ricardo santos albornoz
ESPERO CURARME DE TI
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral. Me receto tiempo, abstinencia y soledad. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos seres que no se dicen nada. Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero tiempo para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón. |
LA TROVA DE MI VERSO
Los versos de mi poesía Suelen cantar de alegría, Es que saben que escribo Al amor incomparable de un día. A ese amor que nació Allá a lo lejos, en mi pueblo, En una calle, en un atardecer, Acompañado de un crepúsculo. A ese amor que vi nacer Allá donde renace el sol, Donde se oculta el zorzal Tras los eucaliptos al atardecer. A ese sublime amor que vi crecer Entre el maizal y el trigal Con la brisa y el manantial Entre el rocío y el amanecer. A ese amor que se eterniza Entre las caricias de viento Y se eleva en mi pensamiento Para descender en pasión. Mientras el quinual lozano Entibie sus hojas Quiero contarle al mundo, Mi alegría y mi tristeza. |