rimay cóndor
ASPECTO HISTÓRICO DE AQUIA
En mi constante busca de temas relacionados a nuestra tierra que sean de interés para nuestros lectores encontré un interesante trabajo titulado “Estudio Monográfico del Distrito de Aquia” preparado por la Srta. Blandina Vásquez Núñez para optar el título de Normalista Urbana. De este trabajo he escogido el capítulo II que trata del aspecto histórico de Aquia. La autora nació en la Villa de Aquia, hizo sus primeros estudios en su tierra natal, luego en Chiquián y posteriormente en Lima. Fue profesora por muchos años en el pueblo que la vio nacer. Agradezco al Sr. Manuel Cerna Núñez por haber tenido la gentiliza de permitirme revisar y leer el trabajo de su hermana para así poderlo compartir con los lectores de Chiquianmarka.
Rimay Cóndor
A.- ORIGEN DEL NOMBRE Y CREACIÓN DEL DISTRITO DE AQUIA. - Con respecto al origen etimológico de “Aquia” se conocen dos versiones:
a) Según Stiglisch significa “En vasos de oro y plata.
b) Según otros proviene de Fernando de Aquiar y Acuña, quien fue el licenciado de llevar a cabo la repartición de las tierras en la zona de Aquia en 1564, se estima que se denominó “Aquia” en recuerdo de su fundador.
B.- FUNDACIÓN Y CREACIÓN. – Sobre la creación política de Aquia, Carlos J. Bachermann dice en su libro “Historia de la demarcación política del Perú” (pag. 12), ublicado en 1905 “Legitimada por la ley del 29 de diciembre de 1856 y sancionado por la ley del 2 de enero de 1857; el 28 de enero de 1863 se expidió una resolución legislativa creando nuevamente este distrito con la vice parroquia del mismo nombre, el pueblo de Aquia es la capital y que fue elevada a Villa por por ley del 24 de octubre de 1891”
C.- ÉPOCAS HISTÓRICAS.
1.- Época Pre-Incaica e Incaica. – Presumiblemente en esta época, los pueblos que habitaban la primera sección del valle del río Pativilca, y lugares circundantes, constituyeron Ayllus, dependientes de la cultura Chavín de Huántar, cultura que, como sabemos, llegó hasta los propios linderos de la costa después de haber invadido todos los lugares que ahora constituyen las provincias de Aija, Santa y del Callejón de Huaylas (Garcilaso de la Vega, Santiago Antúnez de Mayolo, soriano Infante). Hechos corroborados por los monumentos, por el idioma quechua, costumbres, religión, etc.
Los historiadores de la época incaica casi unánimemente, sostienen que el inca Pachacútec primero y después su hermano Capac Yupanqui, después de dominar a los feroces Chancas y apoderarse dela meseta de Bombom de Junín, se encaminaron por la Pampa de Lampas, conquistaron Chavín, Huari, Conchucos y el Callejón de Huaylas y tras duros y encarnizados combates los aguerridos ejércitos incaicos, lograron triunfar y dominar los Ayllus de los lugares hoy llamados Aquia, Chiquián, Huasta, etc., resultando en vivero del incanato por su gran riqueza agrícola, así permanecieron hasta la llegada de los españoles.
De acuerdo con los títulos de la Comunidad, San Miguel de Aquia se formó a base de tres huarangas de la Collana de Lampa (Lampas), siendo los caciques don Alonso Rimay Cóndor y don Miguel Alonso. Las tierras de la jurisdicción de la Comunidad fueron compradas por los dos Caciques al contado, por la suma de 100 pesos y 8 reales en 1713.
2.- Época del Virreinato. – Es innegable de que las huestes codiciosas de Pizarro, en pos de oro, recorrieron estos lugares. En el año de 1536 en que Manco Inca se sublevó, su levantamiento repercutió en estos lugares y los españoles fueron motivo de una dura resistencia sosteniendo reñidos combates. Era señor de ese entonces el Curaca Rimay cóndor, cuyo dominio estaba encima de pueblo de Aquia, llegando sus dominios hasta la Pampa de Lampas.
Se sabe que el Perú fue dividido en corregimientos por el Gobernador Licenciado don López de García Castro, sucesor del Virrey Conde de la Nieve, entre los años de 1564 y 1579 y, entre los corregimientos creados, los de Huaylas, Santa, Conchucos, según el Padre gordillo en su libro “Ancash y sus antiguos corregimientos de Cajatambo”, siendo su corregidor son Alonso de Alvarado.
Por diversas razones las tierras de Aquia, le fueron repartidas al Licenciado don Fernando de Agiar y Acuña. Estas tierras comprendías el pueblo de Naupamarca, los Ayllus de Pucún, Jerusalén, Puncurín, Zanca, Jarash, Pacarenca, Mancacota, etc., cuyos habitantes habrías sido concentrados en la parte más baja que hoy forma el pueblo por el referido Fernando de Agiar y Acuña, para formar un pueblo civilizado y así se habría establecido en la quebrada o vega formado por el río Huamanmayo, hoy río Pativilca y el Pomay o Cayac. En la distribución de la plaza, la iglesia, parroquia, cárcel, coso, cementerio y repartos de solares, se habría empleado el mismo procedimiento de la fundación de las ciudades españolas en el Perú.
Aquia en los años de la emancipación. – El Dr. Calvo Pres, en su obra llamada “Los padres de la independencia”, al tratar sobre la sublevación de Huánuco de los Hermanos Crespo y Castillo en 1812, dice que dicho movimiento llegó hasta el mismo pueblo de Aquia y que en este lugar se libró la última batalla que determinó la definitiva derrota de los que protagonizaron la sublevación. Movimiento que irradió hasta la intendencia de Cajatambo.
En el año de 1824, el Libertador don Simón Bolívar, de paso a Huaraz, llegó a la Villa de Aquia, con los batallones “Vargas”, al mando del general Jacinto Lara, Voltigeros y Pichincha fueron destacados a Chiquián. Dicho ejército habría Aquia en los primeros días del mes de julio de 1824, para dirigirse pasando la cordillera blanca al Cerro de Pasco el 30 del mismo mes.
Los datos recogidos, establece en que la hoy Provincia de Bolognesi prestó ayuda a la causa de la Independencia un gran concurso en hombres y víveres, hasta la batalla de Junín, recorriendo por 4,000 m. s.n.m. con un recorrido total de 300 km. Este ejército ha sido según se dice, el más grande efectivo de hombres en armas que haya cruzado la Cordillera de los Andes en tan difíciles circunstancias en la historia militar del Perú.
Esta historia refiere también que el batallón comandado por Vargas estuvo mayormente constituido por aquinos, llamaban la atención, llamaban la atención de los realistas y después de cumplir su tarea se dirigieron al Cerro de Pasco, donde llegaron el 30 de julio atravesando la Cordillera de los Andes e incorporándose a órdenes del general don José María Córdova, quién contribuyó decisivamente para la victoria de Junín.
3.- Época Republicana. – En los años turbulentos de nuestra república, la Villa de Aquia intervenido directa e indirectamente. Ha sido testigo de la destrucción de la confederación Perú-boliviana después de la batalla de Pan de Azúcar. El general Santa Cruz pasó por ahí persiguiendo al general Gamarra.
En la infausta guerra con Chile del año de 1879 los habitantes del hoy distrito de Aquia, constituyeron batallones que contuvieron el avance de las tropas invasoras aprovechando la situación estratégica, formaron enormes trincheras que amedrentró a los chilenos pasar por tales regiones. El general don Andrés Avelino Cáceres llegó a Aquia en el descanso de sus recorridos por todas las vertientes, según se refiere, dos o tres días.
Con motivo de la sublevación indígena de 1885, llamada de Atusparia, también tomó parte. La Gacetas de ese entonces refieren que el prefecto del departamento de Ancash, coronel Francisco J. Noriega, impuso a los indios, en febrero de 1885 una contribución personal de S/2.00 oro. Tal hecho, dio margen a que los indios explotados, víctimas de exacciones, que tenía que ejecutar trabajos gratuitos en las obras públicas, las levas, etc., solicitaron mediante un memorial al prefecto la supresión de tales medidas, documento que fue firmado por cuarenta alcaldes pedáneos de los alrededores de Huaraz, o envarados, calificativo proveniente del uso de la vara que portaban como símbolo de su autoridad y por Pedro Pablo Atusparia.
Con este motivo la propagación de la revuelta se expandió como por contagio con vertiginosa rapidez por todo el departamento de Áncash. Entre tanto en Aquia, que no es un pueblo indígena sino de mestizos, se organizó una guardia para detener los desmanes de los indios, impidiendo de ese modo su propagación en forma sangrienta, ya que el despliegue de los indios causaba pánico pese a que Atusparia había dicho: “No quiero crímenes, quiero justicia”. Han considerado esta actitud del pueblo como contraía al movimiento indígena, pero cobra explicación lo antedicho, de tratarse mayormente de mestizos en los que los problemas socioeconómicos no tienen mayor repercusión.
Pero debemos recordar que el pueblo de Aquia ha intervenido decididamente en la lucha por la libertad democrática. En el año de 1895 todos enarbolaron la bandera de Piérola. En los llanos de Aquia tuvo lugar el encuentro de las tropas de Cáceres con las montoneras de Piérola. Más tarde, cuando los movimientos demoliberales de Durán, los aquinos se unieron a los montoneros de don Augusto para luchar contra el imperio del militarismo y del clericarismo.
Blandina Vásquez Núñez
a) Según Stiglisch significa “En vasos de oro y plata.
b) Según otros proviene de Fernando de Aquiar y Acuña, quien fue el licenciado de llevar a cabo la repartición de las tierras en la zona de Aquia en 1564, se estima que se denominó “Aquia” en recuerdo de su fundador.
B.- FUNDACIÓN Y CREACIÓN. – Sobre la creación política de Aquia, Carlos J. Bachermann dice en su libro “Historia de la demarcación política del Perú” (pag. 12), ublicado en 1905 “Legitimada por la ley del 29 de diciembre de 1856 y sancionado por la ley del 2 de enero de 1857; el 28 de enero de 1863 se expidió una resolución legislativa creando nuevamente este distrito con la vice parroquia del mismo nombre, el pueblo de Aquia es la capital y que fue elevada a Villa por por ley del 24 de octubre de 1891”
C.- ÉPOCAS HISTÓRICAS.
1.- Época Pre-Incaica e Incaica. – Presumiblemente en esta época, los pueblos que habitaban la primera sección del valle del río Pativilca, y lugares circundantes, constituyeron Ayllus, dependientes de la cultura Chavín de Huántar, cultura que, como sabemos, llegó hasta los propios linderos de la costa después de haber invadido todos los lugares que ahora constituyen las provincias de Aija, Santa y del Callejón de Huaylas (Garcilaso de la Vega, Santiago Antúnez de Mayolo, soriano Infante). Hechos corroborados por los monumentos, por el idioma quechua, costumbres, religión, etc.
Los historiadores de la época incaica casi unánimemente, sostienen que el inca Pachacútec primero y después su hermano Capac Yupanqui, después de dominar a los feroces Chancas y apoderarse dela meseta de Bombom de Junín, se encaminaron por la Pampa de Lampas, conquistaron Chavín, Huari, Conchucos y el Callejón de Huaylas y tras duros y encarnizados combates los aguerridos ejércitos incaicos, lograron triunfar y dominar los Ayllus de los lugares hoy llamados Aquia, Chiquián, Huasta, etc., resultando en vivero del incanato por su gran riqueza agrícola, así permanecieron hasta la llegada de los españoles.
De acuerdo con los títulos de la Comunidad, San Miguel de Aquia se formó a base de tres huarangas de la Collana de Lampa (Lampas), siendo los caciques don Alonso Rimay Cóndor y don Miguel Alonso. Las tierras de la jurisdicción de la Comunidad fueron compradas por los dos Caciques al contado, por la suma de 100 pesos y 8 reales en 1713.
2.- Época del Virreinato. – Es innegable de que las huestes codiciosas de Pizarro, en pos de oro, recorrieron estos lugares. En el año de 1536 en que Manco Inca se sublevó, su levantamiento repercutió en estos lugares y los españoles fueron motivo de una dura resistencia sosteniendo reñidos combates. Era señor de ese entonces el Curaca Rimay cóndor, cuyo dominio estaba encima de pueblo de Aquia, llegando sus dominios hasta la Pampa de Lampas.
Se sabe que el Perú fue dividido en corregimientos por el Gobernador Licenciado don López de García Castro, sucesor del Virrey Conde de la Nieve, entre los años de 1564 y 1579 y, entre los corregimientos creados, los de Huaylas, Santa, Conchucos, según el Padre gordillo en su libro “Ancash y sus antiguos corregimientos de Cajatambo”, siendo su corregidor son Alonso de Alvarado.
Por diversas razones las tierras de Aquia, le fueron repartidas al Licenciado don Fernando de Agiar y Acuña. Estas tierras comprendías el pueblo de Naupamarca, los Ayllus de Pucún, Jerusalén, Puncurín, Zanca, Jarash, Pacarenca, Mancacota, etc., cuyos habitantes habrías sido concentrados en la parte más baja que hoy forma el pueblo por el referido Fernando de Agiar y Acuña, para formar un pueblo civilizado y así se habría establecido en la quebrada o vega formado por el río Huamanmayo, hoy río Pativilca y el Pomay o Cayac. En la distribución de la plaza, la iglesia, parroquia, cárcel, coso, cementerio y repartos de solares, se habría empleado el mismo procedimiento de la fundación de las ciudades españolas en el Perú.
Aquia en los años de la emancipación. – El Dr. Calvo Pres, en su obra llamada “Los padres de la independencia”, al tratar sobre la sublevación de Huánuco de los Hermanos Crespo y Castillo en 1812, dice que dicho movimiento llegó hasta el mismo pueblo de Aquia y que en este lugar se libró la última batalla que determinó la definitiva derrota de los que protagonizaron la sublevación. Movimiento que irradió hasta la intendencia de Cajatambo.
En el año de 1824, el Libertador don Simón Bolívar, de paso a Huaraz, llegó a la Villa de Aquia, con los batallones “Vargas”, al mando del general Jacinto Lara, Voltigeros y Pichincha fueron destacados a Chiquián. Dicho ejército habría Aquia en los primeros días del mes de julio de 1824, para dirigirse pasando la cordillera blanca al Cerro de Pasco el 30 del mismo mes.
Los datos recogidos, establece en que la hoy Provincia de Bolognesi prestó ayuda a la causa de la Independencia un gran concurso en hombres y víveres, hasta la batalla de Junín, recorriendo por 4,000 m. s.n.m. con un recorrido total de 300 km. Este ejército ha sido según se dice, el más grande efectivo de hombres en armas que haya cruzado la Cordillera de los Andes en tan difíciles circunstancias en la historia militar del Perú.
Esta historia refiere también que el batallón comandado por Vargas estuvo mayormente constituido por aquinos, llamaban la atención, llamaban la atención de los realistas y después de cumplir su tarea se dirigieron al Cerro de Pasco, donde llegaron el 30 de julio atravesando la Cordillera de los Andes e incorporándose a órdenes del general don José María Córdova, quién contribuyó decisivamente para la victoria de Junín.
3.- Época Republicana. – En los años turbulentos de nuestra república, la Villa de Aquia intervenido directa e indirectamente. Ha sido testigo de la destrucción de la confederación Perú-boliviana después de la batalla de Pan de Azúcar. El general Santa Cruz pasó por ahí persiguiendo al general Gamarra.
En la infausta guerra con Chile del año de 1879 los habitantes del hoy distrito de Aquia, constituyeron batallones que contuvieron el avance de las tropas invasoras aprovechando la situación estratégica, formaron enormes trincheras que amedrentró a los chilenos pasar por tales regiones. El general don Andrés Avelino Cáceres llegó a Aquia en el descanso de sus recorridos por todas las vertientes, según se refiere, dos o tres días.
Con motivo de la sublevación indígena de 1885, llamada de Atusparia, también tomó parte. La Gacetas de ese entonces refieren que el prefecto del departamento de Ancash, coronel Francisco J. Noriega, impuso a los indios, en febrero de 1885 una contribución personal de S/2.00 oro. Tal hecho, dio margen a que los indios explotados, víctimas de exacciones, que tenía que ejecutar trabajos gratuitos en las obras públicas, las levas, etc., solicitaron mediante un memorial al prefecto la supresión de tales medidas, documento que fue firmado por cuarenta alcaldes pedáneos de los alrededores de Huaraz, o envarados, calificativo proveniente del uso de la vara que portaban como símbolo de su autoridad y por Pedro Pablo Atusparia.
Con este motivo la propagación de la revuelta se expandió como por contagio con vertiginosa rapidez por todo el departamento de Áncash. Entre tanto en Aquia, que no es un pueblo indígena sino de mestizos, se organizó una guardia para detener los desmanes de los indios, impidiendo de ese modo su propagación en forma sangrienta, ya que el despliegue de los indios causaba pánico pese a que Atusparia había dicho: “No quiero crímenes, quiero justicia”. Han considerado esta actitud del pueblo como contraía al movimiento indígena, pero cobra explicación lo antedicho, de tratarse mayormente de mestizos en los que los problemas socioeconómicos no tienen mayor repercusión.
Pero debemos recordar que el pueblo de Aquia ha intervenido decididamente en la lucha por la libertad democrática. En el año de 1895 todos enarbolaron la bandera de Piérola. En los llanos de Aquia tuvo lugar el encuentro de las tropas de Cáceres con las montoneras de Piérola. Más tarde, cuando los movimientos demoliberales de Durán, los aquinos se unieron a los montoneros de don Augusto para luchar contra el imperio del militarismo y del clericarismo.
Blandina Vásquez Núñez