MAUCA LLACTA Y SUS MISTERIOS
María Del Pilar Cárdenas Márquez
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En un día tan esperado por un niño llamado Yatray (Saber), salió muy temprano de la mano de su madre de compras al centro de la ciudad del Cusco, cerca al Barrio de San Blas. Entre tantas artesanías, su madre eligió cinco objetos que llamaron la atención y curiosidad de Yatray: una llama de oro, una olla de pedestal, un plato decorado, un plato en forma de pájaro y un aríbalo con diseño de paneles.
Pasearon todo el día por la ciudad, tomaron una refrescante chicha de maní, almorzaron en una picantería unos deliciosos tallarines al horno con rocotos emponchados, y durante la tarde vieron bailar en la Plaza Mayor a un grupo de muchachos una danza llamada “Valisha”, luego escucharon una hermosa interpretación en quenas y zampoñas de “Vírgenes del Sol”, y una merecida remembranza de Ima Sumac.
El paseo parecía interminable. Muy cansados retornaron a su casa sin embargo, Yatray quedó muy intrigado por los hermosos objetos que compró su madre, y preguntó - ¿de dónde son estos objetos? - , y su madre respondió con una sonrisa en los labios: de Mauca LLacta , el antiguo Pacaritambo un lugar lleno de misterio…, - pero hijo, ya es muy tarde, no toques más las cosas que se pueden romper - .
Yatray, obedeció a su madre y se fue a dormir, se despidió con un beso, y sin que se diera cuenta su mamá, el cogió la llama de oro, y la guardó en su bolsillo. Al acostarse, el niño tuvo una extraña sensación, una luz empañó sus ojos que lo sumergieron en un profundo sueño, en él, un hombre llamado Gary Urton, antropólogo de profesión, lo llamó por su nombre, invitándole a dar un viaje imaginario hacia Mauca LLacta, que lo llenó de emoción, pues existen muchos motivos para relacionar este lugar, con el Mito de los Hermanos Ayar.
Juntos observaron unos Nichos, con estructuras típicas de la arquitectura inca que se encontraban en las distintas plazas de ese complejo, una Cancha en la cual se realizaban fiestas y rituales para rendir culto a la pacarina de origen de los incas, una tenebrosa Cámara interna donde se hallaron restos humanos que sirvieron para actividades secretas, cuyo acceso era restringido. Luego visitaron La Cueva de Tambotoco, en el mito de los hermanos Ayar es la cueva representada por tres ventanas: Cápac Toco, Maras Toqo y Sútic Toqo, donde aparecieron por primera vez los antepasados de los incas, los maras y los tambos, realmente no es una cueva sino, un abrigo rocoso de 4 m. de ancho, 4 m. de alto y 4 m. de profundidad, Yatray se mostraba impresionado, pero aún quedaba por conocer Pumaorco, un afloramiento rocoso que se alza encima de Mauca Llacta, donde se encuentran restos de tres edificios incaicos. Los artesanos incas transformaron la cima rocosa en una serie de planos horizontales y verticales, labrándose dos pumas en su punto más alto.
- De pronto, Yatray tuvo una visión - Observó en el lugar los cinco objetos que compró su madre y gritó muy emocionado - ¡Mamá los compró para mí, y están en mi casa! - , y fue cuando Gary Urton lo calmó y le explicó que los objetos que observa fueron hallados en estas ruinas, y los que tiene en casa sólo son réplicas elaboradas por artesanos de nuestros tiempos, - por cierto muy hermosos - De pronto, Yatray no se percató y pisó una piedra resbaladiza que lo hizo caer a un túnel de hermosos colores, como los de la Flor de la Cantuta hasta quedar quieto y despertar aturdido entre los brazos de su madre, quien no entendió por qué gritaba tanto, sólo escuchó como respuesta: - “Mamá, estoy muy cansado, he tenido un viaje muy largo ya te contaré”- a lo que la madre respondió: - ¡Pero hijo ya amaneció!, ¿no deseas escuchar la historia de Mauca Llacta?, - no mamita, es domingo y quiero dormir un poco más, ¡toma! te devuelvo la llama de oro que tomé de la mesa, tal vez consiga otra, pero la verdadera -, y su madre muy desconcertada lo dejó dormir un poco más.
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En un día tan esperado por un niño llamado Yatray (Saber), salió muy temprano de la mano de su madre de compras al centro de la ciudad del Cusco, cerca al Barrio de San Blas. Entre tantas artesanías, su madre eligió cinco objetos que llamaron la atención y curiosidad de Yatray: una llama de oro, una olla de pedestal, un plato decorado, un plato en forma de pájaro y un aríbalo con diseño de paneles.
Pasearon todo el día por la ciudad, tomaron una refrescante chicha de maní, almorzaron en una picantería unos deliciosos tallarines al horno con rocotos emponchados, y durante la tarde vieron bailar en la Plaza Mayor a un grupo de muchachos una danza llamada “Valisha”, luego escucharon una hermosa interpretación en quenas y zampoñas de “Vírgenes del Sol”, y una merecida remembranza de Ima Sumac.
El paseo parecía interminable. Muy cansados retornaron a su casa sin embargo, Yatray quedó muy intrigado por los hermosos objetos que compró su madre, y preguntó - ¿de dónde son estos objetos? - , y su madre respondió con una sonrisa en los labios: de Mauca LLacta , el antiguo Pacaritambo un lugar lleno de misterio…, - pero hijo, ya es muy tarde, no toques más las cosas que se pueden romper - .
Yatray, obedeció a su madre y se fue a dormir, se despidió con un beso, y sin que se diera cuenta su mamá, el cogió la llama de oro, y la guardó en su bolsillo. Al acostarse, el niño tuvo una extraña sensación, una luz empañó sus ojos que lo sumergieron en un profundo sueño, en él, un hombre llamado Gary Urton, antropólogo de profesión, lo llamó por su nombre, invitándole a dar un viaje imaginario hacia Mauca LLacta, que lo llenó de emoción, pues existen muchos motivos para relacionar este lugar, con el Mito de los Hermanos Ayar.
Juntos observaron unos Nichos, con estructuras típicas de la arquitectura inca que se encontraban en las distintas plazas de ese complejo, una Cancha en la cual se realizaban fiestas y rituales para rendir culto a la pacarina de origen de los incas, una tenebrosa Cámara interna donde se hallaron restos humanos que sirvieron para actividades secretas, cuyo acceso era restringido. Luego visitaron La Cueva de Tambotoco, en el mito de los hermanos Ayar es la cueva representada por tres ventanas: Cápac Toco, Maras Toqo y Sútic Toqo, donde aparecieron por primera vez los antepasados de los incas, los maras y los tambos, realmente no es una cueva sino, un abrigo rocoso de 4 m. de ancho, 4 m. de alto y 4 m. de profundidad, Yatray se mostraba impresionado, pero aún quedaba por conocer Pumaorco, un afloramiento rocoso que se alza encima de Mauca Llacta, donde se encuentran restos de tres edificios incaicos. Los artesanos incas transformaron la cima rocosa en una serie de planos horizontales y verticales, labrándose dos pumas en su punto más alto.
- De pronto, Yatray tuvo una visión - Observó en el lugar los cinco objetos que compró su madre y gritó muy emocionado - ¡Mamá los compró para mí, y están en mi casa! - , y fue cuando Gary Urton lo calmó y le explicó que los objetos que observa fueron hallados en estas ruinas, y los que tiene en casa sólo son réplicas elaboradas por artesanos de nuestros tiempos, - por cierto muy hermosos - De pronto, Yatray no se percató y pisó una piedra resbaladiza que lo hizo caer a un túnel de hermosos colores, como los de la Flor de la Cantuta hasta quedar quieto y despertar aturdido entre los brazos de su madre, quien no entendió por qué gritaba tanto, sólo escuchó como respuesta: - “Mamá, estoy muy cansado, he tenido un viaje muy largo ya te contaré”- a lo que la madre respondió: - ¡Pero hijo ya amaneció!, ¿no deseas escuchar la historia de Mauca Llacta?, - no mamita, es domingo y quiero dormir un poco más, ¡toma! te devuelvo la llama de oro que tomé de la mesa, tal vez consiga otra, pero la verdadera -, y su madre muy desconcertada lo dejó dormir un poco más.