armando zarazú aldave
A PROPOSITO DEL DÍA DEL MAESTRO
Durante mi niñez, debido a que mi madre era maestra rural, tuve la suerte de pasar mi infancia en varias poblaciones pequeñas de las provincias de Aija y Bolognesi y ver entusiasmado como cada 6 de julio se celebraba el Día del Maestro. Los estudiantes declamaban poemas, cantaban y bailaban en honor a su maestra mientras que los padres preparaban el almuerzo como complemento perfecto de tan amena y generosa muestra de afecto a la maestra. Demás está decir que el afecto y cariño que estas acciones causaban en el espíritu de mi madre eran el mejor aliciente para que siga trabajando sin descanso en esas alejadas poblaciones, en donde el maestro o maestra no solo era educador, sino que muchas veces era la persona a quien recurrían para buscar consejo para solucionar cuanto problema doméstico hubiera en los hogares de esas humildes gentes.
Lamentablemente, existe la percepción generalizada que la docencia es una actividad que la puede desarrollar cualquiera. Olvidando que ese “cualquiera”, aparte de la preparación requerida, debe tener vocación de servicio y sobre todo, saber entender a cada uno de sus estudiantes a fin de lograr lo mejor de cada uno de ellos.
Lamentablemente, existe la percepción generalizada que la docencia es una actividad que la puede desarrollar cualquiera. Olvidando que ese “cualquiera”, aparte de la preparación requerida, debe tener vocación de servicio y sobre todo, saber entender a cada uno de sus estudiantes a fin de lograr lo mejor de cada uno de ellos.
Hace algunos meses, leyendo El economista, revista internacional de reconocido prestigio, encontré un artículo sobre educación en el cual se sostiene que “el maestro se hace, no nace”. La fundamentación de dicha teoría es que en la actualidad los centros de preparación para maestros, así como las nuevas teorías pedagógicas, aunadas a la modernísima tecnología, son capaces de convertir en maestro a cualquier títere con cabeza que se decida a serlo y estudiar la carrera por supuesto. Personalmente estoy en desacuerdo con esa hipótesis debido a que no basta poseer los mejores conocimientos de las teorías pedagógicas más avanzadas, que si bien es cierto son necesarias, pero no suficientes si el aspirante a educador no tiene ese carácter especial e inspirador que debe poseer todo maestro.
La educación es la base de toda sociedad, y el maestro parte inherente de esta, de allí que en todas las culturas el educador sea reconocido por la labor que desarrolla. Por lo expuesto, es bueno mencionar que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO por sus siglas en inglés, ha declarado el 5 de octubre como el DÍA MUNDIAL DEL DOCENTE. En la actualidad, un número cercano a los cien países han aceptado esa fecha para homenajear al maestro. En los Estados Unidos, donde desarrollo mi labor docente, se dedica la primera semana de mayo a reconocer la labor del educador; se le conoce como Semana de Apreciación al Maestro, así como en el Perú se celebra el 6 de julio de cada año el Día del Maestro.
La razón para ese reconocimiento es simple, el efecto positivo, inspirador y la influencia que un maestro puede tener en sus estudiantes es inmenso y decisivo para la formación del estudiante y su posterior inclusión en la dura realidad de la vida. De allí que es reconfortante para un maestro saberse reconocido por aquellos a quienes ayudó a formar y lo visitan cuando pueden para hacerle saber cuánto aprecian sus enseñanzas y hacerle saber que no lo olvidan ¡Es el mejor regalo que un maestro puede tener!
Nota.- la fotografía de la parte superior es con mis estudiantes de español V UConn, avanzado de Torrington High School. Entre las 2 fotografías del medio hay cuatro años de diferencia.
Armando Zarazú Aldave
[email protected]
La educación es la base de toda sociedad, y el maestro parte inherente de esta, de allí que en todas las culturas el educador sea reconocido por la labor que desarrolla. Por lo expuesto, es bueno mencionar que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO por sus siglas en inglés, ha declarado el 5 de octubre como el DÍA MUNDIAL DEL DOCENTE. En la actualidad, un número cercano a los cien países han aceptado esa fecha para homenajear al maestro. En los Estados Unidos, donde desarrollo mi labor docente, se dedica la primera semana de mayo a reconocer la labor del educador; se le conoce como Semana de Apreciación al Maestro, así como en el Perú se celebra el 6 de julio de cada año el Día del Maestro.
La razón para ese reconocimiento es simple, el efecto positivo, inspirador y la influencia que un maestro puede tener en sus estudiantes es inmenso y decisivo para la formación del estudiante y su posterior inclusión en la dura realidad de la vida. De allí que es reconfortante para un maestro saberse reconocido por aquellos a quienes ayudó a formar y lo visitan cuando pueden para hacerle saber cuánto aprecian sus enseñanzas y hacerle saber que no lo olvidan ¡Es el mejor regalo que un maestro puede tener!
Nota.- la fotografía de la parte superior es con mis estudiantes de español V UConn, avanzado de Torrington High School. Entre las 2 fotografías del medio hay cuatro años de diferencia.
Armando Zarazú Aldave
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