filomeno zubieta núñez
El PATRIMONIO BIBLIOGRÁFICO DE CHIQUIÁN
Filomeno Zubieta Núñez filomenozubieta@yaho
Chiquián, como distrito, cuenta con estudios y publicaciones bibliográficas y hemerográficas –tanto de parte de sus hijos como de especialistas foráneos interesados en estudiar su cultura- que contribuyen a conocer y afirmar su identidad cultural.
Alberto Carrillo Ramírez (1908-1992) fue el pionero en los estudios sobre nuestra provincia que los fue publicando en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima, luego editados en cuatro pequeños volúmenes con el título de Ensayo monográfico de la Provincia de Bolognesi en 1953 con motivo del Cincuentenario de la Provincia de Bolognesi. Más tarde, como culminación de décadas de intensa investigación publicó el único estudio serio y completo sobre héroe popular chiquiano, Luis Pardo el Gran Bandido en 1967. Una segunda edición corregida y aumentada apareció en 1976 y la edición definitiva en 1987, poco antes de su fallecimiento. Publicó también Dos Próceres Ancashinos donde resalta la figura del chiquiano Manuel Jesús Gonzáles Grilleros en la lucha por nuestra Independencia. A parte de escritos sobre temas diversos (Poemas cavernarios no recomendable para académicos, retróg[r]ados i cucufatos, en 1982), tenía por publicar dos estudios relacionados a su tierra natal: Las Montoneras de Chiquián y Un Héroe Civil Chiquiano.
Rubén Barrenechea Núñez (1925-1995), ilustre pedagogo autor de textos escolares de castellano, lengua y literatura para la educación secundaria, participó en los Juegos Florales Magisteriales de 1960 con un trabajo literario de temática chiquiana, luego fue publicado con el título de Turumanya.
Tres antropólogos egresados de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Hernán Castillo Ardiles, Teresa E. de Castillo y Arcenio Revilla) con el auspicio del Proyecto Perú-Cornell, luego de permanecer cerca de tres meses en la Comunidad de Carcas realizando estudios, publicaron Carcas: La Comunidad Olvidada. En sus nueve capítulos se destacan los aspectos geográficos, económicos y culturales de los que ellos denominan una comunidad olvidada. Su estudio puede darnos una idea de los logros de este caserío en los últimos 40 años producto del esfuerzo de sus pobladores.
Enma Cerrate Valenzuela, catedrática de Universidad Nacional Mayor de San Marcos entre 1947 y 1991, con especialización en Flora Altoandina, tienes estudios y publicaciones sobre la vegetación del valle de Aynín (por ejemplo en el Boletín de Lima); es más, muchas de las muestras de plantas típicas de nuestro entorno se exhiben en el Museo de Historia Natural de la UNMSM. Su libro Vegetación del valle de Chiquián publicado en 1979 es pionero en su género y una invitación a otros estudios similares.
Los historiadores Alberto Flores Galindo y Manuel Burga Díaz, como parte de su dedicación a la historia de las mentalidades, visitaron Chiquián y otros lugares de nuestra provincia para estudiar sus fiestas tradicionales ligadas a la utopía andina, sus apreciaciones y conclusiones están en las páginas de sus libros Buscando un Inca: Identidad y utopía en los Andes (1987) y Nacimiento de una Utopía: Muerte y resurrección de los incas (1988), respectivamente.
Hugo Pereyra Plascencia, de la Pontificia Universidad Católica, publicó en el Boletín del Instituto Riva Agüero Nº 16, el año 1989, un interesante estudio para nuestra historia: Chiquián y la Región de Lampas entre los siglos XVI y XVII.
Vidal Alvarado Cruz compiló un importante puñado de anécdotas y tradiciones de nuestro acervo cultural que los publicó en 1996 con el título de Estampas Chiquianas.
El antropólogo y docente sanmarquino Román Robles Mendoza publicó en diciembre de 1996 Chiquián: Tradición y Modernidad, un registro de la vida económica y cultual, como de las expresiones de la Fiesta de Santa Rosa, levantado con sus alumnos en la visita realizada a nuestra ciudad. Este estudioso tiene además, muchos escritos como Las Bandas de Músicos, las bellas artes musicales en el sur de Ancash (libro publicado en 2000) o Las iglesias andinas: huellas de la cristianización y religiosidad popular, para citar dos casos, donde aborda aspectos relevantes de la historia y cultura de Chiquián.
Óscar Colchado Lucio, prolífico y laureado escritor, dedicó parte de su esfuerzo literario a revalorar la figura señera del bandolero chiquiano con su novela publicada en 1998 con el título Viva Luis Pardo!
Mario Reyes Barba, - maestro de muchas generaciones- como parte del homenaje a la Provincia de Bolognesi en su fecha centenaria, publicó en 2002 Chiquián, la Incontrastable Villa, compendio histórico de un pueblo en transformación. Anunció una segunda parte dedicada a temas ecológicos, socioeconómicos y culturales, su avanzada edad y fallecimiento frustraron su aporte valioso al conocimiento y divulgación de aspectos importantes de la realidad chiquiana.
Hugo Agüero Alva, recogiendo vivencias propias y de coterráneos sobre la Fiesta de Santa Rosa, publicó su libro en el 2003 con el sugestivo título de 30 de agosto en el pueblo de Chiquián.
Wálter Ventosilla, prolífico y talentoso hombre de teatro radicado en los Estados Unidos, publicó en el año 2005 una novela sobre Luis Pardo, con el título sugerente de Luis bandolero Luis.
Filomeno Zubieta Núñez, sumándose al homenaje a nuestra provincia en su I Centenario de Creación Política, publicó en el 2003 dos libros: Por la Ruta del Huayhuash: los recursos turísticos de la provincia de Bolognesi y Cuspón: Comunidad e Identidad (versión actualizada al publicado en 1996 como Cuspón, un reencuentro con nuestra comunidad); con el Dr. Arturo Ruiz Estrada y Roberto Aldave Palacios publicaron Chiquián: arqueología, identidad y turismo (2008), con auspicio de la Municipalidad Provincial de Bolognesi. Con motivo del Centenario de la Muerte de Héroe Popular chiquiano publicó en el 2009 Tras las huellas de Luis Pardo. A inicios de 2014 apareció publicado su estudio Usulantin: degustando “con su ajicito” en Cuspón como parte del libro El Ají peruano en sus regiones y pueblos dirigido por Humberto Rodríguez Pastor. Su última publicación sobre nuestra zona es Eugenio Garro: Vida y Legado. Cuentos a la tierra (2014).
Héctor Gamarra Espinoza, en la intencionalidad de los tres anteriores, publica en el 2003 Historia de Chiquián, hombres del agua clara, 1470-2003; con apuntes para la historia de la Provincia. Al decir del autor “se trata de un trabajo polémico, complejo, escrito con una posición muy definida”.
El arqueólogo Arturo Ruiz estrada, como un avance de sus investigaciones en el ámbito de nuestro distrito desde 1996, publicó en 1998 Los quipus funerarios de Cuspón en la Revista del Museo de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, rescatando la supervivencia de una antigua tradición, como el mantenimiento de la práctica gracias a una quipucamayoc sobreviviente, doña Gregoria Rivera Zubieta, conocida como “Mama Licuna”; es más, en el 2003 se da a conocer su estudio Antiguas ocupaciones humanas en Cuspón: Provincia de Bolognesi, incorporado en el compendio de Bebel Ibarra Asencios intitulado Arqueología de la Sierra de Ancash, propuestas y perspectivas.
La institución cultural ACUNOY que dirige en Chiquián Alex Milla Curi, reunió un manojo de bellas poesías de factura y temática local y publicó en el 2005, Nuestras Ofrendas al Yerupajá.
El maestro Alejandro Aldave Montoro, finalizando el año 2006 nos entregó su libro Educación, música y cultura en un papel; dividido en seis capítulos que muestra facetas importantes de Chiquián dentro del contexto de la Provincia de Bolognesi. En el 2014 publicó dos libros: la segunda edición de su Cancionero Andino: Chiquián con canciones y Caminos imborrables del viajero: acrósticos, anécdotas y crónicas de la Provincia de Bolognesi. Publicaciones que dicen mucho de este incansable maestro.
Arnaldo Alvarado Balarezo, que por muchos años resalta las bondades de nuestro entorno y que prefiere publicar a través de las redes sociales del internet, nos ofreció en el 2007 cuatro libros en pre-prensa: Relatos campesinos, Del mismo trigo, Mis cantares y Hola Shay, con motivo de los 50 años de nuestro Colegio Coronel Bolognesi, en colecciones restringidas; y, en noviembre del 2014, entregó un nuevo ejemplar a la Municipalidad Provincial de Caraz en el marco del XX Encuentro de Poetas y Escritores de Ancash.
Efraín Vásquez Veramendi, en el 2007 dio vida al conjunto de relatos que circulaban en las páginas de Internet, la mayoría recogiendo vivencias propias y ajenas, con el título de Crónicas chiquianas.
El Centenario del fallecimiento de Luis Pardo Novoa (5 de enero de 2009) mereció la publicación de revistas y libros, como la obra teatral Luis Pardo justiciero legendario de Áureo Sotelo Huerta o el libro de poesías Luis Pardo para llevarte siempre de Augusto Escalante Apaéstegui, sumándose a ese hermoso poema que publicara años atrás con el sugestivo título de “Buenos días Chiquián”.
La maestra Anatolia Aldave Reyes, destacada y reconocida declamadora nacional, al cumplir sus 87 años de vida en el 2010 publicó su poemario Huellas de Maestra con una selección de sus mejores composiciones en verso de su larga trayectoria magisterial.
Gregorio Gamarra Genebroso con su libro Mis pasos dejan huellas (2012) nos ofrece un valioso testimonio de su trabajo por construir composiciones llevados al canto por intérpretes vernaculares, así como su esfuerzo pionero por mantener un programa radial para divulgar lo nuestro.
El desaparecido maestro Arcadio Zubieta Villafuerte con su libro Experiencias pedagógicas de un maestro rural (2012), publicado en los albores de su centena de años, evidencia cómo el magisterio del profesor perdura por toda una vida.
Donald Jaimes Zubieta, maestro universitario y connotado poeta, luego de muchos años alejado de los quehaceres de su tierra natal, publicó en 2014 su poemario con un título sugestivo que lo reivindica, Chiquián, como si fueras mi corazón, te quiero.
Y, lo más reciente, es el libro del jurista José Federico Zubieta Béjar intitulado Florilegio Educativo (2015), una selección de citas de los más grandes pensadores de la cultura universal debidamente comentados.
Todos estos libros y algunos que pudiéramos estar obviando, junto con las publicaciones periódicas, como son las revistas institucionales de diverso orden y lugar (municipales, comunales, centros educativos, clubes deportivos, etc.), animados por la identificación con la tierra chiquiana –así sea en Lima, Huacho, Huaraz u otro lugar- requieren ser acopiadas y centralizadas en la nueva Biblioteca Municipal para su identificación, lectura, valoración y conservación. No olvidemos que los libros, revistas y periódicos son, también, parte del Patrimonio Cultural de nuestro distrito, de la provincia y del Perú.
Otra atención, no menos importante, merecen los documentos de las instituciones públicas y privadas. En los libros de actas y los papeles de diverso tema, destinatario y origen en poder de nuestras comunidades campesinas, municipalidad y agencias municipales, autoridades de diverso orden, centros educativos, clubes deportivos, instituciones culturales, -como en los libros y revistas- están las fuentes escritas para reconstruir y escribir la historia de nuestro pueblo y de sus instituciones.
Filomeno Zubieta Núñez filomenozubieta@yaho
Chiquián, como distrito, cuenta con estudios y publicaciones bibliográficas y hemerográficas –tanto de parte de sus hijos como de especialistas foráneos interesados en estudiar su cultura- que contribuyen a conocer y afirmar su identidad cultural.
Alberto Carrillo Ramírez (1908-1992) fue el pionero en los estudios sobre nuestra provincia que los fue publicando en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima, luego editados en cuatro pequeños volúmenes con el título de Ensayo monográfico de la Provincia de Bolognesi en 1953 con motivo del Cincuentenario de la Provincia de Bolognesi. Más tarde, como culminación de décadas de intensa investigación publicó el único estudio serio y completo sobre héroe popular chiquiano, Luis Pardo el Gran Bandido en 1967. Una segunda edición corregida y aumentada apareció en 1976 y la edición definitiva en 1987, poco antes de su fallecimiento. Publicó también Dos Próceres Ancashinos donde resalta la figura del chiquiano Manuel Jesús Gonzáles Grilleros en la lucha por nuestra Independencia. A parte de escritos sobre temas diversos (Poemas cavernarios no recomendable para académicos, retróg[r]ados i cucufatos, en 1982), tenía por publicar dos estudios relacionados a su tierra natal: Las Montoneras de Chiquián y Un Héroe Civil Chiquiano.
Rubén Barrenechea Núñez (1925-1995), ilustre pedagogo autor de textos escolares de castellano, lengua y literatura para la educación secundaria, participó en los Juegos Florales Magisteriales de 1960 con un trabajo literario de temática chiquiana, luego fue publicado con el título de Turumanya.
Tres antropólogos egresados de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Hernán Castillo Ardiles, Teresa E. de Castillo y Arcenio Revilla) con el auspicio del Proyecto Perú-Cornell, luego de permanecer cerca de tres meses en la Comunidad de Carcas realizando estudios, publicaron Carcas: La Comunidad Olvidada. En sus nueve capítulos se destacan los aspectos geográficos, económicos y culturales de los que ellos denominan una comunidad olvidada. Su estudio puede darnos una idea de los logros de este caserío en los últimos 40 años producto del esfuerzo de sus pobladores.
Enma Cerrate Valenzuela, catedrática de Universidad Nacional Mayor de San Marcos entre 1947 y 1991, con especialización en Flora Altoandina, tienes estudios y publicaciones sobre la vegetación del valle de Aynín (por ejemplo en el Boletín de Lima); es más, muchas de las muestras de plantas típicas de nuestro entorno se exhiben en el Museo de Historia Natural de la UNMSM. Su libro Vegetación del valle de Chiquián publicado en 1979 es pionero en su género y una invitación a otros estudios similares.
Los historiadores Alberto Flores Galindo y Manuel Burga Díaz, como parte de su dedicación a la historia de las mentalidades, visitaron Chiquián y otros lugares de nuestra provincia para estudiar sus fiestas tradicionales ligadas a la utopía andina, sus apreciaciones y conclusiones están en las páginas de sus libros Buscando un Inca: Identidad y utopía en los Andes (1987) y Nacimiento de una Utopía: Muerte y resurrección de los incas (1988), respectivamente.
Hugo Pereyra Plascencia, de la Pontificia Universidad Católica, publicó en el Boletín del Instituto Riva Agüero Nº 16, el año 1989, un interesante estudio para nuestra historia: Chiquián y la Región de Lampas entre los siglos XVI y XVII.
Vidal Alvarado Cruz compiló un importante puñado de anécdotas y tradiciones de nuestro acervo cultural que los publicó en 1996 con el título de Estampas Chiquianas.
El antropólogo y docente sanmarquino Román Robles Mendoza publicó en diciembre de 1996 Chiquián: Tradición y Modernidad, un registro de la vida económica y cultual, como de las expresiones de la Fiesta de Santa Rosa, levantado con sus alumnos en la visita realizada a nuestra ciudad. Este estudioso tiene además, muchos escritos como Las Bandas de Músicos, las bellas artes musicales en el sur de Ancash (libro publicado en 2000) o Las iglesias andinas: huellas de la cristianización y religiosidad popular, para citar dos casos, donde aborda aspectos relevantes de la historia y cultura de Chiquián.
Óscar Colchado Lucio, prolífico y laureado escritor, dedicó parte de su esfuerzo literario a revalorar la figura señera del bandolero chiquiano con su novela publicada en 1998 con el título Viva Luis Pardo!
Mario Reyes Barba, - maestro de muchas generaciones- como parte del homenaje a la Provincia de Bolognesi en su fecha centenaria, publicó en 2002 Chiquián, la Incontrastable Villa, compendio histórico de un pueblo en transformación. Anunció una segunda parte dedicada a temas ecológicos, socioeconómicos y culturales, su avanzada edad y fallecimiento frustraron su aporte valioso al conocimiento y divulgación de aspectos importantes de la realidad chiquiana.
Hugo Agüero Alva, recogiendo vivencias propias y de coterráneos sobre la Fiesta de Santa Rosa, publicó su libro en el 2003 con el sugestivo título de 30 de agosto en el pueblo de Chiquián.
Wálter Ventosilla, prolífico y talentoso hombre de teatro radicado en los Estados Unidos, publicó en el año 2005 una novela sobre Luis Pardo, con el título sugerente de Luis bandolero Luis.
Filomeno Zubieta Núñez, sumándose al homenaje a nuestra provincia en su I Centenario de Creación Política, publicó en el 2003 dos libros: Por la Ruta del Huayhuash: los recursos turísticos de la provincia de Bolognesi y Cuspón: Comunidad e Identidad (versión actualizada al publicado en 1996 como Cuspón, un reencuentro con nuestra comunidad); con el Dr. Arturo Ruiz Estrada y Roberto Aldave Palacios publicaron Chiquián: arqueología, identidad y turismo (2008), con auspicio de la Municipalidad Provincial de Bolognesi. Con motivo del Centenario de la Muerte de Héroe Popular chiquiano publicó en el 2009 Tras las huellas de Luis Pardo. A inicios de 2014 apareció publicado su estudio Usulantin: degustando “con su ajicito” en Cuspón como parte del libro El Ají peruano en sus regiones y pueblos dirigido por Humberto Rodríguez Pastor. Su última publicación sobre nuestra zona es Eugenio Garro: Vida y Legado. Cuentos a la tierra (2014).
Héctor Gamarra Espinoza, en la intencionalidad de los tres anteriores, publica en el 2003 Historia de Chiquián, hombres del agua clara, 1470-2003; con apuntes para la historia de la Provincia. Al decir del autor “se trata de un trabajo polémico, complejo, escrito con una posición muy definida”.
El arqueólogo Arturo Ruiz estrada, como un avance de sus investigaciones en el ámbito de nuestro distrito desde 1996, publicó en 1998 Los quipus funerarios de Cuspón en la Revista del Museo de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, rescatando la supervivencia de una antigua tradición, como el mantenimiento de la práctica gracias a una quipucamayoc sobreviviente, doña Gregoria Rivera Zubieta, conocida como “Mama Licuna”; es más, en el 2003 se da a conocer su estudio Antiguas ocupaciones humanas en Cuspón: Provincia de Bolognesi, incorporado en el compendio de Bebel Ibarra Asencios intitulado Arqueología de la Sierra de Ancash, propuestas y perspectivas.
La institución cultural ACUNOY que dirige en Chiquián Alex Milla Curi, reunió un manojo de bellas poesías de factura y temática local y publicó en el 2005, Nuestras Ofrendas al Yerupajá.
El maestro Alejandro Aldave Montoro, finalizando el año 2006 nos entregó su libro Educación, música y cultura en un papel; dividido en seis capítulos que muestra facetas importantes de Chiquián dentro del contexto de la Provincia de Bolognesi. En el 2014 publicó dos libros: la segunda edición de su Cancionero Andino: Chiquián con canciones y Caminos imborrables del viajero: acrósticos, anécdotas y crónicas de la Provincia de Bolognesi. Publicaciones que dicen mucho de este incansable maestro.
Arnaldo Alvarado Balarezo, que por muchos años resalta las bondades de nuestro entorno y que prefiere publicar a través de las redes sociales del internet, nos ofreció en el 2007 cuatro libros en pre-prensa: Relatos campesinos, Del mismo trigo, Mis cantares y Hola Shay, con motivo de los 50 años de nuestro Colegio Coronel Bolognesi, en colecciones restringidas; y, en noviembre del 2014, entregó un nuevo ejemplar a la Municipalidad Provincial de Caraz en el marco del XX Encuentro de Poetas y Escritores de Ancash.
Efraín Vásquez Veramendi, en el 2007 dio vida al conjunto de relatos que circulaban en las páginas de Internet, la mayoría recogiendo vivencias propias y ajenas, con el título de Crónicas chiquianas.
El Centenario del fallecimiento de Luis Pardo Novoa (5 de enero de 2009) mereció la publicación de revistas y libros, como la obra teatral Luis Pardo justiciero legendario de Áureo Sotelo Huerta o el libro de poesías Luis Pardo para llevarte siempre de Augusto Escalante Apaéstegui, sumándose a ese hermoso poema que publicara años atrás con el sugestivo título de “Buenos días Chiquián”.
La maestra Anatolia Aldave Reyes, destacada y reconocida declamadora nacional, al cumplir sus 87 años de vida en el 2010 publicó su poemario Huellas de Maestra con una selección de sus mejores composiciones en verso de su larga trayectoria magisterial.
Gregorio Gamarra Genebroso con su libro Mis pasos dejan huellas (2012) nos ofrece un valioso testimonio de su trabajo por construir composiciones llevados al canto por intérpretes vernaculares, así como su esfuerzo pionero por mantener un programa radial para divulgar lo nuestro.
El desaparecido maestro Arcadio Zubieta Villafuerte con su libro Experiencias pedagógicas de un maestro rural (2012), publicado en los albores de su centena de años, evidencia cómo el magisterio del profesor perdura por toda una vida.
Donald Jaimes Zubieta, maestro universitario y connotado poeta, luego de muchos años alejado de los quehaceres de su tierra natal, publicó en 2014 su poemario con un título sugestivo que lo reivindica, Chiquián, como si fueras mi corazón, te quiero.
Y, lo más reciente, es el libro del jurista José Federico Zubieta Béjar intitulado Florilegio Educativo (2015), una selección de citas de los más grandes pensadores de la cultura universal debidamente comentados.
Todos estos libros y algunos que pudiéramos estar obviando, junto con las publicaciones periódicas, como son las revistas institucionales de diverso orden y lugar (municipales, comunales, centros educativos, clubes deportivos, etc.), animados por la identificación con la tierra chiquiana –así sea en Lima, Huacho, Huaraz u otro lugar- requieren ser acopiadas y centralizadas en la nueva Biblioteca Municipal para su identificación, lectura, valoración y conservación. No olvidemos que los libros, revistas y periódicos son, también, parte del Patrimonio Cultural de nuestro distrito, de la provincia y del Perú.
Otra atención, no menos importante, merecen los documentos de las instituciones públicas y privadas. En los libros de actas y los papeles de diverso tema, destinatario y origen en poder de nuestras comunidades campesinas, municipalidad y agencias municipales, autoridades de diverso orden, centros educativos, clubes deportivos, instituciones culturales, -como en los libros y revistas- están las fuentes escritas para reconstruir y escribir la historia de nuestro pueblo y de sus instituciones.