¡HO MY GOD, MI LAWYER ES RUCUÑAHUI!
Howarya Bro:
Hasta aurita no puedo creer el news…oops, noticia que me dio el profe. Te contaré que el last week…opps, semana pasada, por poco me caigo de espaldas cuando el profe me llamó para contarme que mi lawyer…oops, abogado, el doctor Barrilito…oops, Dr. Aldave, con toda la respetación que se merece y el cariño y aprecio que le tengo, había entrado de Rucuñahui…oops, Rumiñahui en la fiesta de Santa Rosa. A la verdad brother que me quedé más frío que un pata, que no quiero decir su nombre, cuando su gebita le dijo que ya era más de un mes que no le bajaba y que mejor vaya buscando chamba pa comprar pañales. Mas mejor sigo con la historia del Rucuñahui que para lo otro ya habrá tiempo. Siguiendo con el tema, a la vejez viruelas, decía mi abuelita, que de la gracia de Dios goce allá en las alturas de los cielos de su amado Quillamarca, después de tantos calendarios que se ha volteado, al docto se le ha metido que tiene que bailar de Rucuñahui…oops, Rumiñahui. A sus años bro, después de haber recorrido tanto en la vida y con más kilometraje encima que el carrito de Landauro, si ese que le decían la liebre, le entra por bailar de Rucuñahui. Según el profe, que es versado en esas cosas, yo recién estoy conociendo las costumbres de nuestra tierra y I do not know nothing…oops, no sé nada de las costumbres; el Rumi es el que arma el tono porque lleva el ritmo todo el día junto a las pallas, además de la prosa se entiende, mientras que el Inca se la pasa sentado, pensando en la luna de Paita y el sol de Sechura. Según el profe, el Rumi tiene que tener un físico de la gran flauta para aguantar los casi siete días que dura la fiesta. Nuestro doctorcito tendrá la prosa pero lo demás…naranjas verdes. Al doctorcito lo conozco como si lo hubiera huachacudo, de tanto que el profe me habla de sus aventuras cuando eran muchachones, claro está brother, que eso fue en al año de la pera, o más mejor, poco después que Gladys Zénder salió Miss Universo ¿Alguno se acuerda?, o si no, más acasito nomás, en los años que dizque se perdió la página once, que dicho sea de paso era la chapa de una fulana de esos años…por los pérdida que estaba; por eso es que me preocupa el asunto, no vaya ser que los papeles de mi Lucre se sigan demorando por motivos ajenos a la voluntad de mi doctorcito.
Lo cierto es que aura tenemos Rucuñahui y con ese motivo los doctos del Estudio Jurídico Rogga Cóndor, dicho sea de paso consultores de Chiquianmarka, ahora están cabezones tratando de armar el equipo de pallas que acompañará a nuestro Rucuñahui. Las cuales, qué duda cabe, deberán ser, generacionalmente hablando, idóneas. Por de pronto el profe dice que está dispuesto a buscar y convencer a una tal huallanquina, eso de chica solamente es un decir bro, porque a estas alturas la prospecto de palla ya será auquilita por lo menos. Por todo eso y previa consulta con mi mentor y con la musa de mis sueños por supuesto, le he propuesto al docto a la Lucre para que baile de palla, tiene la ventaja de que ha estudiado algo de enfermería en una academia cerca al estudio del docto y le puede ayudar en caso de apuro, como darle respiración boca a boca, si el caso amerita por supuesto, que en eso nadies le gana, sobre todo en la corrindilla, que dizque es donde corretean como dios manda. Bueno, ya hablé con la Lucre del caso, y ella aceptó al toque. “Tratándose del docto, todo” me dijo por teléfono. Lo malo es que la Lucre no tenía ni idea de qué se trataba, porque ni bien dijo sí, quería que le mande unos cuantos verdes para comprar ropa en Plaza Norte, “para estar a tono de la ocasión”. Después le expliqué de que se trataba y luego de pensarlo, y promesas de shopping en la mall…oops, compras en el centro comercial, atracó facilito. Que todo sea por el chico dijo, refiriéndose a nuestro retoño se entiende (ver www.chiquianmarka.com/my-dear-doctorcito.html), en esta misma revista, porque quiere que el docto sea su padrino. Además el Estudio Jurídico Rogga Cóndor tendrá lista una parihuela, con sus respectivos cargadores, por si las moscas.
See you later aligator,
Jhonny Mamani
Hasta aurita no puedo creer el news…oops, noticia que me dio el profe. Te contaré que el last week…opps, semana pasada, por poco me caigo de espaldas cuando el profe me llamó para contarme que mi lawyer…oops, abogado, el doctor Barrilito…oops, Dr. Aldave, con toda la respetación que se merece y el cariño y aprecio que le tengo, había entrado de Rucuñahui…oops, Rumiñahui en la fiesta de Santa Rosa. A la verdad brother que me quedé más frío que un pata, que no quiero decir su nombre, cuando su gebita le dijo que ya era más de un mes que no le bajaba y que mejor vaya buscando chamba pa comprar pañales. Mas mejor sigo con la historia del Rucuñahui que para lo otro ya habrá tiempo. Siguiendo con el tema, a la vejez viruelas, decía mi abuelita, que de la gracia de Dios goce allá en las alturas de los cielos de su amado Quillamarca, después de tantos calendarios que se ha volteado, al docto se le ha metido que tiene que bailar de Rucuñahui…oops, Rumiñahui. A sus años bro, después de haber recorrido tanto en la vida y con más kilometraje encima que el carrito de Landauro, si ese que le decían la liebre, le entra por bailar de Rucuñahui. Según el profe, que es versado en esas cosas, yo recién estoy conociendo las costumbres de nuestra tierra y I do not know nothing…oops, no sé nada de las costumbres; el Rumi es el que arma el tono porque lleva el ritmo todo el día junto a las pallas, además de la prosa se entiende, mientras que el Inca se la pasa sentado, pensando en la luna de Paita y el sol de Sechura. Según el profe, el Rumi tiene que tener un físico de la gran flauta para aguantar los casi siete días que dura la fiesta. Nuestro doctorcito tendrá la prosa pero lo demás…naranjas verdes. Al doctorcito lo conozco como si lo hubiera huachacudo, de tanto que el profe me habla de sus aventuras cuando eran muchachones, claro está brother, que eso fue en al año de la pera, o más mejor, poco después que Gladys Zénder salió Miss Universo ¿Alguno se acuerda?, o si no, más acasito nomás, en los años que dizque se perdió la página once, que dicho sea de paso era la chapa de una fulana de esos años…por los pérdida que estaba; por eso es que me preocupa el asunto, no vaya ser que los papeles de mi Lucre se sigan demorando por motivos ajenos a la voluntad de mi doctorcito.
Lo cierto es que aura tenemos Rucuñahui y con ese motivo los doctos del Estudio Jurídico Rogga Cóndor, dicho sea de paso consultores de Chiquianmarka, ahora están cabezones tratando de armar el equipo de pallas que acompañará a nuestro Rucuñahui. Las cuales, qué duda cabe, deberán ser, generacionalmente hablando, idóneas. Por de pronto el profe dice que está dispuesto a buscar y convencer a una tal huallanquina, eso de chica solamente es un decir bro, porque a estas alturas la prospecto de palla ya será auquilita por lo menos. Por todo eso y previa consulta con mi mentor y con la musa de mis sueños por supuesto, le he propuesto al docto a la Lucre para que baile de palla, tiene la ventaja de que ha estudiado algo de enfermería en una academia cerca al estudio del docto y le puede ayudar en caso de apuro, como darle respiración boca a boca, si el caso amerita por supuesto, que en eso nadies le gana, sobre todo en la corrindilla, que dizque es donde corretean como dios manda. Bueno, ya hablé con la Lucre del caso, y ella aceptó al toque. “Tratándose del docto, todo” me dijo por teléfono. Lo malo es que la Lucre no tenía ni idea de qué se trataba, porque ni bien dijo sí, quería que le mande unos cuantos verdes para comprar ropa en Plaza Norte, “para estar a tono de la ocasión”. Después le expliqué de que se trataba y luego de pensarlo, y promesas de shopping en la mall…oops, compras en el centro comercial, atracó facilito. Que todo sea por el chico dijo, refiriéndose a nuestro retoño se entiende (ver www.chiquianmarka.com/my-dear-doctorcito.html), en esta misma revista, porque quiere que el docto sea su padrino. Además el Estudio Jurídico Rogga Cóndor tendrá lista una parihuela, con sus respectivos cargadores, por si las moscas.
See you later aligator,
Jhonny Mamani