alfonzo valderrama gonzález
SUFRIR
Tal vez uno de estos días, cuando las flores
todas ellas, se hayan secado con tanto calor,
con sus silbidos el viento haga temblores,
recordaré tus desprecios con mucho dolor.
Un hado distinto cubra la tierra ancashina,
volarán mis sentimientos hecho pedazos,
sin la compañía de alguna hierba serrana,
sin una sola flor donde caiga mis sollozos.
O tal vez mañana, uno de esos días hermosos,
se haga un milagro, veré como nacen flores,
nuevas estrellas, nuevos augurios primorosos,
entonces mi sufrir se convertirá en amores.
Nuevos quereres, que bajarán desde la Sierra
me consolarán, con sus caricias aún salvajes,
entonces dejaré de sufrir, echaré por tierra
tu desprecio, niña presumida, alma de vejez.
Entonces ese día contemplaré nuevos oleajes,
nuevas caricias, que traen los aires de la puna,
hermosos manjares encarnados en mujeres
inocentes, aceptarán mis caricias sin pena.
Quedaré pasmado ante tanta incomprensión,
ya que la carita roja que tiene catorce años,
será más dulce, más hermosa, sin presunción
de aquella otra que me amó a los doce años.
Con mis labios secos de tanto esperar y sufrir,
besaré a aquella ñusta bajada de los andes,
este mi sufrir se tornará en alegría, hará crujir,
espíritus ingenuos, de mi ventana sus cristales.
Chica presumida, tal vez algún día vuelvas
a mis brazos, a mis besos, pero ten presente
que cesará mi sufrir, sólo cuando me devuelvas
la alegría de vivir, aunque tú estés ausente.
32vo Poema. Poemario Tiempos de Vivir. A. Valderrama.
2000
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