FILOMENO ZUBIETA NÚÑEZ
ALBERTO CARRILLO RAMÍREZ
Alberto Juan Carrillo Ramírez es, junto a Eugenio Garro, el mayor escritor y representante de las letras chiquianas y bolognesinas. Nació el 24 de noviembre de 1908. Como ocurre siempre, sus paisanos le estamos mostrando ingratitud, la fecha pasó inadvertida. Estas líneas pretenden sumarse a las escasas voces de recuerdo y gratitud.
Él nació en Chiquián, cuando la Villa Incontrastable tenía cinco años como capital de provincia y pocas semanas con el título de Ciudad. El amor a los suyos lo hizo extensivo a su terruño. Sus mejores esfuerzos intelectuales estuvieron dirigidos a resaltar lo suyo, lo chiquiano, lo bolognesino. Fueron sus padres don Dámaso Concepción Carrillo Aldave, natural de Chiquián, y doña Josefina Dolores Ramírez Balarezo, nacida en Recuay. Ambos habían contraído nupcias el 4 de setiembre de 1895. Sus primeros años, desde los 16 meses, los pasó junto a su abuela materna –doña María Balarezo- en Huasta y, a los 3 años, se trasladaron a Aquia donde permanecieron hasta 1913. Fue el noveno de diez hermanos: Emiliana, Artemio, Isabel, Eloísa, Teodomiro, Iraida, Juan Tobías y Carmelino. En su hogar siempre reinó la unidad y el amor. Realizó sus primeros estudios en la tierra natal.
Cuando apenas tenía 11 años, el 18 de enero de 1920, perdió a su madre que murió víctima de cáncer uterino. Su muerte coincidió el aprendizaje del dominio del violín por parte de Alberto. Poco después, en la mañana del 10 de junio de 1923, su padre murió en la Plaza de Armas de Chiquián en un confuso incidente con don Artidoro Márquez, quien de un disparo le perforó el pulmón izquierdo con fatales consecuencias. En julio de ese año, con sólo quince años, viaja a Huacho donde permanece cerca de dos años.
Fue un aprovechado estudiante del Colegio Nacional La Libertad de Huaraz, donde realizó sus estudios secundarios entre 1925 y 1930, con una breve interrupción en 1929 por su desempeño interino como Director de la Escuela Elemental de Varones de Chiquián. Siendo estudiante funda la institución cultural “Centro Democrático” de la que fue su presidente entre los años 1928 y 1939. En este lapso, igualmente, funda y dirige el periódico “Bolognesi”, uno de los primeros medios de comunicación de la provincia de Bolognesi. En 1932 decide establecerse en Huaraz, dedicándose al comercio. Llevado por sus inquietudes políticas ingresa al Partido Comunista del Perú, Departamental Ancash, y es elegido su Secretario General por el bienio octubre 1932-octubre 1934. En este último año sufre las consecuencias de la persecución y es tomado prisionero; sin embargo, en base al escarbado con un palillo, logra remover un adobe y luego abrir un forado escapa, viviendo a salto de mata por un tiempo.
En 1935 se traslada a Lima y consigue una plaza como maestro auxiliar del Centro Escolar de Varones Nº 581 de Ica, trasladando su domicilio a esta ciudad. En este centro educativo conoció a la maestra Rosa Elena Campos Gallo con quien contrajo matrimonio el 28 de diciembre de 1940. En junio de 1941 decide abandonar el magisterio y con lo poco que ahorra y contando con el apoyo familiar se traslada a la ciudad de Arequipa a seguir dedicándose nuevamente al comercio. Al poco tiempo apertura una librería en la calle Puente Bolognesi de la Blanca Ciudad. En esta ciudad decide seguir estudios en la Facultad de Geología de la Universidad Nacional San Agustín. Desde sus años de estudiante universitario y joven librero da rienda suelta a sus dotes de investigador y escritor. En la revista universitaria publica pequeños estudios de corte geográfico.
En Arequipa nacen sus cuatro hijos: Rosa Josefina, Silvia Beatriz, Julia Eliana y Alcides Alberto. Estando en Arequipa, gracias a sus dotes de estudioso y escritor es incorporado como Miembro de Número de la Sociedad Geográfica de Lima y, es en el Boletín de este cuerpo académico que publica sus estudios sobre su tierra natal, como es el caso del Ensayo Monográfico de la Provincia de Bolognesi en 1950. Con este título publica luego tres pequeños volúmenes en 1953 como contribución a los festejos del Cincuentenario de la Provincia de Bolognesi. Años después editó un cuarto volumen, en 1972 fueron reeditados. Este es el primer estudio sobre geografía, historia, economía y las diversas expresiones de la cultura bolognesinas. Estudio pionero que tardó mucho en ser continuado por otros.
Trasladado a Lima en 1954, fija su domicilio familiar definitivo aquí. Trabaja como vendedor en una empresa y se dedica a la docencia particular. Al poco tiempo se desempeña como trabajador administrativo en el Seguro Social del Empleado e ingresa al recién inaugurado Hospital del Empleado “Edgardo Rebagliati Martins”, donde se jubila en 1978. Ya en Lima se entrega con pasión a la investigación y redacción del que será su esfuerzo mayor. Visita cotidianamente la Biblioteca Nacional y otros repositorios bibliográficos, hemerográficos y documentales. Recoge testimonios de familiares, chiquianos y ancashinos mayores, viaja muchas veces a Chiquián. Con cerca de 60 años a cuestas parece un adolescente enamorado, enamorado de su personaje y su tierra.
En efecto, gracias a él se tiene el estudio más serio sobre el bandolero social, Luis Pardo Novoa, publicado en 1967 con el título de LUIS PARDO “El Gran Bandido”, vida y hechos del famoso bandolero chiquiano que acaparó la atención pública durante varios años (Imprenta-Editorial Asencios, 253 Págs.); una segunda edición, corregida y aumentada, se publicó en 1976 y; en 1987, la tercera y definitiva edición. A manera de justificación en el primer párrafo de su Introducción, leemos: “Al llevar a cabo nuestro plan de escribir la biografía del bandolero chiquiano Luis Pardo, que ha dado y aún sigue dando tanto que hablar a entendidos y profanos, nos hubimos de encontrar con que la vida de este personaje se hallaba tan íntimamente unida a las diversas manifestaciones del vivir cotidiano de los lugares que frecuentó o en donde pasó la mayor parte de sus días, muy especialmente de su pueblo natal, a tal punto que, para formarse una idea clara de sus hechos y de su personalidad, se hacía imprescindible describir los escenarios y el medio social de aquel entonces, no en su forma estática e inerte, como quien hace una autopsia, sino en plena acción, en su actuar consuetudinario y auténtico. Por esa razón, aunque parezca superabundante o fuera de lugar, encontrará el lector, dentro de este trabajo, mucho del folklore regional, y esto (lo creemos sinceramente) le dará más vida e interés al relato, aparte de que constituirá un cuadro ilustrativo para aquellos que no han gustado el vivir serrano y, sobre todo, chiquiano. Así pues, esperamos que el lector no nos tildará de difusos o cosas por el estilo; porque mal haríamos en concretarnos a un relato biográfico, sabiendo que con ello no aportamos gran cosa al enriquecimiento de nuestro acervo cultural.” (Págs. I). Por su importancia y trascendencia se impone una nueva reedición y promoción de la obra así como un reconocimiento especial a su autor (como la denominación al XVII Encuentro de Escritores Ancashinos a desarrollada en Chiquián, los días 4, 5 y 6 de enero del 2009, con motivo del Centenario de la Muerte de Luis Pardo). Todas las publicaciones posteriores -históricas, interpretativas o literarias- necesariamente se inspiraron en las páginas de este libro.
En 1982 publicó POEMAS CAVERNARIOS, no recomendable para académicos y cucufatos (Imprenta Codex). Que, según Manuel Reina Loli, “Es un conjunto de prosas poéticas escritas en una forma caprichosa parecida a la vanguardista por la eliminación de las mayúsculas y la disposición de los versos. Su poesía es de protesta, sus descripciones del paisaje serrano lo convierten en poeta nativista o cholista”. En 1986 publica Dos Próceres Ancashinos de la Emancipación (Editorial Asencios) donde resalta el papel de los hijos ancashinos, y chiquianos en particular, en el proceso de la independencia nacional, como lo fueron Cayetano Requena (nacido en Cochas) y Manuel Jesús González Grilleros (natural de Chiquián). A él se le debe, también, la letra y música del Himno a la Provincia de Bolognesi que, en cuatro estrofas de cuatro versos cada una, resalta lo mejor de nuestra tierra y hace el llamamiento a sus hijos por forjar su grandeza y prosperidad.
Hombre multifacético era un dechado de virtudes en las artes musicales; tocaba el piano, la guitarra, la mandolina, quena, clarinete y violín y le encantaba cantar el huayno, el vals, el bolero y los yaravíes. Compuso, por ejemplo, No me dejes, en ritmo de yaraví, composición que dedicó al grupo folklórico “Atusparia” y que ganó un premio en un concurso local. Fue publicado posteriormente en Lima por la Editorial Maldonado. Gustaba también de la música clásica, compositores como Beethoven, Mozart y Chopin estaban entre sus predilectos.
Fue institucionalista y como tal contribuyó al florecimiento de instituciones como el Centro Unión Hijos de la Provincia de Bolognesi del que fue su Secretario de Biblioteca entre 1956 y 1957. Estuvo en el Club Chiquián desde su fundación donde ocupó el cargo de Secretario de Prensa y Propaganda en 1966 y 1967. En 1975 fue designado Jefe de Redacción de la revista Chiquián, dirigida por la maestra María Anatolia Aldave. En el número inaugural publicó su artículo “Atractivos turísticos de la Provincia de Bolognesi”. Entre 1980 y 1981 dirigió La Voz del Yerupajá, “Periódico bimensual regionalista, cultural, informativo y literario de la Provincia de Bolognesi”. En su edición Nº 2 incluyó su artículo “¿Qué es el esperanto?”.
Fue uno de los pocos peruanos expertos en el idioma auxiliar internacional, el esperanto, que aprendió en Arequipa en la década del 40 por correspondencia. Fundó instituciones dedicadas a la práctica de este idioma. En 1954 en Lima, con don Ulpiano Villanueva, funda el Círculo Peruano de Esperanto o Perua Esperanto Societo, asumiendo la presidencia. En 1959 el Círculo se transforma en Asociación con el nombre de Perua Esperanto Rondo, que lo elige su presidente. Daba lecciones de esperanto en su casa, en el Club Deportivo YMCA, como el canal televisivo de la Universidad de Lima. A tono con sus aficiones e ideología dedicó parte de su esfuerzo a estudios de disímil temática, libros que no logró publicar y que se quedaron en el simple anuncio: La Teoría de las Sub-potencias y otros ensayos matemáticos; Aprenda Esperanto sin maestro (método práctico de aprendizaje); El Anarquismo, Futuro Sistema Social; La Hecatombe del Siglo o la Tribulación al Desnudo.
Estuvo preparando, además, tres libros sobre su tierra natal: Las Montoneras de Chiquián; Dámaso Carrillo: Un Héroe Civil Chiquiano y, Ensayo monográfico de la Provincia de Bolognesi: V libro, que no lograron editarse por limitaciones económicas y porque la muerte le sobrevino el 25 de agosto de l992 a poco de cumplir 84 años de edad. No hay que olvidar que en todo momento, el mayor y mejor homenaje que puede tributarse a escritores de la talla de Alberto Carrillo Ramírez es divulgar, leer y valorar sus trabajos, lo que amerita la reedición –por ejemplo- de sus estudios sobre lo nuestro, especialmente “Luis Pardo, el Gran Bandido” y “Ensayo Monográfico de la Provincia de Bolognesi” (5 volúmenes). Ojalá nuestras autoridades se hagan eco de este llamado. Además, a las nuevas generaciones nos deja un reto: continuar y emular su esfuerzo. Ojalá aparezcan otros como él que, con dedicación y cariño, estudien, valoren y promocionen lo nuestro.
¡¡Gloria eterna a Alberto Carrillo Ramírez!!