josé antonio salazar mejía
SEGUNDA VEZ SEDE DE GOBIERNO
De la tradición popular huarasina.
Luego de permanecer unos días en Trujillo aquejado por la tuberculosis, el mal que habría de llevarlo a la muerte, don Simón Bolívar se refugió en Pativilca, donde la humedad y los calores del verano poco bien hicieron a sus males.Iniciado el año de 1824, el Dictador fija la sede de su gobierno en Huarás.
En Huarás, Bolívar volvió a residir en la mansión de doña Josefa de Munari en donde vivió el año anterior, a la que el pueblo conocía comoquichqui calle o calle estrecha, que partiendo de la plaza mayor subía al barrio de El Cercado, hoy barrio de la Soledad. Esta calle, con el tiempo pasó a llamarse Jirón Bolívar en recuerdo a la residenciadel libertador en ella, y con ese nombre se le conocía hasta el sismo de 1970. Pero los fríos de Huarás y su tiempo lluvioso no favorecía a la enfermiza salud de Bolívar, por lo que decidió trasladarse junto a su estado mayor a la villa de Carás, dueña de un clima más templado.
Dejó en la encargatura del mando supremo al general Antonio José de Sucre en Huarás, mientras él personalmente dirigía la preparación de las tropas que se irían a enfrentar al ejército realista. Toda nuestra región, conocida entonces como el Departamento de Huaylas, se vistió con los colores patrios en el primer semestre de 1824, cuando escalonadamente el Ejército Libertador se ubicó entre Huarás y Carás de una parte, y Chiquián y Huari de otra.
En Huarás se estacionaron dos afamados batallones, Voltíjeros y Pichincha. En Carhuás se hallaban los batallones Húsares y Granaderos. Yungay, ya mencionamos que albergaba a la retaguardia del ejército. En Huaylas y Carás se ubicaron los batallones Vencedores y Rifles. De otro lado, en Conchucos también se ubicaron algunos escuadrones. En Huari se hallaba el célebre batallón Bogotá. Y en Chiquián el batallón Vargas.
Seríamos injustos en afirmar que solo en la sierra de nuestra región palpitaban los corazones plenos de encendido patriotismo. El Presidente del Departamento de La Costa, don Andrés Reyes escribía en esos días: …a pesar de la absoluta escasez de bestias y de los cortos recursos que estos pueblos (de Huaura hasta Santa), ha sido increible el empeño que han tomado sus habitantes en auxiliar a porfía a la división expedicionaria. Todo lo fue facilitado al momento: víveres, bagajes y cuanto podía prestar el país.
El general Mariano Necochea, nacido en Buenos Aires y el general José de La Mar, natural de Cuenca, compartían vivienda en Carás y eran asiduos a las tertulias que organizaba Bolívar. En Huarás la situación era distinta, allí residía Antonio José de Sucre en la primera cuadra dela calle del Panteón que después sería conocida como Jirón Sucre.Desde Huaráspartían las órdenes a los tres departamentos que sostenían la gobernabilidad del Perú independiente: La Costa, Trujillo y Tarma. Es necesario recordar que en noviembre de 1823, el Congreso de la República aprobó una ley que unificaba los departamentos de Huaylas y Tarma con el nombre de Departamento de Huánuco; Huarás, pese a haber perdido el rango de capital de departamento, por circunstancias de la guerra, pasó a ser la capital del Perú independiente.
Es necesario volver a mencionar que los soldados peruanos que pertenecían al Ejército Libertador, en su gran mayoría eran huaylinos, es decir del antiguo departamento de Huaylas, hoy Ancash. De los cinco mil quinientos soldados del Ejército Patriota, cuatro mil eran extranjeros y solo mil quinientos peruanos. En cambio, en el Ejército Realista, sólo los jefes y oficiales eran españoles; la tropa estaba conformada por huancaínos, ayacuchanos, arequipeños y cusqueños; ellos constituían el grueso del Ejército Realista conformado por nueve mil plazas.
En diciembre de 1824, luego del triunfo de Ayacucho, Huarás dejó de ser oficialmente la capital del Perú.
Luego de permanecer unos días en Trujillo aquejado por la tuberculosis, el mal que habría de llevarlo a la muerte, don Simón Bolívar se refugió en Pativilca, donde la humedad y los calores del verano poco bien hicieron a sus males.Iniciado el año de 1824, el Dictador fija la sede de su gobierno en Huarás.
- Riva Agüero no pudo haber elegido mejor lugar para tener un lugar alterno a Lima, como sede del gobierno. –Se dijo don Simón y acomodó sus bártulos entre los huarasinos. Aquí conoció a Manuelita Madroño, belleza sin par que le robó el corazón y de quien se dice jamás dejó que otro hombre llegara hasta donde llegó el libertador, y se conservó devota de su memoria hasta la ancianidad.
En Huarás, Bolívar volvió a residir en la mansión de doña Josefa de Munari en donde vivió el año anterior, a la que el pueblo conocía comoquichqui calle o calle estrecha, que partiendo de la plaza mayor subía al barrio de El Cercado, hoy barrio de la Soledad. Esta calle, con el tiempo pasó a llamarse Jirón Bolívar en recuerdo a la residenciadel libertador en ella, y con ese nombre se le conocía hasta el sismo de 1970. Pero los fríos de Huarás y su tiempo lluvioso no favorecía a la enfermiza salud de Bolívar, por lo que decidió trasladarse junto a su estado mayor a la villa de Carás, dueña de un clima más templado.
Dejó en la encargatura del mando supremo al general Antonio José de Sucre en Huarás, mientras él personalmente dirigía la preparación de las tropas que se irían a enfrentar al ejército realista. Toda nuestra región, conocida entonces como el Departamento de Huaylas, se vistió con los colores patrios en el primer semestre de 1824, cuando escalonadamente el Ejército Libertador se ubicó entre Huarás y Carás de una parte, y Chiquián y Huari de otra.
En Huarás se estacionaron dos afamados batallones, Voltíjeros y Pichincha. En Carhuás se hallaban los batallones Húsares y Granaderos. Yungay, ya mencionamos que albergaba a la retaguardia del ejército. En Huaylas y Carás se ubicaron los batallones Vencedores y Rifles. De otro lado, en Conchucos también se ubicaron algunos escuadrones. En Huari se hallaba el célebre batallón Bogotá. Y en Chiquián el batallón Vargas.
Seríamos injustos en afirmar que solo en la sierra de nuestra región palpitaban los corazones plenos de encendido patriotismo. El Presidente del Departamento de La Costa, don Andrés Reyes escribía en esos días: …a pesar de la absoluta escasez de bestias y de los cortos recursos que estos pueblos (de Huaura hasta Santa), ha sido increible el empeño que han tomado sus habitantes en auxiliar a porfía a la división expedicionaria. Todo lo fue facilitado al momento: víveres, bagajes y cuanto podía prestar el país.
El general Mariano Necochea, nacido en Buenos Aires y el general José de La Mar, natural de Cuenca, compartían vivienda en Carás y eran asiduos a las tertulias que organizaba Bolívar. En Huarás la situación era distinta, allí residía Antonio José de Sucre en la primera cuadra dela calle del Panteón que después sería conocida como Jirón Sucre.Desde Huaráspartían las órdenes a los tres departamentos que sostenían la gobernabilidad del Perú independiente: La Costa, Trujillo y Tarma. Es necesario recordar que en noviembre de 1823, el Congreso de la República aprobó una ley que unificaba los departamentos de Huaylas y Tarma con el nombre de Departamento de Huánuco; Huarás, pese a haber perdido el rango de capital de departamento, por circunstancias de la guerra, pasó a ser la capital del Perú independiente.
- ¿No qué Lima era la capital del Perú?
- Era, muy bien dicho. En esos meses, Lima estaba en poder de los realistas, al igual que todo el sur del país.
- ¿Entonces, acá estaba en la práctica la capital del Perú?
- Sí señor. Hasta acá venían el cónsul inglés y el de los Estados Unidos para buscar una salida decorosa al retiro de las tropas españolas.
- Me canso de esperar teniendo a nuestras tropas listas. –Se dijo el libertador una buena mañana del mes de junio.
- Es probable que los españolessospechen de nuestro plan y dudo mucho que se atrevan a venir a estas tierras que tiene geografía tan especial. La tal llamada Cordillera Negra ofrece pasos y quebradas donde fácilmente se les puede armar una emboscadaa. –Le contestó Córdova, el aguerrido militar norteño.
- Es verdad. ¡Caracoles, aprovechemos la situación! –replicó Bolívar con decisión. –Sabed que mis espías me informan que han surgido serias divergencias entre el Virrey La Serna y el general Olañeta. Éste último se ha retirado con fuerte tropa al Alto Perú. Ahora que están separados, debemos de ir tras La Serna y derrotarlo.
Es necesario volver a mencionar que los soldados peruanos que pertenecían al Ejército Libertador, en su gran mayoría eran huaylinos, es decir del antiguo departamento de Huaylas, hoy Ancash. De los cinco mil quinientos soldados del Ejército Patriota, cuatro mil eran extranjeros y solo mil quinientos peruanos. En cambio, en el Ejército Realista, sólo los jefes y oficiales eran españoles; la tropa estaba conformada por huancaínos, ayacuchanos, arequipeños y cusqueños; ellos constituían el grueso del Ejército Realista conformado por nueve mil plazas.
En diciembre de 1824, luego del triunfo de Ayacucho, Huarás dejó de ser oficialmente la capital del Perú.
- ¿Y de qué nos sirve haber sido capital del Perú?
- Para llenar un huequecito en el corazón humano que sólo lo llena la vanidad.
- ¡Haberlo dicho, hombre!
José Antonio Salazar Mejía