omar llanos espinoza
RESTOS ARQUEOLÓGICOS DE SHEGLLA ALTA Y PAGLAGALÁN
El distrito de Huallanca (Bolognesi-Ancash), posee una serie de restos arqueológicos de la etapa pre-inca, dispersos en diferentes puntos de la jurisdicción; muchos de ellos ubicados en zonas altas, como: Sheglla Alta, San Cristobal, Sagrapetaca, Shipán, Contadera, Chontapunta, Sumagpampa, Airas, Pueblo Viejo (Andachupa y Huancayog), etc.
A invitación de Alfredo Rojas Albino, docente de la I.E. “Raúl Córdova Alvarado” de Huallanca, tuvimos la ocasión de conocer la zona de Sheglla Alta (nacientes del riachuelo del mismo nombre), donde encontramos una serie de vestigios de construcciones a base de piedras, y en la zona de Paglagalán (parte alta de la quebrada de Mullacarragra), apreciamos en la paredes de las rocas las pinturas rupestres grabados por los hombres primitivos.
RUMBO A SHEGLLA ALTA
El 07 de enero del 2011, muy temprano, partimos de Huallanca con destino a la zona arqueológica de Sheglla Alta, ubicada al lado Este de la ciudad. Por el camino de herradura, pasamos Shillirrumi y Mullacarragra, cruzar el riachuelo. Ahora a subir por el cerro “cuesta arriba (no hay camino), entre ichus y riscos, llegamos a la primera cresta del cerro (3,900 m.s.n.m), entre dos pendientes, allí están los restos arqueológicos de la época pre-inca, de construcciones a base de piedras: viviendas circulares, corrales, murallas, torreón o mirador; fue un pequeño pueblo de los primeros hombres, lugar inaccesible pero seguro frente a otros grupos humanos de esa época.
Desde allí también observamos el amplio panorama de la ciudad de Huallanca y los cerros circundantes: Yarowilca, San Cristobal, Ñatinmircapa, Sagrapetaca y Llaguerpata.
Seguimos ascendiendo por una de las nacientes del riachuelo de Sheglla, entre charcos, manantiales y roquedales, encontramos muestras de cateos que realizaron en las rocas por los buscadores de minas. Cuesta arriba, encontramos una pequeña laguna (4000 m.n.s.m), y al frente hay un cerro elevado donde hay vestigios, con varias construcciones primitivas, especie de vigías o miradores.
En nuestro afán se seguir conociendo nos dirigimos por el sector de Intipunco (4200 m.s.n.m) cruzamos el camino que conduce a Shiulla-Lachoj, encontramos una hondonada con varios huecos grandes; suponen que allí cayeron aerolitos que son trozos de cometas desintegrados, y muchos de ellos se precipitaron a la tierra en forma de bólidos.
CORDILLERA HUALLANCA
En busca de más vestigios nos dirigimos a la otra quebrada, a las nacientes del riachuelo de Mullacarragra, apreciamos a lo lejos la cadena de montañas de la Cordillera Huallanca y sus nevados: Chaupijanca, El Burro, Matash, Cuernunpunta y Chuspi; al fondo de la quebrada está la ciudad de Huallanca con sus ríos Ishpaj y Torres que dan origen al Vizcarra para luego desembocar al caudaloso Marañón. Entre las estribaciones de los cerros, ríos y lagunas están los ganaderos, agricultores y mineros, los que promueven la actividad económica del pueblo.
PAGLAGALAN Y EL ARTE RUPESTRE
Al caer la tarde ya estamos en Paglagalán (4,500 m.s.n.m), encontramos varias rocas planas donde hay pinturas rupestres, con diversas representaciones: siluetas de personas, animales (auquénidos), plantas, la mano, cuadrículas con rectas y puntos; todos de color rojo ocre. Estas muestras se encuentran en buen estado de conservación y de fácil acceso.
Las pinturas rupestres tienen una antigüedad aproximada de 10,000 a 20,000 años, son manifestaciones de los hombres primitivos, una forma de expresión y comunicación e información de su realidad social, la constante relación con los animales y la naturaleza.
RETORNO TRIUNFAL
Luego de tanto trajinar por caminos de herradura retornamos a Huallanca, en bajada, por la quebrada de Pikimachay, bordeando el riachuelo de Mullacarragra, llegamos a Shillirumi y al Puquio (Barrio Lima), y nuevamente en la ciudad. Fueron 12 horas de caminata, de sacrificio, pero de alegría y satisfacción por el reencuentro con la naturaleza, y lo más interesante, de encontrar los vestigios de los primeros pobladores de Huallanca, de las raíces de su cultura. Un incentivo más para que las nuevas generaciones no se queden en la ciudad; el verdadero Huallanca está en las punas, estancias, chacras y asientos mineros; sus primeros hombres poblaron las zonas altas. La tarea de hoy es rescatar ese periodo inicial de la historia del pueblo; comprendiendo el pasado podemos ubicarnos mejor en el presente y proyectarnos hacia el futuro.
CONSERVAR EL PATRIMONIO ARQUELOGICO
Los vestigios de Sheglla Alta y las muestras del arte rupestre en Paglagalán, y de otras zonas arqueológicas que existen en la jurisdicción, son parte del patrimonio cultural y arqueológico del distrito de Huallanca que, merecen la atención de parte de las instituciones responsables, como: Municipalidad de Huallanca, Municipalidad Provincial de Bolognesi, Gobierno Regional de Ancash, Ministerio de Comercio y Turismo, Ministerio de Cultura (Casa de la Cultura de Huallanca) y el apoyo de las empresas privadas; todos a una, podrían hacer posible su conservación, investigación y difusión.
Omar Llanos Espinoza
[email protected]
A invitación de Alfredo Rojas Albino, docente de la I.E. “Raúl Córdova Alvarado” de Huallanca, tuvimos la ocasión de conocer la zona de Sheglla Alta (nacientes del riachuelo del mismo nombre), donde encontramos una serie de vestigios de construcciones a base de piedras, y en la zona de Paglagalán (parte alta de la quebrada de Mullacarragra), apreciamos en la paredes de las rocas las pinturas rupestres grabados por los hombres primitivos.
RUMBO A SHEGLLA ALTA
El 07 de enero del 2011, muy temprano, partimos de Huallanca con destino a la zona arqueológica de Sheglla Alta, ubicada al lado Este de la ciudad. Por el camino de herradura, pasamos Shillirrumi y Mullacarragra, cruzar el riachuelo. Ahora a subir por el cerro “cuesta arriba (no hay camino), entre ichus y riscos, llegamos a la primera cresta del cerro (3,900 m.s.n.m), entre dos pendientes, allí están los restos arqueológicos de la época pre-inca, de construcciones a base de piedras: viviendas circulares, corrales, murallas, torreón o mirador; fue un pequeño pueblo de los primeros hombres, lugar inaccesible pero seguro frente a otros grupos humanos de esa época.
Desde allí también observamos el amplio panorama de la ciudad de Huallanca y los cerros circundantes: Yarowilca, San Cristobal, Ñatinmircapa, Sagrapetaca y Llaguerpata.
Seguimos ascendiendo por una de las nacientes del riachuelo de Sheglla, entre charcos, manantiales y roquedales, encontramos muestras de cateos que realizaron en las rocas por los buscadores de minas. Cuesta arriba, encontramos una pequeña laguna (4000 m.n.s.m), y al frente hay un cerro elevado donde hay vestigios, con varias construcciones primitivas, especie de vigías o miradores.
En nuestro afán se seguir conociendo nos dirigimos por el sector de Intipunco (4200 m.s.n.m) cruzamos el camino que conduce a Shiulla-Lachoj, encontramos una hondonada con varios huecos grandes; suponen que allí cayeron aerolitos que son trozos de cometas desintegrados, y muchos de ellos se precipitaron a la tierra en forma de bólidos.
CORDILLERA HUALLANCA
En busca de más vestigios nos dirigimos a la otra quebrada, a las nacientes del riachuelo de Mullacarragra, apreciamos a lo lejos la cadena de montañas de la Cordillera Huallanca y sus nevados: Chaupijanca, El Burro, Matash, Cuernunpunta y Chuspi; al fondo de la quebrada está la ciudad de Huallanca con sus ríos Ishpaj y Torres que dan origen al Vizcarra para luego desembocar al caudaloso Marañón. Entre las estribaciones de los cerros, ríos y lagunas están los ganaderos, agricultores y mineros, los que promueven la actividad económica del pueblo.
PAGLAGALAN Y EL ARTE RUPESTRE
Al caer la tarde ya estamos en Paglagalán (4,500 m.s.n.m), encontramos varias rocas planas donde hay pinturas rupestres, con diversas representaciones: siluetas de personas, animales (auquénidos), plantas, la mano, cuadrículas con rectas y puntos; todos de color rojo ocre. Estas muestras se encuentran en buen estado de conservación y de fácil acceso.
Las pinturas rupestres tienen una antigüedad aproximada de 10,000 a 20,000 años, son manifestaciones de los hombres primitivos, una forma de expresión y comunicación e información de su realidad social, la constante relación con los animales y la naturaleza.
RETORNO TRIUNFAL
Luego de tanto trajinar por caminos de herradura retornamos a Huallanca, en bajada, por la quebrada de Pikimachay, bordeando el riachuelo de Mullacarragra, llegamos a Shillirumi y al Puquio (Barrio Lima), y nuevamente en la ciudad. Fueron 12 horas de caminata, de sacrificio, pero de alegría y satisfacción por el reencuentro con la naturaleza, y lo más interesante, de encontrar los vestigios de los primeros pobladores de Huallanca, de las raíces de su cultura. Un incentivo más para que las nuevas generaciones no se queden en la ciudad; el verdadero Huallanca está en las punas, estancias, chacras y asientos mineros; sus primeros hombres poblaron las zonas altas. La tarea de hoy es rescatar ese periodo inicial de la historia del pueblo; comprendiendo el pasado podemos ubicarnos mejor en el presente y proyectarnos hacia el futuro.
CONSERVAR EL PATRIMONIO ARQUELOGICO
Los vestigios de Sheglla Alta y las muestras del arte rupestre en Paglagalán, y de otras zonas arqueológicas que existen en la jurisdicción, son parte del patrimonio cultural y arqueológico del distrito de Huallanca que, merecen la atención de parte de las instituciones responsables, como: Municipalidad de Huallanca, Municipalidad Provincial de Bolognesi, Gobierno Regional de Ancash, Ministerio de Comercio y Turismo, Ministerio de Cultura (Casa de la Cultura de Huallanca) y el apoyo de las empresas privadas; todos a una, podrían hacer posible su conservación, investigación y difusión.
Omar Llanos Espinoza
[email protected]