comunicación con lo que llamamos el mundo moderno que todos queremos vivir.
Armando Zarazú Aldave
[email protected]