rubén dario robles moreno
TRAGEDIA EN JIRISHANCA
SUCESOS CHIQUIANOS
SUCESOS CHIQUIANOS
¡Aló, aló, aló!
¡Probando 1, 2, 3! ¡3, 2, 1!
¡Aló Lima¡¡ Aló Lima!
repetían muchas veces
¡Mira shay, como hablan hasta Lima!
¡Sin alambre!
¡La voz viaja por el aire shay!
¡Dicen que es radio shay!
¡No shay, es teléfono!
Entre admirados, sorprendidos
asustados y alegres muchos niños entre los que me encontraba y muchos adultos chiquianos viendo a tres militares del Ejército tratando de comunicarse con Lima, preparando el ambiente para el aterrizaje de un helicóptero de la FAP.
en el campo deportivo de Jircán, trayendo rescatista de alta montaña.
Hace 67 años, iniciando la tarde del día 16 de Noviembre de 1954, en Chiquián se sintió el retumbo de un raro sonido, cuyo eco se difundió por todos los cerros del lugar, viniendo desde el nevado Yerupaja.
En los pueblos más cercanos como Llámac, Paccllón,
Mahuay, Pocos, etc. sintieron con mayor nitidez el brutal estruendo del choque y explosión instantánea, de un avión contra unos de lo cerros
del nevado Jirishanca en la cordillera del Huayhuash.
¡Aló, aló, aló! ¡comunicando base Chiquián!
¡Cielo despejado!
Repetía el operador de un radio transmisor antiguo de trípode, ubicado en la parte norte del estadio Jircán (frente al cementerio calle Figueredo).
Apoyados por dos militares que manipulaban el tremendo aparato, haciendo girar la manizuela infinitas veces para generar corriente eléctrica recargando la batería, ante la admiración de
numerosos chiquianos.
Por esos años en CHIQUIÁN no existía electricidad.
La Plaza de Armas y algunas cuadras de las calles Comercio y Dos de Mayo eran iluminadas por potentes lámparas petromax a kerosene , donadas por los años cuarenta por el chiquiano don
Carlos Bracale Ramos, 30 lámparas iluminaban todas las noches la Plaza de Armas, la calle Dos de Mayo y el jirón 28 de Julio, colgadas de alambres soportados por dos palos gruesos de eucalipto, cruzados en la parte alta de las esquinas de las calles, colgadas hábilmente por el señor Pelota las lámparas ya encendidas, desde las 6 p.m. a 10 p.m. hasta agotar el kerosene.
No existían teléfonos, ni siquiera los negros fijos circulares a cuerdas, celular imposible (en los años 50, sólo en los cómics leía que Supermán tenía un reloj pulsera con teléfono incluido y pantallita para ver el lugar y la persona con quién conversaba, presionando botoncitos se comunicaba a todo el mundo y los planetas). La comunicación más rápida a Chiquián era por telegramas, con el sistema Morse que la señora telegrafista Loyolita sabía descifrar los puntos y rayas, escribiéndolas en pocas palabras (máximo 9) en papel seda amarillo, que hacía llegar con un emisario al destinatario.
Si tenías suerte recibías en el día, de lo contrario en dos o tres días si la red de alambrado no se caía o rompía.
El alambrado venía desde Lima-Huaráz-Chiquián sostenido en todo el trayecto por postes de madera (palos largos y gruesos de eucalipto. Generalmente se rompía en la Pampa de Lampas o en los agrestes cerros, por las fuertes corrientes de aire o descargas eléctricas (rayos Chiquián y sus distritos quedaban totalmente incomunicados, hasta ser reparado por el experto don Mateo Barba Palacios, "Botellón"con cariño le decían.
Las cartas de Lima llegaban en un mes cuando el transporte era por los caminos de herradura hasta 1939.
Construida la trocha de carretera Chiquián Conococha uniendo a carretera Lima-Huaráz sin asfalto. El camión llevaba o traía de Lima en dos o tres días las cartas y encomiendas
Con el camión del tío Benjamín las cartas demoraban tanto en llegar, por lo lento que corría de Lima-Chiquián, hasta que las letras ya ni se notaban.
Los postillones o carteros por esos años las cartas o documentos los transportaban a pie o caballo a los pueblos de la provincia Bolognesi.
Don Pedro Alvarado "CHILENO”, lo llamaban cariñosamente, por que de joven al iniciarse el fútbol en Chiquián formó su equipo "Chile". En esos tiempos (década 20) no habían equipos formados en Chiquián, primero el equipo rival se puso "Perú", no le quedó otra a don Pedro el "Chileno".
Repentinamente un fuerte sonido de motor hizo eco en las alturas de nuestros cerros:
Jaracoto y Capillapunta, eran las dos de la tarde, en un cielo azulado y bien despejado, apareció el esperado Helicóptero, ante el júbilo de toda la población y más de los que estábamos expectantes con el grupo de militares que dirigían la llegada y el aterrizaje en el campo deportivo de Jircán.
La inmensa nave verde olivo con manchas negras, con un potente sonido de su motor, sus largas hélices girando velozmente, se encontraba en la atmofera chiquiana
acercádose hacia el campo de Jircán.
¡Está arriba!
¡Ya está bajando!
¡Shay shay, se paró en aire como el winchus!
(winchus-picaflor)
¡No shay, se parece al tinyco!!
(tinyaco-moscon negro)
Entusiasmados hacíamos nuestras apreciaciones
¡Aléjense!
¡Ya baja!
¡Retírense!
Los militares alertando al público para evitar percances. La nave descendía lentamente para tocar suelo girando a gran sus inmensas hélices , intempestivamente se levantó una gran polvareda densa cubriendo totalmente al helicóptero y oscureciendo todo el lugar, extendiéndose peligrosamente sobre el numeroso público dificultando la respiración de muchos, escapando del estadio Jircán por la polvareda asfixiante.
Repentinamente para sorpresa de todos los presentes, sin aterrizar, la nave alzó vuelo desapareciendo en las alturas por donde vino.
Grande fué nuestra decepción de no verlo sobre la tierra chiquiana por primera vez en Jircán
Si bien en mismo Chiquián no sucedió el accidente aéreo, fue el centro de las operaciones de rescate terrestre. Las aéreas los hicieron directo al nevado, sólo con vuelos de reconocimiento, sin aterrizar por lo peligroso del lugar.
Los primeros en llegar al nevado fueron pobladores conocedoresdel lugar, de Llámac, Pacllon, Pocpa , Mahuay y poblados cercanos. Interviniendo familias conocidas por su afición a la alta montaña. Arbaiza, Callupe, Mendoza, etc.
A Chiquián llegaron muchas delegaciones de Huaráz, Lima y Europa.
Alpinistas, Andinistas, expertos rescatistas, periodistas para informar al Perú y el mundo desde Chiquián, la joya andina.
La mayor tragedia aérea peruana en aquellos tiempos. "El Comercio" envió una expedición andinista al mando del señor César Morales Arnao el 27 de noviembre de 1954 logrando percibir algunos restos entre Jirishanca y Yerupaja Chico, lugar muy inaccesible.
"La Crónica" envió otro grupo al mando de los hermanos YANAC famosos andinistas huaracinos, de orígen cajatambino, de la época. Todo con el asesoramiento del geólogo Hans Spann.
El avión TAM (Transportes Aèreos Militares) Douglas DC-47 No 4IR de la FAP con 7 tripulantes
y 22 pasajeros se incrustó en la pared occidental, a unos metros cerca a la cresta del Jirishanca. Partes de la nave quedaron desparramados en las bases del nevado, así como los retos de las 29 personas, sin quedar sobrevivientes. En vuelo de Pucallpa a Lima, con itinerario Iquitos-Lima.
El rescate se hizo imposible por lo agreste de la zona. En el 2008 detectaron dos motores del avión, a muchos metros de la laguna Solterococha constataron un retiro de cientos de metros.
Hace cincuenta años la nieve cubría la orilla d dicha laguna. Según estudios hemos perdido por lo menos el 30 por ciento de nuestros glaciares, otros estudios dicen 50 por ciento.
La tragedia aérea pasó, la tragedia del deshielo de nuestros nevados está presente.
Rubén Dario Robles Moreno
¡Probando 1, 2, 3! ¡3, 2, 1!
¡Aló Lima¡¡ Aló Lima!
repetían muchas veces
¡Mira shay, como hablan hasta Lima!
¡Sin alambre!
¡La voz viaja por el aire shay!
¡Dicen que es radio shay!
¡No shay, es teléfono!
Entre admirados, sorprendidos
asustados y alegres muchos niños entre los que me encontraba y muchos adultos chiquianos viendo a tres militares del Ejército tratando de comunicarse con Lima, preparando el ambiente para el aterrizaje de un helicóptero de la FAP.
en el campo deportivo de Jircán, trayendo rescatista de alta montaña.
Hace 67 años, iniciando la tarde del día 16 de Noviembre de 1954, en Chiquián se sintió el retumbo de un raro sonido, cuyo eco se difundió por todos los cerros del lugar, viniendo desde el nevado Yerupaja.
En los pueblos más cercanos como Llámac, Paccllón,
Mahuay, Pocos, etc. sintieron con mayor nitidez el brutal estruendo del choque y explosión instantánea, de un avión contra unos de lo cerros
del nevado Jirishanca en la cordillera del Huayhuash.
¡Aló, aló, aló! ¡comunicando base Chiquián!
¡Cielo despejado!
Repetía el operador de un radio transmisor antiguo de trípode, ubicado en la parte norte del estadio Jircán (frente al cementerio calle Figueredo).
Apoyados por dos militares que manipulaban el tremendo aparato, haciendo girar la manizuela infinitas veces para generar corriente eléctrica recargando la batería, ante la admiración de
numerosos chiquianos.
Por esos años en CHIQUIÁN no existía electricidad.
La Plaza de Armas y algunas cuadras de las calles Comercio y Dos de Mayo eran iluminadas por potentes lámparas petromax a kerosene , donadas por los años cuarenta por el chiquiano don
Carlos Bracale Ramos, 30 lámparas iluminaban todas las noches la Plaza de Armas, la calle Dos de Mayo y el jirón 28 de Julio, colgadas de alambres soportados por dos palos gruesos de eucalipto, cruzados en la parte alta de las esquinas de las calles, colgadas hábilmente por el señor Pelota las lámparas ya encendidas, desde las 6 p.m. a 10 p.m. hasta agotar el kerosene.
No existían teléfonos, ni siquiera los negros fijos circulares a cuerdas, celular imposible (en los años 50, sólo en los cómics leía que Supermán tenía un reloj pulsera con teléfono incluido y pantallita para ver el lugar y la persona con quién conversaba, presionando botoncitos se comunicaba a todo el mundo y los planetas). La comunicación más rápida a Chiquián era por telegramas, con el sistema Morse que la señora telegrafista Loyolita sabía descifrar los puntos y rayas, escribiéndolas en pocas palabras (máximo 9) en papel seda amarillo, que hacía llegar con un emisario al destinatario.
Si tenías suerte recibías en el día, de lo contrario en dos o tres días si la red de alambrado no se caía o rompía.
El alambrado venía desde Lima-Huaráz-Chiquián sostenido en todo el trayecto por postes de madera (palos largos y gruesos de eucalipto. Generalmente se rompía en la Pampa de Lampas o en los agrestes cerros, por las fuertes corrientes de aire o descargas eléctricas (rayos Chiquián y sus distritos quedaban totalmente incomunicados, hasta ser reparado por el experto don Mateo Barba Palacios, "Botellón"con cariño le decían.
Las cartas de Lima llegaban en un mes cuando el transporte era por los caminos de herradura hasta 1939.
Construida la trocha de carretera Chiquián Conococha uniendo a carretera Lima-Huaráz sin asfalto. El camión llevaba o traía de Lima en dos o tres días las cartas y encomiendas
Con el camión del tío Benjamín las cartas demoraban tanto en llegar, por lo lento que corría de Lima-Chiquián, hasta que las letras ya ni se notaban.
Los postillones o carteros por esos años las cartas o documentos los transportaban a pie o caballo a los pueblos de la provincia Bolognesi.
Don Pedro Alvarado "CHILENO”, lo llamaban cariñosamente, por que de joven al iniciarse el fútbol en Chiquián formó su equipo "Chile". En esos tiempos (década 20) no habían equipos formados en Chiquián, primero el equipo rival se puso "Perú", no le quedó otra a don Pedro el "Chileno".
Repentinamente un fuerte sonido de motor hizo eco en las alturas de nuestros cerros:
Jaracoto y Capillapunta, eran las dos de la tarde, en un cielo azulado y bien despejado, apareció el esperado Helicóptero, ante el júbilo de toda la población y más de los que estábamos expectantes con el grupo de militares que dirigían la llegada y el aterrizaje en el campo deportivo de Jircán.
La inmensa nave verde olivo con manchas negras, con un potente sonido de su motor, sus largas hélices girando velozmente, se encontraba en la atmofera chiquiana
acercádose hacia el campo de Jircán.
¡Está arriba!
¡Ya está bajando!
¡Shay shay, se paró en aire como el winchus!
(winchus-picaflor)
¡No shay, se parece al tinyco!!
(tinyaco-moscon negro)
Entusiasmados hacíamos nuestras apreciaciones
¡Aléjense!
¡Ya baja!
¡Retírense!
Los militares alertando al público para evitar percances. La nave descendía lentamente para tocar suelo girando a gran sus inmensas hélices , intempestivamente se levantó una gran polvareda densa cubriendo totalmente al helicóptero y oscureciendo todo el lugar, extendiéndose peligrosamente sobre el numeroso público dificultando la respiración de muchos, escapando del estadio Jircán por la polvareda asfixiante.
Repentinamente para sorpresa de todos los presentes, sin aterrizar, la nave alzó vuelo desapareciendo en las alturas por donde vino.
Grande fué nuestra decepción de no verlo sobre la tierra chiquiana por primera vez en Jircán
Si bien en mismo Chiquián no sucedió el accidente aéreo, fue el centro de las operaciones de rescate terrestre. Las aéreas los hicieron directo al nevado, sólo con vuelos de reconocimiento, sin aterrizar por lo peligroso del lugar.
Los primeros en llegar al nevado fueron pobladores conocedoresdel lugar, de Llámac, Pacllon, Pocpa , Mahuay y poblados cercanos. Interviniendo familias conocidas por su afición a la alta montaña. Arbaiza, Callupe, Mendoza, etc.
A Chiquián llegaron muchas delegaciones de Huaráz, Lima y Europa.
Alpinistas, Andinistas, expertos rescatistas, periodistas para informar al Perú y el mundo desde Chiquián, la joya andina.
La mayor tragedia aérea peruana en aquellos tiempos. "El Comercio" envió una expedición andinista al mando del señor César Morales Arnao el 27 de noviembre de 1954 logrando percibir algunos restos entre Jirishanca y Yerupaja Chico, lugar muy inaccesible.
"La Crónica" envió otro grupo al mando de los hermanos YANAC famosos andinistas huaracinos, de orígen cajatambino, de la época. Todo con el asesoramiento del geólogo Hans Spann.
El avión TAM (Transportes Aèreos Militares) Douglas DC-47 No 4IR de la FAP con 7 tripulantes
y 22 pasajeros se incrustó en la pared occidental, a unos metros cerca a la cresta del Jirishanca. Partes de la nave quedaron desparramados en las bases del nevado, así como los retos de las 29 personas, sin quedar sobrevivientes. En vuelo de Pucallpa a Lima, con itinerario Iquitos-Lima.
El rescate se hizo imposible por lo agreste de la zona. En el 2008 detectaron dos motores del avión, a muchos metros de la laguna Solterococha constataron un retiro de cientos de metros.
Hace cincuenta años la nieve cubría la orilla d dicha laguna. Según estudios hemos perdido por lo menos el 30 por ciento de nuestros glaciares, otros estudios dicen 50 por ciento.
La tragedia aérea pasó, la tragedia del deshielo de nuestros nevados está presente.
Rubén Dario Robles Moreno