armando zarazú aldave
LA FIESTA DE SANTA ROSA: IDENTIDAD CULTURAL CHIQUIANA
La fiesta de Santa Rosa que se lleva a cabo en la ciudad de Chiquián, es una celebración religiosa y social que está impregnada en el corazón de todo chiquiano desde sus primeros años de vida. ¿Quién no recuerda, en algún momento de su infancia, haberse metido temerariamente por entre los caballos, durante la entrada, a fin de recoger algunos caramelos caídos en medio de la calle? O, haber estado de espectador de las inolvidables corridas de toros en homenaje a la santa patrona, sentado plácidamente en los bordes de la palinca familiar, saboreando los deliciosos bizcochuelos, rosquitas, jara tantas y todas las delicias salidas de los hornos chiquianos y preparadas exclusivamente para esa festividad. Esas vivencias marcaron las costumbres y cultura de todo chiquiano.
Una de las características más saltantes de la fiesta de santa Rosa es su duración, ocho días desde la salva, el 28 de agosto hasta las elecciones, el 4 de setiembre. En realidad, si se cuentan, el willacuy y la leñada, organizados por cada uno de los funcionarios principales: Capitán, Mayordomos, Estandarte, Inca y Rumiñahui, la fiesta empieza en abril o mayo. Además, por si fuera poco, las pallas ensayan desde 15 días antes de la fiesta, siendo cada noche de práctica motivo para sacar polvo al piso al compás del arpa y violín. Vemos entonces que, por su duración, ya la fiesta chiquiana es cosa seria y muy diferente a otras fiestas patronales.
Otra característica que muestra su particularidad, es la conexión directa que tiene con el pueblo. Todos festejan a medida de sus posibilidades, aparte de los funcionarios mayores, hay otros fiesteros que tienen cargos no tan rimbombantes pero que también conlleva gastos para “pasar la fiesta”, como se dice popularmente en Chiquián; existen las mayoralas, encargadas de ponerle flores a Santa Rosa y los comisarios, tradicionalmente todo recién casado, tienen que proveer un toro para la corrida. Por supuesto que todos los funcionarios, sin excepción, recibirán la visita y baile del Capitán, Inca y Rumiñahui en el patio de su casa, en donde la colación para las pallas y los brindis a los participantes, estarán a la orden del día, para terminar con la tradicional pinquichida y, cuando las pallas llaman cantando a todos los familiares del funcionario visitado para que se unan al baile, para terminar con la alegre y muy movida corrindilla; dándole de esa forma, un sabor popular a esta extraordinaria festividad.
Desde hace algunos lustros Chiquián no ha sido ajeno al proceso socioeconómico que significa la migración de sus habitantes adistintos lugares del país y del extranjero. Sin embargo, aprovechando la facilidad que proporciona el moderno transporte terrestre y el amor a su terruño, además de su plena identificación con la identidad cultural de su pueblo, es cada vez mayor el número de los chiquianos que, cual hijo pródigo, regresan a su tierra, a pasar la fiesta como funcionarios, o simplemente ser parte de la celebración bailando un huaynito, bebiendo un reconfortante chinguirito y saboreando un plato del delicioso jacarogro.
Por cierto, no se puede dejar de mencionar que la fiesta de Santa Rosa es motivo para que socialicen las viejas y nuevas amistades y, de paso, ocasión para que los más jóvenes, y los no tan jóvenes, sientan el flechazo de Cupido ¡Cuantos romances han nacido huaylishando por las calles chiquianas al compás de las bandas de músicos! Es de entender entonces que, muchos de ellos, se sientan identificados plenamente con una fiesta que, no solo representó volver a sus raíces culturales, sino que les dio la oportunidad para encontrar la felicidad sentimental de toda la vida.
Es indudable que, a medida que el chiquiano ha ido creciendo, pasando por los decisivos años de la adolescencia, hasta llegar a la vida adulta, su carácter y apego a las costumbres de su terruño, representada por la fiesta de Santa Rosa, se ha ido acrecentando, hasta convertirse en lo que es hoy, una expresión cultural que orgullosamente la muestra dondequiera que esté, y que le hace sentir íntimamente la satisfacción y alegría de ser chiquiano.
La migración de los habitantes de nuestro pueblo, principalmente a Lima, comenzó en los años cincuenta y continuó moderadamente en la década siguiente. Es así que en 1953 aparece la Hermandad de Santa Rosa de Chiquián, con el objetivo de celebrar la fiesta de la patrona chiquiana. Las celebraciones de esa época en honor a Santa Rosa se realizaban el mismo 30 de agosto y no como lo hacen ahora en fecha más conveniente a sus organizadores.
Las primeras fiestas de Santa Rosa en Lima a las cuales el autor de esta nota tuvo oportunidad de asistir, se remontan a inicios de los años sesenta, cuando la misa se celebraba en la iglesia de Santa Ana de los Barrios Altos y la procesión se hacía alrededor de la plaza del mismo nombre. Después de la ceremonia religiosa, los asistentes se dirigían a la fiesta propiamente dicha, que se llevaba a cabo en el local de la Federación de Choferes en la Av. Iquitos, la Victoria y era amenizada por la Banda de Música Purísima de Huayllacayán, de los hermanos Ronquillo, que fue una de las primeras bandas de nuestra provincia que se organizó en la capital peruana. El local del Club Chiquián, en el distrito de Breña, comenzó a utilizarse a finales de los años sesenta y allí pasó a celebrarse la fiesta de Santa Rosa en Lima, que ya se había hecho tradicional entre los residentes chiquianos en la capital.
Con el correr de los años, y luego del terremoto del 70, la diáspora chiquiana hacía otros pueblos fue acelerada e irreversible. Se concentró principalmente en la costa y más exactamente en Lima, buscando mejores oportunidades de trabajo y de estudio para sus hijos. Este fenómeno migratorio aumentó la cantidad de residentes chiquianos en la gran Lima. Pronto la capacidad del Club Chiquián no pudo albergar a tantos fieles, devotos y fiesteros, lo cual hizo que muy pronto, a inicios de los años setenta, aparezca otra fiesta chiquiana de Santa Rosa en Lima, que actualmente se celebra en la parte norte de la ciudad. De la misma forma, comienzan las celebraciones en otros pueblos del Perú en donde había una buena cantidad de migrantes paisanos. Con el correr de los años, el movimiento de los chiquianos rompe las fronteras y sale al extranjero ¿Cuál es el bagaje cultural que los identifica? El recuerdo de la fiesta de Santa Rosa indudablemente, luego de establecerse a donde los llevó el destino y, si el número de familiares principalmente, o paisanos lo amerita, empieza una reunión en casa de alguno de ellos y en la fecha más cercana al 30 de agosto, hay que recordar que ese día es feriado solo en el Perú y por lo tanto no queda más remedio que acomodarse a las circunstancias que se presentan en su nuevo hábitat. Pasados algunos años de celebrar a Santa Rosita en un círculo íntimo familiar se da el siguiente paso, es decir a celebrar a la santa patrona por todo lo alto y tratando de seguir las tradiciones de nuestro pueblo de la mejor forma posible. Es así que, hasta donde sabemos, la festividad principal de nuestra tierra se celebra en Italia y Estados Unidos.
No cabe duda entonces que, la nostalgia por la tierra, sus costumbres y cultura se hacen más latentes cuando se vive lejos de lo suyo. No es de extrañar por lo tanto, que la fiesta de Santa Rosa, patrona de Chiquián, Hoy en día no sea exclusividad de nuestra tierra, se celebra en Huaraz, Barranca, Huacho, Lima y en el extranjero; es decir, en todo lugar en donde resida un grupo de chiquianos. En los Estados Unidos, exactamente en el pueblo de Newington, estado de Connecticut, ubicado al noreste de la nación norteamericana, en donde reside un pequeño núcleo familiar de Chiquián, la fiesta de Santa Rosa se celebra desde 1991. En ella no faltan Mayordomo/a, Estandarte, además de las coloridas comparsas del Capitán, Inca, Rumiñahui y sus simpáticas y bellas pallas; cerrando la fiesta con la acostumbrada corrida de toros; claro, dadas las circunstancias, el astado es suplido por nunatoro. A esta fiesta asisten chiquianos residentes en Boston, Nueva York, Nueva Jersey, incluso de Florida. Así mismo son parte de la fiesta amigos de pueblos próximos a Chiquián, como Huasta, Congas, Ocros y Raján, quienes en muchas oportunidades han pasado algunos de los cargos de funcionarios en la fiesta.
Desde hace algunos años la festividad chiquiana es amenizada por una pequeña banda de músicos, formada en su mayoría por hijos del pueblo de Llipa, los cuales, dicho sea de paso, contribuyen a que la celebración tenga un sabor más cercano a nuestra tierra. Por otro lado, es bueno resaltar que, por más que se quiera, no todo puede ser exactamente igual a como se celebra en Chiquián. La entrada, por ejemplo, se realiza sin la tradicional guerra de caramelos, los cuales han sido reemplazados por serpentinas, como reza el dicho, a falta de pan buenas son tortas; esto debido a ordenanzas municipales y, más importante, por las condiciones que impone el contrato con el seguro del local donde se realiza la fiesta, por razones de seguridad y que necesariamente tienen que cumplirse al pie de la letra.
Un aspecto realmente interesante de la fiesta de Santa Rosa en los Estados Unidos, es la participación de los jóvenes que representan la generación nacida fuera de Chiquián, quienes lo hacen con entusiasmo y cariño hacia la cultura de sus padres y que abrazan como suya. Ellos, en algunas oportunidades, han invitado a compañeras de la escuela secundaria o de la universidad para que bailen de pallas, asegurando de esa forma, la continuidad de la fiesta de Santa Rosa lejos, muy lejos de nuestra tierra.
Pocos días antes de iniciarse las grandes celebraciones en honor a Santa Rosa, exactamente el 17 de agosto del 2018, Chiquián y todos los que sienten en lo más profundo de su ser la identidad cultural de nuestro pueblo, recibieron la grata noticia que las autoridades pertinentes han declarado PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN A LA FIESTA DE SANTA ROSA DE LIMA PATRONA DE CHIQUIÁN. Indudablemente que esta mención honrosa hace justicia a una festividad que, por sus peculiares características no tiene igual en nuestro departamento; de esa forma también se reconoce a los hijos de un pueblo que, desde que se tiene memoria, siempre ha mantenido su identidad cultural a través de la fiesta de Santa Rosa, de su música y de sus preclaros hombres que hacen honor a Chiquián Cultura.
Vocabulario básico de la fiesta:
· Chinguirito. - Licor hecho de alcohol, agua, limón, azúcar quemada y hierbas medicinales.
· Huaylishada.- Baile tradicional en el cual los participantes, entrelazados por los brazos recorren las calles al compás de la música.
· Jacarogro.- Guiso de papas con cuye y aderezado con ají colorado.
· Jaratanta.- Delicioso y dulce pancito de maíz en forma de rombo.
· Nunatoro.- Toro hecho de madera, con cuernos reales y cubierto de una tela que semeje al pellejo del astado.
· Palinca.- Tribunas levantadas precariamente con palos, tablas y sogas.
· Pinquichida.- Tradicional baile que se realiza en casa de los funcionarios antes de la entrada y corridas.
Armando Zarazú Aldave
Una de las características más saltantes de la fiesta de santa Rosa es su duración, ocho días desde la salva, el 28 de agosto hasta las elecciones, el 4 de setiembre. En realidad, si se cuentan, el willacuy y la leñada, organizados por cada uno de los funcionarios principales: Capitán, Mayordomos, Estandarte, Inca y Rumiñahui, la fiesta empieza en abril o mayo. Además, por si fuera poco, las pallas ensayan desde 15 días antes de la fiesta, siendo cada noche de práctica motivo para sacar polvo al piso al compás del arpa y violín. Vemos entonces que, por su duración, ya la fiesta chiquiana es cosa seria y muy diferente a otras fiestas patronales.
Otra característica que muestra su particularidad, es la conexión directa que tiene con el pueblo. Todos festejan a medida de sus posibilidades, aparte de los funcionarios mayores, hay otros fiesteros que tienen cargos no tan rimbombantes pero que también conlleva gastos para “pasar la fiesta”, como se dice popularmente en Chiquián; existen las mayoralas, encargadas de ponerle flores a Santa Rosa y los comisarios, tradicionalmente todo recién casado, tienen que proveer un toro para la corrida. Por supuesto que todos los funcionarios, sin excepción, recibirán la visita y baile del Capitán, Inca y Rumiñahui en el patio de su casa, en donde la colación para las pallas y los brindis a los participantes, estarán a la orden del día, para terminar con la tradicional pinquichida y, cuando las pallas llaman cantando a todos los familiares del funcionario visitado para que se unan al baile, para terminar con la alegre y muy movida corrindilla; dándole de esa forma, un sabor popular a esta extraordinaria festividad.
Desde hace algunos lustros Chiquián no ha sido ajeno al proceso socioeconómico que significa la migración de sus habitantes adistintos lugares del país y del extranjero. Sin embargo, aprovechando la facilidad que proporciona el moderno transporte terrestre y el amor a su terruño, además de su plena identificación con la identidad cultural de su pueblo, es cada vez mayor el número de los chiquianos que, cual hijo pródigo, regresan a su tierra, a pasar la fiesta como funcionarios, o simplemente ser parte de la celebración bailando un huaynito, bebiendo un reconfortante chinguirito y saboreando un plato del delicioso jacarogro.
Por cierto, no se puede dejar de mencionar que la fiesta de Santa Rosa es motivo para que socialicen las viejas y nuevas amistades y, de paso, ocasión para que los más jóvenes, y los no tan jóvenes, sientan el flechazo de Cupido ¡Cuantos romances han nacido huaylishando por las calles chiquianas al compás de las bandas de músicos! Es de entender entonces que, muchos de ellos, se sientan identificados plenamente con una fiesta que, no solo representó volver a sus raíces culturales, sino que les dio la oportunidad para encontrar la felicidad sentimental de toda la vida.
Es indudable que, a medida que el chiquiano ha ido creciendo, pasando por los decisivos años de la adolescencia, hasta llegar a la vida adulta, su carácter y apego a las costumbres de su terruño, representada por la fiesta de Santa Rosa, se ha ido acrecentando, hasta convertirse en lo que es hoy, una expresión cultural que orgullosamente la muestra dondequiera que esté, y que le hace sentir íntimamente la satisfacción y alegría de ser chiquiano.
La migración de los habitantes de nuestro pueblo, principalmente a Lima, comenzó en los años cincuenta y continuó moderadamente en la década siguiente. Es así que en 1953 aparece la Hermandad de Santa Rosa de Chiquián, con el objetivo de celebrar la fiesta de la patrona chiquiana. Las celebraciones de esa época en honor a Santa Rosa se realizaban el mismo 30 de agosto y no como lo hacen ahora en fecha más conveniente a sus organizadores.
Las primeras fiestas de Santa Rosa en Lima a las cuales el autor de esta nota tuvo oportunidad de asistir, se remontan a inicios de los años sesenta, cuando la misa se celebraba en la iglesia de Santa Ana de los Barrios Altos y la procesión se hacía alrededor de la plaza del mismo nombre. Después de la ceremonia religiosa, los asistentes se dirigían a la fiesta propiamente dicha, que se llevaba a cabo en el local de la Federación de Choferes en la Av. Iquitos, la Victoria y era amenizada por la Banda de Música Purísima de Huayllacayán, de los hermanos Ronquillo, que fue una de las primeras bandas de nuestra provincia que se organizó en la capital peruana. El local del Club Chiquián, en el distrito de Breña, comenzó a utilizarse a finales de los años sesenta y allí pasó a celebrarse la fiesta de Santa Rosa en Lima, que ya se había hecho tradicional entre los residentes chiquianos en la capital.
Con el correr de los años, y luego del terremoto del 70, la diáspora chiquiana hacía otros pueblos fue acelerada e irreversible. Se concentró principalmente en la costa y más exactamente en Lima, buscando mejores oportunidades de trabajo y de estudio para sus hijos. Este fenómeno migratorio aumentó la cantidad de residentes chiquianos en la gran Lima. Pronto la capacidad del Club Chiquián no pudo albergar a tantos fieles, devotos y fiesteros, lo cual hizo que muy pronto, a inicios de los años setenta, aparezca otra fiesta chiquiana de Santa Rosa en Lima, que actualmente se celebra en la parte norte de la ciudad. De la misma forma, comienzan las celebraciones en otros pueblos del Perú en donde había una buena cantidad de migrantes paisanos. Con el correr de los años, el movimiento de los chiquianos rompe las fronteras y sale al extranjero ¿Cuál es el bagaje cultural que los identifica? El recuerdo de la fiesta de Santa Rosa indudablemente, luego de establecerse a donde los llevó el destino y, si el número de familiares principalmente, o paisanos lo amerita, empieza una reunión en casa de alguno de ellos y en la fecha más cercana al 30 de agosto, hay que recordar que ese día es feriado solo en el Perú y por lo tanto no queda más remedio que acomodarse a las circunstancias que se presentan en su nuevo hábitat. Pasados algunos años de celebrar a Santa Rosita en un círculo íntimo familiar se da el siguiente paso, es decir a celebrar a la santa patrona por todo lo alto y tratando de seguir las tradiciones de nuestro pueblo de la mejor forma posible. Es así que, hasta donde sabemos, la festividad principal de nuestra tierra se celebra en Italia y Estados Unidos.
No cabe duda entonces que, la nostalgia por la tierra, sus costumbres y cultura se hacen más latentes cuando se vive lejos de lo suyo. No es de extrañar por lo tanto, que la fiesta de Santa Rosa, patrona de Chiquián, Hoy en día no sea exclusividad de nuestra tierra, se celebra en Huaraz, Barranca, Huacho, Lima y en el extranjero; es decir, en todo lugar en donde resida un grupo de chiquianos. En los Estados Unidos, exactamente en el pueblo de Newington, estado de Connecticut, ubicado al noreste de la nación norteamericana, en donde reside un pequeño núcleo familiar de Chiquián, la fiesta de Santa Rosa se celebra desde 1991. En ella no faltan Mayordomo/a, Estandarte, además de las coloridas comparsas del Capitán, Inca, Rumiñahui y sus simpáticas y bellas pallas; cerrando la fiesta con la acostumbrada corrida de toros; claro, dadas las circunstancias, el astado es suplido por nunatoro. A esta fiesta asisten chiquianos residentes en Boston, Nueva York, Nueva Jersey, incluso de Florida. Así mismo son parte de la fiesta amigos de pueblos próximos a Chiquián, como Huasta, Congas, Ocros y Raján, quienes en muchas oportunidades han pasado algunos de los cargos de funcionarios en la fiesta.
Desde hace algunos años la festividad chiquiana es amenizada por una pequeña banda de músicos, formada en su mayoría por hijos del pueblo de Llipa, los cuales, dicho sea de paso, contribuyen a que la celebración tenga un sabor más cercano a nuestra tierra. Por otro lado, es bueno resaltar que, por más que se quiera, no todo puede ser exactamente igual a como se celebra en Chiquián. La entrada, por ejemplo, se realiza sin la tradicional guerra de caramelos, los cuales han sido reemplazados por serpentinas, como reza el dicho, a falta de pan buenas son tortas; esto debido a ordenanzas municipales y, más importante, por las condiciones que impone el contrato con el seguro del local donde se realiza la fiesta, por razones de seguridad y que necesariamente tienen que cumplirse al pie de la letra.
Un aspecto realmente interesante de la fiesta de Santa Rosa en los Estados Unidos, es la participación de los jóvenes que representan la generación nacida fuera de Chiquián, quienes lo hacen con entusiasmo y cariño hacia la cultura de sus padres y que abrazan como suya. Ellos, en algunas oportunidades, han invitado a compañeras de la escuela secundaria o de la universidad para que bailen de pallas, asegurando de esa forma, la continuidad de la fiesta de Santa Rosa lejos, muy lejos de nuestra tierra.
Pocos días antes de iniciarse las grandes celebraciones en honor a Santa Rosa, exactamente el 17 de agosto del 2018, Chiquián y todos los que sienten en lo más profundo de su ser la identidad cultural de nuestro pueblo, recibieron la grata noticia que las autoridades pertinentes han declarado PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN A LA FIESTA DE SANTA ROSA DE LIMA PATRONA DE CHIQUIÁN. Indudablemente que esta mención honrosa hace justicia a una festividad que, por sus peculiares características no tiene igual en nuestro departamento; de esa forma también se reconoce a los hijos de un pueblo que, desde que se tiene memoria, siempre ha mantenido su identidad cultural a través de la fiesta de Santa Rosa, de su música y de sus preclaros hombres que hacen honor a Chiquián Cultura.
Vocabulario básico de la fiesta:
· Chinguirito. - Licor hecho de alcohol, agua, limón, azúcar quemada y hierbas medicinales.
· Huaylishada.- Baile tradicional en el cual los participantes, entrelazados por los brazos recorren las calles al compás de la música.
· Jacarogro.- Guiso de papas con cuye y aderezado con ají colorado.
· Jaratanta.- Delicioso y dulce pancito de maíz en forma de rombo.
· Nunatoro.- Toro hecho de madera, con cuernos reales y cubierto de una tela que semeje al pellejo del astado.
· Palinca.- Tribunas levantadas precariamente con palos, tablas y sogas.
· Pinquichida.- Tradicional baile que se realiza en casa de los funcionarios antes de la entrada y corridas.
Armando Zarazú Aldave
Celebraciones de los últimos cinco años de la fiesta en honor a la patrona de Chiquián Santa Rosa de Lima se celebra en el pueblo de Newington, Connecticut, EEUU.
https://www.chiquianmarka.com/santa-rosa-en-eeuu.html
https://www.chiquianmarka.com/santa-rosa-en-eeuu.html
FIESTA DE SANTA ROSA EN NEWINGTON, CT. EEUU 2019
www.chiquianmarka.com/fiesta-2019.html
FIESTA DE SANTA ROSA EN NEWINGTON, CT. EEUU 2018
www.chiquianmarka.com/fiesta-2018.html
FIESTA DE SANTA ROSA EN NEWINGTON, CT. EEUU 2017
www.chiquianmarka.com/fiesta-2017.html
FIESTA DE SANTA ROSA EN NEWINGTON, CT. EEUU 2016
No hubo fiesta por duelo familiar.
FIESTA DE SANTA ROSA EN NEWINGTON, CT. EEUU 2015
www.chiquianmarka.com/fiesta-2015.html
www.chiquianmarka.com/fiesta-2019.html
FIESTA DE SANTA ROSA EN NEWINGTON, CT. EEUU 2018
www.chiquianmarka.com/fiesta-2018.html
FIESTA DE SANTA ROSA EN NEWINGTON, CT. EEUU 2017
www.chiquianmarka.com/fiesta-2017.html
FIESTA DE SANTA ROSA EN NEWINGTON, CT. EEUU 2016
No hubo fiesta por duelo familiar.
FIESTA DE SANTA ROSA EN NEWINGTON, CT. EEUU 2015
www.chiquianmarka.com/fiesta-2015.html