filomeno zubieta núñez
COMENTARIO AL LIBRO BREVE HISTORIA DE ANCASH

BREVE HISTORIA DE ANCASH es un nuevo regalo que nos brinda el Dr. José Antonio Salazar Mejía. Una evidencia más de su prolífica producción como práctica del magisterio fuera de las aulas. Lo recibimos con agradecimiento y más por el contenido. Pero también el agradecimiento a Killa Editorial que hace posible esté en nuestras manos y de todos los que tendremos la suerte de leerlo y aprovechar su contenido.
Generalmente cuando uno lee un libro de las características de esta noche, centra su mirada en tres partes previas antes de leer el contenido en sí. El índice que resume la riqueza del libro, la introducción que dice del sustento teórico que respalda el estudio y las fuentes de información que dan cuenta del conjunto de documentos, libros, artículos y estudios en general que confirman los asertos del autor. Las características, propósitos como del público a quien va dirigido hace que muchas veces se obvien estas o alguna de estas partes como ocurre en este caso. El libro tiene el respaldo de la formación académica, la producción científica y la trayectoria profesional del autor.
José Antonio es uno de los autores de mayor prestigio de nuestro departamento por su solvencia académica, con muchos libros en su haber. Recuerdo su libro 7 ensayos de intraculturalidad ancashina que publicó en el año 2009 con una dedicatoria de tres palabras que dicen mucho de su afecto e identidad: Markallata, mamallata, huarmillata. Se presentó en el Club Ancash, me había pedido sea el comentarista, pero le pedí al Dr. Gustavo Solís Fonseca que lo hiciera y la verdad fue una noche esplendorosa. Ya lo asistentes conocen sus otros libros: Tradición histórica oral ancashina en tres tomos, hoy en un tomo con el título Tradiciones de mi tierra, Ancash; Atusparia y la Revolución Campesina de 1885; Identidad, Proyecto Educativo para Ancash; hasta lo más cercano al libro que esta noche se presenta Historia Regional para Niños. A todo esto, se agrega su tesis doctoral que fue aprobada con honores en San Marcos y que espera su publicación.
Breve Historia de Ancash, como todo libro, tiene un índice. Al inicio de mi intervención resaltaba tres aspectos iniciales para valorar un libro. Uno de ellos es el índice. Para el caso de un libro de historia regional, el esquema cumple la función de una periodificación de la historia, de Ancash en este caso. Tema que siempre está en la mesa de trabajo de los historiadores o los profesores de historia. Una periodificación siempre es una hipótesis de trabajo, sujeta a validación. En los años 60 y 70 del siglo que dejamos se discutió mucho sobre la periodificación de la historia del Perú, válida para la historia local y regional especialmente. Desde la orilla del materialismo histórico se presentaron muchas propuestas, de ellas resaltó el de Pablo Macera D’allorso que dividió la historia del Perú en dos etapas: Autonomía a la parte más antigua desde nuestro poblamiento inicial hasta 1532 y Dependencia, de 1532 a la fecha, cada una de ellas con sus respectivas subfases. José Antonio hace suya esta propuesta y divide a su libro en tres partes: la autonomía, la dependencia y, la tercera, la cultura ancashina.
Lo que más destaca del libro es el tratamiento didáctico de cada uno de los temas, lo que dice mucho del ejercicio docente del autor, más allá de las aulas. La brevedad con que, por la naturaleza del libro, es tratado cada tema se ve favorecida con explicaciones adicionales que van en columnas verticales al costado de cada tema. Así, por ejemplo, inicia la Primera Parte (La Autonomía) con Guitarrero los primeros ancashinos que habitaron nuestras tierras entre los 12,000 y 8,000 a. C., no se queda en brindar las características en que vivieron estos pobladores; en la franja izquierda da cuenta del poblamiento de América y del Perú. En la franja derecha de la otra página, responde a la pregunta que muchos nos hemos planteado y seguramente también nuestros alumnos: “¿Qué significa Guitarrero?”.
En la Primera parte, en 24 páginas, sintetiza toda la historia regional de Ancash desde Guitarrero y sus aportes tecnológicos en horticultura, cestería y textilería, como la domesticación de animales y el sedentarismo. Nos presenta un vistazo a los primeros templos costeños, entre 2000 y 1500 a. C., en La Galgada, Sechín, las Aldas, los Gavilanes y otros hallados en los valles costeños. Centra su mirada en Chavín que, en 1919 -hace 100 años- se incorporó a los estudios científicos gracias a Julio C. Tello, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1985 gracias a la UNESCO. Y “cuna de la peruanidad” como nos lo dice José Antonio, al resaltar sus grandes aportes al Mundo Andino. Siguen, las culturas Huaras y Recuay, entre los 200 a. C a 700 d. C., contemporáneos a los moches, con la ocupación Wari y las evidencias de su presencia en El Castillo en Huarmey, Honkopampa, Wilcawain, como muchos de los vocablos aymaras que nos trajeron. Siguen muchos reinos locales producto del alejamiento Wari, especialmente Los Huaylas y el reino de Conchucos. La presencia Chimú breve pero significativa en nuestras costas es cortada con la ocupación inca entre 1460 y 1470, en los últimos años del gobierno de Pachacútec, afianzada con el establecimiento de los lazos de sangre, del que saldría Paullo, el inca de sangre no cusqueña. Culmina con la valoración de la Cultura Andina, con Áncash al centro del triángulo Paiján, Kotosh, Caral, como cuna de la cultura andina.
La Segunda parte, bajo la denominación de Dependencia, también en 24 páginas, abarca desde 1532 en que los españoles ocupan nuestro territorio hasta tiempos contemporáneos. Se inicia con el establecimiento de los invasores en estas tierras con las encomiendas, la extirpación de idolatrías, el tributo, etc. Destaca que la estancia de los españoles no fue de las más grata pues hubo una serie de rebeliones como respuesta a las formas de explotación impuestas. Le dedica un espacio especial al tema de la Independencia de Áncash, lo que se justifica por la coyuntura del Bicentenario de la Independencia Nacional, resaltando la presencia de personajes como San Martín, Toribio de Luzuriaga y Simón Bolívar en estas tierras y cómo el Congreso Constituyente otorga a Huaraz, en nombre de todos los pueblos del departamento, el título de “La muy generosa ciudad de Huaraz” el 18 de enero de 1823. Los difíciles años de los inicios de la República, con la anarquía reinante en sus primeras décadas. No elude la discusión del tema de cuándo nace el departamento de Áncash. Aborda el tema de la Guerra con Chile y cómo esta afectó a sus pobladores, especialmente campesinos. Un tema que lo conoce muy bien es la Revolución campesina de Atusparia y Ucchcu Pedro de 1885 en sus causas, desarrollo y consecuencias, identificando a los líderes campesinos del siglo XX. Le dedica dos páginas a los personajes significativos del siglo XIX: Toribio de Luzuriaga, María Maguiña, Vivan Paredes, Pedro Pablo Atusparia, Pedro Celestino Cochachín, Ucchcu Pedro y Evaristo Chávez. Los primeros 40 años del siglo XX fueron de bonanza y de difusión de las ideas socialistas con Federico Sal y Rosas, Martín Miranda, entre otros; bonanza que culmina con la carretera Pativilca Huaraz en 1942 y el túnel de Cawish, con sus efectos. Entre 1941 y el 2010 identifica cuatro grandes tragedias: el aluvión de 1941 en Huaraz, el aluvión de Chavín de 1945, el aluvión de Ranrahirca de 1962 y el aluvión de Carhuaz del 2010, los que ameritan desarrollar la cultura de la prevención. Entre 1950 y 1980 Chimbote fue escenario de grandes cambios económicos y sociales que es analizado concreta y brevemente. Para el s. XX considera como sus personajes a Luis Pardo Novoa, Sara Colonia Zambrano, Santiago Antúnez de Mayolo, Pastorita Huaracina, Cayetana Ferrer, Jilguero del Huascarán, Víctor Valenzuela Guardia, Federico Sal y Rosas, Eleazar Guzmán Barrón. Finaliza esta segunda parte con una pregunta-invocación: “Avizoremos nuestra región al 2050, ¿Cómo queremos que sea nuestra tierra de acá a 50 o 100 años? Esta es la tarea urgente de los ancashinos del presente. ¡¡ Jóvenes a la obra!!”.
La Tercera parte del libro está dedicada a la Cultura Ancashina. Por haberse desempeñado alrededor de 10 años como Director de Cultura de Ancash, es uno de los que mejor identifica sus manifestaciones y puede sintetizar su valoración. Divide de varias secciones: Principales tradiciones (el warka ruti, el pitskaki, el huayikaté, la limpia de acequias…los carnavales); las danzas ancashinas enfatizando en las que han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Nación (Pallas de Corongo, Shacshas de Huaraz, Huanquilla, Tinya Palla de Pomabamba, Mozo Danza de Asunción, Duendes, Pallas y Aucas de Llamellín, Blanquillos de Cabana, Negritos de Huayán y Malvas, Paso Huanquilla de Fitzcarrald de Asunción, Pastorcillos de Malvas y Sihuas); la música ancashina (la chuscada, el pasacalle, el chimaichi, la tonada, la danza, el triste; además de la clasificación de los instrumentos: en el conjunto nativo, la banda de música, el conjunto mestizo); la culinaria en Ancash (Platos típicos: picante de cuy, el jaca cashqui, los tamales, la hitka, la pachamanca, la llunca cashqui, el cuchi canca, el jamón huaracino, el picante de cushuru, el tocush; los postres ancashinos: el api de calabaza, el manjar blanco, las humitas y la parpa); la indumentaria ancashina, tanto para el varón como para mujer; la artesanía típica (picapedreros, tejedores, bordadores, herreros, ebanistas, ceramistas, fundidores, sombrereros. Finaliza con el tema de la Identidad Regional, con las fiestas patronales, el quechua y otras expresiones que manifiestan sus rasgos; expresando: “sintámonos orgullosos de ser ancashinos, pues el regionalismo es parte del nacionalismo”.
¿Hay ausencias y limitaciones en el libro? Claro que sí y muchas. Cada lector, cada provinciano las irá identificando. Pero no lo veamos desde el lado negativo, al contrario, como una invitación a su ampliación y a enriquecer la historia de cada de una de nuestras 20 provincias.
En suma, BREVE HISTORIA DE ANCASH, es un texto breve, conciso, necesario con una invitación permanente a seguir investigando por los pormenores y detalles de los hechos y procesos que se abordan o no se incluyen.
Por eso, expresamos nuestra plena coincidencia con el Arql° Steven A. Wegner cuando, en el prólogo del libro finaliza y manifiesta:
El libro debe inspirar a los jóvenes a investigar sus tradiciones y su historia para ayudar a llenar los vacíos, confirmar datos y ampliar y enriquecer el relato del pasado y el presente del departamento/región Áncash. Es un punto de partida, un derrotero inspirador, un croquis de la ruta de exploración de un mundo cultural riquísimo y fascinante.
Los lectores que tomarán contacto con su contenido, estamos seguros que compartirán con nosotros la profunda emoción que sentimos al leer sus páginas y agradecerán al autor por este obsequio.
Huaraz, marzo 20 de 2019
FILOMENO ZUBIETA NÚÑEZ
[email protected]
Generalmente cuando uno lee un libro de las características de esta noche, centra su mirada en tres partes previas antes de leer el contenido en sí. El índice que resume la riqueza del libro, la introducción que dice del sustento teórico que respalda el estudio y las fuentes de información que dan cuenta del conjunto de documentos, libros, artículos y estudios en general que confirman los asertos del autor. Las características, propósitos como del público a quien va dirigido hace que muchas veces se obvien estas o alguna de estas partes como ocurre en este caso. El libro tiene el respaldo de la formación académica, la producción científica y la trayectoria profesional del autor.
José Antonio es uno de los autores de mayor prestigio de nuestro departamento por su solvencia académica, con muchos libros en su haber. Recuerdo su libro 7 ensayos de intraculturalidad ancashina que publicó en el año 2009 con una dedicatoria de tres palabras que dicen mucho de su afecto e identidad: Markallata, mamallata, huarmillata. Se presentó en el Club Ancash, me había pedido sea el comentarista, pero le pedí al Dr. Gustavo Solís Fonseca que lo hiciera y la verdad fue una noche esplendorosa. Ya lo asistentes conocen sus otros libros: Tradición histórica oral ancashina en tres tomos, hoy en un tomo con el título Tradiciones de mi tierra, Ancash; Atusparia y la Revolución Campesina de 1885; Identidad, Proyecto Educativo para Ancash; hasta lo más cercano al libro que esta noche se presenta Historia Regional para Niños. A todo esto, se agrega su tesis doctoral que fue aprobada con honores en San Marcos y que espera su publicación.
Breve Historia de Ancash, como todo libro, tiene un índice. Al inicio de mi intervención resaltaba tres aspectos iniciales para valorar un libro. Uno de ellos es el índice. Para el caso de un libro de historia regional, el esquema cumple la función de una periodificación de la historia, de Ancash en este caso. Tema que siempre está en la mesa de trabajo de los historiadores o los profesores de historia. Una periodificación siempre es una hipótesis de trabajo, sujeta a validación. En los años 60 y 70 del siglo que dejamos se discutió mucho sobre la periodificación de la historia del Perú, válida para la historia local y regional especialmente. Desde la orilla del materialismo histórico se presentaron muchas propuestas, de ellas resaltó el de Pablo Macera D’allorso que dividió la historia del Perú en dos etapas: Autonomía a la parte más antigua desde nuestro poblamiento inicial hasta 1532 y Dependencia, de 1532 a la fecha, cada una de ellas con sus respectivas subfases. José Antonio hace suya esta propuesta y divide a su libro en tres partes: la autonomía, la dependencia y, la tercera, la cultura ancashina.
Lo que más destaca del libro es el tratamiento didáctico de cada uno de los temas, lo que dice mucho del ejercicio docente del autor, más allá de las aulas. La brevedad con que, por la naturaleza del libro, es tratado cada tema se ve favorecida con explicaciones adicionales que van en columnas verticales al costado de cada tema. Así, por ejemplo, inicia la Primera Parte (La Autonomía) con Guitarrero los primeros ancashinos que habitaron nuestras tierras entre los 12,000 y 8,000 a. C., no se queda en brindar las características en que vivieron estos pobladores; en la franja izquierda da cuenta del poblamiento de América y del Perú. En la franja derecha de la otra página, responde a la pregunta que muchos nos hemos planteado y seguramente también nuestros alumnos: “¿Qué significa Guitarrero?”.
En la Primera parte, en 24 páginas, sintetiza toda la historia regional de Ancash desde Guitarrero y sus aportes tecnológicos en horticultura, cestería y textilería, como la domesticación de animales y el sedentarismo. Nos presenta un vistazo a los primeros templos costeños, entre 2000 y 1500 a. C., en La Galgada, Sechín, las Aldas, los Gavilanes y otros hallados en los valles costeños. Centra su mirada en Chavín que, en 1919 -hace 100 años- se incorporó a los estudios científicos gracias a Julio C. Tello, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1985 gracias a la UNESCO. Y “cuna de la peruanidad” como nos lo dice José Antonio, al resaltar sus grandes aportes al Mundo Andino. Siguen, las culturas Huaras y Recuay, entre los 200 a. C a 700 d. C., contemporáneos a los moches, con la ocupación Wari y las evidencias de su presencia en El Castillo en Huarmey, Honkopampa, Wilcawain, como muchos de los vocablos aymaras que nos trajeron. Siguen muchos reinos locales producto del alejamiento Wari, especialmente Los Huaylas y el reino de Conchucos. La presencia Chimú breve pero significativa en nuestras costas es cortada con la ocupación inca entre 1460 y 1470, en los últimos años del gobierno de Pachacútec, afianzada con el establecimiento de los lazos de sangre, del que saldría Paullo, el inca de sangre no cusqueña. Culmina con la valoración de la Cultura Andina, con Áncash al centro del triángulo Paiján, Kotosh, Caral, como cuna de la cultura andina.
La Segunda parte, bajo la denominación de Dependencia, también en 24 páginas, abarca desde 1532 en que los españoles ocupan nuestro territorio hasta tiempos contemporáneos. Se inicia con el establecimiento de los invasores en estas tierras con las encomiendas, la extirpación de idolatrías, el tributo, etc. Destaca que la estancia de los españoles no fue de las más grata pues hubo una serie de rebeliones como respuesta a las formas de explotación impuestas. Le dedica un espacio especial al tema de la Independencia de Áncash, lo que se justifica por la coyuntura del Bicentenario de la Independencia Nacional, resaltando la presencia de personajes como San Martín, Toribio de Luzuriaga y Simón Bolívar en estas tierras y cómo el Congreso Constituyente otorga a Huaraz, en nombre de todos los pueblos del departamento, el título de “La muy generosa ciudad de Huaraz” el 18 de enero de 1823. Los difíciles años de los inicios de la República, con la anarquía reinante en sus primeras décadas. No elude la discusión del tema de cuándo nace el departamento de Áncash. Aborda el tema de la Guerra con Chile y cómo esta afectó a sus pobladores, especialmente campesinos. Un tema que lo conoce muy bien es la Revolución campesina de Atusparia y Ucchcu Pedro de 1885 en sus causas, desarrollo y consecuencias, identificando a los líderes campesinos del siglo XX. Le dedica dos páginas a los personajes significativos del siglo XIX: Toribio de Luzuriaga, María Maguiña, Vivan Paredes, Pedro Pablo Atusparia, Pedro Celestino Cochachín, Ucchcu Pedro y Evaristo Chávez. Los primeros 40 años del siglo XX fueron de bonanza y de difusión de las ideas socialistas con Federico Sal y Rosas, Martín Miranda, entre otros; bonanza que culmina con la carretera Pativilca Huaraz en 1942 y el túnel de Cawish, con sus efectos. Entre 1941 y el 2010 identifica cuatro grandes tragedias: el aluvión de 1941 en Huaraz, el aluvión de Chavín de 1945, el aluvión de Ranrahirca de 1962 y el aluvión de Carhuaz del 2010, los que ameritan desarrollar la cultura de la prevención. Entre 1950 y 1980 Chimbote fue escenario de grandes cambios económicos y sociales que es analizado concreta y brevemente. Para el s. XX considera como sus personajes a Luis Pardo Novoa, Sara Colonia Zambrano, Santiago Antúnez de Mayolo, Pastorita Huaracina, Cayetana Ferrer, Jilguero del Huascarán, Víctor Valenzuela Guardia, Federico Sal y Rosas, Eleazar Guzmán Barrón. Finaliza esta segunda parte con una pregunta-invocación: “Avizoremos nuestra región al 2050, ¿Cómo queremos que sea nuestra tierra de acá a 50 o 100 años? Esta es la tarea urgente de los ancashinos del presente. ¡¡ Jóvenes a la obra!!”.
La Tercera parte del libro está dedicada a la Cultura Ancashina. Por haberse desempeñado alrededor de 10 años como Director de Cultura de Ancash, es uno de los que mejor identifica sus manifestaciones y puede sintetizar su valoración. Divide de varias secciones: Principales tradiciones (el warka ruti, el pitskaki, el huayikaté, la limpia de acequias…los carnavales); las danzas ancashinas enfatizando en las que han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Nación (Pallas de Corongo, Shacshas de Huaraz, Huanquilla, Tinya Palla de Pomabamba, Mozo Danza de Asunción, Duendes, Pallas y Aucas de Llamellín, Blanquillos de Cabana, Negritos de Huayán y Malvas, Paso Huanquilla de Fitzcarrald de Asunción, Pastorcillos de Malvas y Sihuas); la música ancashina (la chuscada, el pasacalle, el chimaichi, la tonada, la danza, el triste; además de la clasificación de los instrumentos: en el conjunto nativo, la banda de música, el conjunto mestizo); la culinaria en Ancash (Platos típicos: picante de cuy, el jaca cashqui, los tamales, la hitka, la pachamanca, la llunca cashqui, el cuchi canca, el jamón huaracino, el picante de cushuru, el tocush; los postres ancashinos: el api de calabaza, el manjar blanco, las humitas y la parpa); la indumentaria ancashina, tanto para el varón como para mujer; la artesanía típica (picapedreros, tejedores, bordadores, herreros, ebanistas, ceramistas, fundidores, sombrereros. Finaliza con el tema de la Identidad Regional, con las fiestas patronales, el quechua y otras expresiones que manifiestan sus rasgos; expresando: “sintámonos orgullosos de ser ancashinos, pues el regionalismo es parte del nacionalismo”.
¿Hay ausencias y limitaciones en el libro? Claro que sí y muchas. Cada lector, cada provinciano las irá identificando. Pero no lo veamos desde el lado negativo, al contrario, como una invitación a su ampliación y a enriquecer la historia de cada de una de nuestras 20 provincias.
En suma, BREVE HISTORIA DE ANCASH, es un texto breve, conciso, necesario con una invitación permanente a seguir investigando por los pormenores y detalles de los hechos y procesos que se abordan o no se incluyen.
Por eso, expresamos nuestra plena coincidencia con el Arql° Steven A. Wegner cuando, en el prólogo del libro finaliza y manifiesta:
El libro debe inspirar a los jóvenes a investigar sus tradiciones y su historia para ayudar a llenar los vacíos, confirmar datos y ampliar y enriquecer el relato del pasado y el presente del departamento/región Áncash. Es un punto de partida, un derrotero inspirador, un croquis de la ruta de exploración de un mundo cultural riquísimo y fascinante.
Los lectores que tomarán contacto con su contenido, estamos seguros que compartirán con nosotros la profunda emoción que sentimos al leer sus páginas y agradecerán al autor por este obsequio.
Huaraz, marzo 20 de 2019
FILOMENO ZUBIETA NÚÑEZ
[email protected]