omar llanos espinoza
EL COMISARIO Y EL TORO
Las Fiestas Patrias y las Corridas de Toros son los eventos más importantes en el calendario festivo de Huallanca (Bolognesi-Ancash). La mayor atracción son las tardes taurinas en la Plaza del Montecarmelo, del 29 de julio al 01 de agosto, con la presentación de los toros a cargo de los Comisarios o comisionados de acuerdo a su compromiso con la municipalidad y el Centro Juventud Taurino que administran los ejemplares. El Comisario y el toro es una modalidad ancestral en Huallanca de mantener y garantizar las corridas de toros que sigue vigente a través del tiempo.
HISTORIA
Según relatos de don Luis Recavarren Espinoza, por los años 30 y 40 del Siglo XX en Huallanca durante las corridas de toros, era costumbre de los señores comisarios, es decir, de aquellos ganaderos o crianderos que “recibían un toro luego de su presentación en plaza” con el compromiso de entregar al siguiente año otro ejemplar de similares condiciones de edad, peso y bravura; suscribiendo un contrato ante la municipalidad, con el aval de un fiador o garante. El comisario-propietario hacía gala de tener ganado bravo en su estancia y podría devolver sin mayor problema.
BENEFICIAR EL TORO
El comisario, luego de recibir el ganado, lo beneficiaba (mataba) con la participación de familiares y amigos; repartían la carne a todos sin distinción, celebrando éste nuevo compromiso. Esto se festejaba con aguardiente, pisco, cinzano, vermouth y cerveza, más un buen churrasco o bisteck, caldo de carne, etc.
BEBER LA SANGRE DEL TORO
El momento más interesante de la ceremonia del sacrificio del animal era cuando bebían la sangre del toro bravo; chicos y grandes tomaban, decían que era para ser valientes y guapos, para ser de “arranque”, para domar caballos, arrear ganados bravos y torear en las tientas de la estancia y en la plaza de Huallanca, para enfrentarse a los bandoleros y abigeos, para manejar mejor las armas de fuego que todo huallanquino ganadero y arriero portaban en esa época.
GANADERO RESPONSABLE
Al año siguiente, el comisario respondía con puntualidad y esmero tal compromiso con su pueblo. El nuevo toro en plaza salía bravo realizando una buena faena; el responsable celebraba con alegría por haber entregado y cumplido “como debe ser”, recibiendo las palmas del público y las
felicitaciones
de los familiares y amigos.
LA TRADICION SE MANTIENE
Este compromiso de ser comisario para recibir un toro se practica hasta ahora en Huallanca para mantener la cantidad de ejemplares para las corridas de toros del 29 de julio al 01 de agosto. Cada año renuevan los compromisos con la Municipalidad y el Centro Juventud Taurino; entidades que tienen sus ejemplares en posesión transitoria de los comisarios; así mantienen la cantidad de toros que garantizan la fiesta brava en Huallanca,
TIEMPOS DE CAMBIO
En los actuales tiempos ya no hay la ceremonia de beneficiar el toro para la familia y los amigos. Ahora con el incremento de ganados de casta y media casta hay menos ejemplares cuneros; los comisarios de hoy, simplemente “sacan o reciben el toro” y luego lo venden o se llevan a su querencia o estancia; otros comisarios no son ganaderos alquilan el ejemplar para cumplir su compromiso, luego devuelven al dueño y renuevan el contrato. Bueno, son otros tiempos, pero se mantiene la tradición taurina que es parte la fiesta brava, fiesta del pueblo.
Omar Llanos Espinoza
[email protected]
HISTORIA
Según relatos de don Luis Recavarren Espinoza, por los años 30 y 40 del Siglo XX en Huallanca durante las corridas de toros, era costumbre de los señores comisarios, es decir, de aquellos ganaderos o crianderos que “recibían un toro luego de su presentación en plaza” con el compromiso de entregar al siguiente año otro ejemplar de similares condiciones de edad, peso y bravura; suscribiendo un contrato ante la municipalidad, con el aval de un fiador o garante. El comisario-propietario hacía gala de tener ganado bravo en su estancia y podría devolver sin mayor problema.
BENEFICIAR EL TORO
El comisario, luego de recibir el ganado, lo beneficiaba (mataba) con la participación de familiares y amigos; repartían la carne a todos sin distinción, celebrando éste nuevo compromiso. Esto se festejaba con aguardiente, pisco, cinzano, vermouth y cerveza, más un buen churrasco o bisteck, caldo de carne, etc.
BEBER LA SANGRE DEL TORO
El momento más interesante de la ceremonia del sacrificio del animal era cuando bebían la sangre del toro bravo; chicos y grandes tomaban, decían que era para ser valientes y guapos, para ser de “arranque”, para domar caballos, arrear ganados bravos y torear en las tientas de la estancia y en la plaza de Huallanca, para enfrentarse a los bandoleros y abigeos, para manejar mejor las armas de fuego que todo huallanquino ganadero y arriero portaban en esa época.
GANADERO RESPONSABLE
Al año siguiente, el comisario respondía con puntualidad y esmero tal compromiso con su pueblo. El nuevo toro en plaza salía bravo realizando una buena faena; el responsable celebraba con alegría por haber entregado y cumplido “como debe ser”, recibiendo las palmas del público y las
felicitaciones
de los familiares y amigos.
LA TRADICION SE MANTIENE
Este compromiso de ser comisario para recibir un toro se practica hasta ahora en Huallanca para mantener la cantidad de ejemplares para las corridas de toros del 29 de julio al 01 de agosto. Cada año renuevan los compromisos con la Municipalidad y el Centro Juventud Taurino; entidades que tienen sus ejemplares en posesión transitoria de los comisarios; así mantienen la cantidad de toros que garantizan la fiesta brava en Huallanca,
TIEMPOS DE CAMBIO
En los actuales tiempos ya no hay la ceremonia de beneficiar el toro para la familia y los amigos. Ahora con el incremento de ganados de casta y media casta hay menos ejemplares cuneros; los comisarios de hoy, simplemente “sacan o reciben el toro” y luego lo venden o se llevan a su querencia o estancia; otros comisarios no son ganaderos alquilan el ejemplar para cumplir su compromiso, luego devuelven al dueño y renuevan el contrato. Bueno, son otros tiempos, pero se mantiene la tradición taurina que es parte la fiesta brava, fiesta del pueblo.
Omar Llanos Espinoza
[email protected]