manuel nieves fabián
LOS WARIS Y YARUS O LLACUACES:
PRIMEROS POBLADORES DE LA ANTIGÜEDAD DE NUESTROS TERRITORIOS DE LOS
ANDES CENTRALES DE NUESTRA PATRIA
Parte I
PRIMEROS POBLADORES DE LA ANTIGÜEDAD DE NUESTROS TERRITORIOS DE LOS
ANDES CENTRALES DE NUESTRA PATRIA
Parte I
Hablar de los Waris y Yarus o Llacuaces es un tema apasionante, ya que nos aproxima a conocer a nuestros más cercanos antecedentes, es decir a los hombres primitivos más cercanos que poblaron los andes centrales y específicamente los territorios del flanco occidental de la cordillera del Huayhuash (Ancash, Cajatambo en el departamento de Lima), y los departamentos de Huánuco, Pasco y Junín. En un resumen apretado y recogiendo las fuentes de investigación de peruanos y extranjeros dedicados al estudio de estos temas, ricos en mitos, leyendas e historia esbozamos estas líneas para ser enriquecidas.
ANTECEDENTES DE LOS WARIS
Wari o Huari, los dos términos son aceptables. Wari fue una civilización andina que floreció según los estudiosos desde el siglo VII hasta el XIII d. c. Se expandieron, por el norte hasta el actual departamento de Lambayeque, por el sur hasta Arequipa y Cusco.
Luis Guillermo Lumbreras manifiesta que los waris habrían poblado los actuales departamentos de Cajamarca y Lambayeque por el norte, y Cusco y Abancay por el sur.
Sobre el origen de los waris hay diversas teorías. Veamos:
El cronista Pedro Cieza de León dice que, al preguntar a los indios sobre el origen de los waris, ellos contestaban que eran “otras gentes barbadas y blancas como nosotros, los cuales, mucho tiempo antes que los ingas reinasen, dicen que vinieron a estas partes e hicieron allí su morada”. Decían que rendían culto al Dios Llorón, representado en la Puerta del Sol tiahuanaquense.
Los investigadores Ponce Sanginés y Lanning afirman que los tiahuanaquenses invadieron militarmente a los waris y allí se establecieron produciéndose de esta manera un mestizaje cultural. Tiahuanaco influyó notablemente a través de su política y religión, mientras que Wari, ubicado en el departamento de Ayacucho, era un pueblo avanzado militarmente.
El investigador Conrad asegura que el centro de todo el fenómeno del Horizonte Medio estaba en Tiahuanaco
Por su parte Lumbreras también manifiesta que los tiahuanaquenses habrían establecido colonias en Ayacucho.
Augusto Cardich plantea que un cambio climático intenso, hacia el año 600 de nuestra era, produjo un frío intenso en las alturas altiplánicas para que los Tiahuanaco invadieran el territorio Wari. Así mismo plantea que otro cambio climático fue el causante para el colapso de la cultura Wari, es por ello que salieron a diferentes regiones para poder abastecerse.
¿QUIÉNES FUERON LOS WARIS?
Los waris según las declaraciones de los yachaq (ciudadanos principales, reconocidos y conocedores de la cultura de sus pueblos), dicen que fueron los primeros habitantes que llegaron a estas tierras desde el altiplano, en tiempos inmemoriales. Habitaron las zonas medias y bajas, y se dedicaron a la agricultura. Decían que con solo mirar hacían sementeras y abrían acequias. Tenían la capacidad de convertirse en aves y su canto indicaba que vendrían a devorar humanos o presagiaban la muerte de alguien.
Otros manifestaban que habían salido de su pacarina denominada Yarupajá y poblaron la tierra.
Esas dos afirmaciones no se contradicen, puesto que durante la decadencia de la civilización Wari, ya sea porque los pueblos bajo su control alcanzaron su apogeo y se independizaron o porque hubo un intenso cambio climático, ellos llegaron del sur buscando mejores tierras y mejores condiciones de vida.
El mito de la salida de las ocho ventanas del Yarupajá son versiones en tiempos posteriores. En algunos relatos, tanto waris como llacuaces sostienen la misma versión.
Así, el yachaq Andrés Chaupis Yauri del ayllu de Otuco (Huanri-Ocros-Ancash) declaró ante el extirpador de idolatrías, Bernardo de Noboa, el 5 de julio de 1656, que había escuchado a sus abuelos que los waris eran hombres procedentes de una nación. Se distinguieron por ser gigantes con barbas que salieron del Yarupajá, el nevado más grande que se encuentra entre Ancash, Huánuco y Lima. Decía que este nevado tenía ocho inmensas puertas o cuevas, de donde partieron en diversas direcciones para poblar la tierra. Llegaron a Yumay Purac (alturas de Mangas), de allí se dirigieron a Cusi, luego a Llaclla, después a Canis y finalmente a Otuco (Raján Viejo) que pertenece al centro poblado de Huanri, que se encuentra más abajo de Raján.
Por su parte el yachaq Domingo Rimachi, alcalde ordinario del ayllu de Allauca del pueblo de Santa Catalina de Pimachi (Ocros-Ancash) dijo que los waris no eran originarios de esa zona, sino que habían llegado procedentes del altiplano, desde el Titicaca, donde nace el sol. Los Waris construyeron las paterías de las chacras e hicieron las acequias o canales de regadío, y uno de estos tenían dos caras, una atrás y la otra delante que se llamaban Gurris ascayes. Estos comían gente, tanto a muchachos e indios.
María Rostworowski sostiene que los guaris o llactayoc fueron los habitantes más antiguos de las regiones serranas y ellos “…decían provenir de antiguas poblaciones yungas que habían subido desde el litoral hacia la sierra en tiempos remotos”. (AAL, Idolatrías, Leg. V, Exp. 3, año 1655, AAL, Leg. 11, Exp. 12, año 1652)
QUIÉNES FUERON LOS YARUS O LLACUACES
Los yarus, yaros o llacuaces decían ser pueblos ganaderos que salieron de la altiplanicie del Titicaca y poblaron gran parte de las punas o jalcas de los hoy departamentos desde Abancay hasta Piura. Decían que eran invisibles, aunque a veces se dejaban ver, y andaban por debajo de la tierra.
Para María Rostworoski “los llacuaces fueron grupos dispersos que habitaron: Huarochrí, Jauja, Atavillos, Ancash, Cajatambo, Recuay y Cajamarca”.
El yachaq Domingo Rimachi alcalde del pueblo de Santa Catalina de Pimachi (Ocros-Bolognesi) decía que había escuchado a sus antepasados que los llacuaces fueron de una nación que siempre vivieron en las punas, ellos se aparecían de improviso, eran invisibles y andaban por debajo de la tierra.
Los waris los llamaron a los invasores de sus tierras con el mote de Llacuás o Llacuash que significa despectivamente grosero, cerril, semisalvaje. De modo que Yaru o Llacuash, indistintamente es uno solo.
En su viaje itinerante, unos grupos se asentaron en algunos lugares formando los atuncuracazgos, como es el caso de los Chinchaycochas que habitaron la meseta de Bombón en Junín, los Yarush, se establecieron en Pasco y los Yaruwilka, en Huánuco.
Por eso, hay otras versiones posteriores que manifiestan que los llacuaces llegaron a las punas de estas tierras procedentes de las altiplanicies del Bombón (Junín) y se dedicaron a la caza, la crianza y el pastoreo de camélidos
La invasión, el desarrollo y el predominio de los Yarus se habría dado entre los años 1,300 y 1,400 años d.C.
La gran nación Yarowilka estuvo formado por un conjunto de pequeños reinos. Tuvo un desarrollo cultural y socioeconómico avanzado. Su centro principal posiblemente estuvo ubicado en el Alto Marañón y según Augusto Cárdich pudo ser inicialmente Lauricocha. Con el correr del tiempo, debido a la carestía de pastos para sus animales bajaron a lugares óptimos y como consecuencia trasladaron parte de sus recursos y población hacia Allauka-Huánuco, es decir a los pueblos de la margen derecha del río Orgomayo, hoy conocido como río Vizcarra.
Manuel Nieves Fabián
[email protected]
ANTECEDENTES DE LOS WARIS
Wari o Huari, los dos términos son aceptables. Wari fue una civilización andina que floreció según los estudiosos desde el siglo VII hasta el XIII d. c. Se expandieron, por el norte hasta el actual departamento de Lambayeque, por el sur hasta Arequipa y Cusco.
Luis Guillermo Lumbreras manifiesta que los waris habrían poblado los actuales departamentos de Cajamarca y Lambayeque por el norte, y Cusco y Abancay por el sur.
Sobre el origen de los waris hay diversas teorías. Veamos:
El cronista Pedro Cieza de León dice que, al preguntar a los indios sobre el origen de los waris, ellos contestaban que eran “otras gentes barbadas y blancas como nosotros, los cuales, mucho tiempo antes que los ingas reinasen, dicen que vinieron a estas partes e hicieron allí su morada”. Decían que rendían culto al Dios Llorón, representado en la Puerta del Sol tiahuanaquense.
Los investigadores Ponce Sanginés y Lanning afirman que los tiahuanaquenses invadieron militarmente a los waris y allí se establecieron produciéndose de esta manera un mestizaje cultural. Tiahuanaco influyó notablemente a través de su política y religión, mientras que Wari, ubicado en el departamento de Ayacucho, era un pueblo avanzado militarmente.
El investigador Conrad asegura que el centro de todo el fenómeno del Horizonte Medio estaba en Tiahuanaco
Por su parte Lumbreras también manifiesta que los tiahuanaquenses habrían establecido colonias en Ayacucho.
Augusto Cardich plantea que un cambio climático intenso, hacia el año 600 de nuestra era, produjo un frío intenso en las alturas altiplánicas para que los Tiahuanaco invadieran el territorio Wari. Así mismo plantea que otro cambio climático fue el causante para el colapso de la cultura Wari, es por ello que salieron a diferentes regiones para poder abastecerse.
¿QUIÉNES FUERON LOS WARIS?
Los waris según las declaraciones de los yachaq (ciudadanos principales, reconocidos y conocedores de la cultura de sus pueblos), dicen que fueron los primeros habitantes que llegaron a estas tierras desde el altiplano, en tiempos inmemoriales. Habitaron las zonas medias y bajas, y se dedicaron a la agricultura. Decían que con solo mirar hacían sementeras y abrían acequias. Tenían la capacidad de convertirse en aves y su canto indicaba que vendrían a devorar humanos o presagiaban la muerte de alguien.
Otros manifestaban que habían salido de su pacarina denominada Yarupajá y poblaron la tierra.
Esas dos afirmaciones no se contradicen, puesto que durante la decadencia de la civilización Wari, ya sea porque los pueblos bajo su control alcanzaron su apogeo y se independizaron o porque hubo un intenso cambio climático, ellos llegaron del sur buscando mejores tierras y mejores condiciones de vida.
El mito de la salida de las ocho ventanas del Yarupajá son versiones en tiempos posteriores. En algunos relatos, tanto waris como llacuaces sostienen la misma versión.
Así, el yachaq Andrés Chaupis Yauri del ayllu de Otuco (Huanri-Ocros-Ancash) declaró ante el extirpador de idolatrías, Bernardo de Noboa, el 5 de julio de 1656, que había escuchado a sus abuelos que los waris eran hombres procedentes de una nación. Se distinguieron por ser gigantes con barbas que salieron del Yarupajá, el nevado más grande que se encuentra entre Ancash, Huánuco y Lima. Decía que este nevado tenía ocho inmensas puertas o cuevas, de donde partieron en diversas direcciones para poblar la tierra. Llegaron a Yumay Purac (alturas de Mangas), de allí se dirigieron a Cusi, luego a Llaclla, después a Canis y finalmente a Otuco (Raján Viejo) que pertenece al centro poblado de Huanri, que se encuentra más abajo de Raján.
Por su parte el yachaq Domingo Rimachi, alcalde ordinario del ayllu de Allauca del pueblo de Santa Catalina de Pimachi (Ocros-Ancash) dijo que los waris no eran originarios de esa zona, sino que habían llegado procedentes del altiplano, desde el Titicaca, donde nace el sol. Los Waris construyeron las paterías de las chacras e hicieron las acequias o canales de regadío, y uno de estos tenían dos caras, una atrás y la otra delante que se llamaban Gurris ascayes. Estos comían gente, tanto a muchachos e indios.
María Rostworowski sostiene que los guaris o llactayoc fueron los habitantes más antiguos de las regiones serranas y ellos “…decían provenir de antiguas poblaciones yungas que habían subido desde el litoral hacia la sierra en tiempos remotos”. (AAL, Idolatrías, Leg. V, Exp. 3, año 1655, AAL, Leg. 11, Exp. 12, año 1652)
QUIÉNES FUERON LOS YARUS O LLACUACES
Los yarus, yaros o llacuaces decían ser pueblos ganaderos que salieron de la altiplanicie del Titicaca y poblaron gran parte de las punas o jalcas de los hoy departamentos desde Abancay hasta Piura. Decían que eran invisibles, aunque a veces se dejaban ver, y andaban por debajo de la tierra.
Para María Rostworoski “los llacuaces fueron grupos dispersos que habitaron: Huarochrí, Jauja, Atavillos, Ancash, Cajatambo, Recuay y Cajamarca”.
El yachaq Domingo Rimachi alcalde del pueblo de Santa Catalina de Pimachi (Ocros-Bolognesi) decía que había escuchado a sus antepasados que los llacuaces fueron de una nación que siempre vivieron en las punas, ellos se aparecían de improviso, eran invisibles y andaban por debajo de la tierra.
Los waris los llamaron a los invasores de sus tierras con el mote de Llacuás o Llacuash que significa despectivamente grosero, cerril, semisalvaje. De modo que Yaru o Llacuash, indistintamente es uno solo.
En su viaje itinerante, unos grupos se asentaron en algunos lugares formando los atuncuracazgos, como es el caso de los Chinchaycochas que habitaron la meseta de Bombón en Junín, los Yarush, se establecieron en Pasco y los Yaruwilka, en Huánuco.
Por eso, hay otras versiones posteriores que manifiestan que los llacuaces llegaron a las punas de estas tierras procedentes de las altiplanicies del Bombón (Junín) y se dedicaron a la caza, la crianza y el pastoreo de camélidos
La invasión, el desarrollo y el predominio de los Yarus se habría dado entre los años 1,300 y 1,400 años d.C.
La gran nación Yarowilka estuvo formado por un conjunto de pequeños reinos. Tuvo un desarrollo cultural y socioeconómico avanzado. Su centro principal posiblemente estuvo ubicado en el Alto Marañón y según Augusto Cárdich pudo ser inicialmente Lauricocha. Con el correr del tiempo, debido a la carestía de pastos para sus animales bajaron a lugares óptimos y como consecuencia trasladaron parte de sus recursos y población hacia Allauka-Huánuco, es decir a los pueblos de la margen derecha del río Orgomayo, hoy conocido como río Vizcarra.
Manuel Nieves Fabián
[email protected]