alvanzo valderrama gonzález
ANDREA
Hace tiempo desde que tuve uso de razón siempre te tuve a mi lado, sin ningún secreto a veces pasiva, otras, trabajando con tesón laborando por mi porvenir, en todo momento. En las chacras, regando y cultivando las plantas eliminando las malas hierbas, como a las ortigas cosechabas buenos maíces, preparabas humitas con lo que la familia. llenábamos nuestras barrigas. Tus manos se llenaban de callos de tanto hilar, los vellones de lana, trasquilados de las ovejas hilos que teñidos de abano tejidos en el telar, se convertían en poncho, que usaba con ventajas. Tus hermosos brazos, me arrullaron desde niño secaron mis lágrimas, derramadas al pedir teta tu ejemplo de analfabeta cristiana, me enseñó a querer al pobre, a respetarlo, a amar al tata. En tus ojos, encontré la luz que guió mi fe la alegría resplandeciente, sin comparación que formó mi destino, con las que me mofé de los avatares de la vida, de la explotación. Tarde comprendí el significado del amor materno no obstante tus sacrificios hechos por nosotros aún estando enferma, aquellas noches de invierno nos lavabas las ropas, nos alimentabas a todos. No pude curarte a tiempo, hoy lloro tu ausencia un día en el hospital me dijeron: ya no tiene cura rogué al médico, sentí el peso de la impotencia hoy es tarde, en silencio desahogo mi amargura. Andrea González, vivo recordando tus sacrificios lamentando muy tarde, lo que no pude hacer por ti historia negra de mi vida, que no tiene beneficios. Hoy he recapacitado, ¡te pido perdón!, rezaré por ti. 9no. Poema. Poemario Tiempos de Vivir. 1974 Alfonzo González Valderrama |