CASA HOGAR SAN VICENTE DE PAÚL - CHIQUIÁN
50 AÑOS DE AMOR EN LOS ANDES
Chiquián es un apacible y bucólico pueblo de los Andes peruanos, que tiene el especial privilegio de tener al frente suyo a la cordillera de Huayhuash, donde destaca nítidamente el espectacular Yerupajá, imponente montaña de nieves perpetuas cuya cumbre no ha podido ser conquistada hasta la fecha, por los cientos de escaladores que, de todo el mundo, acuden desde hace muchos años con la esperanza de ser los primeros en vencer sus perpendiculares paredes pétreas cubiertas de nieve.
A comienzos de 1971, poco después del terremoto del setenta que tanto daño hizo a nuestro departamento, llegó a Chiquián un grupo de monjas italianas pertenecientes a las Hermanas Ministras de la Caridad de San Vicente de Paul, para llevar consuelo y socorrer a los más necesitados. Pocos años después pisó suelo chiquiano la religiosa de la misma orden, Eduvige Contardo Bazarra quién, desde su juventud, había dedicado su vida al servicio de sus semejantes. En Chiquián pronto se ganó el aprecio y respeto de sus pobladores por su incansable labor a favor de los más humildes y necesitados. Luego de algunos años de ardua labor decidió fundar la Casa Hogar “San Vicente de Paúl de Chiquián” en el 2001 con el propósito de acoger niños en situación de abandono moral y material, para poder ofrecerles un hogar seguro, que promueva la experiencia de una vida familiar, inculcándoles los valores cristianos y procurándoles un desarrollo integral como seres humanos útiles a la sociedad.
El trabajo infatigable de la madre Edy, como era conocida cariñosamente en todo el pueblo, ha continuado luego de su fallecimiento ocurrido el 18 de mayo del 2007. Hoy la Casa Hogar “San Vicente de Paúl” es una institución floreciente que realiza trabajo social a beneficio de los màs necesitados. Las religiosas de la congregación, velan por el bienestar de los niños a su cuidado, quienes estudian en los diversos centros educativos de la ciudad, participando en actividades propias de su edad.
Otro de los servicios que ofrecen las Hermanas Ministras de la Caridad San Vicente de Paúl es proveer cuidado y atención a los ancianos que lo necesitan; además, en uno de los ambientes del edificio donde funciona la Casa Hogar tienen un comedor donde ofrecen alimentación a los más necesitados.
Los niños de la Casa Hogar “San Vicente de Paúl”, no solo reciben una atención esmerada de parte de las hermanas que los tienen a su cargo, sino que también realizan diversos trabajos para ayudar al mantenimiento de su hogar. Dentro de esas labores que hacen se pueden enumerar trabajos de artesanía tradicional peruana para ser vendidos en el extranjero. Además, y esto es conmovedor, trabajan un huerto en el cual siembran diversas verduras para complementar su alimentación, además de alfalfa para alimentar a los animales domésticos que crían.
El que estas líneas escribe ha tenido oportunidad de ver de cerca el diario vivir de la comunidad de la casa hogar y compartir gratos momentos con sus miembros. Niñas como María, Any, Lizzet, Ada, Vanessa actúan con la educación y buenas maneras de cualquier niña de su edad. Conversan, hablan de sus proyectos, preguntan, en fin, llevan una vida normal que hace admirar y reconocer el trabajo infatigable de las hermanas de San Vicente de Paúl que han dedicado su vida al servicio de sus semejantes.
La semilla que sembró la madre Edy cayó en tierra fértil y está dando frutos, su trabajo es continuado con la misma tenacidad con que lo hacía ella, en beneficio de niños inocentes e indefensos que han encontrado en la Casa Hogar “San Vicente de Paúl de Chiquián” el amor, cuidado, calor y cariño que sus jóvenes vidas necesitan.
Cuando visiten Chiquián, apoyen el trabajo silencioso de gran servicio a la humanidad que realizan las hermanitas de la Hermandad de San Vicente de Paúl.
El 2 de febrero se estarán cumpliendo cincuenta años desde la llegada de la Hermanas MInistras de la Caridad San Vicente de Paúl a Chiquián, aniversario que merece ser recordado dentro de la historia de nuestra tierra. La bondad y amor que ellas derraman a raudales merecen ser reconocidos
Av. Circunvalación, 520 - Chiquián, Ancash, Perú
Tel: 51 43 613570
e-mail: [email protected]
A comienzos de 1971, poco después del terremoto del setenta que tanto daño hizo a nuestro departamento, llegó a Chiquián un grupo de monjas italianas pertenecientes a las Hermanas Ministras de la Caridad de San Vicente de Paul, para llevar consuelo y socorrer a los más necesitados. Pocos años después pisó suelo chiquiano la religiosa de la misma orden, Eduvige Contardo Bazarra quién, desde su juventud, había dedicado su vida al servicio de sus semejantes. En Chiquián pronto se ganó el aprecio y respeto de sus pobladores por su incansable labor a favor de los más humildes y necesitados. Luego de algunos años de ardua labor decidió fundar la Casa Hogar “San Vicente de Paúl de Chiquián” en el 2001 con el propósito de acoger niños en situación de abandono moral y material, para poder ofrecerles un hogar seguro, que promueva la experiencia de una vida familiar, inculcándoles los valores cristianos y procurándoles un desarrollo integral como seres humanos útiles a la sociedad.
El trabajo infatigable de la madre Edy, como era conocida cariñosamente en todo el pueblo, ha continuado luego de su fallecimiento ocurrido el 18 de mayo del 2007. Hoy la Casa Hogar “San Vicente de Paúl” es una institución floreciente que realiza trabajo social a beneficio de los màs necesitados. Las religiosas de la congregación, velan por el bienestar de los niños a su cuidado, quienes estudian en los diversos centros educativos de la ciudad, participando en actividades propias de su edad.
Otro de los servicios que ofrecen las Hermanas Ministras de la Caridad San Vicente de Paúl es proveer cuidado y atención a los ancianos que lo necesitan; además, en uno de los ambientes del edificio donde funciona la Casa Hogar tienen un comedor donde ofrecen alimentación a los más necesitados.
Los niños de la Casa Hogar “San Vicente de Paúl”, no solo reciben una atención esmerada de parte de las hermanas que los tienen a su cargo, sino que también realizan diversos trabajos para ayudar al mantenimiento de su hogar. Dentro de esas labores que hacen se pueden enumerar trabajos de artesanía tradicional peruana para ser vendidos en el extranjero. Además, y esto es conmovedor, trabajan un huerto en el cual siembran diversas verduras para complementar su alimentación, además de alfalfa para alimentar a los animales domésticos que crían.
El que estas líneas escribe ha tenido oportunidad de ver de cerca el diario vivir de la comunidad de la casa hogar y compartir gratos momentos con sus miembros. Niñas como María, Any, Lizzet, Ada, Vanessa actúan con la educación y buenas maneras de cualquier niña de su edad. Conversan, hablan de sus proyectos, preguntan, en fin, llevan una vida normal que hace admirar y reconocer el trabajo infatigable de las hermanas de San Vicente de Paúl que han dedicado su vida al servicio de sus semejantes.
La semilla que sembró la madre Edy cayó en tierra fértil y está dando frutos, su trabajo es continuado con la misma tenacidad con que lo hacía ella, en beneficio de niños inocentes e indefensos que han encontrado en la Casa Hogar “San Vicente de Paúl de Chiquián” el amor, cuidado, calor y cariño que sus jóvenes vidas necesitan.
Cuando visiten Chiquián, apoyen el trabajo silencioso de gran servicio a la humanidad que realizan las hermanitas de la Hermandad de San Vicente de Paúl.
El 2 de febrero se estarán cumpliendo cincuenta años desde la llegada de la Hermanas MInistras de la Caridad San Vicente de Paúl a Chiquián, aniversario que merece ser recordado dentro de la historia de nuestra tierra. La bondad y amor que ellas derraman a raudales merecen ser reconocidos
Av. Circunvalación, 520 - Chiquián, Ancash, Perú
Tel: 51 43 613570
e-mail: [email protected]
Las niñas de la Casa Hogar San Vicente de Paul llevan consuelo y amor a quienes lo necesitan
Armando Zarazú Aldave
[email protected]
[email protected]