filomeno zubieta núñez
ANTE LA PARTIDA DE LA MAESTRA MARÌA ANATOLIA ALDAVE REYES
El pasado 11 de marzo falleció la maestra, poetisa, escritora, declamadora, promotora cultura e institucionalista chiquiana Anatolia Aldave Reyes. A ella van estas líneas a manera de homenaje.
María Anatolia nació en Chiquián el 9 de julio de 1923. Sus padres don Alejandro Aldave Novoa (peluquero y hojalatero) y doña María Reyes Barba. Es la cuarta de 7 hermanos: Isolina, Rosa, Eduardo, María Anatolia, Zoila, Arturo y Alejandro.
Un breve recorrido por su derrotero de vida nos señala lo siguiente.
Estudió la primaria en su tierra natal, Chiquiàn, tuvo como maestras a las dilectas damas Luz Romero, Delia Barrenechea, Emiliana Cerrate de Valenzuela. La educación secundaria la cursó en el Liceo de Lima, donde tuvo como profesor al Dr. Alberto Tauro del Pino. Sus vacaciones las aprovechaba para realizar continuas caminatas por los distintos parajes de su tierra, algunas veces a caballo otras a pie, bebiendo de las aguas cristalinas de sus arroyos, llenándose los pulmones de los perfumes de las flores, deleitándose del trinar de sus avecillas, como solía comentarnos.
Sus estudios profesionales los realizó, entre 1943 y 1946, en la recién inaugurada Escuela Normal de Mujeres de Huaraz, regentada por sacerdotes españoles, gracias a una beca de estudios obtenida en mérito a sus calificaciones, representando a la provincia de Bolognesi.
Su espíritu de aventura, sus deseos de trasmitir lo aprendido en las aulas profesionales y conocer distintas realidades de la educación de nuestro país, la llevó a recorrer diferentes centros educativos como se puede ver de su derrotero profesional.
Inició el ejercicio de su profesorado en 1947 en el pueblito de Buenavista, del distrito de Huallacayán, como voluntaria. Al poco tiempo obtuvo su nombramiento en el Centro Escolar Nº 532 de Chiquián, permaneciendo dos años. La enfermedad de su hermana Rosita hizo que se dedicara a ella y por sus ausencias fue subrogada del ejercicio docente.
En 1949 reinicia su docencia en la escuela unidocente de La Rinconada de Lurín; aquí su permanencia de 5 años fue de lo más fructífera: incrementó notablemente el número de estudiantes, adquirió un terreno de 5000 metros para local escolar. Estando allí le cupo participar en los festejos del Cincuentenario de la Provincia de Bolognesi en 1953 como parte de una Comisión formada por los hijos residentes en Lima.
En 1954, por permuta, llega a un centro educativo del cerro San Cristóbal que funcionaba en el local de una sociedad mutualista. Su permanencia de 5 años, con plena identificación con los niños y los padres de familia, dice mucho de su identificación con los más pobres; gracias a sus gestiones se incrementó el número de plazas de auxiliares y portería.
En 1959, gracias a un concurso nacional de maestros, obtuvo plaza en un centro educativo de reciente creación en el barrio Santa Cruz del distrito de Miraflores. En los 12 años de su permanencia logró transformaciones notables convirtiendo a la escuela en todo un modelo a nivel distrital.
En un concurso de provisión de plazas docentes para las escuelas integradas se presenta y logra la dirección de un centro educativo de Surquillo que tenía tres turnos. Poco a poco fue logrando la plena puntualidad y dedicación al quehacer educativo de docentes y estudiantes, formando una sola asociación de padres de familia a nivel de centro educativo. Permaneció cuatro años y medio.
El Núcleo Educativo Comunal, NEC, que funcionaba en la Gran Unidad Escolar Ricardo Palma como centro base, la adscribe como Promotora de Extensión Educativa. Aquí estuvo 4 años dedicada íntegramente a sus labores profesionales. Es más, el exceso de trabajo le generó un agudo estrés. Por prescripción médica tomó unas largas vacaciones que las aprovechó para incorporarse a una delegación de maestros que, en representación del Perú, iban visitar realidades de otros países; así, por dos meses recorrió Brasilia, Minas Gerais, Río de Janeiro, Sao Paulo, Río de la Plata, Valparaíso y Santiago.
A su regreso, y siguiendo indicaciones médicas, optó por no retornar al NEC y se fue a una escuelita de la barriada de Surquillo que tenía solo 2 maestras y muy pocos alumnos. Su cariño al medio y a su profesión pronto rindió buenos frutos; más de 500 alumnos, 36 maestros y un terreno propio de 3,500 metros dicen de sus logros. Estando en este centro educativo, con 32 años de servicios efectivos y porque tenía un proyecto ineludible en Venezuela, se tuvo que retirar del ejercicio profesional en 1978.
Luego de su retiro radicó 3 años en Venezuela y un año en los Estados Unidos.
Si bien no formó hogar propio, no por eso dejó de dar amor maternal a los suyos; en su casa crecieron sus sobrinos y sus hermanos recibieron todo el calor familiar.
En su larga y dilatada carrera escribió centenas de composiciones cívicas y alrededor de dos millares de poesías, la mayoría dedicada a sus alumnos acorde con el calendario escolar y a su tierra natal, Chiquián. No desaprovechaba la oportunidad para declamar composiciones propias y ajenas en las actuaciones escolares o institucionales. De 1990 a la fecha se ha dedicado enteramente a su labor como declamadora y animadora de instituciones culturales.
Maestra inquieta y con una enorme energía que brindar, desplegó una amplia actividad institucionalista. Fue delegada de la Provincia de Bolognesi ante la Asociación Nacional de Profesores Primarios del Perú. Más tarde, ocupó la secretaría de biblioteca del Sindicato Nacional de Maestros Primarios del Perú. También, fue animadora de la vida cultural del Club Chiquián residentes en Lima.
Perteneció a la reconocida institución INSULA-Miraflores, en cuyas actuaciones ha puesto de manifiesto sus dotes declamatorias.
Es asidua participante de las actividades culturales. Ha presentado una serie de recitales en los últimos 30 años; igualmente, ha tomado parte en sinnúmero de seminarios, congresos, talleres, etc. brindando su granito de arena. Pese a sus años mantiene toda su vitalidad y jovialidad; infundiendo optimismo en todos los que la conocemos y apreciamos. Es que sigue en ejercicio de su magisterio, no ha dejado de maestra.
Por 12 años perteneció a la Junta Vecinal de Miraflores contribuyendo con sus ideas y acciones a una mejor vida barrial y cultural. Desde hace muchos años forma parte de la Mesa Redonda Panamericana de San Isidro donde ocupó varios cargos como el de la presidencia en tres períodos.
Fue una de las que más alentó el pleno funcionamiento del Club Chiquián en Lima, siendo parte de su Junta Directiva en varias oportunidades. Desde el 2009 formó parte de la Asociación de Poetas y Escritores de Áncash, AEPA, formando con otros de su Consejo Directivo y activa participante de sus encuentros y actividades culturales. En sus últimos años se sintió integrante de la Asociación de Escritores Ancashinos, AEA, aun cuando -por razones de salud- no pudo dedicarle sus esfuerzos y se limitó a asistir a algunas de sus actividades en compañía de su sobrina Sonia.
En su dilatada vida profesional, institucional e intelectual ha recibido una serie de premios y reconocimientos del Ministerio de Educación de las Municipalidades de Miraflores, San Isidro, Bolognesi, etc. Siendo la más alta condecoración las Palmas Magisteriales que se le otorgaron en 1990.
En el año 2010 se publicó una recopilación de sus composiciones en verso bajo el título de HUELLAS DE MAESTRA, gracias al apoyo de sus amigos más cercanos. En vísperas de su cumpleaños de ese año se presentó en la Casa de la Literatura Peruana con la asistencia de numeroso público del ambiente cultural como de la colonia bolognesina.
Siempre gozó del cariño y aprecio general, especialmente en los ambientes culturales de Lima, Áncash y Bolognesi. Y, estamos seguros, donde se halle seguirá recibiendo aplausos y muestras de aprecio por sus cualidades de buena maestra, mejor declamadora y MAESTRA.
¡¡ DESCANSA EN PAZ MAESTRA ANATOLIA ALDAVE REYES!!
María Anatolia nació en Chiquián el 9 de julio de 1923. Sus padres don Alejandro Aldave Novoa (peluquero y hojalatero) y doña María Reyes Barba. Es la cuarta de 7 hermanos: Isolina, Rosa, Eduardo, María Anatolia, Zoila, Arturo y Alejandro.
Un breve recorrido por su derrotero de vida nos señala lo siguiente.
Estudió la primaria en su tierra natal, Chiquiàn, tuvo como maestras a las dilectas damas Luz Romero, Delia Barrenechea, Emiliana Cerrate de Valenzuela. La educación secundaria la cursó en el Liceo de Lima, donde tuvo como profesor al Dr. Alberto Tauro del Pino. Sus vacaciones las aprovechaba para realizar continuas caminatas por los distintos parajes de su tierra, algunas veces a caballo otras a pie, bebiendo de las aguas cristalinas de sus arroyos, llenándose los pulmones de los perfumes de las flores, deleitándose del trinar de sus avecillas, como solía comentarnos.
Sus estudios profesionales los realizó, entre 1943 y 1946, en la recién inaugurada Escuela Normal de Mujeres de Huaraz, regentada por sacerdotes españoles, gracias a una beca de estudios obtenida en mérito a sus calificaciones, representando a la provincia de Bolognesi.
Su espíritu de aventura, sus deseos de trasmitir lo aprendido en las aulas profesionales y conocer distintas realidades de la educación de nuestro país, la llevó a recorrer diferentes centros educativos como se puede ver de su derrotero profesional.
Inició el ejercicio de su profesorado en 1947 en el pueblito de Buenavista, del distrito de Huallacayán, como voluntaria. Al poco tiempo obtuvo su nombramiento en el Centro Escolar Nº 532 de Chiquián, permaneciendo dos años. La enfermedad de su hermana Rosita hizo que se dedicara a ella y por sus ausencias fue subrogada del ejercicio docente.
En 1949 reinicia su docencia en la escuela unidocente de La Rinconada de Lurín; aquí su permanencia de 5 años fue de lo más fructífera: incrementó notablemente el número de estudiantes, adquirió un terreno de 5000 metros para local escolar. Estando allí le cupo participar en los festejos del Cincuentenario de la Provincia de Bolognesi en 1953 como parte de una Comisión formada por los hijos residentes en Lima.
En 1954, por permuta, llega a un centro educativo del cerro San Cristóbal que funcionaba en el local de una sociedad mutualista. Su permanencia de 5 años, con plena identificación con los niños y los padres de familia, dice mucho de su identificación con los más pobres; gracias a sus gestiones se incrementó el número de plazas de auxiliares y portería.
En 1959, gracias a un concurso nacional de maestros, obtuvo plaza en un centro educativo de reciente creación en el barrio Santa Cruz del distrito de Miraflores. En los 12 años de su permanencia logró transformaciones notables convirtiendo a la escuela en todo un modelo a nivel distrital.
En un concurso de provisión de plazas docentes para las escuelas integradas se presenta y logra la dirección de un centro educativo de Surquillo que tenía tres turnos. Poco a poco fue logrando la plena puntualidad y dedicación al quehacer educativo de docentes y estudiantes, formando una sola asociación de padres de familia a nivel de centro educativo. Permaneció cuatro años y medio.
El Núcleo Educativo Comunal, NEC, que funcionaba en la Gran Unidad Escolar Ricardo Palma como centro base, la adscribe como Promotora de Extensión Educativa. Aquí estuvo 4 años dedicada íntegramente a sus labores profesionales. Es más, el exceso de trabajo le generó un agudo estrés. Por prescripción médica tomó unas largas vacaciones que las aprovechó para incorporarse a una delegación de maestros que, en representación del Perú, iban visitar realidades de otros países; así, por dos meses recorrió Brasilia, Minas Gerais, Río de Janeiro, Sao Paulo, Río de la Plata, Valparaíso y Santiago.
A su regreso, y siguiendo indicaciones médicas, optó por no retornar al NEC y se fue a una escuelita de la barriada de Surquillo que tenía solo 2 maestras y muy pocos alumnos. Su cariño al medio y a su profesión pronto rindió buenos frutos; más de 500 alumnos, 36 maestros y un terreno propio de 3,500 metros dicen de sus logros. Estando en este centro educativo, con 32 años de servicios efectivos y porque tenía un proyecto ineludible en Venezuela, se tuvo que retirar del ejercicio profesional en 1978.
Luego de su retiro radicó 3 años en Venezuela y un año en los Estados Unidos.
Si bien no formó hogar propio, no por eso dejó de dar amor maternal a los suyos; en su casa crecieron sus sobrinos y sus hermanos recibieron todo el calor familiar.
En su larga y dilatada carrera escribió centenas de composiciones cívicas y alrededor de dos millares de poesías, la mayoría dedicada a sus alumnos acorde con el calendario escolar y a su tierra natal, Chiquián. No desaprovechaba la oportunidad para declamar composiciones propias y ajenas en las actuaciones escolares o institucionales. De 1990 a la fecha se ha dedicado enteramente a su labor como declamadora y animadora de instituciones culturales.
Maestra inquieta y con una enorme energía que brindar, desplegó una amplia actividad institucionalista. Fue delegada de la Provincia de Bolognesi ante la Asociación Nacional de Profesores Primarios del Perú. Más tarde, ocupó la secretaría de biblioteca del Sindicato Nacional de Maestros Primarios del Perú. También, fue animadora de la vida cultural del Club Chiquián residentes en Lima.
Perteneció a la reconocida institución INSULA-Miraflores, en cuyas actuaciones ha puesto de manifiesto sus dotes declamatorias.
Es asidua participante de las actividades culturales. Ha presentado una serie de recitales en los últimos 30 años; igualmente, ha tomado parte en sinnúmero de seminarios, congresos, talleres, etc. brindando su granito de arena. Pese a sus años mantiene toda su vitalidad y jovialidad; infundiendo optimismo en todos los que la conocemos y apreciamos. Es que sigue en ejercicio de su magisterio, no ha dejado de maestra.
Por 12 años perteneció a la Junta Vecinal de Miraflores contribuyendo con sus ideas y acciones a una mejor vida barrial y cultural. Desde hace muchos años forma parte de la Mesa Redonda Panamericana de San Isidro donde ocupó varios cargos como el de la presidencia en tres períodos.
Fue una de las que más alentó el pleno funcionamiento del Club Chiquián en Lima, siendo parte de su Junta Directiva en varias oportunidades. Desde el 2009 formó parte de la Asociación de Poetas y Escritores de Áncash, AEPA, formando con otros de su Consejo Directivo y activa participante de sus encuentros y actividades culturales. En sus últimos años se sintió integrante de la Asociación de Escritores Ancashinos, AEA, aun cuando -por razones de salud- no pudo dedicarle sus esfuerzos y se limitó a asistir a algunas de sus actividades en compañía de su sobrina Sonia.
En su dilatada vida profesional, institucional e intelectual ha recibido una serie de premios y reconocimientos del Ministerio de Educación de las Municipalidades de Miraflores, San Isidro, Bolognesi, etc. Siendo la más alta condecoración las Palmas Magisteriales que se le otorgaron en 1990.
En el año 2010 se publicó una recopilación de sus composiciones en verso bajo el título de HUELLAS DE MAESTRA, gracias al apoyo de sus amigos más cercanos. En vísperas de su cumpleaños de ese año se presentó en la Casa de la Literatura Peruana con la asistencia de numeroso público del ambiente cultural como de la colonia bolognesina.
Siempre gozó del cariño y aprecio general, especialmente en los ambientes culturales de Lima, Áncash y Bolognesi. Y, estamos seguros, donde se halle seguirá recibiendo aplausos y muestras de aprecio por sus cualidades de buena maestra, mejor declamadora y MAESTRA.
¡¡ DESCANSA EN PAZ MAESTRA ANATOLIA ALDAVE REYES!!