José antonio salazar mejía
Las fotografías que acompañan este artículo fueron tomadas por el Sr. Jhoel Fernando Gamarra Catiri: entrada a la cueva de Hatunmachay
LA CREACIÓN DEL MUNDO
Mito fundacional del pueblo ancashino. Narración de Santiago Antúnez de Mayolo.
En 1914, Santiago Antúnez de Mayolo, trabajaba en una hacienda de amapola en Monzón, en Huánuco, en donde había llegado gracias a la invitación del señor Juan Loli, alcalde de Monzón. En las noches de tertulia Antúnez de Mayolo escuchaba embelesado las historias que referían los trabajadores naturales de la zona. Y lo que más le interesó fue oír que en Rapayán y en Tintas existían unos enormes edificios que hablaban de la grandez de nuestros antepasados.
empezó a trabajar para la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Por encargo de dicha casa superior de estudios viajó a Ancash, específicamente a la zona de Conchucos, a realizar estudios de investigación, pues la curiosidad de lo que había escuchado en Monzón, le hacía intuir que podía sacar gran provecho de esa expedición.
Y no se equivocó, él llegó a visitar el Castillo de Chavín de Huántar y fue gracias a sus informes presentados a la Universidad de San Marcos, que años después, otro sabio peruano, después de haber leído sus conclusiones y siguiendo la huella de nuestro paisano, en 1919 visitó el lugar y concluyó luego de numerosas investigaciones que la cultura peruana nació en suelo ancashino. Se trataba de Julio César Tello.
“Al principio, taita, solo existía el humo y la oscuridad era total, indigna; y del humo surgió el mundo de arriba, el Hanan Patsa, con sus celestiales moradores: el Taita Inti, con su cabellera dorada; la Mama Quilla, su esposa, la de la sonrisa de plata; y sus hijas, las Koyllur, alegres en su resplandor. También estaban, entre otros, el terrible Illapa, el que refulge y brama; el colérico Shukuki, el viento fuerte; y el altivo Turmanyé, siempre orgulloso de sus magníficos colores.
Del humo brotó luego el Mundo del Medio, el Key Patsa. ¿Quiénes moraban en él? Las grandes Cochas que serían las primeras pakarinas de los hombres; los altos Orkos o Hirkas donde irían a morar los Auquis; los Rajus con su albina vestimenta de donde incontenible brota el Yaku, fuente primordial de la vida. Todo nació del humo. ¿Sería suficiente? Faltaba más vida indudablemente.
Por último, del humo surgió el Mundo de Adentro, el Uran Patsa, con sus increíbles habitantes. El Yacu hirviente que todo lo consume; Los Kurus que destruyen cuanto tocan; la Sachamama, la gran serpiente de las dos cabezas, con sus hijos los amarus; los pequeños Ichik Ollko, con sus mágicos tambores, quienes con el correr del tiempo conseguirían permiso para aparecer de cuando en cuando en el Mundo del Medio. Finalmente, brotó una raza de gigantes rojos y descomunales, de enormes colmillos, eran los Huaris; los hijos del fuego que domina las entrañas del Uran Patsa.
Hubo una época en que surgió una gran pelea entre el Mundo de Arriba y el Mundo de Medio. Sería un primer Patsa Kuti, cuando se pierde la armonía y todo se descontrola. En consecuencia, vino un gran terremoto, la gran cadena granítica de los Andes se partió en dos con gran estruendo y conmoción, formándose el sagrado valle del hoy llamado Callejón de Huaylas. Cuando volvió la calma, por las grietas que se formaron en los Hirkas, los Huaris curiosos y admirados, subieron al Mundo del Medio y se encantaron al conocer una comarca tan bella, flanqueada por dos altísimas cordilleras, una llena de blanquísimos nevados y la otra con durísimas moles oscuras. Tan contentos estaban los Huaris, que decidieron quedarse a morar en este mágico lugar.
Al tiempo, del Mundo de Arriba cayó la Tamya como jamás se había visto; llovía inconteniblemente día y noche. Tanto llovió que el valle sagrado donde vivían lo Huaris se inundó completamente. Hubo huaycos y aluviones, fue un verdadero diluvio. Ante este nuevo Patsa Kuti, los gigantescos Huaris, para salvar su vida, emigraron muy temerosos y con premura al oriente, a poblar las zonas trasandinas de Chavín, Marañón y Huacrachuco. No tuvieron en cuenta que abandonaban la zona protegida por las mágicas Cordillera Blanca y Negra.
Cuando los Huaris dejaron el valle sagrado de Huaylas, el lugar de su aparición en el Kay Patsa, degeneraron terriblemente. Espantados vieron como algunos se convirtieron en plantas de todo tipo: árboles, arbustos y achupalla. Otros Huaris aullando de impotencia viéronse transformados en animales voladores, rastreros y de los que corren. Finalmente, cuando solo quedaba un grupo de ellos, fueron convertidos en hombres de carne y hueso. Estos Nunas, estaban desnudos y sintieron frío. Comprendiendo su situación, humildemente, los hombres se aprestaron a poblar el Kay Patsa, la tierra; en sana armonía con los seres que los rodeaban, plantas y animales; pues recordaban que todos eran hermanos, hijos de la Patsamama frutos de un tronco común, descendientes de los fabulosos Huaris”.
Santiago Antúnez de Mayolo explicaba que los mitos cuentan bellamente la historia de los pueblos y en este mito fundacional consideró que se encuentra la explicación de cómo se creó el mundo desde la óptica del poblador ancashino. Gustaba mucho de explicarlo y lo hacía con mucha paciencia.
- ¿Qué significado tiene el humo doctor? -Le preguntaban.
- Cuando en el mito se habla del humo, se habla del caos. En el Ande, si ex
iste la dualidad caos – armonía que cíclicamente se alternan. El papel de
los dioses es restablecer la armonía cuando llega el tiempo del caos, es por
ello que se dice que los dioses andinos han sido dioses ordenadores,
ponían orden sobre el caos; recién en tiempo de los Incas, al evolucionar
la religión andina, se habla de dioses creadores.
- ¿Y que son los Patsa Kuti?
Los Patsa Kuti son los tiempos en que reina el caos. Así el primer Patsa
Kuti fue de terremotos y el segundo, de aluviones; dos constantes en la
historia del pueblo ancashino.
- ¿Hay otros ejemplos del caos en nuestra vida?
- ¡Claro! La muerte es un tiempo de caos; y el orden se reestablece luego de
cinco días con el pitsqaki. El carnaval es otro tiempo de caos, que dura
también cinco días, del sábado carnaval, al Miércoles de Ceniza donde se
entierra a Ño Carnavalón. -Y adelantándose a su época sentenciaba: -Yo
no sé porque aún no existían investigaciones científicas sobre la teoría del
caos.
- ¿Y por qué en el mito se habal también del Callejón de Huaylas?
- El Callejón de Huaylas, es tomado como lugar sagrado por estar
resguardado por la más grande expresión de la dualidad andina:
Las cordilleras Blanca y Negra. Mientras los Huaris moran en el
Callejón de Huaylas, no les pasa nada; una vez que lo abandonan, la
Tragedia se abate sobre ellos.
- ¿Y qué tiene de especial el Callejón de Huaylas?
- Es un estrecho valle artificial, formado gracias a la presencia de la
Cordillera Negra. Esta es una Cordillera única; es un regalo de Dios.
-Es un apéndice de la Cordillera Occidental, nace en Conococha y muere
en Macate. Gracias a la Cordillera Negra existe la Cordillera Blanca, porque
la primera permite que la nieve se acumule en la segunda al contener los
vientos que vienen del mar.
Concluía don Santiago aseverando que la transformación de los Huaris a todo tipo de seres vivientes, incluidos los seres humanos; es para los hombres, una clara señal que no debemos sentirnos superiores a nadie.
-De aquí parte la concepción holística del hombre andino y la conciencia de que todos los seres vivos son sus hermanos. -Concluía don Santiago demostrando toda su sapiencia.
José Antonio Salazar Mejía
[email protected]
En 1914, Santiago Antúnez de Mayolo, trabajaba en una hacienda de amapola en Monzón, en Huánuco, en donde había llegado gracias a la invitación del señor Juan Loli, alcalde de Monzón. En las noches de tertulia Antúnez de Mayolo escuchaba embelesado las historias que referían los trabajadores naturales de la zona. Y lo que más le interesó fue oír que en Rapayán y en Tintas existían unos enormes edificios que hablaban de la grandez de nuestros antepasados.
- Es que por esas zonas vivieron los primeros hombres que habitaron la tierra. -Le aseguraron los lugareños.
- ¿Y es fácil llegar a esos lugares? -Inquirió el sabio.
- Rapayán está acá nomás, es el primer pueblo de Áncash que se alza sobre el Marañón y Tintash está por Huaycabamba, al frente de Llamellín. -Contestaron.
- Pero hay otro lugar mucho más importante don Santiago. -Terció un rudo bracero. -Se trata de Chavín que está al inicio de la cuenca del Puchca.
- Si, señor, allí existen edificios enterrados que sabe Dios que tesoros esconderán. -Sentenció otro tertulio dejando al sabio lleno de conjeturas.
empezó a trabajar para la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Por encargo de dicha casa superior de estudios viajó a Ancash, específicamente a la zona de Conchucos, a realizar estudios de investigación, pues la curiosidad de lo que había escuchado en Monzón, le hacía intuir que podía sacar gran provecho de esa expedición.
Y no se equivocó, él llegó a visitar el Castillo de Chavín de Huántar y fue gracias a sus informes presentados a la Universidad de San Marcos, que años después, otro sabio peruano, después de haber leído sus conclusiones y siguiendo la huella de nuestro paisano, en 1919 visitó el lugar y concluyó luego de numerosas investigaciones que la cultura peruana nació en suelo ancashino. Se trataba de Julio César Tello.
- Oye, Julito, te has llevado el mérito de ser el descubridor de Chavín. -Le reclamaba en tono amical Antúnez de Mayolo.
- No es eso, Shanticho, yo solo desarrollé tus trabajos. Total, lo bueno es que en tu tierra está la partida de nacimiento del Perú -Contestaba muy risueño el doctor Tello.
“Al principio, taita, solo existía el humo y la oscuridad era total, indigna; y del humo surgió el mundo de arriba, el Hanan Patsa, con sus celestiales moradores: el Taita Inti, con su cabellera dorada; la Mama Quilla, su esposa, la de la sonrisa de plata; y sus hijas, las Koyllur, alegres en su resplandor. También estaban, entre otros, el terrible Illapa, el que refulge y brama; el colérico Shukuki, el viento fuerte; y el altivo Turmanyé, siempre orgulloso de sus magníficos colores.
Del humo brotó luego el Mundo del Medio, el Key Patsa. ¿Quiénes moraban en él? Las grandes Cochas que serían las primeras pakarinas de los hombres; los altos Orkos o Hirkas donde irían a morar los Auquis; los Rajus con su albina vestimenta de donde incontenible brota el Yaku, fuente primordial de la vida. Todo nació del humo. ¿Sería suficiente? Faltaba más vida indudablemente.
Por último, del humo surgió el Mundo de Adentro, el Uran Patsa, con sus increíbles habitantes. El Yacu hirviente que todo lo consume; Los Kurus que destruyen cuanto tocan; la Sachamama, la gran serpiente de las dos cabezas, con sus hijos los amarus; los pequeños Ichik Ollko, con sus mágicos tambores, quienes con el correr del tiempo conseguirían permiso para aparecer de cuando en cuando en el Mundo del Medio. Finalmente, brotó una raza de gigantes rojos y descomunales, de enormes colmillos, eran los Huaris; los hijos del fuego que domina las entrañas del Uran Patsa.
Hubo una época en que surgió una gran pelea entre el Mundo de Arriba y el Mundo de Medio. Sería un primer Patsa Kuti, cuando se pierde la armonía y todo se descontrola. En consecuencia, vino un gran terremoto, la gran cadena granítica de los Andes se partió en dos con gran estruendo y conmoción, formándose el sagrado valle del hoy llamado Callejón de Huaylas. Cuando volvió la calma, por las grietas que se formaron en los Hirkas, los Huaris curiosos y admirados, subieron al Mundo del Medio y se encantaron al conocer una comarca tan bella, flanqueada por dos altísimas cordilleras, una llena de blanquísimos nevados y la otra con durísimas moles oscuras. Tan contentos estaban los Huaris, que decidieron quedarse a morar en este mágico lugar.
Al tiempo, del Mundo de Arriba cayó la Tamya como jamás se había visto; llovía inconteniblemente día y noche. Tanto llovió que el valle sagrado donde vivían lo Huaris se inundó completamente. Hubo huaycos y aluviones, fue un verdadero diluvio. Ante este nuevo Patsa Kuti, los gigantescos Huaris, para salvar su vida, emigraron muy temerosos y con premura al oriente, a poblar las zonas trasandinas de Chavín, Marañón y Huacrachuco. No tuvieron en cuenta que abandonaban la zona protegida por las mágicas Cordillera Blanca y Negra.
Cuando los Huaris dejaron el valle sagrado de Huaylas, el lugar de su aparición en el Kay Patsa, degeneraron terriblemente. Espantados vieron como algunos se convirtieron en plantas de todo tipo: árboles, arbustos y achupalla. Otros Huaris aullando de impotencia viéronse transformados en animales voladores, rastreros y de los que corren. Finalmente, cuando solo quedaba un grupo de ellos, fueron convertidos en hombres de carne y hueso. Estos Nunas, estaban desnudos y sintieron frío. Comprendiendo su situación, humildemente, los hombres se aprestaron a poblar el Kay Patsa, la tierra; en sana armonía con los seres que los rodeaban, plantas y animales; pues recordaban que todos eran hermanos, hijos de la Patsamama frutos de un tronco común, descendientes de los fabulosos Huaris”.
Santiago Antúnez de Mayolo explicaba que los mitos cuentan bellamente la historia de los pueblos y en este mito fundacional consideró que se encuentra la explicación de cómo se creó el mundo desde la óptica del poblador ancashino. Gustaba mucho de explicarlo y lo hacía con mucha paciencia.
- ¿Qué significado tiene el humo doctor? -Le preguntaban.
- Cuando en el mito se habla del humo, se habla del caos. En el Ande, si ex
iste la dualidad caos – armonía que cíclicamente se alternan. El papel de
los dioses es restablecer la armonía cuando llega el tiempo del caos, es por
ello que se dice que los dioses andinos han sido dioses ordenadores,
ponían orden sobre el caos; recién en tiempo de los Incas, al evolucionar
la religión andina, se habla de dioses creadores.
- ¿Y que son los Patsa Kuti?
Los Patsa Kuti son los tiempos en que reina el caos. Así el primer Patsa
Kuti fue de terremotos y el segundo, de aluviones; dos constantes en la
historia del pueblo ancashino.
- ¿Hay otros ejemplos del caos en nuestra vida?
- ¡Claro! La muerte es un tiempo de caos; y el orden se reestablece luego de
cinco días con el pitsqaki. El carnaval es otro tiempo de caos, que dura
también cinco días, del sábado carnaval, al Miércoles de Ceniza donde se
entierra a Ño Carnavalón. -Y adelantándose a su época sentenciaba: -Yo
no sé porque aún no existían investigaciones científicas sobre la teoría del
caos.
- ¿Y por qué en el mito se habal también del Callejón de Huaylas?
- El Callejón de Huaylas, es tomado como lugar sagrado por estar
resguardado por la más grande expresión de la dualidad andina:
Las cordilleras Blanca y Negra. Mientras los Huaris moran en el
Callejón de Huaylas, no les pasa nada; una vez que lo abandonan, la
Tragedia se abate sobre ellos.
- ¿Y qué tiene de especial el Callejón de Huaylas?
- Es un estrecho valle artificial, formado gracias a la presencia de la
Cordillera Negra. Esta es una Cordillera única; es un regalo de Dios.
-Es un apéndice de la Cordillera Occidental, nace en Conococha y muere
en Macate. Gracias a la Cordillera Negra existe la Cordillera Blanca, porque
la primera permite que la nieve se acumule en la segunda al contener los
vientos que vienen del mar.
Concluía don Santiago aseverando que la transformación de los Huaris a todo tipo de seres vivientes, incluidos los seres humanos; es para los hombres, una clara señal que no debemos sentirnos superiores a nadie.
-De aquí parte la concepción holística del hombre andino y la conciencia de que todos los seres vivos son sus hermanos. -Concluía don Santiago demostrando toda su sapiencia.
José Antonio Salazar Mejía
[email protected]