carmela fry palacios
Vamos a sembrar
(Declamada or la autora) A la Pachamama nos refugiamos y en un conjuro le brindamos: ¡Nuestros sueños sembrados de esperanza, para una cosecha en lontananza! La fogata nos calienta y ata al ritual bendecido y compartido, evocando a nuestros agoreros ancestros, que desde el horizonte: ¡Llegan sus rezos! La luna confidente nos protege, mientras nuestras invocaciones se tejen, nuestras manos habidas acariciando la esperada cosecha: ¡Que paso a paso anuncia, que a su tiempo florecerá! |
Al encuentro de la Pachamama
¡Cuántos ríos bifurcados, cuanta historia soterrada, bajo tu piel agrietada, que hoy refleja a una mujer sosegada! Si los campos musitaran, el aire rebelde de tus abriles, nos contarían tus cantos, tu pujanza en el labrar y el regocijo de esos mantos florecidos de esos julios, ya partidos… Mujer vieja: ¡Méceme en tus brazos, acúname en tu regazo, como lo hiciste con tus hijos en el ayer…! Fruto maduro: ¡Te llama la Pachamama! Preparemos nuestros rezos, para tu eterno reposar… |
Macchu Picchu Ciudadela perdida y hallada las cordilleras te acogen desplegadas ¡Oh fortaleza misteriosa y sagrada que anidas en el Cuzco de nuestro Perú! Fueron nuestros antepasados preclaros que moldearon las artes y la ciencia en bloques finamente tallados y sobrepuestos: ¡Que ni el tiempo, ni las estaciones han borrado! Cuando te recorrí, percibí quedamente tu misticismo y ese halo sobrenatural: ¡Verdor, Intihuatana, piedras perfectas, encanto natural, son testimonio de un colosal imperio! Macchu Picchu, derrama tu sabiduría ancestral para preservarte y valorarte: ¡Maravilla universal! ¡Fortaleza inmortal! |
Bajo la lluvia Lentamente el ocaso llegó, nuestras huellas en el fango se acrecentaron en la trocha interminable de nuestro sino. La lluvia gruesa nos cubrió a pesar de cobijarnos con nuestras llicllas… Con su agridulce sabor, nuestros labios humedecieron y con su fuerza nuestras alforjas avasalló…
creo que nuestro Huiracocha lloró…
La noche a su paso, la alberga: ¡Nosotras, ya somos una con ella! Acribilla nuestros pasos lentos, agujerea nuestras entrañas siempre soñando estamos: ¡Con un amanecer de resplandor! |