ever romeo reyes cuentas
ENTRE EL DESMONTE Y LA BASURA
Las actuales construcciones de viviendas e infraestructura en Chiquián son crecientes, en un corto tiempo ha generado un problema álgido, los botaderos de desmonte en lugares inapropiados y no autorizados. Agregándose a ello otro problema serio: la basura. Basta ir por alrededores de la ciudad para advertir estas inaceptables prácticas.
Así comienzo el recorrido, dirigiéndome al primer punto identificado, la curva de Wamgam, veo con mucha pena e indignación de cómo se ha convertido nuevamente en un botadero de desmonte y de basura. Hace poco, cómo no recordar, que desde la Oficina de Gestión Ambiental y Recursos Naturales de la Municipalidad Provincial de Bolognesi, conjuntamente con Jovenes Por el Futuro realizaron con mucho esmero una campaña de limpieza y arborización, ahora, ha quedado nuevamente en el abandono y a la merced de los facinerosos mototaxistas y tricicleros, que lo han convertido en un ambiente desolador, desapareciendo por completo los pinos tiernos.
Segundo punto, en la ceja del puquial de la curva, antes, un hermoso y verde mirador que de niños solíamos usar como lugar de diversión, ahora, un depósito de postes de cemento que dejó posiblemente una empresa “x”, sin compromiso ni un ápice de responsabilidad social.
Sigo avanzando hacia el sur, tercer punto, a 600 mts. por la avenida Circunvalación, en la intersección de la puerta posterior del Estadio Municipal Carlos Bracale Ramos con la calle San Martín, otro desmonte en la misma vía pública.
Y como para engrosar esta lista, que ocasiona mayor indignación, los móviles en desuso -que aparenta más a un cementerio de chatarras-, apostados en inmediaciones de la Comisaría PNP Bolognesi y el óvalo Luis Pardo.
Continúo el recorrido y llego a la oficina de AGRO Rural. Esto sí es de Replay, otro desmonte en el portón de ingreso de una dependencia del estado.
No muy lejos, a 200 metros con dirección al este, en la ceja del conocido Reservorio: montículos de plásticos, botellas y vasos descartables, inodoros, tejas rotas, que afectan ostensiblemente la estética y la salubridad de todos los vecinos y de la población.
Cerrando este circuito de la indignación, en un lugar que para nosotros es un santuario, a pocos metros de la Capilla del Señor de Conchuyaco, en inmediaciones de una quebrada, otro botadero de desmonte y de basura.
Saben, no es mi intención crear malestar en las personas implicadas, más por el contrario hacer un llamado de conciencia, al respeto y a la responsabilidad. Hágamos bien las cosas y demos muestras a las nuevas generaciones y a nuestros hijos que el crecimiento y el desarrollo van de la mano, practicando siempre la ecoeficiencia, la preservación y el cuidado permanente y sensible por nuestro entorno, nuestra madre naturaleza; es un compromiso esencial con la salud y la vida.
Y ahora que todo vuelve a su cauce, más tranquilos ya en casa y en sus quehaceres cotidianos, quiero preguntar abiertamente para reflexionar todos plenamente ¿durante nuestra festividad patronal cuántos kilos y/o toneladas de basura, de plástico y tecnopor -este último producto prohibido- creen que se habrá generado? ¿y dónde habrá ido a parar? Es algo que me interrogo diariamente cuando veo a lo lejos una humareda densa y continua en las alturas de wakacorral.
Otra interrogante que surge como un tema vital, urgentísimo!!! a corto plazo ¿Cuándo tendremos en Chiquián una planta de tratamiento de residuos sólidos y desechos?
Recordar que la principal consecuencia de la contaminación por basura implica una degradación de la salud de los seres vivos. Hay que tener en cuenta que ésta libera sustancias tóxicas al ambiente que se extienden tanto por el suelo, agua y aire.
La basura es un problema que todavía no tiene solución inmediata en Chiquián. Si seguimos así, entre el desorden, el caos, el desmonte y la basura, estaremos condenados siempre a ser mal vistos y ha convertirnos en un espejismo.
Se está generando una impresión visual pésima en muchos lugares y rutas de la ciudad que deberían estar limpias, libre de contaminación ¿Así cómo podremos recibir a visitantes y turistas?
Aquí se tiene que tomar acciones firmes, sanciones ejemplares para evitar que después de limpiar la zona vuelva a ser un cerro de basura y desmonte, como lo sucedido en la curva de Wangam y otros puntos más.
Tenemos que juntarnos todos, autoridades, vecinos y demás actores sociales para desarrollar grandes jornadas de limpieza, campañas de sensibilización y hacer nuestra esa conocida frase “que la ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia.
Ever Romeo Reyes Cuentas
Así comienzo el recorrido, dirigiéndome al primer punto identificado, la curva de Wamgam, veo con mucha pena e indignación de cómo se ha convertido nuevamente en un botadero de desmonte y de basura. Hace poco, cómo no recordar, que desde la Oficina de Gestión Ambiental y Recursos Naturales de la Municipalidad Provincial de Bolognesi, conjuntamente con Jovenes Por el Futuro realizaron con mucho esmero una campaña de limpieza y arborización, ahora, ha quedado nuevamente en el abandono y a la merced de los facinerosos mototaxistas y tricicleros, que lo han convertido en un ambiente desolador, desapareciendo por completo los pinos tiernos.
Segundo punto, en la ceja del puquial de la curva, antes, un hermoso y verde mirador que de niños solíamos usar como lugar de diversión, ahora, un depósito de postes de cemento que dejó posiblemente una empresa “x”, sin compromiso ni un ápice de responsabilidad social.
Sigo avanzando hacia el sur, tercer punto, a 600 mts. por la avenida Circunvalación, en la intersección de la puerta posterior del Estadio Municipal Carlos Bracale Ramos con la calle San Martín, otro desmonte en la misma vía pública.
Y como para engrosar esta lista, que ocasiona mayor indignación, los móviles en desuso -que aparenta más a un cementerio de chatarras-, apostados en inmediaciones de la Comisaría PNP Bolognesi y el óvalo Luis Pardo.
Continúo el recorrido y llego a la oficina de AGRO Rural. Esto sí es de Replay, otro desmonte en el portón de ingreso de una dependencia del estado.
No muy lejos, a 200 metros con dirección al este, en la ceja del conocido Reservorio: montículos de plásticos, botellas y vasos descartables, inodoros, tejas rotas, que afectan ostensiblemente la estética y la salubridad de todos los vecinos y de la población.
Cerrando este circuito de la indignación, en un lugar que para nosotros es un santuario, a pocos metros de la Capilla del Señor de Conchuyaco, en inmediaciones de una quebrada, otro botadero de desmonte y de basura.
Saben, no es mi intención crear malestar en las personas implicadas, más por el contrario hacer un llamado de conciencia, al respeto y a la responsabilidad. Hágamos bien las cosas y demos muestras a las nuevas generaciones y a nuestros hijos que el crecimiento y el desarrollo van de la mano, practicando siempre la ecoeficiencia, la preservación y el cuidado permanente y sensible por nuestro entorno, nuestra madre naturaleza; es un compromiso esencial con la salud y la vida.
Y ahora que todo vuelve a su cauce, más tranquilos ya en casa y en sus quehaceres cotidianos, quiero preguntar abiertamente para reflexionar todos plenamente ¿durante nuestra festividad patronal cuántos kilos y/o toneladas de basura, de plástico y tecnopor -este último producto prohibido- creen que se habrá generado? ¿y dónde habrá ido a parar? Es algo que me interrogo diariamente cuando veo a lo lejos una humareda densa y continua en las alturas de wakacorral.
Otra interrogante que surge como un tema vital, urgentísimo!!! a corto plazo ¿Cuándo tendremos en Chiquián una planta de tratamiento de residuos sólidos y desechos?
Recordar que la principal consecuencia de la contaminación por basura implica una degradación de la salud de los seres vivos. Hay que tener en cuenta que ésta libera sustancias tóxicas al ambiente que se extienden tanto por el suelo, agua y aire.
La basura es un problema que todavía no tiene solución inmediata en Chiquián. Si seguimos así, entre el desorden, el caos, el desmonte y la basura, estaremos condenados siempre a ser mal vistos y ha convertirnos en un espejismo.
Se está generando una impresión visual pésima en muchos lugares y rutas de la ciudad que deberían estar limpias, libre de contaminación ¿Así cómo podremos recibir a visitantes y turistas?
Aquí se tiene que tomar acciones firmes, sanciones ejemplares para evitar que después de limpiar la zona vuelva a ser un cerro de basura y desmonte, como lo sucedido en la curva de Wangam y otros puntos más.
Tenemos que juntarnos todos, autoridades, vecinos y demás actores sociales para desarrollar grandes jornadas de limpieza, campañas de sensibilización y hacer nuestra esa conocida frase “que la ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia.
Ever Romeo Reyes Cuentas