alfonzo valderrama gonzález
HUÁNUCO
Un día restañaré mis profundas heridas, no me moriré como Cristo en el calvario, borraré las cicatrices de las doce balas, para seguir combatiendo en tu villorio. Huánuco querido , seguro que te levantarás como dijo Esteban Pabletich, de escombros habrá abundante pan, ya no comerán sobras tus hijos te reconstruirán de esos escombros. Se sacudirán de polvos tus campanarios, retornarán las lindas aves de patas amarillas, volarán tus valles como en los mejores años, volarán tus tierras que se tornarán maravillas. Volverán las árboles, dar buenos frutos en tus campos, crecerán gigantes robles plantas ancestrales, volverán sin lamentos habra lindo panorama, en horas primaverales. Florecerán tus cañaverales en Vichaycoto también en Quicacán, en todos tus valles, nuevamente soplará, suave, fino viento que fueron famosos en tiempos otoñales. En esos tiempos estaré contigo en la gloria haremos Encuentros de Frentes Regionales lavaremos todo el flagelo que trajo miseria elaboraremos lindos y buenos mandamientos. Las lágrimas se irán, no habrá más flagelo florecerá el pensamiento de Aparicio Pomares, volverán a crecer sobre tus suelos, con anhelo la revolución, en tus hermosos parajes estelares. Por eso decidí quedarme a trabajar en esta tierra, para contribuir en la medida de mis posibilidades, para que a la indiferencia lo pongan bajo tierra, para que Huánuco llegue a ser tierra de bondades. Mayo 1972. |
Alfonzo Valderrama González