armando zarazú aldave
INSTRUMENTOS MUSICALES TÍPICOS DE LATINOAMÉRICA
La música ha acompañado al ser humano, desde sus orígenes, en todas las actividades de su diario vivir. El hombre latinoamericano no ha sido la excepción y, por lo tanto, creo instrumentos musicales que les permitieron expresar sus diversos estados de ánimo, sean estos religiosos, militares, de trabajo o de simple manifestación de alegría frente a eventos que afectaban positivamente su diario vivir.
La historia de nuestro continente se divide en dos fases completamente diferentes, antes y después de la conquista. Motivo por el cual enfocaremos el tema desde esa óptica. En primer lugar, es necesario destacar que en Caral, la ciudad más antigua del continente americano, cuya antigüedad ha sido determinada por los arqueólogos en cinco mil años y está situada en la costa norte peruana, se han descubierto instrumentos musicales hechos de huesos de aves marinas, que bien pudieron servir para alegrar a los habitantes de esa antiquísima ciudad americana. De igual forma, otros descubrimientos arqueológicos han permitido desenterrar diversos instrumentos primitivos, tales como sikus, flautas, vasijas sonoras, además de otros instrumentos de percusión. Cabe mencionar que la música prehispánica americana desconocía los instrumentos de cuerda y que además era pentafónica, es decir de cinco notas. Con escasas variaciones la instrumentación musical precolombina fue casi la misma a todo lo largo y ancho del continente, sobre todo en las zonas altas, en donde florecieron los dos imperios más poderosos de la época, los incas y los aztecas.
Dos instrumentos que datan de la época prehispánica y que de seguro son muy conocidos, al menos de oídas por algunos de los lectores, debido a que son mencionadas en muchísimas cumbias colombianas, son la guacharaca y la gaita. La primera es una caña que tiene raspadoras verticales y que se pone, cual violín, al hombro y se rasca con un palo. La segunda es una flauta indígena confeccionada de caña, cera de abeja y pluma de ave. Curiosamente existen dos tipos de gaitas, hembra y macho. La hembra lleva la voz cantante, es decir la melodía de la canción, mientras que el macho lleva el compás.
Con la llegada del conquistador europeo el horizonte musical latinoamericano se amplía enormemente. En primer los flamantes llegados introducen una novedad: los instrumentos de cuerda con su gran variedad de componentes, y segundo, traen al esclavo africano, el cual, en medio de su desventura será parte importante en la incorporación de nuevos instrumentos y técnicas musicales que tendrán su área de influencia en el Caribe y las partes costeras del continente.
En la actualidad la diversidad de instrumentos autóctonos que se utilizan para interpretar la música latinoamericana es rica y variada. La aceptación, y lo más importante, la adaptación a las necesidades musicales del continente, de los instrumentos de origen europeo y africano ha hecho que nuestras expresiones musicales gocen de las preferencias de propios y extraños.
El instrumento musical de cuerdas que más influencia ha tenido en nuestra música es, qué duda cabe, la ancestral guitarra, conocida como vihuela cuando realizó su viaje trasatlántico. Herederos de ella son el tiple colombiano, el cuatro venezolano, el requinto mejicano, el tres cubano, el cuatro puertorriqueño, entre muchos otros; además de la tradicional mandolina que también ha sido sometida a un proceso de mestizaje, dependiendo donde se la construya y ejecute. Especial referencia merece el charango andino, adaptado a las necesidades musicales del hombre del Ande y que es una muestra exacta del mestizaje cultural de latinoamericana.
El habitante andino suele coordinar sus fiestas con el trabajo de campo y pastoreo que le proporciona el sustento diario. El Santiago es una fiesta que se celebra al momento de marcar el ganado, es allí en donde el sonido agudo y acompasado del huakrapukro, impone su cadencia y compás a los bailarines. Este instrumento es una corneta circular hecha de cuernos de toros o vacas. Hay que recordar que estos animales no son originarios del continente. Llegaron junto a los conquistadores.
La influencia africana en la instrumentación tradicional latinoamericana se manifiesta sobre todo a través de instrumentos de percusión. Las congas acompañan los sabrosos ritmos cubanos, de la misma forma que la tambora es esencial en la música dominicana, y la pandereta a la plena puertorriqueña. En la parte sur del continente es conocidísimo el cajón peruano, cuya fama a llegado incluso a España, donde no es extraño ahora verla como instrumento de acompañamiento de los grupos musicales de flamenco. Otro instrumento de percusión, pariente cercano del cajón es la cajita, que como su nombre indica es mucho más pequeña que el cajón. Por sus condiciones de vida, en estado de opresión, el músico afro americano, utilizó todo objeto al cual podía sacar algún sonido. De allí que no es extraño ver acompañar un alegre festejo con una quijada de burro.
Un instrumento, no muy conocido es la marimba guatemalteca, cuyo origen se remonta al balabón africano y que representa el alma musical de ese país, habiéndose popularizado en muchas partes de la zona central del continente. Demás está decir que llama la atención de los oyentes cuando ven a dos, y a veces hasta tres personas tocando el mismo instrumento a la vez. Peculiaridad quizá única en el mundo.
Los instrumentos de la música popular latinoamericana, estamos hablando de la tradicional y que representa culturalmente a nuestros pueblos, son variados y de diversos orígenes. Cumplen e identifican a sus pueblos, no pasan de moda porque la música que con ellos se interpreta se identifica plenamente con la idiosincrasia de los pueblos latinoamericanos. Representa su alma, representa su espíritu y su identidad cultural.
La historia de nuestro continente se divide en dos fases completamente diferentes, antes y después de la conquista. Motivo por el cual enfocaremos el tema desde esa óptica. En primer lugar, es necesario destacar que en Caral, la ciudad más antigua del continente americano, cuya antigüedad ha sido determinada por los arqueólogos en cinco mil años y está situada en la costa norte peruana, se han descubierto instrumentos musicales hechos de huesos de aves marinas, que bien pudieron servir para alegrar a los habitantes de esa antiquísima ciudad americana. De igual forma, otros descubrimientos arqueológicos han permitido desenterrar diversos instrumentos primitivos, tales como sikus, flautas, vasijas sonoras, además de otros instrumentos de percusión. Cabe mencionar que la música prehispánica americana desconocía los instrumentos de cuerda y que además era pentafónica, es decir de cinco notas. Con escasas variaciones la instrumentación musical precolombina fue casi la misma a todo lo largo y ancho del continente, sobre todo en las zonas altas, en donde florecieron los dos imperios más poderosos de la época, los incas y los aztecas.
Dos instrumentos que datan de la época prehispánica y que de seguro son muy conocidos, al menos de oídas por algunos de los lectores, debido a que son mencionadas en muchísimas cumbias colombianas, son la guacharaca y la gaita. La primera es una caña que tiene raspadoras verticales y que se pone, cual violín, al hombro y se rasca con un palo. La segunda es una flauta indígena confeccionada de caña, cera de abeja y pluma de ave. Curiosamente existen dos tipos de gaitas, hembra y macho. La hembra lleva la voz cantante, es decir la melodía de la canción, mientras que el macho lleva el compás.
Con la llegada del conquistador europeo el horizonte musical latinoamericano se amplía enormemente. En primer los flamantes llegados introducen una novedad: los instrumentos de cuerda con su gran variedad de componentes, y segundo, traen al esclavo africano, el cual, en medio de su desventura será parte importante en la incorporación de nuevos instrumentos y técnicas musicales que tendrán su área de influencia en el Caribe y las partes costeras del continente.
En la actualidad la diversidad de instrumentos autóctonos que se utilizan para interpretar la música latinoamericana es rica y variada. La aceptación, y lo más importante, la adaptación a las necesidades musicales del continente, de los instrumentos de origen europeo y africano ha hecho que nuestras expresiones musicales gocen de las preferencias de propios y extraños.
El instrumento musical de cuerdas que más influencia ha tenido en nuestra música es, qué duda cabe, la ancestral guitarra, conocida como vihuela cuando realizó su viaje trasatlántico. Herederos de ella son el tiple colombiano, el cuatro venezolano, el requinto mejicano, el tres cubano, el cuatro puertorriqueño, entre muchos otros; además de la tradicional mandolina que también ha sido sometida a un proceso de mestizaje, dependiendo donde se la construya y ejecute. Especial referencia merece el charango andino, adaptado a las necesidades musicales del hombre del Ande y que es una muestra exacta del mestizaje cultural de latinoamericana.
El habitante andino suele coordinar sus fiestas con el trabajo de campo y pastoreo que le proporciona el sustento diario. El Santiago es una fiesta que se celebra al momento de marcar el ganado, es allí en donde el sonido agudo y acompasado del huakrapukro, impone su cadencia y compás a los bailarines. Este instrumento es una corneta circular hecha de cuernos de toros o vacas. Hay que recordar que estos animales no son originarios del continente. Llegaron junto a los conquistadores.
La influencia africana en la instrumentación tradicional latinoamericana se manifiesta sobre todo a través de instrumentos de percusión. Las congas acompañan los sabrosos ritmos cubanos, de la misma forma que la tambora es esencial en la música dominicana, y la pandereta a la plena puertorriqueña. En la parte sur del continente es conocidísimo el cajón peruano, cuya fama a llegado incluso a España, donde no es extraño ahora verla como instrumento de acompañamiento de los grupos musicales de flamenco. Otro instrumento de percusión, pariente cercano del cajón es la cajita, que como su nombre indica es mucho más pequeña que el cajón. Por sus condiciones de vida, en estado de opresión, el músico afro americano, utilizó todo objeto al cual podía sacar algún sonido. De allí que no es extraño ver acompañar un alegre festejo con una quijada de burro.
Un instrumento, no muy conocido es la marimba guatemalteca, cuyo origen se remonta al balabón africano y que representa el alma musical de ese país, habiéndose popularizado en muchas partes de la zona central del continente. Demás está decir que llama la atención de los oyentes cuando ven a dos, y a veces hasta tres personas tocando el mismo instrumento a la vez. Peculiaridad quizá única en el mundo.
Los instrumentos de la música popular latinoamericana, estamos hablando de la tradicional y que representa culturalmente a nuestros pueblos, son variados y de diversos orígenes. Cumplen e identifican a sus pueblos, no pasan de moda porque la música que con ellos se interpreta se identifica plenamente con la idiosincrasia de los pueblos latinoamericanos. Representa su alma, representa su espíritu y su identidad cultural.