olinda c. ramírez Soto
EL ALCOHOLISMO EN LA ZONA CAMPESINA DEL PERU

Desde muy niña he palpado de cerca el deterioro de muchos hombres del campo debido a su adicción al alcoholismo, sabemos que en dichas zonas alto andinas lo que prima es un alcohol que ni siquiera es el conocido ron que acostumbramos usar para el preparado de tragos en algunas oportunidades de las reuniones familiares o amicales. Las famosas cantinas pululan en cuadras seguidas, donde ponen música a todo volumen sin importar el bienestar y tranquilidad de los vecinos, es más los parroquianos entrados en la efervescencia del adormecimiento y desinhibición a su cordura hablan y gritan descoordinadamente pensamientos y palabras que molestan y sobre todo afectan a los niños que juegan en las calles cerca a esas cantinas, muchos hombres trabajan y sus ganancias van a las cantinas.
En Chiquián, existen cantinas de este tipo donde una botella de ese alcohol modificado (dicen que es alcohol industrial modificado) les cuesta un sol, creen eso que pueda ser para Uds.
Alrededor del Jr. Bolívar con Jr. Tarapacá y alrededores hay muchas cantinas, inclusive llegaron a llamarlo” Paramonga”, presumo por la cantidad y las condiciones como terminaban los parroquianos, tambaleándose, gateando o tirados en las calles haciendo lo que hacen los borrachos.
En fechas antes de la actual alcaldía “Paramonga” disminuyó de 8 cantinas a una, hablé con algunos para que cambien la forma de trabajo, algunos respondieron positivamente y otros se trasladaron, entonces tuvimos cierta tranquilidad en la cuadra.
En la actual gestión de la alcaldía 2017, nuevamente están otorgando permisos municipales para abrir más cantinas en la misma zona, lo que me llama la atención es la ceguera de las autoridades que permiten el aumento de jóvenes y adultos envueltos en la droga del alcohol ocasionando desmedro en el núcleo familiar y en los vecinos.
El consumo continuo y desmedido convierte al alcohólico ansioso, paranoico, depresivo llegando al límite en salud mental, ocasionando muchas veces actos violentos con su familia y otros.

El desarrollo de los niños que viven y están rodeados de estos seres crecen con fragilidad en el concepto de lo que significa la buena salud y el buen comportamiento en la sociedad.
Siendo este tema es difícil y complejo de tratar y comentar debemos abordarla como vecinos y más como autoridades.
No hay cura de un día para otro, los tratamientos y terapias sicológicas llevan tiempo y dinero, para que tenga buen resultado depende del grado de voluntad y decisión del afectado.
Cabe señalar que esta adicción al alcohol también se da en otras esferas sociales y algunas también en mujeres, no será con el alcohol modificado pero sí con los licores conocidos.
A pesar de este escenario debemos esperar que nuestras autoridades le den un enfoque de preocupación, es un desafío tanto para las familias como para con toda la sociedad. El daño se da en una comunidad cuyo fenómeno político social da rienda suelta a las licencias y permisos sin supervisión de calidad y cantidad.
Es probable que algunas comunidades de nuestro Perú empezaron con un enfoque de nuevos proyectos socioculturales para contrarrestar el abuso del consumo abusivo del alcohol, con reglamentaciones para la apertura de cantinas; es responsabilidad de las autoridades municipales, judiciales y de salud velar por el bienestar físico y mental de sus pobladores.
Quiero llegar con este comentario a la alcaldía de Chiquián, buscando no caiga en saco roto y que sea eco para las otras comunidades, para lograr una participación de las autoridades en conjunto con charlas, trabajos, incentivos y otros elementos disponibles y obtener cambios positivos y dar una imagen de avance sociocultural.
Se invierten presupuestos en puentes, caminos, cambios en plazas, etc. ¿ por qué no invertir en los cambios para una mejor sociedad ?
Olinda C. Ramirez Soto
[email protected]
Siendo este tema es difícil y complejo de tratar y comentar debemos abordarla como vecinos y más como autoridades.
No hay cura de un día para otro, los tratamientos y terapias sicológicas llevan tiempo y dinero, para que tenga buen resultado depende del grado de voluntad y decisión del afectado.
Cabe señalar que esta adicción al alcohol también se da en otras esferas sociales y algunas también en mujeres, no será con el alcohol modificado pero sí con los licores conocidos.
A pesar de este escenario debemos esperar que nuestras autoridades le den un enfoque de preocupación, es un desafío tanto para las familias como para con toda la sociedad. El daño se da en una comunidad cuyo fenómeno político social da rienda suelta a las licencias y permisos sin supervisión de calidad y cantidad.
Es probable que algunas comunidades de nuestro Perú empezaron con un enfoque de nuevos proyectos socioculturales para contrarrestar el abuso del consumo abusivo del alcohol, con reglamentaciones para la apertura de cantinas; es responsabilidad de las autoridades municipales, judiciales y de salud velar por el bienestar físico y mental de sus pobladores.
Quiero llegar con este comentario a la alcaldía de Chiquián, buscando no caiga en saco roto y que sea eco para las otras comunidades, para lograr una participación de las autoridades en conjunto con charlas, trabajos, incentivos y otros elementos disponibles y obtener cambios positivos y dar una imagen de avance sociocultural.
Se invierten presupuestos en puentes, caminos, cambios en plazas, etc. ¿ por qué no invertir en los cambios para una mejor sociedad ?
Olinda C. Ramirez Soto
[email protected]