armando zarazú aldave
MUÑECO
Hace pocos días José Federico Zubieta Béjar emprendió, lo que eufemísticamente llamamos, el viaje sin retorno. En buen romance, ha fallecido dejando a sus familiares e innumerables amigos profundamente consternados y dolidos por su desaparición física. Sé y estoy seguro de ello, que nuestro querido y recordado Muñeco, como lo conocíamos sus íntimos seguirá presente en nuestros recuerdos y conversaciones, sobre todo del fraterno grupo amical que frecuentaba y al cual me precio de pertenecer. ¿Por qué lo llamábamos Muñeco? La verdad no lo sé y ahora ya no vale averiguarlo. Solo baste recordarlo con su sonrisa y chistes en quechua a flor de labios, con los que hacía sonreír a sus amigos, cualidades que complementaba con su generosidad y desinterés.
La amistad forjada en Janabarrio desde los lejanos años de la niñez, continuó en Lima durante nuestros años universitarios. Posteriormente, ya adultos, la amistad continúo frecuentándonos continuamente hasta mi alejamiento de nuestra tierra, lo cual no fue impedimento para que el vínculo de amistad siguiera fortaleciéndose. Por ello, no fue extraño que me pidiera escribir el prólogo de su libro “Florilegio educativo, comentarios de pensamientos célebres de la cultura universal”, además de comentarlo y presentarlo en una ceremonia especial en el Club Ancash.
La vida académica de Muñeco, no culminó cuando se graduó de abogado en la Universidad de San Marcos, menos al obtener su título de Magister en la Universidad Federico Villarreal. Muy por el contrario, la dedicó a superarse intelectualmente, por lo que realizó estudios superiores en el CARM, ESAP, solo por mencionar algunos centros de estudios post graduados de la gran Lima. Su preparación profesional le permitió desempeñar, con singular éxito, importantes cargos dentro de la administración pública. Entre los que es posible mencionar:
Jefe de División de Evaluación y Presupuesto, en el Ministerio de Economía y fomento.
Director de Personal del Instituto Peruano del Deporte.
Procurador Público Adjunto del Ministerio de Educación.
Procurador Público titular del Sector Justicia.
Director General de Justicia.
Director Interventor del Instituto Educativo de Menores de Maranga.
Vocal (e) de la Corte Superior de Lima.
Profundamente identificado con nuestra tierra, compartíamos una afición común, el apego a nuestro tradicional poncho chiquiano, él lo lucía orgullosamente en Lima mientras que yo lo hago donde vivo. Volviendo a lo suyo, fue presidente del Comité de Apoyo y Defensa de la Sub-Región Huaylas Sur-Base Lima. También se desempeñó como presidente de la Asociación de Abogados Bolognesinos de Ancash.
Su identificación con lo nuestro hizo que se convirtiera en asesor legal de APPU-HUAYHUASH, entidad con la que participó en eventos culturales y académicos en favor de la defensa del medio ambiente de nuestra provincia. Fue defensor de las comunidades afectadas por las concesiones mineras de la Cordillera de Huayhuash. También se desempeñó como Asesor Jurídico Ad Honoren de la comunidad campesina de Pacllón.
Su oficina de abogado se convirtió en el centro de reunión de muchísimos paisanos, quienes iban, algunos en busca de consejo legal, otros para conversar un rato, siempre de temas relacionados a nuestra provincia. De conversación ágil y amena era, muchas veces, sazonada con un clásico “ninquichi” o cualquier otra expresión en quechua que le gustaba repetir. Siempre tenía algún chistecito a flor de labios. En otras palabras, nunca se olvidó de sus orígenes, siempre le agradaba pregonarlo y se enorgullecía de ello.
Amigo de Chiquianmarka desde sus inicios, participó en ella con algunos de sus artículos, siempre con temática legal. Esta revista, como toda que se respete, necesitaba tener asesoría legal y así nace El Estudio Jurídico Rogga Cóndor, conformado por “juristas de alto nivel y conocedores de la ley”, como Muñeco solía decir. Hoy sus colegas juristas están tristes, Chiquianmarka está de luto y estoy seguro que todos aquellos que conocieron, compartieron y trataron con José Federico Zubieta Béjar extrañarán su presencia.
Armando Zarazú Aldave
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Nota.- La fotografia que adorna la cabecera de la nota es de Jorge Vázquez Veramendi.