jhonny mamani
CHIQUIANO SOY
Hello Brother:
Tengo un news…ops, una noticia quiero decir, pero tú la manyas bro así que no nos hacemos paltas, right bro? Bueno, el asunto es que en estos últimos dos viajes relámpagos que he hecho a Limonta, aparte de ponerla al día a la Lucre, también he hecho algunas averiguaciones sobre mis ancestros y, cáete de espaldas bro, por mis venas corre sangre chiquiana, pa no creerlo brother. Algo en mi inside…ops, dentro de mí, me hacía sentir interés, curiosidad y hasta cariño por la tierra del profe. No por las puras me la he pasado un año haciendo mis writings…ops, escritos para Chiquianmarka, sin mencionar que me tengo que aguantar los requintones del profe con su cantaleta de siempre: Jhonny no uses Spanglish. Ahora mismo, como una indirecta a este servidor, está publicando algo sobre un tal Quijote. En ese aspecto se entiende más con ese que creo es medio paisano de su papá, el Rimay Cóndor, que tiene sus aires de leído y siempre anda con un libro en la mano. Cuando estamos en la casa del profe el fulano ese me mira como si yo fuera el marido de mi vecina en Limonta, o sea pintado en la pared, pero a mí brother, me resbala como si estuviera lloviendo outside…ops afuera. Yo ni lo empeloto brother. No me pasa porque un día lo aclaré al toquefá brother. Estábamos los tres, con el profe incluido, dándole vuelta a un chicken rosted...ops, pollo a la brasa, cuando a la hora de meter la mano al bolsillo si hizo el gil, no, no compadre le dije, así no es la cosa, cuando llueve todos se mojan, menos el profe porque ya es tío. Total, con el dolor de su corazón, del bolsilo creo yo, tuvo que pagar la mitad de la cuenta. Desde allí no me pasa, pero eso es su problema, no mío bro.
Voviendo a mis ancestros chiquianos, te contaré que cuando vivía en Limonta, mis folks, que ya ustedes saben son de Quillamarka, allá por el valle del Mantaro creo es, nunca me hablaron de nada porque yo me la paraba jugando pelota en la lleca todo el día, además yo soy limeño mazamorrero brother, nada que ver con las serranadas. Ahora más bien que el profe me ha endulzado con su revista que le estoy entrando al Ande, pero eso es otra historia brother. Volviendo a lo mío, cuando fui en Navidad tuve que ir a conocer y saludar a la viejita del profe, hay que ser educaos pe bro. Allí, previo cafecito con su pan francés y su mantequilla chiquiana, estuvimos conversando largo y ella me comenzó a contar que cuando estudiaba primaria en Chiquián, habían algunas chicas que ya eran grandecitas, como quien dice estaban en estado merecer. Bueno, lo cierto es que una de sus compañeras era de la puna, adonde iba siempre, sobre todo en vacaciones a cuidar su manada con su familia. Para hacerla corta, un día no regresó y su familia contó que se la habían robado, eufemismo (como tiro mi castellano brother, el profe va a estar bien proud…ops, orgulloso de mí) muy usado para explicar la fuga de la hija con algún gilberto que la hizo creer en pajaritos preñados. Bien, de la robada o fugada nunca se supo nada y con el tiempo sus compañeras hasta de su nombre se olvidaron.
En esta parte de la historia entra una del profe que se la tenía bien guardadita, claro que cuando está de humor me cuenta sus cuitas, porque sabe que yo no se lo cuento a nadies. Sucede que antes de venir a los Yunaites el profe, muchachón y guapetón según él, tenía sus intereses por Huancayo y con el cuento de pasearse iba siempre con un amigo, ya finado el pobrecito, que era de Chupaca (el nombre no viene del trago porsiaca sino de la cultura pre inca Huanco-Chupaca), y la pasaba de lo lindo levantándose, entre Huaylas y mulizas a la prima del amigo; picaroncito había sido el profe bro. Así las cosas, un año el profe fue para todos los santos llevando a su viejita para que conozca Huancayo (creo que más bien el plan era que vaya conociendo a la huancaína), se alojaron en casa de su amigo y al día siguiente fueron al cementerio con la familia del amigo y la prima como parte del paquete turístico. El Dia de los Muertos los chupaquinos hacen honor al nombre de su pueblo, chupan como los buenos en la tumba de sus finados, estaban caminando en el cementerio, cuando de pronto una señora llama por su nombre a la mamá del profe, a pesar de los años que habían pasado, la había reconocido. Era su antigua condicípula, la amiga que se "habían robado" cuando cuidaba su manada en la puna y que vivía por esos lares sin haber vuelto a Chiquián. La doña había perdido todo contacto con su familia porque su papá no la había perdonado nunca, el viejo era de los bravos bro. Total, no hubo robo, simplemente se fue con un fulano que trabajaba en la construcción de la carretera a Chiquián, el cual al conocer a la chiquianita quedó prendado de ella y no paró hasta convencerla que la vida iba a ser de maravilla a su lado. Como el galancete era de Quillamarka no pararon hasta llegar allí, donde se establecieron e hicieron familia y guess what…ops, adivina que, mi amá es una de sus hijas menores, total, esa señora ¡era mi grandma…ops, mi abuela! Lo que son las cosas brother. Después mi amá me ha confirmado todo, sabe que tiene familiares en Chiquián pero nunca ha tenido relación con ellos.
Lo que te he contado brother es true…ops, verdad. El apellido de mi abuela me lo callo, no sean que piensen que estoy buscando herencia, pero de que tengo sangre chiquiana, la tengo. Así es el mundo de small men...ops, chiquito men.
Jhonny Mamani
Hello Brother:
Tengo un news…ops, una noticia quiero decir, pero tú la manyas bro así que no nos hacemos paltas, right bro? Bueno, el asunto es que en estos últimos dos viajes relámpagos que he hecho a Limonta, aparte de ponerla al día a la Lucre, también he hecho algunas averiguaciones sobre mis ancestros y, cáete de espaldas bro, por mis venas corre sangre chiquiana, pa no creerlo brother. Algo en mi inside…ops, dentro de mí, me hacía sentir interés, curiosidad y hasta cariño por la tierra del profe. No por las puras me la he pasado un año haciendo mis writings…ops, escritos para Chiquianmarka, sin mencionar que me tengo que aguantar los requintones del profe con su cantaleta de siempre: Jhonny no uses Spanglish. Ahora mismo, como una indirecta a este servidor, está publicando algo sobre un tal Quijote. En ese aspecto se entiende más con ese que creo es medio paisano de su papá, el Rimay Cóndor, que tiene sus aires de leído y siempre anda con un libro en la mano. Cuando estamos en la casa del profe el fulano ese me mira como si yo fuera el marido de mi vecina en Limonta, o sea pintado en la pared, pero a mí brother, me resbala como si estuviera lloviendo outside…ops afuera. Yo ni lo empeloto brother. No me pasa porque un día lo aclaré al toquefá brother. Estábamos los tres, con el profe incluido, dándole vuelta a un chicken rosted...ops, pollo a la brasa, cuando a la hora de meter la mano al bolsillo si hizo el gil, no, no compadre le dije, así no es la cosa, cuando llueve todos se mojan, menos el profe porque ya es tío. Total, con el dolor de su corazón, del bolsilo creo yo, tuvo que pagar la mitad de la cuenta. Desde allí no me pasa, pero eso es su problema, no mío bro.
Voviendo a mis ancestros chiquianos, te contaré que cuando vivía en Limonta, mis folks, que ya ustedes saben son de Quillamarka, allá por el valle del Mantaro creo es, nunca me hablaron de nada porque yo me la paraba jugando pelota en la lleca todo el día, además yo soy limeño mazamorrero brother, nada que ver con las serranadas. Ahora más bien que el profe me ha endulzado con su revista que le estoy entrando al Ande, pero eso es otra historia brother. Volviendo a lo mío, cuando fui en Navidad tuve que ir a conocer y saludar a la viejita del profe, hay que ser educaos pe bro. Allí, previo cafecito con su pan francés y su mantequilla chiquiana, estuvimos conversando largo y ella me comenzó a contar que cuando estudiaba primaria en Chiquián, habían algunas chicas que ya eran grandecitas, como quien dice estaban en estado merecer. Bueno, lo cierto es que una de sus compañeras era de la puna, adonde iba siempre, sobre todo en vacaciones a cuidar su manada con su familia. Para hacerla corta, un día no regresó y su familia contó que se la habían robado, eufemismo (como tiro mi castellano brother, el profe va a estar bien proud…ops, orgulloso de mí) muy usado para explicar la fuga de la hija con algún gilberto que la hizo creer en pajaritos preñados. Bien, de la robada o fugada nunca se supo nada y con el tiempo sus compañeras hasta de su nombre se olvidaron.
En esta parte de la historia entra una del profe que se la tenía bien guardadita, claro que cuando está de humor me cuenta sus cuitas, porque sabe que yo no se lo cuento a nadies. Sucede que antes de venir a los Yunaites el profe, muchachón y guapetón según él, tenía sus intereses por Huancayo y con el cuento de pasearse iba siempre con un amigo, ya finado el pobrecito, que era de Chupaca (el nombre no viene del trago porsiaca sino de la cultura pre inca Huanco-Chupaca), y la pasaba de lo lindo levantándose, entre Huaylas y mulizas a la prima del amigo; picaroncito había sido el profe bro. Así las cosas, un año el profe fue para todos los santos llevando a su viejita para que conozca Huancayo (creo que más bien el plan era que vaya conociendo a la huancaína), se alojaron en casa de su amigo y al día siguiente fueron al cementerio con la familia del amigo y la prima como parte del paquete turístico. El Dia de los Muertos los chupaquinos hacen honor al nombre de su pueblo, chupan como los buenos en la tumba de sus finados, estaban caminando en el cementerio, cuando de pronto una señora llama por su nombre a la mamá del profe, a pesar de los años que habían pasado, la había reconocido. Era su antigua condicípula, la amiga que se "habían robado" cuando cuidaba su manada en la puna y que vivía por esos lares sin haber vuelto a Chiquián. La doña había perdido todo contacto con su familia porque su papá no la había perdonado nunca, el viejo era de los bravos bro. Total, no hubo robo, simplemente se fue con un fulano que trabajaba en la construcción de la carretera a Chiquián, el cual al conocer a la chiquianita quedó prendado de ella y no paró hasta convencerla que la vida iba a ser de maravilla a su lado. Como el galancete era de Quillamarka no pararon hasta llegar allí, donde se establecieron e hicieron familia y guess what…ops, adivina que, mi amá es una de sus hijas menores, total, esa señora ¡era mi grandma…ops, mi abuela! Lo que son las cosas brother. Después mi amá me ha confirmado todo, sabe que tiene familiares en Chiquián pero nunca ha tenido relación con ellos.
Lo que te he contado brother es true…ops, verdad. El apellido de mi abuela me lo callo, no sean que piensen que estoy buscando herencia, pero de que tengo sangre chiquiana, la tengo. Así es el mundo de small men...ops, chiquito men.
Jhonny Mamani