ALEX MILLA CURI
El pionero de la Cordillera Huayhuash: NATIVIDAD BEDÓN
En la historia del turismo en la Cordillera Huayhuash, tenemos a un gran hombre Ancashino de la provincia de Bolognesi natural del distrito de Huasta centro poblado de Pocpa; quien es considerado como pionero de la Cordillera Huayhuash; Natividad Bedón Carrera, quien se inició en el turismo en los años 1950, dando a conocer a las primeras expediciones aventureras, a la Cordillera Huayhuash como una nueva alternativa en la práctica del turismo y un destino turístico novedoso con gran riqueza paisajista de escenarios naturales únicos.
Gracias a estas aspiraciones, la Cordillera Huayhuash, fue consolidándose como un destino turístico, y llego adquirir su fama mundial hasta nuestros días. Nuestro homenaje y reconocimiento a ello les presentamos imágenes del recuerdo del personaje mítico y el pionero del turismo en la provincia de Bolognesi.
Gracias a estas aspiraciones, la Cordillera Huayhuash, fue consolidándose como un destino turístico, y llego adquirir su fama mundial hasta nuestros días. Nuestro homenaje y reconocimiento a ello les presentamos imágenes del recuerdo del personaje mítico y el pionero del turismo en la provincia de Bolognesi.
Huasta: Joya escondida de la sierra Ancashina
El acogedor pueblo de Ancash, declarado Patrimonio Cultural de la Nación con sus añejos balcones, calles empedradas y casas de adobe, es el mejor punto de partida para conocer lagunas y nevados inolvidables en temporada de turismo de Aventura.
Huasta es tierra de exquisitos quesos artesanales que gozan de buena aceptación en el mercado huaracino y limeño. En este distrito de la provincia de Bolognesi, la gente es sencilla, como los esposos Martha Pinto y Esdras Ocrospoma, quienes nos invitan un sabroso pari, la sopa típica a base a papas, queso, huevo y hojas de muña. Y para el mal de altura un tecito bien caliente. En la noche -mientras escuchábamos los románticos relatos de del señor Esdras- brindamos con chinguirito, el calientito local. Todo esto bajo el silencio infinito de un cielo luminoso, a 3.380 m.s.n.m.
Al rayar el alba partimos hacia los gélidos nevados y lagunas de la parte alta en la puna grande de la comunidad de Huasta. Nos acompaña Alfredo Velásquez, un comunero conocedor de la zona, quien en la ruta se detiene varias veces para hablarnos de las jupaymarca que siempre andan las almas que llegan, luego nos sorprende, contando que las almas se desplazan hasta la cueva acompañadas de un silbido que rápidamente es identificado por los pobladores, quienes a pesar de estar acostumbrados a este ruido no han dejado de sentir miedo.
“Cuando las almas pasan los perros aúllan en medio de una apacible calma”, refiere Velásquez, agregando que moscos grandes de color negro vigilan el descanso eterno de las almas. Así, pasamos los lugares conocidos como la laguna de winco cocha, los nevados de solitajanca, chaupijanca, paria y condór.
Aun así, detrás de esta aparente fragilidad, quedamos fascinados con los pliegues del paisaje y los misterios insondables de los apus. En contaycocha se puede pescar y acampar, pero hay que ir bien preparados porque a 4.200 m.s.n.m. la temperatura bordea los cero grados por las noches.
Antes de despedirnos, de las montañas de Huasta que es un destino fascinante donde siempre se está en movimiento, como los zorros que nos acompañan, casi sin dejarse ver, como las nubes que huyen de la costa ingrata para cobijarse en la cordillera.
Huasta es tierra de exquisitos quesos artesanales que gozan de buena aceptación en el mercado huaracino y limeño. En este distrito de la provincia de Bolognesi, la gente es sencilla, como los esposos Martha Pinto y Esdras Ocrospoma, quienes nos invitan un sabroso pari, la sopa típica a base a papas, queso, huevo y hojas de muña. Y para el mal de altura un tecito bien caliente. En la noche -mientras escuchábamos los románticos relatos de del señor Esdras- brindamos con chinguirito, el calientito local. Todo esto bajo el silencio infinito de un cielo luminoso, a 3.380 m.s.n.m.
Al rayar el alba partimos hacia los gélidos nevados y lagunas de la parte alta en la puna grande de la comunidad de Huasta. Nos acompaña Alfredo Velásquez, un comunero conocedor de la zona, quien en la ruta se detiene varias veces para hablarnos de las jupaymarca que siempre andan las almas que llegan, luego nos sorprende, contando que las almas se desplazan hasta la cueva acompañadas de un silbido que rápidamente es identificado por los pobladores, quienes a pesar de estar acostumbrados a este ruido no han dejado de sentir miedo.
“Cuando las almas pasan los perros aúllan en medio de una apacible calma”, refiere Velásquez, agregando que moscos grandes de color negro vigilan el descanso eterno de las almas. Así, pasamos los lugares conocidos como la laguna de winco cocha, los nevados de solitajanca, chaupijanca, paria y condór.
Aun así, detrás de esta aparente fragilidad, quedamos fascinados con los pliegues del paisaje y los misterios insondables de los apus. En contaycocha se puede pescar y acampar, pero hay que ir bien preparados porque a 4.200 m.s.n.m. la temperatura bordea los cero grados por las noches.
Antes de despedirnos, de las montañas de Huasta que es un destino fascinante donde siempre se está en movimiento, como los zorros que nos acompañan, casi sin dejarse ver, como las nubes que huyen de la costa ingrata para cobijarse en la cordillera.