manuel nieves fabián
WAMANWAKA:
UN ENIGMÁTICO RESTO ARQUEOLÓGICO QUE ENCIERRA MUCHOS MISTERIOS
UN ENIGMÁTICO RESTO ARQUEOLÓGICO QUE ENCIERRA MUCHOS MISTERIOS

WAMANWAKA es un resto arqueológico sumamente importante ubicado en el distrito de Canis, provincia de Bolognesi, región Ancash. Waman es el nombre del halcón, ave totémica y waka es adoratorio, lugar sagrado. Siendo así, Wamanwaka significaría: adoratorio o lugar donde residen los dioses.
Wamanwaka está íntimamente ligada a Canis, ya que, según la leyenda, los primeros habitantes de Canis habrían vivido en Wamanwaka, pues, luego de las discrepancias entre los ayllus de los Aldave y Waman, se separaron. Los Waman se fueron hacia Cajamarquilla, mientras que los Aldave, hacia Canis.
TESTIMONOS
Desde pequeño siempre sentí curiosidad por conocer los restos arqueológicos ubicados en la parte oeste del centro poblado de Pacocha, en la región puna o jalca. Es por eso que inicié indagar escuchando a los ancianos, quienes conocen el pasado de nuestros pueblos.
VIAJES
En octubre de 1999, junto con Edrás Vergara, que me servía de guía, visitamos Trincashantivo. En la parte superior de la inmensa peña, Edrás me mostró un petroglifo, es decir, la imagen de una cabeza humana incisa en la roca. Recorrimos Jatun Pacocha, Pashpapama y Wamanwaka, y no encontramos ni rastros de las informaciones recibidas, pero, luego nos enteramos que habían sido saqueados por los excursionistas de los pueblos de Carhuajara, Cajamarquilla y del propio Canis..
Wamanwaka está íntimamente ligada a Canis, ya que, según la leyenda, los primeros habitantes de Canis habrían vivido en Wamanwaka, pues, luego de las discrepancias entre los ayllus de los Aldave y Waman, se separaron. Los Waman se fueron hacia Cajamarquilla, mientras que los Aldave, hacia Canis.
TESTIMONOS
Desde pequeño siempre sentí curiosidad por conocer los restos arqueológicos ubicados en la parte oeste del centro poblado de Pacocha, en la región puna o jalca. Es por eso que inicié indagar escuchando a los ancianos, quienes conocen el pasado de nuestros pueblos.
- El hecho más sorprendente fue la versión recogida de labios de doña Alejandrina Alvarado, más conocida como doña "Allicha". Ella manifestó que cuando era niña se dedicaba a pastar ovejas por las alturas. Un buen día, junto con sus amigas, decidieron ingresar al interior de una de las ruinas de Pashpapampa. Allí encontraron una momia junto a una especie de libro, cuya portada era de un color amarillento debido al paso del tiempo. Lamentablemente, ella y sus dos amiguitas, sin conocer su importancia, se pusieron a jugar y lo destruyeron.
- Don Teódulo Vergara, un comunero de cerca de cincuenta años, dijo haber visto en Pashpapmpa, dentro de las construcciones de piedra, a una momia con una especie de libro en la mano.
- Don Abraham Nieves y Joaquín Dolores, comuneros de Canis, dicen haber visto en Triscashantivo a una momia que tenía entre sus manos un arpa, mucho más pequeño que las arpas actuales.
VIAJES
En octubre de 1999, junto con Edrás Vergara, que me servía de guía, visitamos Trincashantivo. En la parte superior de la inmensa peña, Edrás me mostró un petroglifo, es decir, la imagen de una cabeza humana incisa en la roca. Recorrimos Jatun Pacocha, Pashpapama y Wamanwaka, y no encontramos ni rastros de las informaciones recibidas, pero, luego nos enteramos que habían sido saqueados por los excursionistas de los pueblos de Carhuajara, Cajamarquilla y del propio Canis..

En octubre del año 2003 hicimos el recorrido más largo con mi guía don Pedro Nolasco Aldave. Salimos de Canis muy de madrugada y amanecimos en Pacocha, luego tomamos la ruta de Manka allpa para llegar a Trincashantivo. Allí nos detuvimos para visitar casi todas las cuevas pensando encontrar la momia con su arpa. Todo fue en vano. Subimos hacia la colina de Jatun Pacocha, allí encontramos una casa de piedra y barro en perfectas condiciones, luego pasamos a Pashpapampa, subimos por el camino que conducen a las manadas de ovejas. En el camino encontramos la piedra pintada con letras llamada Letrerorumi, continuamos ascendiendo y llegamos a Shinuacorral. De ahí bajamos hacia Wamanwaka, luego bordeamos la cumbre de Usujaruaq y llegamos a Canis, ya entrada la noche, por el camino de Llipa.
En marzo del año 2012, luego de sucesivas visitas al centro arqueológico de Wamanwaka, esta vez acompañados por Hugo Aldave y Einer Ventocilla, hicimos un descanso, después de haber recorrido Trincashantivo, Jatun Pacocha y Pashpapampa; ya al momento de partir hacia Chanchush alto, vi una piedra media anaranjada, un tanto llamativa arrojada, con la cara hacia el piso, sobre otra inmensa piedra laja del mismo color, al levantarla nos dimos con la sorpresa que era una cabeza clava. Estaba intacta.
Tenía la cara ovalada con una mancha o cicatriz en la parte superior del labio derecho, una boca amplia, con ojos redondos y una incisión al centro, y una vincha con dibujos en zigzag que configuraba el rostro de un guerrero, pero con mucha serenidad.
Este hallazgo fue la coronación de tantos viajes realizados a Wamanwaka.
En marzo del año 2012, luego de sucesivas visitas al centro arqueológico de Wamanwaka, esta vez acompañados por Hugo Aldave y Einer Ventocilla, hicimos un descanso, después de haber recorrido Trincashantivo, Jatun Pacocha y Pashpapampa; ya al momento de partir hacia Chanchush alto, vi una piedra media anaranjada, un tanto llamativa arrojada, con la cara hacia el piso, sobre otra inmensa piedra laja del mismo color, al levantarla nos dimos con la sorpresa que era una cabeza clava. Estaba intacta.
Tenía la cara ovalada con una mancha o cicatriz en la parte superior del labio derecho, una boca amplia, con ojos redondos y una incisión al centro, y una vincha con dibujos en zigzag que configuraba el rostro de un guerrero, pero con mucha serenidad.
Este hallazgo fue la coronación de tantos viajes realizados a Wamanwaka.
En ese mismo viaje, luego de salir de Wamanwaka, bajamos hacia la quebrada para luego ascender hacia Chanchus Alto. Ingresando a Chanchus Alto por el camino que conduce desde Chachipa, sobre la ceja, se aprecia una solitaria piedra laja que da la impresión de haberse quedado plantada al rodar desde la altura. Sobre la cara semicircular de la piedra que se orienta hacia el Sur se aprecia un petroglifo, es decir, la cabeza tallada de un animal (zorro), pero con alas, que muy bien pudo haber sido la deidad de sus habitantes.

En el cuarto viaje con mi hermano Abraham, en marzo del año 2013, después de un año de haber dejado la cabeza clava sobre el muro, no pudimos encontrarlo. Con mucha decepción, ya cuando salíamos de Wamanwaka pudimos distinguir la cabeza confundida entre las piedras. La alegría fue inmensa, pues teníamos en nuestras manos la cabeza clava. Esta vez lo enterramos junto a una wanka mediana.
Después de Wamanwaka visitamos Chanchus alto y sus tres escalones, volvimos a Pacocha, luego a Canis.
En el quinto viaje, el 7 de noviembre del 2013 con mi hijo Shein Nieves Barrueta, de profesión neurocirujano, al tratar de enterrar la cabeza clava en el mismo lugar donde dejamos la vez anterior, al cavar la tierra un poco más profunda, nos topamos con una piedra que no era posible moverla. Hicimos mil esfuerzos utilizando palos y estacas, al final la piedra cedió, y nuestra sorpresa fue grande, pues esa piedra era otra cabeza clava con la cara casi redonda, labios pronunciados, nariz roma, ojos grandes y el cráneo malogrado por el tiempo, muy distinto, comparado con la primera cabeza clava.
Después de Wamanwaka visitamos Chanchus alto y sus tres escalones, volvimos a Pacocha, luego a Canis.
En el quinto viaje, el 7 de noviembre del 2013 con mi hijo Shein Nieves Barrueta, de profesión neurocirujano, al tratar de enterrar la cabeza clava en el mismo lugar donde dejamos la vez anterior, al cavar la tierra un poco más profunda, nos topamos con una piedra que no era posible moverla. Hicimos mil esfuerzos utilizando palos y estacas, al final la piedra cedió, y nuestra sorpresa fue grande, pues esa piedra era otra cabeza clava con la cara casi redonda, labios pronunciados, nariz roma, ojos grandes y el cráneo malogrado por el tiempo, muy distinto, comparado con la primera cabeza clava.

El 28 de enero del 2015, en el sexto viaje, llevé a Roberto Aldave Palacios, el cineasta bolognesino, y al desenterrar las dos cabezas claves escondidas nos topamos con muchos utensilios que representaban, en miniatura, figuras de animales desconocidos y también pequeños morteros, cuchillos de piedra, armas de guerra.
Todos los hallazgos fueron enterrados en el mismo lugar de Wamanwaka.
El 8 de enero del 2015 hicimos el séptimo viaje con el ex alcalde Andrés Moreno y una delegación de canisinos, entre ellos, don Osar Mariano. Ellos no creían de la existencia de estas cabezas clavas. Al comprobarlo se llenaron de contento.
El 16 de mayo del 2019 se hizo el octavo viaje con el periodista Alex Mejía y el ex alcalde Abel León. En aquella ocasión, la autoridad edil prometió velar por su cuidado y conservación; sin embargo, hasta la fecha sigue abandonado.
Lo más importante es el estudio integral de estos restos arqueológicos y estamos seguros que en el futuro encontraremos mayores luces, y con estos datos escribiremos la historia real a cerca de los primeros habitantes de esta parte de nuestra patria.
Todos los hallazgos fueron enterrados en el mismo lugar de Wamanwaka.
El 8 de enero del 2015 hicimos el séptimo viaje con el ex alcalde Andrés Moreno y una delegación de canisinos, entre ellos, don Osar Mariano. Ellos no creían de la existencia de estas cabezas clavas. Al comprobarlo se llenaron de contento.
El 16 de mayo del 2019 se hizo el octavo viaje con el periodista Alex Mejía y el ex alcalde Abel León. En aquella ocasión, la autoridad edil prometió velar por su cuidado y conservación; sin embargo, hasta la fecha sigue abandonado.
Lo más importante es el estudio integral de estos restos arqueológicos y estamos seguros que en el futuro encontraremos mayores luces, y con estos datos escribiremos la historia real a cerca de los primeros habitantes de esta parte de nuestra patria.