CONTAYCOCHA
La contaminada historia de una laguna
La contaminada historia de una laguna
Era un sábado, de la primavera serrana de mayo, cuando el campo se viste con sus mejores colores. Yo tenía diez años y cabalgar con mi padre a la estancia ganadera era un premio y oportunidad para recibir lecciones.
Partimos desde Huallanca hacia el oeste siguiendo el curso del río Torres por la cuesta del cementerio sobre Cañaveral, la pequeña loma de Chinllillín, el pedregal de Tumpihuarco y la bonita grama de Shuyana resguardada por dos desfiladeros y una fina catarata de 100 metros de caída.
Ingresamos a un imponente cañón de piedra y un bullicioso río que, más adelante y en época de lluvias, se disputaba el estrecho espacio con el camino de herradura, de allí su curioso nombre de Quitacalzón porque, de no hacerlo, debido a que el nivel del agua llegaba incluso a cubrir la montura, lo harías más tarde.
El tramo final de este cañón cuesta arriba era un bosque de crespos quenuales y musgos que cubrían un espacio más amplio y plano, donde las aves de distintos colores parecían darnos la bienvenida.
Al final del bosque nos esperaba una caudalosa catarata de 30 metros de caída y, superando una pequeña cuesta, la hermosa laguna Contaycocha de aguas color turquesa, con otra catarata más amplia al frente y bosques de diferentes especies nativas en su entorno.
Contemplarla era uno de mis gratos objetivos.
Aceleramos el paso, seguimos ascendiendo por el camino tallado en la enorme roca de Galán, en las faldas del Cuernunpunta el pico no nevado más alto en ese entonces, desde donde divisamos las estancias ganaderas Chuspi, Tanash, Pucaraju, Torres y Palmadera. También las huellas de una pequeña labor minera de exploración, Huanzalá.
Nuestro destino final eran los ricos pastizales de la amplia pampa de Chuspi, con remansos de aguas cristalinas cargadas de truchas y el imponente nevado Soroche de la Cordillera Huallanca como telón de fondo.
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Pasaron muchos años hasta que la gigante japonesa Mitsui Mining & Smelting Co. adquirió los derechos del denuncio minero Huanzalá al aguamerino Cutberto Giles Coello. En 1966 se inicia la explotación del yacimiento de zinc de alta calidad. Un buen acontecimiento para Huallanca por la generación de empleo local y la apertura de la carretera de salida directa a la costa por Aquia-Chiquián-Conococha y Barranca.
Por la casi inexistente legislación ambiental en esa época, nuestra costumbre de convivir con pasivos ambientales y la corrupción entre las muchas autoridades del sector minero y judicial en especial, no se pudo frenar la constante descarga de relaves o desechos de la planta concentradora y las aguas ácidas de los socavones, al río Torres.
Como es fácil deducir, la carga metálica tóxica se fue acumulando a lo largo de los años en la hermosa laguna Contaycocha, ubicada 300 metros aguas abajo, contaminando y eliminando la rica flora y fauna de toda la cuenca del río Vizcarra, afluente del Marañón.
Las múltiples denuncias realizadas por la población y las autoridades contra la empresa minera en las instituciones gubernamentales correspondientes no surtieron efecto, se diluyeron o terminaron con fallos judiciales ciegos, por falta de pruebas o peritajes no válidos.
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Partimos desde Huallanca hacia el oeste siguiendo el curso del río Torres por la cuesta del cementerio sobre Cañaveral, la pequeña loma de Chinllillín, el pedregal de Tumpihuarco y la bonita grama de Shuyana resguardada por dos desfiladeros y una fina catarata de 100 metros de caída.
Ingresamos a un imponente cañón de piedra y un bullicioso río que, más adelante y en época de lluvias, se disputaba el estrecho espacio con el camino de herradura, de allí su curioso nombre de Quitacalzón porque, de no hacerlo, debido a que el nivel del agua llegaba incluso a cubrir la montura, lo harías más tarde.
El tramo final de este cañón cuesta arriba era un bosque de crespos quenuales y musgos que cubrían un espacio más amplio y plano, donde las aves de distintos colores parecían darnos la bienvenida.
Al final del bosque nos esperaba una caudalosa catarata de 30 metros de caída y, superando una pequeña cuesta, la hermosa laguna Contaycocha de aguas color turquesa, con otra catarata más amplia al frente y bosques de diferentes especies nativas en su entorno.
Contemplarla era uno de mis gratos objetivos.
Aceleramos el paso, seguimos ascendiendo por el camino tallado en la enorme roca de Galán, en las faldas del Cuernunpunta el pico no nevado más alto en ese entonces, desde donde divisamos las estancias ganaderas Chuspi, Tanash, Pucaraju, Torres y Palmadera. También las huellas de una pequeña labor minera de exploración, Huanzalá.
Nuestro destino final eran los ricos pastizales de la amplia pampa de Chuspi, con remansos de aguas cristalinas cargadas de truchas y el imponente nevado Soroche de la Cordillera Huallanca como telón de fondo.
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Pasaron muchos años hasta que la gigante japonesa Mitsui Mining & Smelting Co. adquirió los derechos del denuncio minero Huanzalá al aguamerino Cutberto Giles Coello. En 1966 se inicia la explotación del yacimiento de zinc de alta calidad. Un buen acontecimiento para Huallanca por la generación de empleo local y la apertura de la carretera de salida directa a la costa por Aquia-Chiquián-Conococha y Barranca.
Por la casi inexistente legislación ambiental en esa época, nuestra costumbre de convivir con pasivos ambientales y la corrupción entre las muchas autoridades del sector minero y judicial en especial, no se pudo frenar la constante descarga de relaves o desechos de la planta concentradora y las aguas ácidas de los socavones, al río Torres.
Como es fácil deducir, la carga metálica tóxica se fue acumulando a lo largo de los años en la hermosa laguna Contaycocha, ubicada 300 metros aguas abajo, contaminando y eliminando la rica flora y fauna de toda la cuenca del río Vizcarra, afluente del Marañón.
Las múltiples denuncias realizadas por la población y las autoridades contra la empresa minera en las instituciones gubernamentales correspondientes no surtieron efecto, se diluyeron o terminaron con fallos judiciales ciegos, por falta de pruebas o peritajes no válidos.
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1999 - 2002
A partir de 1999, desde el Gobierno Local, tomé acciones concretas sobre el tema de la contaminación de la laguna Contaycocha.
La compañía minera Santa Luisa, subsidiaria o nombre peruano de Mitsui Mining & Smelting Co., que en adelante llamaré solo Mitsui, no aceptó tratar el tema conmigo argumentando que este tema no era de competencia municipal. Por otro lado, decía contar con un Programa de Adecuación y Manejo Ambiental, PAMA, aprobado por el Ministerio de Energía y Minas MINEM. En ese ministerio confirmaron la existencia del PAMA para la mina Huanzalá, el mismo que consideraba una inversión total menor a los US$ 20,000 para la recuperación ambiental de la laguna. Irrisoria suma.
Por la imposibilidad de lograr mi objetivo ante los organismos estatales, debido al enorme poder político y económico de la gigante transnacional japonesa, opté por la difícil estrategia de denunciar públicamente este crimen ambiental a nivel nacional e internacional.
Organizamos, con otros alcaldes, un rally de promoción del “Corredor Turístico Oro de los Andes” concebido y publicitado por Antamina y 20 alcaldes de su zona de operaciones que apoyaron el proyecto. Invitamos a la prensa nacional e internacional como CNN. En un programa de varios días, incluimos, sin previo aviso, un alto al rally en la “laguna muerta” de Contaycocha para celebrar una ceremonia especial bajo un cartel gigante en el que se leía:
Obra: Destrucción de la Laguna Contaycocha
Ejecuta: Mitsui Mining & Smelting Co. del Japón
Plazo: 35 años ¿ Hasta cuándo?
La participación de escolares portando crespones de luto y velas gigantes, un sacerdote (regidor vestido de cura) con una voluminosa biblia, una gran corona de flores negras al estilo Greenpeace que fue arrojada a laguna luego de un sentido responso, logró gran difusión y acogida a nivel nacional e internacional a través de la cadena CNN.
Pocas semanas más tarde llegó a mi despacho municipal un fiscal ad hoc nombrado por el fiscal provincial, el que por esas curiosidades de la vida visitaba todos los meses la mina, con el encargo de investigar mi gestión. Le brindamos todas las facilidades para una amplia fiscalización, nos acompañó unos meses.
Por esos días también visitó Huallanca el periodista Desmond Smith de Discovery Channel, acompañado de Augusto Baertl gerente general de Antamina, con el objetivo de filmar el punto cero de las actividades de la mina Antamina. Quería conocerme.
-Te has metido con una poderosa empresa japonesa y tienes presidente japonés. Eres un suicida.
-Ya lo hice, me atengo a las consecuencias.
- Te voy a ayudar contactándote con ICLEI, una asociación mundial de alcaldes con preocupaciones ambientales.
¡Nos sacó del atolladero!
1999 - 2002
A partir de 1999, desde el Gobierno Local, tomé acciones concretas sobre el tema de la contaminación de la laguna Contaycocha.
La compañía minera Santa Luisa, subsidiaria o nombre peruano de Mitsui Mining & Smelting Co., que en adelante llamaré solo Mitsui, no aceptó tratar el tema conmigo argumentando que este tema no era de competencia municipal. Por otro lado, decía contar con un Programa de Adecuación y Manejo Ambiental, PAMA, aprobado por el Ministerio de Energía y Minas MINEM. En ese ministerio confirmaron la existencia del PAMA para la mina Huanzalá, el mismo que consideraba una inversión total menor a los US$ 20,000 para la recuperación ambiental de la laguna. Irrisoria suma.
Por la imposibilidad de lograr mi objetivo ante los organismos estatales, debido al enorme poder político y económico de la gigante transnacional japonesa, opté por la difícil estrategia de denunciar públicamente este crimen ambiental a nivel nacional e internacional.
Organizamos, con otros alcaldes, un rally de promoción del “Corredor Turístico Oro de los Andes” concebido y publicitado por Antamina y 20 alcaldes de su zona de operaciones que apoyaron el proyecto. Invitamos a la prensa nacional e internacional como CNN. En un programa de varios días, incluimos, sin previo aviso, un alto al rally en la “laguna muerta” de Contaycocha para celebrar una ceremonia especial bajo un cartel gigante en el que se leía:
Obra: Destrucción de la Laguna Contaycocha
Ejecuta: Mitsui Mining & Smelting Co. del Japón
Plazo: 35 años ¿ Hasta cuándo?
La participación de escolares portando crespones de luto y velas gigantes, un sacerdote (regidor vestido de cura) con una voluminosa biblia, una gran corona de flores negras al estilo Greenpeace que fue arrojada a laguna luego de un sentido responso, logró gran difusión y acogida a nivel nacional e internacional a través de la cadena CNN.
Pocas semanas más tarde llegó a mi despacho municipal un fiscal ad hoc nombrado por el fiscal provincial, el que por esas curiosidades de la vida visitaba todos los meses la mina, con el encargo de investigar mi gestión. Le brindamos todas las facilidades para una amplia fiscalización, nos acompañó unos meses.
Por esos días también visitó Huallanca el periodista Desmond Smith de Discovery Channel, acompañado de Augusto Baertl gerente general de Antamina, con el objetivo de filmar el punto cero de las actividades de la mina Antamina. Quería conocerme.
-Te has metido con una poderosa empresa japonesa y tienes presidente japonés. Eres un suicida.
-Ya lo hice, me atengo a las consecuencias.
- Te voy a ayudar contactándote con ICLEI, una asociación mundial de alcaldes con preocupaciones ambientales.
¡Nos sacó del atolladero!
1999 - 2002
Viajé a Dessau en Alemania, cerca de Wittenberg (donde Lutero hizo pública sus tesis de reforma), a una convención mundial de estos alcaldes ambientalistas. Mi exposición fue muy simple, solo mostré 2 fotografías del antes y después de las operaciones de Mitsui, logrando el respaldo unánime frente a una posible persecución legal.
Culminada su labor, el fiscal ad doc Cubas (si mal no recuerdo su apellido) me manifiesta:
- Quiero ser su amigo ingeniero, lo he revisado todo, el presupuesto municipal es magro, su vehículo está al servicio de la municipalidad, usted trabaja de 7 a 7 y viaja con recursos propios. No tengo nada que informar.
A los pocos días me llama para advertirme sobre el gran disgusto de su jefe ante su negativa de elaborar un expediente incriminatorio.
Culminada su labor, el fiscal ad doc Cubas (si mal no recuerdo su apellido) me manifiesta:
- Quiero ser su amigo ingeniero, lo he revisado todo, el presupuesto municipal es magro, su vehículo está al servicio de la municipalidad, usted trabaja de 7 a 7 y viaja con recursos propios. No tengo nada que informar.
A los pocos días me llama para advertirme sobre el gran disgusto de su jefe ante su negativa de elaborar un expediente incriminatorio.
Huallanca vivía el tsunami Antamina con la llegada de numerosos contratistas que usaron este pueblo como campamento base para construir la planta minera, aprovechar esa oportunidad para generar trabajo, era mi principal preocupación.
En un gesto de extraña cortesía recibí la llamada del juez provincial notificando que me abrirá un proceso en mérito a una denuncia fiscal por “incapacidad administrativa para ejercer como alcalde”, aunque la Constitución solo exige ser mayor de edad y no ser analfabeto. Agradecí la deferencia.
- Será usted famoso a nivel internacional señor juez, por condenar a un alcalde por el delito de denunciar el crimen ambiental de una multinacional, y, porque tendrá al frente a un equipo de abogados de diferentes países defendiéndome.
- No hay justificación suficiente para un juicio, respondió el señor juez, días más tarde.
A raíz de dicha denuncia y fallido este intento intimidatorio, Mitsui acepta tratar el tema con la Municipalidad de Huallanca de acuerdo con la Ley, por estar dentro de sus responsabilidades la protección y el manejo ambiental. Además, ya había sido elegido Presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades Impactadas por la Minería, ANMIN, por lo que tenía un mayor un peso político.
Mitsui se vio obligada a elaborar un nuevo PAMA, por un costo de US$ 2,650,000 que incluía una planta de tratamiento de aguas ácidas, reforestación masiva y crear una zona de recreación en el entorno de la laguna. La municipalidad creó el Comité de Gestión y Manejo Ambiental COGEMA, con el apoyo de la ONG Suco, a través de la cual somete a consulta de la población la ejecución de monitoreos ambientales participativos y una maqueta de la laguna recuperada, abriendo un libro de observaciones y comentarios en el local municipal.
Increíblemente, Mitsui logró que malos funcionarios del MINEM aprueben una Resolución Ministerial postergando la ejecución del nuevo PAMA hasta el Plan de Cierre de la Mina, algo que dejaba en libertad a Mitsui para seguir contaminando la cuenca, hasta cuando se vayan.
En la Convención Minera Perumín 2001, realizada en Arequipa, donde fui expositor, denuncié tal despropósito, logrando el inmediato apoyo del ministro Jaime Quijandria Salmón y la anulación de la improcedente resolución.
Por todas las acciones desarrolladas y la presión mediática internacional, el año 2002 entró en servicio la planta de tratamiento de aguas ácidas y las obras civiles complementarias; quedando pendiente la reforestación de todos los terrenos circundantes a la laguna, el traslado del desmonte que impedía visualizar una catarata y el monitoreo participativo con el COGEMA, institución local que ganó un premio nacional y fue creada para promover y velar por la responsabilidad ambiental de todos.
—-//—-
Preocupante situación actual.
Huallanca, mayo 2024
Luis Barrenechea Martel
En un gesto de extraña cortesía recibí la llamada del juez provincial notificando que me abrirá un proceso en mérito a una denuncia fiscal por “incapacidad administrativa para ejercer como alcalde”, aunque la Constitución solo exige ser mayor de edad y no ser analfabeto. Agradecí la deferencia.
- Será usted famoso a nivel internacional señor juez, por condenar a un alcalde por el delito de denunciar el crimen ambiental de una multinacional, y, porque tendrá al frente a un equipo de abogados de diferentes países defendiéndome.
- No hay justificación suficiente para un juicio, respondió el señor juez, días más tarde.
A raíz de dicha denuncia y fallido este intento intimidatorio, Mitsui acepta tratar el tema con la Municipalidad de Huallanca de acuerdo con la Ley, por estar dentro de sus responsabilidades la protección y el manejo ambiental. Además, ya había sido elegido Presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades Impactadas por la Minería, ANMIN, por lo que tenía un mayor un peso político.
Mitsui se vio obligada a elaborar un nuevo PAMA, por un costo de US$ 2,650,000 que incluía una planta de tratamiento de aguas ácidas, reforestación masiva y crear una zona de recreación en el entorno de la laguna. La municipalidad creó el Comité de Gestión y Manejo Ambiental COGEMA, con el apoyo de la ONG Suco, a través de la cual somete a consulta de la población la ejecución de monitoreos ambientales participativos y una maqueta de la laguna recuperada, abriendo un libro de observaciones y comentarios en el local municipal.
Increíblemente, Mitsui logró que malos funcionarios del MINEM aprueben una Resolución Ministerial postergando la ejecución del nuevo PAMA hasta el Plan de Cierre de la Mina, algo que dejaba en libertad a Mitsui para seguir contaminando la cuenca, hasta cuando se vayan.
En la Convención Minera Perumín 2001, realizada en Arequipa, donde fui expositor, denuncié tal despropósito, logrando el inmediato apoyo del ministro Jaime Quijandria Salmón y la anulación de la improcedente resolución.
Por todas las acciones desarrolladas y la presión mediática internacional, el año 2002 entró en servicio la planta de tratamiento de aguas ácidas y las obras civiles complementarias; quedando pendiente la reforestación de todos los terrenos circundantes a la laguna, el traslado del desmonte que impedía visualizar una catarata y el monitoreo participativo con el COGEMA, institución local que ganó un premio nacional y fue creada para promover y velar por la responsabilidad ambiental de todos.
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Preocupante situación actual.
- El COGEMA ha sido desactivado.
- No se reforestó el entorno de la laguna
- No se publican los monitoreos del agua realizados por Mitsui. La consultora externa que los realiza tiene la orden expresa de no monitorear la biomasa, por ejemplo, la presencia de metales pesados en las truchas del río Vizcarra.
- Se desconocen los reportes del monitoreo participativo, de acuerdo con la Ley sobre la calidad del agua en diferentes puntos de la mina, como la descarga de las filtraciones de la nueva y gigantesca presa de relaves de Chuspi al río Torres.
- No hay información sobre el proceso de descontaminación real de la laguna Contaycocha, en especial, sobre la presencia de metales pesados y residuos tóxicos en sus sedimentos.
- Es cierto que hoy la habitan varias aves.
- Por las anteriores temporadas de fuertes lluvias se ha quebrado la precaria estabilidad lograda durante los 300 años previos a la presencia de la mina Huanzalá, del dique de la laguna formada a raíz de un gran derrumbe de la margen derecha del río Torres.
- Creemos también que las rajaduras y filtraciones en la zona se deben a la sobrecarga de millones de toneladas de relaves mineros depositadas en ella durante décadas, sumados a las explosiones subterráneas y los varios kilómetros de túneles en el entorno muy cercano.
- Por otro lado, es preocupante la falta de geomembrana en la base y paredes de presa de relaves de Chuspi, que no cuenta con un dique estructural de contención. Incrementará su volumen, tomando en cuenta que Mitsui celebró recientemente en la embajada del Japón el haber encontrado reservas para 50 años más de explotación. La información que se tiene es que solo se estaría encimando y compactando tierra y desmonte, algo que en caso de un sismo o lluvias de regular intensidad, haría colapsar esta precaria represa con incalculables daños ambientales para Huallanca y las poblaciones ubicadas aguas abajo.
- Hoy, es posible bombear los relaves a los kilométricos túneles vacíos de una mina. En Cobriza lo ejecutó un ingeniero metalurgista huallanquino.
Huallanca, mayo 2024
Luis Barrenechea Martel