manuel nieves fabián
A CERCA DEL NOMBRE DE LA PROVINCIA DE BOLOGNESI
En la década del 70 del siglo pasado, por razones de las luchas sociales, los maestros de nuestra patria sufrimos una dura represión por parte de la Dictadura Militar de aquel entonces. Cientos de maestros estuvimos detenidos en las prisiones del estado solo por defender nuestras reivindicaciones. El suscrito y tres docentes más fuimos llevados a Lima y encerrados en las prisiones de la Prefectura, en la carceleta de Chorrillos y el cuartel de la Guardia Republicana. Precisamente estando en la prisión recibí la vista de un gran chiquiano que, de vista lo conocía, ya que llegaba semanalmente a Canis a visitar a su esposa que era docente. Jamás había tratado con él por la gran diferencia de edad, me refiero a Don Agustín Zúñiga, de mediana estatura, de tez blanca, ojos verde-grises y de un fluido hablar. Para mí fue una gran sorpresa y una gran alegría tener al frente a un paisano que posiblemente se habría enterado por las noticias. Luego de los saludos me dijo que conocía a mi señor padre y me animó a que continuara luchando porque él también era docente; además aclaró que venía a visitarme a nombre de la Asociación de Instituciones Bolognesinas (AIB), ya que era dirigente. Abrió una caja grande que contenía una cantidad de medicinas desde pastillas hasta frotaciones. La caja fue entregada al Comité de Salud, y la verdad nos llegó a tiempo, ya que más de un centenar de docentes encerrados en esa prisión sufríamos todos los males propios del encierro prolongado.
Junto al paquete de medicinas me entregó una revista editada por la AIB. Devoré sus líneas, y uno de los artículos que me agradó fue quiénes y cómo propusieron para que la provincia se llamara Bolognesi.
Pasado medio siglo, al escribir mi libro “PROVINCIA DE BOLOGNESI Cerca del cielo”, obra inédita, encontré la revista completamente deshojada, ya que se había salvado junto con otros libros que pasaron a la clandestinidad en la época de la Dictadura Militar.
Hoy que nuestra provincia ha cumplido su 120 Aniversario de su creación, recojo el artículo que, entre otras cosas dice:
“Desde el mes de octubre de 1839 a setiembre de 1842, Chiquián tuvo el privilegio de convertirse en la capital de la provincia de Cajatambo. A partir de setiembre de 1842 nuevamente volvió a ser capital de su distrito.
En el año 1865, como diputado suplente por la provincia de Cajatambo,
(procedente de Carhuajara), el ciudadano don Bernardino Gamarra, presentó una moción para que la capital de la provincia pasara a la Villa de Chiquián. La moción fue rechazada, pero despertó el interés para la separación definitiva de Cajatambo.
Con este propósito se formó un Comité Pro Creación de la Nueva Provincia, cuya presidencia recayó en don Alejandro Lavado. En cuanto al nombre hubo varias propuestas. El Sr. Lavado propuso el nombre de Lampas; el Sr. Miguel Cano sugirió que podría ser Chiquián. En este punto recogemos la versión de Perfecto Bolarte Calderón, quien en una revista chiquiana manifiesta, que cuando él tenía 19 años fue testigo circunstancial en la casa comercial de don Dámaso Carrillo, ubicado en la calle Comercio. Don Perfecto llegó a esta casa y encontró reunidos a don Miguel Cano, José María Maturana, Dámaso Carrillo, Bartolomé Pardo, Emilio Velásquez. Don Miguel Cano propuso que la provincia debería llamarse Chiquián con su capital Chiquián. Al preguntársele a don Bartolomé Pardo que era un ciudadano muy ilustrado, propuso que la nueva provincia debería llamarse Bolognesi en homenaje al héroe de Arica. Don Emilio Velásquez invitó que fundamentara el porqué de ese nombre. El aludido sustentó su proposición citando en primera instancia a los grandes hechos ocurridos en la historia universal. Apareció el heroísmo de Leonidas en la Guerra Greco-Persa. Cuando Jerjes obligó la rendición con la siguiente frase: «Ríndime tus armas», el héroe contestó: «Ven a tomarlas». Debido a esta respuesta se produjo la hecatombe de las Termópilas. También citó a Napoleón y su caída en Waterloo. Cuando el oficial inglés Collvillé exigió la rendición al jefe del último cuadro imperial con la siguiente frase: «Rendíos, valientes franceses»; Cambronne contestó: «La guardia muere, pero no se rinde». Continuó hablando don Bartolomé Pardo: Estas respuestas fueron tan sencillas en comparación a la respuesta de Bolognesi. Al ser intimado por el parlamentario chileno Mayor Salvo, el héroe respondió: «Tengo deberes sagrados que cumplir, y los cumpliré hasta quemar el último cartucho». Respuesta con la que retó al adversario y a la propia muerte.
Los que escuchaban, muy emocionados, felicitaron y aceptaron que la provincia debería llamarse Bolognesi con su capital Chiquián”.
Manuel Nieves Fabián
[email protected]
Junto al paquete de medicinas me entregó una revista editada por la AIB. Devoré sus líneas, y uno de los artículos que me agradó fue quiénes y cómo propusieron para que la provincia se llamara Bolognesi.
Pasado medio siglo, al escribir mi libro “PROVINCIA DE BOLOGNESI Cerca del cielo”, obra inédita, encontré la revista completamente deshojada, ya que se había salvado junto con otros libros que pasaron a la clandestinidad en la época de la Dictadura Militar.
Hoy que nuestra provincia ha cumplido su 120 Aniversario de su creación, recojo el artículo que, entre otras cosas dice:
“Desde el mes de octubre de 1839 a setiembre de 1842, Chiquián tuvo el privilegio de convertirse en la capital de la provincia de Cajatambo. A partir de setiembre de 1842 nuevamente volvió a ser capital de su distrito.
En el año 1865, como diputado suplente por la provincia de Cajatambo,
(procedente de Carhuajara), el ciudadano don Bernardino Gamarra, presentó una moción para que la capital de la provincia pasara a la Villa de Chiquián. La moción fue rechazada, pero despertó el interés para la separación definitiva de Cajatambo.
Con este propósito se formó un Comité Pro Creación de la Nueva Provincia, cuya presidencia recayó en don Alejandro Lavado. En cuanto al nombre hubo varias propuestas. El Sr. Lavado propuso el nombre de Lampas; el Sr. Miguel Cano sugirió que podría ser Chiquián. En este punto recogemos la versión de Perfecto Bolarte Calderón, quien en una revista chiquiana manifiesta, que cuando él tenía 19 años fue testigo circunstancial en la casa comercial de don Dámaso Carrillo, ubicado en la calle Comercio. Don Perfecto llegó a esta casa y encontró reunidos a don Miguel Cano, José María Maturana, Dámaso Carrillo, Bartolomé Pardo, Emilio Velásquez. Don Miguel Cano propuso que la provincia debería llamarse Chiquián con su capital Chiquián. Al preguntársele a don Bartolomé Pardo que era un ciudadano muy ilustrado, propuso que la nueva provincia debería llamarse Bolognesi en homenaje al héroe de Arica. Don Emilio Velásquez invitó que fundamentara el porqué de ese nombre. El aludido sustentó su proposición citando en primera instancia a los grandes hechos ocurridos en la historia universal. Apareció el heroísmo de Leonidas en la Guerra Greco-Persa. Cuando Jerjes obligó la rendición con la siguiente frase: «Ríndime tus armas», el héroe contestó: «Ven a tomarlas». Debido a esta respuesta se produjo la hecatombe de las Termópilas. También citó a Napoleón y su caída en Waterloo. Cuando el oficial inglés Collvillé exigió la rendición al jefe del último cuadro imperial con la siguiente frase: «Rendíos, valientes franceses»; Cambronne contestó: «La guardia muere, pero no se rinde». Continuó hablando don Bartolomé Pardo: Estas respuestas fueron tan sencillas en comparación a la respuesta de Bolognesi. Al ser intimado por el parlamentario chileno Mayor Salvo, el héroe respondió: «Tengo deberes sagrados que cumplir, y los cumpliré hasta quemar el último cartucho». Respuesta con la que retó al adversario y a la propia muerte.
Los que escuchaban, muy emocionados, felicitaron y aceptaron que la provincia debería llamarse Bolognesi con su capital Chiquián”.
Manuel Nieves Fabián
[email protected]