agustín zúñiga gamarra
UN VIAJE SUPERLUMINAL
Después de arribar a Ica, tras 5 horas de viaje, el matrimonio civil, se inició en el auditorio histórico de la municipalidad de Ica. Todo estaba organizado, los novios elegantes, y los invitados, estaban en sus respectivos lugares. Transcurría todo según lo programado.
Ahora, el novio, está respondiendo al regidor que le pregunta si acepta como esposa a la dama, la concurrencia aguarda la respuesta para corresponder ese compromiso con aplausos, al otro lado de la mesa está la madre del novio que ve la escena, está alegre y sollozando a la vez. La veo como tratando de alcanzarle alguna ayuda si precisaba, pero no requería nada, ella mientras discurría el ínfimo tiempo entre la pregunta y la respuesta ya había iniciado un viaje superluminal por la vida de su hijo, de su pequeño. Es que ese hijo primogénito, superó vallas difíciles, que solo valientes u hombres predestinados, podrían vencerlos. Y, que, gracias a esas confrontaciones ahora él estaba hecho para salir adelante. La respuesta fue “si acepto”, entonces, los aplausos retumbaron en el viejo salón municipal iqueño. Ella no sintió ningún aplauso, solo le dio tiempo para seguir pensando y viajando en su memoria junto a su hijo, que tan pequeño soportaba el frio, y corría con su gorrito tejido con sus manos, ella veía que su piel cobriza reflejaba el lucero griego casi rojizo que lo trajo a estas tierras de nieves perpetuas, de alfalfares, de danzas, de fiestas y dadivosas tierras. Cuando los aplausos cesaron, el regidor, hizo similar pregunta a la dama, si acepta como esposo al caballero, después que la respuesta fue afirmativa, nuevamente el ruido inundó la sala, pero ella sin darse tiempo continúo con su viaje muchos más rápido y lejano, allí como en superposiciones de nubes y astros estaba su esposo y último hijo, fallecidos muy tempranamente, ellos estaban aplaudiendo con un grupo de ángeles emocionados y alegres, cuando la vieron aproximarse ellos corrieron a su encuentro. Sin embargo, la ceremonia en la tierra continuaba, el organizador le tocó el hombro diciéndole, “señora los anillos”, ella no estaba atenta, si claro respondió, como volviendo del infinito. Y, cuando se consolidó el compromiso, el regidor concluyó, “Señores los declaro esposos”. Entonces, todos batieron palmas, saludos, fotos, en un momento nadie se percató que ella se había retirado, quería ayudar en la casa, para la recepción. En ese trayecto, que duró el taxi, tuvo tiempo para volver a su viaje cósmico, para reencontrarse con el patriarca y el príncipe. Juntos recordaron cómo habían batallado en la costa, donde los fantasmas y monstros eran diferentes, por lo que debido a esa incomprensión y desconocimiento de cómo enfrentarlos, sucumbieron sin compasión, muy tempranamente. Sin embargo, los que sobrevivieron, comprendieron que, si desde aguas ácidas de senos volcánicos surgió la vida, por qué no recurrir a ello, a la sabia historia de la vida, de sus vidas familiares y humanas, guardadas en sus genes. Dicho esto, ella vio con claridad que las tinieblas se aclaraban, los fantasmas huían, y desde el infinito las voces de sus anfitriones estelares le decían, “eso es, son tiempos de alegría que se inician, nuestro hijo va a formar un nuevo hogar, una familia, y en sus brotes nos verás siempre”, se despidieron alegres, volvió la sonrisa a su semblante de tristeza casi natural. El taxista le dijo señora hemos llegado, señora, señora, …. “Ah, sí claro”, agradeciéndole, le pagó sonriente. Pero, ella continuó, exclamando, “tienen razón, tienen razón”. ¿Quiénes señora, quiénes…?
Ahora, el novio, está respondiendo al regidor que le pregunta si acepta como esposa a la dama, la concurrencia aguarda la respuesta para corresponder ese compromiso con aplausos, al otro lado de la mesa está la madre del novio que ve la escena, está alegre y sollozando a la vez. La veo como tratando de alcanzarle alguna ayuda si precisaba, pero no requería nada, ella mientras discurría el ínfimo tiempo entre la pregunta y la respuesta ya había iniciado un viaje superluminal por la vida de su hijo, de su pequeño. Es que ese hijo primogénito, superó vallas difíciles, que solo valientes u hombres predestinados, podrían vencerlos. Y, que, gracias a esas confrontaciones ahora él estaba hecho para salir adelante. La respuesta fue “si acepto”, entonces, los aplausos retumbaron en el viejo salón municipal iqueño. Ella no sintió ningún aplauso, solo le dio tiempo para seguir pensando y viajando en su memoria junto a su hijo, que tan pequeño soportaba el frio, y corría con su gorrito tejido con sus manos, ella veía que su piel cobriza reflejaba el lucero griego casi rojizo que lo trajo a estas tierras de nieves perpetuas, de alfalfares, de danzas, de fiestas y dadivosas tierras. Cuando los aplausos cesaron, el regidor, hizo similar pregunta a la dama, si acepta como esposo al caballero, después que la respuesta fue afirmativa, nuevamente el ruido inundó la sala, pero ella sin darse tiempo continúo con su viaje muchos más rápido y lejano, allí como en superposiciones de nubes y astros estaba su esposo y último hijo, fallecidos muy tempranamente, ellos estaban aplaudiendo con un grupo de ángeles emocionados y alegres, cuando la vieron aproximarse ellos corrieron a su encuentro. Sin embargo, la ceremonia en la tierra continuaba, el organizador le tocó el hombro diciéndole, “señora los anillos”, ella no estaba atenta, si claro respondió, como volviendo del infinito. Y, cuando se consolidó el compromiso, el regidor concluyó, “Señores los declaro esposos”. Entonces, todos batieron palmas, saludos, fotos, en un momento nadie se percató que ella se había retirado, quería ayudar en la casa, para la recepción. En ese trayecto, que duró el taxi, tuvo tiempo para volver a su viaje cósmico, para reencontrarse con el patriarca y el príncipe. Juntos recordaron cómo habían batallado en la costa, donde los fantasmas y monstros eran diferentes, por lo que debido a esa incomprensión y desconocimiento de cómo enfrentarlos, sucumbieron sin compasión, muy tempranamente. Sin embargo, los que sobrevivieron, comprendieron que, si desde aguas ácidas de senos volcánicos surgió la vida, por qué no recurrir a ello, a la sabia historia de la vida, de sus vidas familiares y humanas, guardadas en sus genes. Dicho esto, ella vio con claridad que las tinieblas se aclaraban, los fantasmas huían, y desde el infinito las voces de sus anfitriones estelares le decían, “eso es, son tiempos de alegría que se inician, nuestro hijo va a formar un nuevo hogar, una familia, y en sus brotes nos verás siempre”, se despidieron alegres, volvió la sonrisa a su semblante de tristeza casi natural. El taxista le dijo señora hemos llegado, señora, señora, …. “Ah, sí claro”, agradeciéndole, le pagó sonriente. Pero, ella continuó, exclamando, “tienen razón, tienen razón”. ¿Quiénes señora, quiénes…?
ALIN Y PILAR
Lucero hermoso pitagórico trajo al vástago
Nieves y amaneceres alados confluyeron
Rocíos y hebras de venas ancestrales
Se entretejieron en danzas de diablitos, lapiceros y telares
Brotes cantores de arbustos silvestres los despidieron
Genes verdes berrosos y rojos muchicales
Cubrieron con mantos luteranos las cruces del olvido
Rugientes monstros acuáticos emergieron hambrientos
Luchas siderales de ondillas contra ojivas nucleares
Temblores, huracanes bajo apocalípticas trompetas, es el fin
El creador patriarca y el príncipe engullidos y triturados
Amebas primigenias luchaban recordando su origen
Colores, cantos truenan con alas triunfadoras
Parejas cómplices unieron galaxias inmóviles
Volvieron en luces estelares patriarca y príncipe
Ágiles estrellas cósmicas felices se posan
Nuevos universos de ADNs alegres brotan
Son José y Pilar
La Pluma del Viento
Lima a Ica, 02 de Agosto de 2018
Lucero hermoso pitagórico trajo al vástago
Nieves y amaneceres alados confluyeron
Rocíos y hebras de venas ancestrales
Se entretejieron en danzas de diablitos, lapiceros y telares
Brotes cantores de arbustos silvestres los despidieron
Genes verdes berrosos y rojos muchicales
Cubrieron con mantos luteranos las cruces del olvido
Rugientes monstros acuáticos emergieron hambrientos
Luchas siderales de ondillas contra ojivas nucleares
Temblores, huracanes bajo apocalípticas trompetas, es el fin
El creador patriarca y el príncipe engullidos y triturados
Amebas primigenias luchaban recordando su origen
Colores, cantos truenan con alas triunfadoras
Parejas cómplices unieron galaxias inmóviles
Volvieron en luces estelares patriarca y príncipe
Ágiles estrellas cósmicas felices se posan
Nuevos universos de ADNs alegres brotan
Son José y Pilar
La Pluma del Viento
Lima a Ica, 02 de Agosto de 2018