omar llanos espinoza
SHAMPU, SHAMPULAWA
El cisco es un derivado del carbón de piedra, en forma desmenuzada, recurso natural que aflora en betas de color negro. En Huallanca (Bolognesi) el cisco es conocido como “shampu”, combustible que sirve para cocinar, mantiene incandescente la hornilla en forma permanente.
Por muchos años usaron este combustible natural en todos los hogares huallanquinos; pero los tiempos han cambiado, ahora el shampu fue reemplazado por otros combustibles procesados. El famoso shampu pasó a la historia, queda en el recuerdo de nuestros padres y abuelos que supieron aprovechar los recursos naturales de la zona; por eso el huallanquino es conocido como “shampulawa” (sopa de shampu).
SHAMPU EN HUALLANCA
Los antiguos inmigrantes buscadores de minas en Huallanca, lo primero que encontraron fueron betas de carbón de piedra, un combustible de gran poder calorífico. En las estancias y punas ya cocinaban a base de carbón; a la par descubrieron el cisco, conocido como shampu, material desmenuzado que podría servir para cocinar.
COMBINACIÓN: SHAMPU Y RACU
El ingenio del antiguo huallanquino pensó utilizar el shampu como combustible para la cocina, combinar con arcilla o “racu” y agua para elaborar la masa, darle forma de pequeñas bolas; así podría utilizar con mayor facilidad para poner en combustión; cargar la hornilla renovando las bolas de shampu; de ésta forma tener la cocina incandescente día y noche en forma permanente.
Por muchos años usaron este combustible natural en todos los hogares huallanquinos; pero los tiempos han cambiado, ahora el shampu fue reemplazado por otros combustibles procesados. El famoso shampu pasó a la historia, queda en el recuerdo de nuestros padres y abuelos que supieron aprovechar los recursos naturales de la zona; por eso el huallanquino es conocido como “shampulawa” (sopa de shampu).
SHAMPU EN HUALLANCA
Los antiguos inmigrantes buscadores de minas en Huallanca, lo primero que encontraron fueron betas de carbón de piedra, un combustible de gran poder calorífico. En las estancias y punas ya cocinaban a base de carbón; a la par descubrieron el cisco, conocido como shampu, material desmenuzado que podría servir para cocinar.
COMBINACIÓN: SHAMPU Y RACU
El ingenio del antiguo huallanquino pensó utilizar el shampu como combustible para la cocina, combinar con arcilla o “racu” y agua para elaborar la masa, darle forma de pequeñas bolas; así podría utilizar con mayor facilidad para poner en combustión; cargar la hornilla renovando las bolas de shampu; de ésta forma tener la cocina incandescente día y noche en forma permanente.
DEL CAMPO A LA CIUDAD.
El descubrimiento del shampu y el ingenio de los mineros de usar como combustible, fue primero en los campamentos y en las chozas de pastores, luego pasó a las casas del pueblo; generalizando el uso de las hornillas a base de shampu en todos los hogares huallanquinos; era una buena costumbre y necesidad de esas épocas, una forma de aprovechar el recurso natural de la zona.
EL OFICIO DE SHAMPERO
El transformar el mineral en combustible para la cocina, era todo un procedimiento, al convertirse una fuente de trabajo: Los que extraían el shampu de los cerros en forma libre, trasladar el mineral en sacos sobre acémilas y al hombro de las personas, para vender en el pueblo; otros traían la arcilla o “racu” para mezclar con el shampu; un tercer personaje era el “Shampero” que elaboraba las bolas de shampu, previa combinación o mezcla de shampu, arcilla o racu y agua.
EL POPULAR “ANTOÑO”
El más conocido de los shamperos fue el popular “Antoño” (Antonio León), de origen conchucano (Ancash), quechua hablante; visitaba las casas para preparar el combustible, a cambio de una paga, más sus “derechos” de coca, aguardiente, cigarrillos y comida. Nuestro personaje falleció en Huallanca por los años 80 del Siglo XX, con él se fue parte de la historia de un pueblo minero.
LO QUE EL TIEMPO SE LLEVÓ
Los tiempos han cambiado, el shampu y las hornillas fueron desplazadas progresivamente, por el kerosene, luego por el gas propano y la electricidad; por ser más prácticos y en acorde a los tiempos. Tal vez en algunas casas del pueblo conservan la hornilla a base de shampu, también en las estancias. Mantener hoy una cocina a base de shampu es más afanoso y costoso, y no hay personas que se dediquen a ese oficio.
SHAPULAWA, ORGULLO HUALLANQUINO
Los huallanquinos son conocidos como “shampulawa” (sopa de shampu), apelativo que llevan con orgullo por el recurso natural que abunda en la zona, que por mucho tiempo fue un combustible base de las cocinas en Huallanca. Es un homenaje a los primeros inmigrantes buscadores de minas, a los antiguos huallanquinos, al ingenio del hombre que supo aprovechar el recurso natural al servicio del pueblo.
Omar Llanos Espinoza
El descubrimiento del shampu y el ingenio de los mineros de usar como combustible, fue primero en los campamentos y en las chozas de pastores, luego pasó a las casas del pueblo; generalizando el uso de las hornillas a base de shampu en todos los hogares huallanquinos; era una buena costumbre y necesidad de esas épocas, una forma de aprovechar el recurso natural de la zona.
EL OFICIO DE SHAMPERO
El transformar el mineral en combustible para la cocina, era todo un procedimiento, al convertirse una fuente de trabajo: Los que extraían el shampu de los cerros en forma libre, trasladar el mineral en sacos sobre acémilas y al hombro de las personas, para vender en el pueblo; otros traían la arcilla o “racu” para mezclar con el shampu; un tercer personaje era el “Shampero” que elaboraba las bolas de shampu, previa combinación o mezcla de shampu, arcilla o racu y agua.
EL POPULAR “ANTOÑO”
El más conocido de los shamperos fue el popular “Antoño” (Antonio León), de origen conchucano (Ancash), quechua hablante; visitaba las casas para preparar el combustible, a cambio de una paga, más sus “derechos” de coca, aguardiente, cigarrillos y comida. Nuestro personaje falleció en Huallanca por los años 80 del Siglo XX, con él se fue parte de la historia de un pueblo minero.
LO QUE EL TIEMPO SE LLEVÓ
Los tiempos han cambiado, el shampu y las hornillas fueron desplazadas progresivamente, por el kerosene, luego por el gas propano y la electricidad; por ser más prácticos y en acorde a los tiempos. Tal vez en algunas casas del pueblo conservan la hornilla a base de shampu, también en las estancias. Mantener hoy una cocina a base de shampu es más afanoso y costoso, y no hay personas que se dediquen a ese oficio.
SHAPULAWA, ORGULLO HUALLANQUINO
Los huallanquinos son conocidos como “shampulawa” (sopa de shampu), apelativo que llevan con orgullo por el recurso natural que abunda en la zona, que por mucho tiempo fue un combustible base de las cocinas en Huallanca. Es un homenaje a los primeros inmigrantes buscadores de minas, a los antiguos huallanquinos, al ingenio del hombre que supo aprovechar el recurso natural al servicio del pueblo.
Omar Llanos Espinoza