armando zarazú aldave
NO A LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

El 25 de noviembre se celebra El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. Es una celebración cuyos alcances debemos de analizar con detenimiento y sobre todo con el conocimiento claro y preciso que todos los seres humanos somos iguales, sin distinción de género ni preferencias de estilos de vida.
Vivimos en una época en la cual, gracias a la globalización informática que nos proporciona la cibernética, léase internet y comunicación satelital, podemos enterarnos lo que sucede en los confines más remotos del mundo y de esa forma saber, con claridad meridiana, las condiciones en las cuales vive, sobrevive sería la palabra más adecuada, la mujer. Somos testigos como en los últimos años han surgido movimientos buscando, no solo la igualdad de género, sino, más importante, que cese la violencia, bajo diversas formas, que ella padece.
La violencia contra la mujer es la forma más extrema de discriminación que existe. Los datos estadísticos son crudos y reales, en un estudio hecho en 87 países, dentro de los cuales se hallaba el Perú, se encontró que, entre los años 2005 al 2016, el 19% de mujeres entre 15 y 49 años dijeron haber experimentado violencia física o sexual por parte de su pareja en los 12 meses previos a la encuesta. Esta violencia a menudo puede dar como resultado la muerte según lo informado por las estadísticas de 2012. Durante ese año, casi la mitad de las mujeres en todo el mundo que fueron víctimas de homicidio intencional, fueron asesinadas por un compañero íntimo o un familiar. Por otro lado, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, el 35 por ciento de las mujeres en el mundo han experimentado abuso físico y sexual, 700 millones de mujeres fueron casadas siendo niñas y más del 133 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital.
La investigación muestra que las altas tasas de violencia contra la mujer se relacionan o tienen su origen en conflictos domésticos; si añadimos a ello el machismo que todavía existe en muchos hombres por la supuesta “superioridad” que creen o piensan tener, encontraremos una de las causas principales de la violencia contra la mujer. Por lo tanto, la promoción de la igualdad de género puede ayudar a prevenir estos brotes de violencia doméstica que tanto daño hacen a la sociedad. A pesar de la publicación de los resultados de las investigaciones sobre el tema, las acciones para la inclusión, el liderazgo y la protección de las mujeres siguen siendo inadecuadas. En algunas áreas, incluso ha habido una disminución en el progreso logrado. Aun así, el mundo se esfuerza por crear conciencia sobre los efectos negativos de la violencia doméstica, con diversas formas de actividades para despertarla, como la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer promovido por la Asamblea General de la ONU, que se celebra el 25 de noviembre.
El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer no es un solo día, es el comienzo de poco más de dos semanas de diferentes actividades para despertar conciencia contra la violencia de género que terminan el 10 de diciembre, fecha en que se celebra el Día de los Derechos Humanos. La proximidad de las dos fechas permite hacer notar la relación que existe entre la violencia contra la mujer con los derechos humanos. De acuerdo a Lakshmi Puri, Subsecretaria General de la ONU y Directora Ejecutiva Adjunta de la ONU Mujeres “La violencia contra la mujer es una de las violaciones más toleradas de los derechos humanos. Es inaceptable”.
El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer se comenzó a celebrar oficialmente en 1999, para conmemorar a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes fueron cruelmente asesinadas en esa fecha en 1960 por oponerse al régimen dictatorial de Rafael Trujillo. Las tres hermanas eran parte un grupo que estaba en contra de la dictadora instaurada por Trujillo en República Dominicana, denominado Movimiento 14 de junio en recuerdo de una masacre de opositores ordenada por el dictador dominicano en esa fecha. Las hermanas Mirabal se llamaban así mismas “Las Mariposas” y protestaban abiertamente contra el régimen de Trujillo y este, en represalia mandó a sus esbirros a que las asesinaran, de la manera más vil y cruel, a palos en un cañaveral.
Hagamos votos para que cese la violencia en contra de la mujer, recordemos que ella es madre, hermana, amiga y compañera del hombre. Es parte activa de la sociedad en la que vivimos, de allí que es imperativo que todos tomemos conciencia del peligro de ese cáncer que se llama violencia de género.
Armando Zarazú
[email protected]
Vivimos en una época en la cual, gracias a la globalización informática que nos proporciona la cibernética, léase internet y comunicación satelital, podemos enterarnos lo que sucede en los confines más remotos del mundo y de esa forma saber, con claridad meridiana, las condiciones en las cuales vive, sobrevive sería la palabra más adecuada, la mujer. Somos testigos como en los últimos años han surgido movimientos buscando, no solo la igualdad de género, sino, más importante, que cese la violencia, bajo diversas formas, que ella padece.
La violencia contra la mujer es la forma más extrema de discriminación que existe. Los datos estadísticos son crudos y reales, en un estudio hecho en 87 países, dentro de los cuales se hallaba el Perú, se encontró que, entre los años 2005 al 2016, el 19% de mujeres entre 15 y 49 años dijeron haber experimentado violencia física o sexual por parte de su pareja en los 12 meses previos a la encuesta. Esta violencia a menudo puede dar como resultado la muerte según lo informado por las estadísticas de 2012. Durante ese año, casi la mitad de las mujeres en todo el mundo que fueron víctimas de homicidio intencional, fueron asesinadas por un compañero íntimo o un familiar. Por otro lado, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, el 35 por ciento de las mujeres en el mundo han experimentado abuso físico y sexual, 700 millones de mujeres fueron casadas siendo niñas y más del 133 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital.
La investigación muestra que las altas tasas de violencia contra la mujer se relacionan o tienen su origen en conflictos domésticos; si añadimos a ello el machismo que todavía existe en muchos hombres por la supuesta “superioridad” que creen o piensan tener, encontraremos una de las causas principales de la violencia contra la mujer. Por lo tanto, la promoción de la igualdad de género puede ayudar a prevenir estos brotes de violencia doméstica que tanto daño hacen a la sociedad. A pesar de la publicación de los resultados de las investigaciones sobre el tema, las acciones para la inclusión, el liderazgo y la protección de las mujeres siguen siendo inadecuadas. En algunas áreas, incluso ha habido una disminución en el progreso logrado. Aun así, el mundo se esfuerza por crear conciencia sobre los efectos negativos de la violencia doméstica, con diversas formas de actividades para despertarla, como la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer promovido por la Asamblea General de la ONU, que se celebra el 25 de noviembre.
El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer no es un solo día, es el comienzo de poco más de dos semanas de diferentes actividades para despertar conciencia contra la violencia de género que terminan el 10 de diciembre, fecha en que se celebra el Día de los Derechos Humanos. La proximidad de las dos fechas permite hacer notar la relación que existe entre la violencia contra la mujer con los derechos humanos. De acuerdo a Lakshmi Puri, Subsecretaria General de la ONU y Directora Ejecutiva Adjunta de la ONU Mujeres “La violencia contra la mujer es una de las violaciones más toleradas de los derechos humanos. Es inaceptable”.
El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer se comenzó a celebrar oficialmente en 1999, para conmemorar a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes fueron cruelmente asesinadas en esa fecha en 1960 por oponerse al régimen dictatorial de Rafael Trujillo. Las tres hermanas eran parte un grupo que estaba en contra de la dictadora instaurada por Trujillo en República Dominicana, denominado Movimiento 14 de junio en recuerdo de una masacre de opositores ordenada por el dictador dominicano en esa fecha. Las hermanas Mirabal se llamaban así mismas “Las Mariposas” y protestaban abiertamente contra el régimen de Trujillo y este, en represalia mandó a sus esbirros a que las asesinaran, de la manera más vil y cruel, a palos en un cañaveral.
Hagamos votos para que cese la violencia en contra de la mujer, recordemos que ella es madre, hermana, amiga y compañera del hombre. Es parte activa de la sociedad en la que vivimos, de allí que es imperativo que todos tomemos conciencia del peligro de ese cáncer que se llama violencia de género.
Armando Zarazú
[email protected]
Nota de redacción.- Debido a la importancia del Día Internacional para la eliminación de la Violencia Contra la Mujer, nuestra revista se ha permitido tomar, del Facebook de la municipalidad de Chiquián, las fotografías de la marcha que con ese motivo se ha realizado en nuestra tierra, con la participación de autoridades y estudiantes.