Norka zulema bríos ramos
MÁS ALLÁ DE LOS SUEÑOS DE UN MONAGUILL0
Un deseo ante la Estrella de Navidad
Un deseo ante la Estrella de Navidad
"Sé tu mismo, busca el puesto que es solo tuyo en el mundo
que no lo agrande tu imaginación, ni tu búsqueda de felicidad,
menos aún tu orgullo.” CDV 172
ENTREVISTA AL PADRE JUAN BAUTISTA.
Los poetas y escritores Danilo Sánchez Lihón y César Vallejo Ynfantes (sobrino del gran poeta universal) nos convocaron a todos los vallejistas a la "Casa de César Vallejo" en Magdalena para recordar el cumpleaños del poeta. A mi lado se sentaron dos jóvenes de rasgos selváticos, algo nerviosos. Traté de hacerles sentir bien platicando con ellos. Me comentaron que eran de una comunidad shipiba. Se encontraban en Lima para formarse como líderes de su comunidad en un seminario y también recolectaban libros para formar una biblioteca en su comunidad. Los había traído el padre Juan Bautista. Me pareció conocido ese nombre. Cuando el padre los recogió puede verlo y comprobar que efectivamente era el padre a quien conocí en mi infancia. Acordamos que iría a visitarlos al seminario llevando dos cajas de libros para los chicos. Una vez ahí de improviso se produjo la siguiente entrevista que me ayudó a recordar cómo el padre encontró su camino. Hoy comparto con los lectores de Chiquianmarka.
- ¿Qué tiene hoy en su corazón y en sus recuerdos de esos años de infancia?
- Por siempre en el corazón: la Gratitud.
Recuerdo a mi padre, hoy ya descansa en paz, a mi pueblo de Cajamarquilla en la Provincia de Bolognesi, hoy Región Ancash, a los señores Motta y en Corpanqui a la profesora María Ramos y su familia quienes me acogieron en su casa los dos años que estuve estudiando. Me sentí como en casa. Fue la madrina de mi primera comunión, fue tan gentil que me regaló mi sotana de sacristán. Estudié cuarto y quinto de primaria en la Escuela N°350 de varones, por mi estatura mis compañeros me decían Chiuchi (pequeño) y por mi participación en la misa como sacristán y todo lo que se refería de la iglesia me decían “el curita”… en las festividades recorría los pueblos como Canis, Raján, LLipa Y LLaclla, para acompañar al padre Dextre en la misa.
Recuerdo muy bien, eran las 10:30am de un lunes. El padre Alberto me hizo llamar a su oficina. Ahí estaba la dama. Me propusieron el deseo de la dama para apoyarme y seguir estudiando en el seminario de Lima. Ella se haría cargo de todo. Yo solo tenía que aceptar. Me animaron las ventajas. Así terminé de estudiar en Lima, hubo una boca menos que alimentar y también tendrían en el seminario un lugar para otra persona.
Cuando terminé los estudios y me ordené como sacerdote invité a mi dadora a la ceremonia. Sentí mucha tristeza cuando me dijo que no le era posible viajar por encontrarse enferma con cáncer. Aún así, me envío todo lo necesario para la ceremonia.
Termino agradeciendo esta conversación: gracias, gracias, gracias.
Así terminó la entrevista imprevista, como dijo el padre.
Los poetas y escritores Danilo Sánchez Lihón y César Vallejo Ynfantes (sobrino del gran poeta universal) nos convocaron a todos los vallejistas a la "Casa de César Vallejo" en Magdalena para recordar el cumpleaños del poeta. A mi lado se sentaron dos jóvenes de rasgos selváticos, algo nerviosos. Traté de hacerles sentir bien platicando con ellos. Me comentaron que eran de una comunidad shipiba. Se encontraban en Lima para formarse como líderes de su comunidad en un seminario y también recolectaban libros para formar una biblioteca en su comunidad. Los había traído el padre Juan Bautista. Me pareció conocido ese nombre. Cuando el padre los recogió puede verlo y comprobar que efectivamente era el padre a quien conocí en mi infancia. Acordamos que iría a visitarlos al seminario llevando dos cajas de libros para los chicos. Una vez ahí de improviso se produjo la siguiente entrevista que me ayudó a recordar cómo el padre encontró su camino. Hoy comparto con los lectores de Chiquianmarka.
- ¿Cómo decidió entregar su vida al sacerdocio?
- La imagen que yo tenía de Jesús, era de un hombre extremadamente bueno, milagroso en todo momento, era el salvador de la humanidad. De niño me bastó lo que me enseñaron en el catecismo y en mis clases de religión para sentir ese llamado de fe. Mi padre fue pastor de ovejas, pero yo quería ser pastor de hombres como Jesús. Ese es el deseo que siempre le pedía a la estrella de Belén. Como dice la canción que me enseñaron en el catecismo: así empecé a vivir mi fe desde niño.
- ¿Qué tiene hoy en su corazón y en sus recuerdos de esos años de infancia?
- Por siempre en el corazón: la Gratitud.
Recuerdo a mi padre, hoy ya descansa en paz, a mi pueblo de Cajamarquilla en la Provincia de Bolognesi, hoy Región Ancash, a los señores Motta y en Corpanqui a la profesora María Ramos y su familia quienes me acogieron en su casa los dos años que estuve estudiando. Me sentí como en casa. Fue la madrina de mi primera comunión, fue tan gentil que me regaló mi sotana de sacristán. Estudié cuarto y quinto de primaria en la Escuela N°350 de varones, por mi estatura mis compañeros me decían Chiuchi (pequeño) y por mi participación en la misa como sacristán y todo lo que se refería de la iglesia me decían “el curita”… en las festividades recorría los pueblos como Canis, Raján, LLipa Y LLaclla, para acompañar al padre Dextre en la misa.
- Padre, ¿cómo fue que ingresó al seminario de Huaraz?
- Son los retos de la vida. Sí, enfrenté esos retos con el gran apoyo, había dos opciones: probar en Huaraz o ir a Chiquián a estudiar la secundaria. Primero viajamos a Huaraz con mi madrina, la profesora María, quien me presentó al Padre Santiago Márquez su pariente. Él habló con el Director del seminario, el Padre Alberto, para obtener una beca. Esperamos la respuesta y fue positiva. Me iban a aceptar en el seminario con una pequeña cuota de ingreso. Mi madrina me compró todo lo necesario para el internado, así me al fin me quedé a estudiar y mis sueños se hicieron realidad.
- ¿Cómo así fue a estudiar el sacerdocio en el seminario de Lima?
- Se hace camino al andar. Con mi fe en el alma dije: “Jesús, hazme ver ese camino que todo lo una, que nunca olvide mi razón de ser y mi fin último”. Ese sábado me encontraba dando una charla a un grupo de niños en el catecismo en el convento San Antonio, cuando recibí la visita del Padre Alberto que venía acompañado de una dama. Luego supe la razón de la visita: la dama quería conocerme. El padre Alberto le habló de mí, que era huérfano y era becado. Se trataba de la Dra. Kumamoto, una japonesa que siempre venía de vista al Perú. Se conocían hace tiempo con el padre Alberto, porque hacía obras de caridad. Ya había apoyado a un joven de Chacas pagando todos los estudios del seminario de Lima. Yo seguí con la charla pensando que solo estaba de visita para conocer el convento.
Recuerdo muy bien, eran las 10:30am de un lunes. El padre Alberto me hizo llamar a su oficina. Ahí estaba la dama. Me propusieron el deseo de la dama para apoyarme y seguir estudiando en el seminario de Lima. Ella se haría cargo de todo. Yo solo tenía que aceptar. Me animaron las ventajas. Así terminé de estudiar en Lima, hubo una boca menos que alimentar y también tendrían en el seminario un lugar para otra persona.
Cuando terminé los estudios y me ordené como sacerdote invité a mi dadora a la ceremonia. Sentí mucha tristeza cuando me dijo que no le era posible viajar por encontrarse enferma con cáncer. Aún así, me envío todo lo necesario para la ceremonia.
Termino agradeciendo esta conversación: gracias, gracias, gracias.
Así terminó la entrevista imprevista, como dijo el padre.
"FELIZ NAVIDAD CON MUCHO
AMOR, PAZ Y ALEGRÍA INFINITA."
AMOR, PAZ Y ALEGRÍA INFINITA."
Norka Zulema Bríos Ramos
Comunicadora Social SUTPECOS
Comunicadora Social SUTPECOS